JUEGOS Y JUGUETES
DIPREGEP - NIVEL INICIAL -
La Convención Internacional de los Derechos del Niño en su artículo 31 establece:
“Los Estados partes reconocen el derecho del niño al descanso y esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente de la vida cultural y en las artes”....
La realidad compartida por los pueblos latinoamericanos son los cambios en la constitución y disposición de la vida familiar y del trabajo, esto a cambiado el proceso y los contextos de socialización de los niños y con ello los expuso a circunstancias de mayor riesgo social. Se puede observar que la violencia familiar , está inserta en el propio núcleo familiar, en la televisión, los medios de comunicación, el barrio, cada uno de ellos representa los primordiales modelos y mediadores del proceso de socialización de los niños.
El Estado y la Sociedad toda, debe bregar para que se pueda:
· Impulsar el Juego como estrategia clave para el desarrollo de los niños.
· Adecuar la televisión para que promueva la acción y la creatividad con intencionalidad educativa .
· Garantizar espacios comunitarios en dónde se desarrollen verdaderas actividades lúdicas.
Cuando se habla de “Crear entornos educativos seguros e integrados” los educadores debieran sentirse llamados a “recrear nuestra práctica educativa para permitir nuevas oportunidades de aprendizaje a nuestro niños, debiendo tener presente al “Juego” como un valioso recurso para que ellos potencien sus destrezas, habilidades y capacidades”.
El juego es uno de los primeros lenguajes del ser humano. El niño pequeño deambula por su medio creando e inventando juegos, conectándose a través de expresiones lúdicas. A través del juego se van comunicando con el otro, con los otros y con el medio. A medida que va creciendo, sus juegos se van complejizando y sus posibilidades de conocimiento se van ampliando. Así también lo expresa Hetzer (1978) al referirse al juego, como contenido principal de la vida de los niños en determinadas etapas evolutivas.
Se observa en la actualidad una notable tendencia a dejar de lado el “Juego” en el Nivel Inicial y teniendo en cuenta que el mismo aparece ligado al placer y a la evolución del ser humano, haciéndose presente desde etapas muy tempranas, es necesario resignificar el valor del mismo como facilitador del desarrollo infantil.
"Para el jugador (y para el juego) todo es posible: cada cosa puede ser a la vez, múltiples cosas. Para el niño o la niña, basta querer que sea y la cosa es lo que se desea. El juego es el reino de la imaginación, donde no hay imposibles. Todo es posible. Es el reconocimiento de la dimensión ilimitada del hombre y del mundo" (Sepúlveda Llanos, 1999). El juego es hechizo, representación de lo diferente, anticipación de lo que viene, negación de la realidad que pesa (Rahner, 1990) y en ese contexto podemos deducir, por lo tanto, una multiplicidad de transformaciones como resultado, transformaciones que enriquecen al niño y al hombre en general, transformaciones que se traducen en aprendizajes.
Pocas veces, como ocurre con los juegos, se cumplen tan cabalmente las condiciones exigidas por la verdadera actividad didáctica. Se ha definido el juego como «proceso sugestivo y substitutivo de adaptación y dominio», y de ahí su valor como instrumento de aprendizaje, puesto que aprender es “enfrentarse con las situaciones, dominándolas o adaptándose a ellas”. El juego tiene, además un valor «substitutivo», pues durante la primera y segunda infancia es “tránsito de situaciones adultas”: por ejemplo, al jugar a comprar y vender, a las muñecas...
“Marginar el juego es privar a la educación de uno de sus instrumentos más eficaces”; así lo han entendido Manjun, Fröebel, Montessori, Decroly, creadores de un importantísimo material lúdico destinado, sobre todo, a estas edades. Esto no quiere decir, naturalmente, que las demás edades deban quedar excluidas del juego; lo que ocurre es que éste cambia al compás de la madurez general del sujeto y de la evolución de los intereses infantiles.
Importancia de los juegos en la infancia.
Es indiscutible el valor que el juego aporta al niño. Se pueden observar dos aspectos principales del juego en la actividad :
· el juego como fin en sí mismo y
· el juego enfocado como un aspecto didáctico.
Cuando el juego tiene un fin en sí mismo, el niño logra su autocomplacencia. El juego representa en el niño una autoestima y observa las posibilidades que tiene de lograr ciertos objetivos.
Cuando tiene implicancia social, permite cooperar, competir..., con otros niños y provoca una observación de su propia realidad social.
Cuando el juego tiene como fin un objetivo didáctico significa que el niño no siente el aprendizaje como tal; es decir, si el docente utiliza el juego con ciertas características que quiere que el niño aprenda, logrará que éste se divierta y, al mismo tiempo, que aprenda ciertas conductas que van implicadas en el propio juego.
No existe diferencia entre jugar y aprender. Cualquier juego que presente nuevas exigencias al niño se ha de considerar como una oportunidad de aprendizaje. Por otra parte, se convierte en un aprendizaje placentero, por lo que será el medio de educación más adecuado.
Su valor didáctico dependerá:
· Del análisis previo que el educador haya hecho sobre el juego en general y los juegos adecuados particularmente a su grupo-clase.
· De la imitación del educador; qué es lo que quiere conseguir.
· De las posibilidades de acción que ofrece.
· Del interés que despierte en los niños.
· De la adecuación de la dificultad al desarrollo del niño.
· Que se adapte a los ritmos del niño.
· Que favorezca la actividad libre.
· Que sirva para orientar y no para dirigir.
· Que aumente la interacción y la cooperación.
El juego utilizado como método necesitará de la planificación del docente, pero todo dentro de un clima lúdico que no le quite su aspecto esencial de libertad.
Dada la característica que presenta el juego, se presenta como el mediador imprescindible para la estimulación adecuada de todas y cada una de las inteligencias.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR JUEGO?
Epistemológicamente Juego deriva del vocablo latín Jocus, que significa diversión y también broma; desde la antropología (Vidart) se sostiene que: “ el juego es una actividad voluntaria que busca alegría, creación e invención gratuita y supone además un estado espiritual que rompe con la opacidad rutinaria de la vida”.
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Este fenómeno es tan inherente al hombre, que toda persona tenido alguna experiencia aunque sea mínima, si bien, en la mayoría de los casos –y por lo menos en cuanto a la infancia se trata- bastante más que mínima. Cuando se le pregunta a alguien sobre el juego, inmediatamente se remonta a un tiempo y espacio diferente, recordando una serie de vivencias positivas y negativas. No hay hombre sin juego ni juego sin el hombre.
Las características de los juegos que hemos jugado podrán ser diferentes, de intensidades diversas, de momentos evolutivos distintos, pero aún así podremos encontrar elementos en común, más allá de nuestra cultura.
El Juego :
· Es aquella dimensión del hombre que lo remonta a un mundo diferente, con otras reglas, donde se muestra la esencia de cada uno de nosotros, sin máscaras, donde todo – o casi todo – se puede. Es el sueño hecho realidad, todo se transforma según nuestro deseo y el hombre se remonta a lo más profundo de su ser.
· Compromete al cuerpo, los afectos y los pensamientos, en él se expresa la totalidad del ser y se ponen en funcionamiento las formas de vincularnos con los objetos, con los otros y con nosotros mismos.
· Es importante desde los primeros momentos de la vida del niño. La constitución subjetiva y el desarrollo de la inteligencia, son recorridos en los cuales las actividades lúdicas son fundantes.
· Posibilita a la persona conocerse más a fondo y transformar modelos que no le hacen bien, que la limitan en los encuentros con los demás.
· Es asunto serio, es jugarse con toda la historia, con los vínculos internalizados, con todas las posibilidades y las limitaciones para dar y recibir, para tomar y pedir, para expresar y sentir, para permitirse o negarse. Poder profundizar en el campo de los vínculos con y desde el cuerpo, no es poco y demanda el tiempo necesario para todo proceso de aprendizaje: el propio e individual.
· Es parte de la realidad y en su carácter más profundo, al mismo tiempo, algo diferente.
· No tiene el grado de fijación ni las ataduras de la vida seria.
· Es más libre, más pasajero.
· Es abierto en su tendencia.
· Une realidad y posibilidad.
· Es un área intermedia del hombre, en el que se forman nuevas realidades y las realidades antiguas se pueden desvanecer.
· Es un motor para la extensión del hombre tanto en lo material como en lo espiritual.
· No se limita a una actividad lúdica determinada.
· Aparece mucho más en todas las actividades del hombre: desde el juego de pensamiento a través de un jugueteo previo a una acción hasta la conducta lúdica en las situaciones serias de la vida.(Fritz, 1992)
· Según Lavega: ha de entenderse como “una realidad que a pesar de su intrascendencia, gratuidad y espontaneidad, aparece como un espejo revelador de sus protagonistas”.
Jugando se puede acceder a la conciencia de potencialidades, obstáculos, recursos, carencias, conflictos, deseos, capacidades. Todo se humano se pone en contacto con el niño interno, el que aflora con toda su espontaneidad. Esto permite desempeñar otros roles, desestereotipando algunos aspectos de la personalidad que pueden encontrarse trabados.
En la función de juego, el adulto ocupa un rol primordial. Para un docente de Jardín Maternal, reconocer esto desde su propia vivencia, desde su formación y su compromiso corporal y afectivo, le posibilitará elaborar las estrategias adecuadas en su labor cotidiana.
“Un niño que juegue desarrollando todo su potencial en función de sus posibilidades evolutivas y madurativas, demuestra un estado de equilibrio entre el cuerpo y la mente, y entre este y el ambiente que lo circunda. Ese equilibrio se traduce en una sensación de completo bienestar físico, mental y social”, como lo define la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Henri Wallon dice “el niño, desde que nace, es un ser social y no sólo porque nace de otro ser, en el seno de una sociedad, dentro de un grupo familiar, sino porque contrastando con su limitada capacidad motora posee un sistema de comportamiento extremadamente rico a través del cual está abierto al mundo del cual depende”.
Es a través de la acción y la experimentación, como el niño por un lado expresa sus intereses y motivaciones, y por otro, descubre propiedades de los objetos, relaciones, etc. La forma de acción o actividad esencial del niño es el juego. Este es la fuente de aprendizaje, estimulando la acción, reflexión y expresión. Es la actividad que le permite a los niños, investigar y conocer el mundo que lo rodea, los objetos, las personas, los animales, las plantas e incluso sus propias posibilidades y limitaciones. Es el instrumento que los capacita para ir progresivamente estructurando, comprendiendo y aprendiendo el mundo exterior.
Jugando, el niño o la niña toman conciencia de lo real, se implica en la acción, elabora su razonamiento, su juicio...
Lo esencial del juego es la intencionalidad (la intención de los jugadores es jugar). El juego no tiene consecuencias frustrantes. Es un medio de exploración e invención. Los jugadores crean un mundo paralelo mientras juegan, pudiendo entrar y salir de él en cualquier momento. Es fuente de exteriorización de deseos, afectos y pensamientos, función que tiene el Juego como FUENTE DE
DESARROLLO.
DEFINICIONES DE JUEGO:
CLAPARADE | “Es el trabajo, el bien, el deber, el ideal de vida, la única atmósfera en que su ser psicológico puede insertarse y, en consecuencia, puede actuar”. |
PIAGET | “Es esencialmente asimilación”, es decir, cuando el niño manipula el mundo, lo transforma y los asimila a sus esquemas mentales. |
FROEBEL | “Es la expresión de la vida interior del niño”, que libre y espontáneamente manifiesta su forma de captar el entorno, testimoniando así su inteligencia. |
ERICSON Y FREUD | “Es el que hace la función de desarrollar la fuerza del Yo”, es decir, cuando el niño juega coloca situaciones de su vida diaria. Mediante el Juego puede resolver situaciones que normalmente no las puede enfrentar, por lo cual el Juego sería un mecanismo de defensa frente a la realidad. |
HUMBERTO MATURANA | “Cualquier actividad que se hace por sí misma”, es decir, no se realiza por las posibles consecuencias, no va asociada a sentimientos de culpa. Fenómeno cotidiano del vivir, de todas las dimensiones del vivir. |
VIGOTSKY | “Es el lugar de la satisfacción inmediata de los deseos”, del que el niño no espera un resultado útil y que comienza con una situación imagianaria, pero cercana a la realidad. |
BRUNNER | “es un medio de minimizar las consecuencias de las propias acciones y, por lo tanto, de aprender en una situación menos arriesgada”. En el Juego se puede realizar cualquier cosa sin preocuparse por alcanzar el objetivo y sin que eso produzca una frustración. |
Winnicott | “es una experiencia creadora, y es una experiencia en el continuo espacio-tiempo, una forma básica de vida. El jugar tiene un lugar y un tiempo. No se encuentra adentro, según acepción alguna de esta palabra, tampoco está afuera, es decir no forma parte del mundo repudiado, el no-yo, lo que el individuo ha decidido reconocer como verdaderamente exterior, fuera del alcance del dominio mágico. Para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no solo pensar o desear y hacer cosas lleva tiempo. “Jugar es hacer”. El autor introduce el término de “Fenómeno Transicional”, para designar la zona intermedia de experiencia entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad creadora primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado. |
ESCARDÓ | El juego comienza a ser en el bebé una actividad vital muy poderosa, que encauza el entrenamiento motor, postural, sensorial y la comunicación con el mundo externo. Poco a poco va adquiriendo poderosas cualidades psíquicas, centra la época del pensamiento mágico y de la simbolización para llegar por fin a ser la escuela de la actividad organizada y la aceptación de reglas compromisos y sanciones. |
CAÑEQUE | Conjunto de operaciones coexistentes e interactuantes en un momento dado, por las que un sujeto o un grupo en situación logran satisfacer sus necesidades, transformando hechos y objetos de la realidad y la fantasía. |
Características del Juego:
Las características del juego se pueden agrupar en función de una serie de elementos que desarrollan sus funciones:
· Desarrollo social: el niño necesita de sus iguales para jugar y aprender a jugar. El juego colectivo permite al niño aprender, respetar a los demás, contar con ellos, observar y dar ejemplo. Se produce una adaptación a las exigencias externas, dándose una transferencia posterior para adaptarse a la sociedad.
· Desarrollo emocional: como el juego infantil es expresión, a través de él el niño manifiesta alegría, emociones, agresión, tristeza...
· Desarrollo mental: mediante el juego agudiza su inventiva, se pone en situación de alerta y, ante los problemas que se le presenten intentará resolverlos con brevedad. El juego resalta el aspecto investigador en el niño, de manera que ante un mundo cambiante, el infante desarrolla juegos de fantasía y realidad.
· Desarrollo físico: hay que tener en cuenta que el individuo va evolucionando y madurando con progresión en la coordinación de movimientos, con perfecto dominio de todos ellos y con capacidad suficiente de control de ciertos grupos musculares
Espacio de Juego:
Cuando se habla de espacio de juego, se hace referencia por un lado al espacio externo –objetivo- y por otro lado el espacio interno y subjetivo.
Dentro del espacio externo, nos podemos referir al propio espacio lúdico, aquel lugar que los jugadores ocupan para llevar adelante sus juegos y, por otro lado, al espacio real que utilizan.
Dentro de lo que sería el espacio interno del juego, está aquel espacio subjetivo de cada jugador y por otro lado el espacio subjetivo del juego como tal.
El espacio de juego es un espacio intermedio entre la realidad y la fantasía, como muy claramente lo ha desarrollado Winnicott (1989), un espacio que se nutre de ambas realidades pero no coincide exactamente con ninguna de ellas.
En ese espacio de juego, se desenvuelve y se permite cierto movimiento.
¿Cuál es entonces nuestro propio espacio de juego? ¿Cuál es el espacio de juego que nos permitimos y que permitimos y ofrecemos a los demás, alumnos, compañeros de trabajo u otras personas? Comenzar a reflexionar sobre nuestro propio espacio de juego –interno y externo- será el punto de partida para promover otros espacios y no quedarnos simplemente con la crítica más simple.
El juego es un fenómeno inherente al ser humano, que se expresa generalmente a través de alguna actividad más o menos específica (tangible), implicando a su vez un movimiento interno entre las personas involucradas. Dichas actividades se caracterizan por desarrollarse en un tiempo y espacio diferente al de la vida cotidiana, espacio y tiempo donde las posibilidades de acción se amplían y/o amplifican.
En este marco se amplía también el grado de libertad que adquiere cada jugador o jugador potencial, libertad que comienza con la posibilidad de elegir el juego y de participar en el mismo desde el lugar que cada uno desea. Libertad que se ve condicionada por la historia personal de cada uno y que a su vez se ve condicionada por la participación de los demás jugadores y de las reglas del juego en sí mismo.
Cabe destacar a potenciales jugadores, haciendo clara referencia a aquellas personas que no están directamente involucradas en el jugar en sí, ya sea porque están como espectadores, ya sea porque están a la expectativa de poder entrar. Los espectadores también forman parte del juego, participando desde otro lugar del mismo, pero involucrándose en dicho proceso (Mantilla 1991, Tirado Gallego 1998). En este marco se despliega el jugar, caracterizado por un movimiento externo –generalmente- y por lo tanto visible, y un movimiento interno imposible de descubrir en su totalidad.
¿A qué llamamos Juguete?
“...A un accesorio que constituye, por sí mismo el elemento suficiente del Juego...”
La infancia, el juego y el juguete constituyen un producto del desarrollo social del hombre, y son sociales, tanto por su origen, su contenido, como por su significación.
El juguete, que representa en sí mismo la esencia de la infancia, al igual que el juego, también ha ido progresivamente ampliándose en su concepción en la misma medida en que ha crecido la infancia, y como objeto productivo de la actividad social del hombre, refleja en sí mismo, el nivel de desarrollo de la sociedad que los crea, tiene grabado en si y materializado en su estructura el desarrollo histórico – social del hombre, de la misma forma que cualquier otro producto de la actividad material y espiritual del ser humano.
El juguete es una reproducción del instrumento, en el que está impresa su función más no su estructura verdadera, reflejando de manera más o menos aproximada su diseño y objetivo.
En el desarrollo del individuo hay una etapa preparatoria en la cual, se entrena y ejercita para su vida futura. Es la infancia el período para dicha preparación.
En este lapso los niños, utilizando los juguetes especialmente creados para ellos, van a reflejar en su entrenamiento con los mismos, las acciones y roles que han de desempeñar como adultos, aparece el juego como vía y medio de hacer, al nivel de sus posibilidades físicas, motoras y psíquicas, una reproducción de la vida real. De esta manera, “la infancia, el juego y el juguete surgen al unísono en el devenir evolutivo del hombre, y van a caracterizar la primera fase de preparación para la acción productiva que los niños han de tener cuando alcancen la edad adulta”.
La finalidad de un juguete es estimular la actividad y la iniciativa del niño, posibilitando así que los más diversos procesos y cualidades psíquicas, así como las destrezas motrices, se desarrollen en relación con las particularidades intrínsecas de cada tipo de juguete y lo que este fundamentalmente promueve en cada acción psíquica o física.
Se remarca señalar el aspecto "fundamental" que cada tipo de juguete potencia, para destacar que en un mismo objeto-juguete están asentadas no solo la acción psíquica que constituyen su función principal, sino también otras sobre las que igualmente ejerce un efecto, aunque no sea en ocasiones, tan destacado.
En el caso de la pelota, si bien es obvio suponer que su principal dirección sea activar la actividad motora gruesa y los movimientos finos de la mano para el agarre, también actúa sobre la percepción de la forma, la sensibilidad táctil, la discriminación visual, entre otras propiedades. Ello evita considerar a un tipo de juguete exclusivo para una determinada particularidad del desarrollo, sino que abarca un amplio rango de posibilidades de estimulación.
Un fin principal del juguete lo es también el ofrecer al niño, la oportunidad de expresarse y poner en práctica las nuevas habilidades adquiridas en las sucesivas fases de su desarrollo normal, en particular en la etapa infantil, en la que el juego es la actividad fundamental y parte consustancial del medio en el cual se educan, constituyendo el instrumento básico de su proceso educativo.
Las raíces del Juego y los Juguetes:
“El lenguaje del juego universal y a la vez singular en cada geografía y época histórica muestra en cada momento la combinación de la ontogénesis con la filogénesis lúdica, ya que si cada individuo es capaz de "inventar" o improvisar una aventura lúdica original, ésta se apoya en los cimientos de la evolución de todo lo que ha venido generando el colectivo humano al que pertenece."
(Lavega Burgués, 1996)
Se puede decir que el Juego nace con el Hombre y no se puede negar su aportación a la especie humana.
Se sabe de sus comienzos en actividades como la caza, la alimentación, lo religioso, místico y mágico.
Los Seres Humanos (Homo Ludens) al jugar a las cartas, juegos de adivinación, destreza, azar, cálculo, rondas, etc. propician representaciones simbólicas, astrológicas, relaciones con la magia, religión, muerte, etc. Muchos de los juegos que se juegan hoy, tienen su origen en la antigüedad.
Investigaciones históricas sobre el juego y los juguetes, muestran aún más la significación que este fenómeno aporta al hombre, a la sociedad y a la cultura. Se han encontrado elementos referidos al juego y a los juguetes de tiempos muy antiguos, incluso desde antes de Cristo. Elementos que refieren diferentes simbologías e importancia para el hombre en dichas épocas
A través de los diferentes estudios y análisis históricos se pueden ver las diferentes dimensiones y grados de importancia sociocultural por a que atraviesa el juego (y los juguetes), así como también las manifestaciones y expresiones lúdicas diversas en cada una de las épocas desde la antigüedad hasta la actualidad.
La importancia del juego y los juguetes está ligada también a la naturaleza, siendo que muchos juegos se jugaban en determinados momentos y no en otros, como por ejemplo en época invernal o primaveral con el fin de actuar o influenciar a través de los juegos determinados fenómenos naturales. Se puede mencionar, por ejemplo, el juego del trompo para asegurar una buena cosecha, las muñecas que simbolizan la fertilidad femenina y se les regalaba a las jóvenes con tal fin. Otros juegos estaban estrechamente relacionados con la divinidad y tenían un alto contenido simbólico (juegos de pelota, por ejemplo), donde, a través de poner en práctica determinadas expresiones lúdicas, determinadas jugadas o partidas, se buscaba influenciar o agradar a los dioses, estando por lo tanto estos juegos estrechamente ligados a rituales (Öfele, 1999).
Juegos tradicionales:
El juego tradicional es un tipo de juego espontáneo, libre, donde ante todo está el placer de jugar.
El único fin que tienen estos juegos es la placer y la necesidad de juego de los niños. En líneas generales se puede afirmar también que estos se caracterizan porque:
· son jugados por los niños por el mismo placer de jugar. Son los mismos niños quienes deciden cuándo, dónde y cómo se juegan
· responden a necesidades básicas de los niños
· tienen reglas de fácil comprensión, memorización y acatamiento. Las reglas son negociables
· no requieren mucho ni costoso material
· son simples de compartir
· practicables en cualquier momento y lugar
Uno de los puntos más importantes a rescatar es que estos juegos responden a necesidades básicas de los niños. Primero y ante todo, el placer y la necesidad de jugar.
"Los juegos tradicionales son indicados como una faceta –aún en niños de ciudad- para satisfacer necesidades fundamentales y ofrecer formas de aprendizaje social en un espectro amplio."(Trautmann, 1997)
Los Aprendizajes que se pueden dar a través de los Juegos Tradicionales son “el placer de jugar y el aprender a jugar”, pues, para participar en el Juego como jugador, se debe haber aprendido a jugar, lo que implica poder permanecer en el juego en el mismo nivel que los demás jugadores.
Esto es un aprendizaje que se va dando paulatinamente desde que el niño nace, donde en un comienzo de su desarrollo evolutivo está imposibilitado para jugar un juego de grupo.
Características de los juguetes:
El juguete debe permitir:
· Estimular las funciones psicológicas para el normal desarrollo intelectual, físico y socio-afectivo del niño,
· Elaborar y canalizar conflictos,
· Descargar tensiones,
· Desarrollar la imaginación,
· Representar la realidad y conocerla,
· Reconocer y aceptar a los demás,
· Conocer sus posibilidades y sus propios límites.
El juguete debe ser:
· Seguro,
· De fácil manipulación,
· Adecuado a las necesidades de cada niño,
· Divertido,
· Inacabado.
Clasificación de Juguetes
Derivado de todos los pronunciamientos anteriores en la ciencia pedagógica y psicológica han existido variados criterios para clasificar los juguetes, lo que está muy relacionado con la posición teórica asumida. En este sentido se encuentra entre las primeras la clasificación de Bühler, para quien los juguetes podían designarse en tres tipos:
· Juguetes proyectados para el movimiento y la provisión de actividad motora, con vista al desarrollo muscular.
· Juguetes adecuados para el juego constructivo y creador, cuya fase señala el comienzo de la conquista del niño de los materiales que le rodean.
· Juguetes que se prestan a la acción dramática, la ficción, y el juego imitativo y capacitan al niño a penetrar en el mundo de la fantasía.
Esta clasificación de Bühler, aparentemente tan simple y poco actualizada para esta época, tiene subyacente un enfoque que ofrece aristas interesantes de considerar, algo que se ha de retomar cuando se valore la relación del juguete con la estimulación de las inteligencias.
Existen clasificaciones que se refieren a las edades cronológicas, relacionando una serie de juguetes apropiados para una determinada etapa del desarrollo, y se habla así de juguetes para niños de 0 a 6 años. Este tipo de clasificación tiene muchas limitaciones, pues como ya se dijo anteriormente, la edad sólo puede constituir una guía general, siendo más importante valorar los procesos y propiedades psíquicas que en un momento determinado del desarrollo son promovidos y estimulados por un tipo dado de juguetes.
Esto lleva a clasificaciones que descansan básicamente en los procesos y cualidades en que intervienen, y así tenemos, por ejemplo:
· Juguetes para la concentración visual y auditiva.
· Juguetes para la discriminación perceptual.
· Juguetes para el desarrollo de la actividad con objetos.
· Juguetes para la formación de los movimientos finos (presión, agarre, etc.)
· Juguetes para estimular la motilidad gruesa.
· Juguetes para el desarrollo del lenguaje.
· Juguetes para la generalización de relaciones.
· Juguetes para la estimulación de emociones positivas.
· Juguetes para el desarrollo sensorial.
· Juguetes para la estimulación de los procesos asociativos.
· Juguetes para la formación de representaciones.
Otra clasificación semejante, en la línea conceptual de H. Page, es la siguiente:
· Juguetes para el desarrollo del vigor y la destreza motriz.
· Juguetes para las acciones constructivas y creadoras.
· Juguetes para la representación e imitación.
· Juguetes para el desenvolvimiento social.
· Juguetes para la habilidad artística: artes y manualidades.
· Juguetes para la adquisición de conocimientos.
· Juguetes de interés científico y de relaciones mecánicas.
· Hobbies o intereses cognoscitivos especiales.
Estas clasificaciones tienen un fundamento concebido básicamente a la estimulación de determinados procesos y cualidades, pero no contemplan todas las potencialidades susceptibles de ser estimuladas, ni todas las áreas de desarrollo. No obstante, su principio conceptual principal, estimular las propias acciones psíquicas o físicas, que significan la esencia de su enfoque, constituye una dirección acertada en el estudio de esta problemática, y se relaciona estrechamente con posiciones actuales, en las que puedan engarzarse de manera muy natural.
Esto puede comprobarse a través del análisis de la siguiente clasificación de los juguetes, basada en la teoría de las inteligencias múltiples de H. Gardner:
1. Juguetes para el desarrollo de la Inteligencia lingüística:
· Juguetes con voces y sonidos, muñecos interactivos, teléfonos con voces, micrófonos de juguetes.
· Juguetes representativos de medios de transporte: avión auto....,
· Objetos que representen instrumentos de la vida real, títeres, libros de textos e imágenes, animales de madera, plástico y peluche, juegos de café, cocina, dormitorio, comedor, etc., útiles de limpieza y laborales,
· Juegos de roles: médico, peluquero, mecánico, carpintero (sus medios e instrumentos),
· Juegos de construcción, imprenta,
· Juegos de tránsito vehicular, caballo de madera,
· Pelotas,
· Dominó de animales, de colores, de frutas y vegetales, de medios de transporte, etc.
· Cajas de sorpresas,
· Equipos de música, juguetes de cuerda,
· Disfraces, casas de muñecas,
· Loterías,
· Juegos colectivos,
· Juegos de láminas, diversos tipos tarjeteros,
· banda elástica, espejos, y
· todos aquellos que estimulen el uso de la palabra en situaciones prácticas.
2. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia lógico-matemática:
· Juguetes electrónicos de todo tipo, preferentemente con demostración gráfica, que aborden resolución de problemas, cálculo,
· Juegos de engranaje,
· Rompecabezas lógicos, numéricos, de conjuntos diversos,
· Juegos de seriación, comparación, clasificación, identificación,
· Brújulas, acertijos,
· Juegos de inclusión: de colores, formas, tamaños.
· Calculadoras de juguete,
· Juegos matemáticos de ensarte y encaje,
· Instrumentos científicos de juguete,
· Figuras geométricas de madera y de plástico, clavijeros,
· Juguetes mecánicos y de cuerda, electrónicos,
· Dominós de letras y números,
· Juegos de arquitecto, constructores, mecanos,
· Juegos de herramientas, y
· Todos aquellos que impliquen comprender relaciones cuantitativas y patrones lógicos.
3. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia espacial:
· Juegos de arrastre y gateo,
· Juegos de engranaje,
· Pizarras,
· Juegos electrónicos con gráficos,
· Rompecabezas con imágenes: animales, plantas, paisajes,
· Mosaicos de formas y colores,
· Dominó de figuras geométricas, animales, colores,
· Laberintos,
· Bloques, libros de imágenes coloreados, cuadernos de colorear, recortar y rellenar,
· Cuentas de ensartar,
· Masa, plastilina,
· Pelotas,
· Juegos de inclusión: figuras geométricas, animales, objetos, etc.
· Tableros para encastrar figuras,
· Moldes, juego de argollas,
· Modelos de aviones, barcos y otros medios de transporte,
· Cubos de construcción, dados de colores,
· Témperas y lápices de colores, crayones,
· Sonajeros, móviles,
· Tentenpié,
· Videos,
· Juguetes luminosos, caleidoscopios, espejos y
· Otros más que permitan la representación de imágenes y la interrelaciones de espacio, figura, color y línea.
4. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia físico-cinestésica:
· Juegos de arrastre, gateadores,
· Pantallas de dibujo,
· Juegos de construcciones, de engranaje,
· Calesitas, toboganes, aparatos de juegos de tareas exteriores, escaleras,
· Triciclo, miniautos, carros de tirar y empujar,
· Masa, plastilina, juegos de dibujo,
· Juegos de construcción, balde y pala, martillo y tacos,
· Pelotas, Cuerdas, aros grandes
· Tijeras,
· Carretillas,
· Caballo para montar, de plástico o madera,
· Juegos de argollas,
· Arco y flecha, tiro al blanco,
· Raqueta, patines,
· Juegos de herramientas diversas,
· Cañas de pescar,
· Trompo, juegos de pompas de jabón,
· Moldes para juego de arena,
· Palitos chinos,
· Regadera,
· Clavijeros y
· Todo lo que promueva sensaciones somáticas, de equilibrio físico, de aprendizaje manual.
5. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia musical:
· Juguetes electrónicos con sonidos y ritmos musicales,
· Micrófonos de juegos imitativos,
· Reproductores de CD, radio y cassettes,
· Instrumentos musicales de juguete: guitarra, armónica, xilofón, piano, entre otros,
· Equipos de percusión: tambores, pandereta y
· otros objetos sonoros: cajas de música, grabadoras, casettes y compactos infantiles, campanas diversas, flautas y silbatos, maracas, claves, cascabeles, caja china, triángulo, etc. y
· aquellos juguetes que signifiquen percibir sonidos armónicos y musicales.
6. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia interpersonal:
· juegos de mesa diversos: damas, lotería, dominó, entre otros,
· juguetes para actividades colectivos: herramientas e implementos laborales, carretillas, disfraces, carpas y juguetes de camping, miniautos,
· accesorios para juegos de imitación: muñeca, animales de plástico madera y peluche,
· títeres,
· juegos de comedor, dormitorio, escuela, entre otros,
· pelotas,
· cestos, útiles de limpieza,
· juegos de peluquería,
· elementos de juego de áreas exteriores,
· teatro de títeres, y
· todos los demás juguetes que faciliten la comunicación social y el contacto afectivo con los demás
7. Juguetes para el desarrollo de la inteligencia intrapersonal:
· Juguetes electrónicos de manipulación individual,
· Juguetes con formato de computadora,
· Juguetes que representen objetos de la vida adulta (CD, máquinas fotográficas, teléfonos),
· Caleidoscopio, diapositivas de animales, objetos, frutas y plantas,
· Móviles,
· Libros de imágenes plásticos, tarjeteros de figuras,
· Lápices, crayones, témpera, plastilina, arcilla,
· videos,
· cajas de sonidos,
· juegos didácticos con autocorrección,
· videojuegos, y
· algunos otros que faciliten la concentración individual y la autointrospección.
La ubicación de los objetos lúdicos responde fundamentalmente al tipo de inteligencia que promueve de manera eficaz, si bien hay juguetes que son multipropósito, por las infinitas posibilidades que ofrecen para la estimulación del desarrollo.
En cada etapa evolutiva que atraviesa el niño, es posible decidir cuáles son los juguetes más apropiados, siempre y cuando no se caiga en esteriotipos.
El educador debe asegurar que la actividad del niño sea una de las fuentes principales de sus aprendizajes y su desarrollo, teniendo un carácter realmente constructivo en la medida en que es a través de la acción y la experimentación cómo el niño, por un lado, expresa sus intereses y motivaciones y, por otro, descubre propiedades de los objetos, relaciones,...
El juego , el juguete y el desarrollo físico y psíquico del niño
Siempre que se comienza a tratar sobre las particularidades del juguete y sus efectos y relaciones con el desarrollo de los niños, invariablemente se correlacionan con la significación del juego, pues en dependencia de la misma es que generalmente se concibe la elaboración de dichos objetos. Así, por ejemplo, J. Piaget establece una clasificación de los juegos que es ampliamente conocida, y en la que se especifican que estos pueden ser funcionales, de construcción, de reglas, de roles, y didácticos.
Sobre la base de esta clasificación de los juegos se organiza a su vez una idéntica referente a los juguetes, y se habla entonces de juguetes funcionales, de construcción, de roles, reglas y didácticos, que tienen determinados contenidos, funciones educativas y patrones de acción, estrechamente relacionados con el desarrollo de los juegos a que se refieren, y que se materializan en tipos determinados de objetos que se supone gozan de estas propiedades.
De esta manera el juguete aparece como algo sin significación en sí mismo como objeto de la realidad, y sus efectos sobre el desarrollo físico y psíquico se valoran solamente en sentido de lo que proporciona el juego como tal. Esto, que en cierta medida es aceptable, limita, sin embargo, conocer verdaderamente las posibilidades del juguete para el desarrollo de los niños, pues solamente lo concreta a la situación del juego. Si bien esta es la actividad más importante del niño en la primera infancia, no es el único tipo de actividad que estos realizan, y en la cual, el juguete, como objeto de la realidad, también ejerce una acción estimulatoria sobre los distintos procesos y propiedades psíquicas, aunque no estén inmersos dentro de una actividad de juego
Cuando el lactante manipula un objeto cualquiera, como puede ser una pelota (que generalmente se considera que es un juguete) y realiza varias acciones repetitivas con la misma, esto realmente no es un juego, ya que tales acciones se dirigen a conocer el objeto, sus particularidades y propiedades, y no a obtener un goce o disfrute con el mismo. A esta primera fase de la actividad con objetos es lo que se suele llamar como manipulación de objetos, y que siempre está dirigida al conocimiento de las características externas de los mismos. Pero, no obstante no está en una actividad propiamente de juego, sin embargo, dicho objeto (el juguete) ha propiciado una estimulación de diversos procesos y cualidades psíquicas, tales como la discriminación y diferenciación perceptual, la concentración de la atención, la generalización de relaciones, el razonamiento, teniendo un efecto importante a los fines del desarrollo del niño.
Si esto también puede o no considerarse como juego en una discusión histórica dentro de la ciencia psicológica, algo que no va a ser objeto de análisis en el momento, lo importante es hacer notar que las posibilidades del juguete para el desarrollo no solo se circunscriben a la actividad de juego en sí misma, sino que van más allá, al conjunto de todas las actividades que el niño realiza en su transcurso evolutivo.
Su estudio no solamente ha de hacerse en relación con sus posibilidades para concretar los objetivos del juego, sino de las más variadas actividades que los niños hacen, y consecuentemente, referidos a todas sus cualidades y procesos psíquicos y físicos. Y esto amplía, la viabilidad del juguete como medio para potenciar el desarrollo infantil.
La finalidad de un juguete es estimular la actividad y la iniciativa de los niños, posibilitando así que los más diversos procesos y cualidades psíquicas, así como las destrezas motrices, se desarrollen en relación con las particularidades intrínsecas de cada tipo de juguete y lo que este fundamentalmente promueve en cada acción psíquica o física. Se remarca señalar el aspecto "fundamental" que cada tipo de juguete potencia, para destacar que en un mismo objeto-juguete están asentadas no solo la acción psíquica que constituyen su función principal, sino también otras sobre las que igualmente ejerce un efecto, aunque no sea tan destacado en algunos casos.
Un fin principal del juguete lo es también el ofrecer al niño la oportunidad de expresarse y poner en práctica las nuevas habilidades adquiridas en las sucesivas fases de su desarrollo normal, en particular en la etapa infantil en la que el juego es la actividad fundamental y parte consustancial del medio en el cual se educan, constituyendo el instrumento básico de su proceso educativo.
Guía opcional de jueguetes y materiales convencionales y no convencionales para el ciclo jardín maternal:
Lactantes:
· El cuerpo del niño y la docente,
· Cruza – cuna,
· Sonajeros de cuna – cascabeles,
· Móviles colgantes,
· Muñecos de goma con sonido al apretarlos,
· Móviles de barras horizontales con anillos para alcanzar, tirar y hacer sonar,
· Juguetes inflables para la bañera,
· Molinillo de viento para observar,
· Cajitas de música con cordón para accionarlas,
· Mordiscos,
· Juguetes que suenan al balancearse,
· Juguetes blandos para chupar.
Gateadores y Deambuladores:
· Sonajeros para gateros (ruedan),
· Cubos de distintos tamaños,
· Ollas con tapas,
· Juguetes de peluche (animales)
· Cajas de distintos tamaños para encajar o construir,
· Moldes para llenar con agua y arena,
· Bloques livianos de construcción,
· Sillitas y animales basculantes,
· Matracas,
· Libritos con imágenes, plastificados,
· Libros de tela,
· Juguetes de arrastre con ruedas,
· Juguetes para arena,
· Muñeca lavable con cama,
· Animales de caucho,
· Animales para flotar en la bañera,
· Pelotas de diferentes tamaños,
· Moldes para la arena,
· Frascos y frasquitos llenos de objetos, con tapas para enroscar y desenroscar,
· Molinillos de viento para soplar,
· Espejos,
· Instrumentos musicales,
· Teléfonos de juguete.
Dos años:
· Banco de descarga,
· Paneles de actividad, equipados con perillas, manubrios y engranajes, puertas que se abren mostrando espejos o figuras, o simplemente lo que está al otro lado del tabique.
· Ensartados,
· Juegos de bloques con varillas y agujeros adaptados a éstos.
· Arena (moldear, trasvasar, vaciar)
· Cubos para hacer torres,
· Tubos para enhebrar,
· Escalera,
· Tobogán,
· Arenero,
· Carrito lleno de cubos,
· Animales con ruedas,
· Aros de plástico,
· Juguetes para el agua,
· Canastos con manijas, de distintos tamaños, y que se puedan transportar,
· Neumáticos,
· Espejos,
· Saquitos con arena de diversos tamaños y pesos,
· Calesita,
· Instrumentos musicales.
Relación Docente – Juego:
El docente debe preparar las condiciones para el juego, tener disponibilidad para acercarse y compartir momentos con cada niño y crear de este modo un escenario adecuado para la aparición de la actividad lúdica.
No se trata de tener hermosos materiales ni muy estructurados, lo importante es ver las inmensas posibilidades de representación que se pueden desplegar cuando el ambiente es propicio.
Las intervenciones del adulto son las que pueden establecer la diferencia entre “cuidar” a los niños o estimular y favorecer sus aprendizajes con el consecuente desarrollo de su inteligencia y su sensibilidad.
Es fundamental lograr una comunicación fluida con los niños, hacerlos partícipes de los intercambios grupales, favoreciendo momentos de juego, logrando un equilibrio entre el tiempo dedicado al juego, las actividades de rutina y las actividades de enseñanza implícita.
La inteligencia, la sensibilidad, el sentido estético y la responsabilidad son competencias que necesitan ser construidas desde la más temprana infancia.
A la hora de jugar...reflexiones para no olvidar:
· El juego es la manera vital que tiene todo niño de apropiarse del mundo. Es la vida misma, si sus adultos significativos le permiten un tiempo y un espacio donde pueda emerger su posición subjetiva.
· El juego ha sido estudiado desde marcos de referencia diversos. Generalmente los estudios han fijado su atención en uno o dos aspectos característicos y han elaborado a partir de allí teorías que explican su función y su lugar en la vida del niño.
· Desde las corrientes naturalistas el juego se plantea como una necesidad determinada por la naturaleza humana biológica o espiritual. Desde este enfoque sería sólo un medio de expresión y elaboración de conflictos, el juego estaría vinculado a la libertad y al placer, el conocimiento ligado al esfuerzo y al trabajo.
· Considerando las concepciones ambientalistas el juego es una actividad enraizada en lo social, no puede separarse de los condicionantes culturales, económicos, políticos, históricos y geográficos. El juego está influenciado por el hábitat, estimulado por las instituciones familiares, políticas y religiosas, constituye un auténtico espejo social.
· Es a través del juego donde se suelen ver cabalmente reflejadas las condiciones exigidas para la verdadera actividad didáctica.
· Pocas veces, como ocurre con los juegos, se cumplen tan cabalmente las condiciones exigidas por la verdadera actividad didáctica. Se ha definido el juego como «proceso sugestivo y substitutivo de adaptación y dominio», y de ahí su valor como instrumento de aprendizaje, puesto que aprender es enfrentarse con las situaciones, dominándolas o adaptándose a ellas.
· El juego tiene, además un valor «substitutivo», ya que durante la primera y segunda infancia es tránsito de situaciones adultas: por ejemplo, al jugar a las muñecas, etc. Esto no quiere decir, naturalmente, que las demás edades deban quedar excluidas del juego; lo que ocurre es que éste cambia al compás de la madurez general del sujeto y de la evolución de los intereses infantiles.
· El juego es, en definitiva, una actividad total, y es que nada hay más serio para el niño que el juego. A él debe, en buena parte, el desarrollo de sus facultades.
· Según Götler un «juego o un material de juego es tanto más valioso cuanto más numerosas y elevadas son las energías que pone en actividad, y tanto menos estimable cuanto menos espacio concede al ingenio y a la destreza».
· El juego es un recurso creador, tanto en el sentido físico (desarrollo sensorial, motor, muscular, coordinación psicomotriz), cuanto en el mental, porque el niño pone a disposición durante su desarrollo todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad, la capacidad intelectiva e imaginación; tiene, además un claro valor social, puesto que contribuye a la formación de hábitos de cooperación y ayuda, de enfrentamiento con situaciones vitales y, por tanto, a un conocimiento más realista del mundo; por otra parte es un medio de expresión afectivo-evolutiva, lo que hace de él una técnica proyectiva de gran utilidad al psicólogo y educador, sobre todo a la hora de conocer al niño.
· El juego proporciona el contexto apropiado en el que se puede satisfacer las necesidades educativas básicas del aprendizaje infantil. Puede y debe considerarse como instrumento mediador dada una serie de condiciones que facilitan el aprendizaje.
· Su carácter motivador estimula al niño o niña y facilita su participación en las actividades que a priori pueden resultarle poco atractivas, convirtiéndose en la alternativa para aquellas actividades poco estimulantes o rutinarias.
· A través del juego descubre el valor del "otro" por oposición a sí mismo, e interioriza actitudes, valores y normas que contribuyen a su desarrollo afectivo-social y a la consecución del proceso socializador que inicia.
· La actividad lúdica permite el ensayo en una situación en la que el fallo no se considera frustrante.
· Cada jugador y cada grupo, necesita sentir el espacio de juego como “espacio propio”, para eso es necesario libertad de espacio. De esta manera cada uno deposita o proyecta lo que quiera.
· El juego al ser autorregulable, tiene su propio tiempo de desarrollo. Cortado por el que esta afuera, puede producir frustraciones. Son intervenciones que, naturalmente, producen cierta irritación y/o molestia.
· Para que un juguete estimule el juego deberá presentarse inacabado y permitir creatividad e imaginación.
El Juego es cosa seria.
Todos contenemos la capacidad de explorar, descubrir, proyectar, aprender, pues el juego es el motor del crecimiento.
Dijo Bernard Shaw:”... El hombre no deja de jugar porque se hace más viejo, se vuelve viejo porque deja de jugar...”
El Juego no es juguete
El juguete es un medio para que el Juego con toda su potencia creativa fluya y se desarrolle.
El juego requiere jugadores
Consumir Juego no es jugar. Sólo el jugador quien se juega, quien pone en juego toda sus potencias para ser.
Abramos la puerta para ir a jugar
Pues el Juego podrá rescatar lo más humano de nosotros mismos y lo más sano de la humanidad.
Inés Moreno
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