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miércoles, 27 de febrero de 2013

Introducción al aprendizaje invisible: la (r)evolución fuera del aula

Introducción al aprendizaje invisible: la (r)evolución fuera del aula

Cristóbal Cobo y John W. Moravec

“Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación formal.”

Frase atribuida a Albert Einstein


El clima está cambiando. Cuando en las noticias hablan de edu- cación, suelen centrarse en problemas, crisis, dificultades, o bien dan cuenta de alguna iniciativa de reforma o transformación edu- cativa. Esté en crisis o en cambio, está constantemente expuesta a conflictos de intereses que desagregan todo eso que entendemos por “educación”, convirtiéndola en un confuso nudo, aparentemen- te ciego, que parece existir desde siempre. Es interesante observar cómo esta situación se manifiesta de distintas maneras, y a escala planetaria.


Otra cosa que se globaliza de manera constante es el incremento de años de estudio de una buena parte de la población mundial. Esto es especialmente notorio en los niveles de educación superior, donde los individuos hacen todo lo que esté a su alcance para ac- ceder a un título profesional. Existen indicios de que a lo largo de la última década, en diferentes regiones del planeta, se ha incre- mentado el número de personas que cursan la educación terciaria o que egresan de ésta. “Todos los países de la OCDE han experimen- tado un crecimiento importante de la población con estudios uni- versitarios en el período entre 1998 y 2006” (Nieto y Ramos, 2010). Hofheinz (2009) destaca que, entre 1995 y 2007, en los países de la OCDE el volumen de estudiantes que se matricularon en una carre- ra universitaria o de educación superior aumentó en un 100% (cfr. Landoni, 2007; Gerald y Hussar, 1997; National Center for Education Statistics, s.f.; Agarwal, 2008 y UNESCO, 2010).

En un mercado de competitividad multinacional, la educación su- perior es un oxígeno que cada vez más sujetos intentan adquirir. Sin embargo, es importante ser capaz de leer entre líneas. Este incre- mento de personas que estudian no nos dice demasiado sobre la ca- lidad de la preparación de los egresados de esos programas. Ni can- tidad es sinónimo de calidad, ni más se puede leer como suficiente.

Es muy probable que las universidades desempeñen un papel de creciente importancia en la época actual, pero ¿se debe a que están ofreciendo una mejor educación, o a un fenómeno global mucho más complejo? ¿Modelo de negocio o modelo educativo?

Muchas universidades fallan en áreas como cobertura e inclu- sión, pero también en aspectos relacionados con pertinencia, efi- cacia, flexibilidad e innovación. En este marco surgen voces como la de Jan Philipp Schmidt (2010), docente de la Universidad de las Naciones Unidas, quien plantea que los actuales modelos de la edu- cación (superior) están en crisis, a causa de problemas como: el des- fase entre las habilidades enseñadas y las requeridas en el mundo técnico-profesional; un alza desmesurada del precio de las matrícu- las; una formación de corto alcance que no prepara adecuadamente para los desafíos del mañana; o la adopción de planes de formación rígidos, fragmentados y expuestos a quedar obsoletos tras tres o cuatro años de estudio.

Schmidt agrega que todos estos vectores del ecosistema actual convergen en la necesidad de pensar en modelos de aprendizaje continuos, en dosis concentradas y flexibles por antonomasia. Que no sólo promuevan la adquisición de contenidos, sino que también estimulen el desarrollo de competencias que respondan a las de- mandas del mundo actual.

Parece una ironía que hoy, cuando el discurso de una sociedad basada en el conocimiento se ha asentado de manera global, no sea posible dar una respuesta adecuada a la demanda de los interesa- dos en estudiar. Este desfase se hace evidente en países emergen- tes y/o de grandes poblaciones como China, India, Rusia, Sudáfrica, México o Brasil, donde miles de jóvenes buscan la oportunidad de una mejor educación. En este marco, el modelo de un catedrático hablándole a un grupo de estudiantes (ya sea presencial o virtual- mente) no parece ser suficiente para responder a las demandas de la época actual.

Dicho lo anterior, y tal como veremos en detalle a lo largo de es- tas páginas, el modelo de la educación tradicional necesita pensar- se desde nuevas perspectivas. Esto no significa agregarle una “e-” al comienzo para hacerlo mejor. Tampoco será suficiente con adquirir determinados dispositivos tecnológicos o con incorporar alguna certificación o norma internacional de calidad.

La educación demanda una mejora ecológica, sistémica, de largo aliento y que a su vez resulte inclusiva.

De la misma manera que no es posible adoptar soluciones senci- llas, rápidas y efectivas para resolver los problemas del medio am- biente, cuando pensamos en mejoras profundas para la educación habrá que apostar por acciones a largo plazo, en algunos casos complejas y no siempre con resultados visibles a los ojos de todos.

LA UNIVERSIDAD ENTRE PARES:
ABIERTA, CoNTINUA y FUERA DE LA INSTITUCIONALIDAD.


Schmidt, junto con otros, impulsa un modelo de innovación en educación que es radical (no incremental). Esta iniciativa se llama Universidad Peer-to-Peer (P2PU)5 y recoge principios de la inteli- gencia distribuida adoptados por Wikipedia o el software libre, que en este caso son trasladados a la educación.

La idea es una universidad global que ofrezca contenidos abier- tos, modelos de enseñanza entre pares (con grupos relativamen- te pequeños), programas de no más de diez semanas y la búsque- da de aprendizajes basados en proyectos y con contenidos que siempre estén al día en cuanto a las tecnologías y las demandas del sector industrial. P2PU se construye desde tres ideas clave: “Aprendemos de todos, por todos, acerca de casi cualquier cosa”.6

Uno de sus principales atractivos es construir un modelo de edu- cación informal basado en comunidades de aprendizaje. Bajo los principios de apertura, transferencia horizontal de conocimien- tos e inclusión, se ofrecen programas de formación gratuitos. Su filosofía es que todos sabemos algo que podemos compartir y, al mismo tiempo, la mejor forma de aprender algo es enseñándolo.

5    http://www.p2pu.org
6    En la siguiente dirección pueden revisarse los cursos que ofrece P2PU: http://futr.es/ady  [p2pu.org]

En cuanto a la validación de conocimientos, el esquema es híbri- do. Por ejemplo, en lo que atañe a la certificación de los cursos de programación web, éstos se acreditan a través de la Fundación Mozilla (conocida por su navegador Firefox), además de la crea- ción de portafolios que evidencian la adquisición de conocimien- tos y habilidades relevantes en el momento de buscar un empleo (Castedo, 2010).

Indudablemente, el modelo P2PU (cuadro 1) no puede aplicarse en la enseñanza de todas las disciplinas y profesiones; pero la pro- puesta trae entre líneas un conjunto de buenas ideas que merecen una reflexión más detenida. Habrá que seguir de cerca su evolución, pero su principal valor es que está conectado y en sintonía con mu- chas otras iniciativas que exploran nuevas formas de entender la educación.

En distintos rincones del planeta se están desarrollando prome- tedoras ideas que buscan crear puentes hacia una educación que responda a las necesidades de una sociedad cambiante. En este libro destacaremos algunas de estas iniciativas, pero hay muchas propuestas valiosas de enseñanza y aprendizaje que aún están en la invisibilidad y que es necesario iluminar.

Debido a este y otros factores no es de extrañar que aumente la temperatura cuando se habla de repensar el papel de las insti- tuciones educativas. No se trata de que el modelo tradicional vaya a desaparecer por completo. Pero resulta insuficiente y, en muchos casos, tampoco adecuado. Su función catalizadora está llamada a replantearse. Los tiempos actuales demandan nuevas aproximacio- nes y nuevos modos de enfocar la formación en capital humano.

En este libro queremos explorar algunos de los ciclos de transfor- mación más relevantes en esta ecología de la educación. Iniciamos la exploración desde algunos factores ambientales constantes: una época basada en el uso intensivo del conocimiento, la expansión de la globalización (tanto de los mercados como de las naciones), la irrupción de una era “eco-info-bio-nano-cogno”, de la que se des- prende una creciente confianza en el papel de las tecnologías de información y el I+D. Es en este contexto donde se suman voces y movilizaciones desde diferentes sectores para advertir de la urgen- cia de un cambio en los sistemas y modelos educativos.

Todos estos elementos han alterado la atmósfera en el planeta de la educación. Por ello, resulta fundamental comprender este fenó- meno desde una perspectiva integral, poniendo especial atención en las conexiones que existen en el interior de este ecosistema.

Inevitablemente, en este marco de redefiniciones nos pregunta- mos: ¿se está transformando la educación? Y si así fuese, ¿está evo- lucionando en la dirección correcta?, ¿existe una dirección correcta? En este interdependiente, pero también fascinante, cambio en la eco- logía del conocimiento hemos querido escribir sobre aprendizaje.

Este libro es el resultado de una sólida convicción: es necesario aprovechar el momento actual, así como los espacios y plataformas a nuestro alcance para reflexionar y actuar de manera individual y conjunta para diseñar una educación no solamente actualizada, sino que sea capaz de responder a los cambios de mañana.

¿Qué es eL aprendizaje invisibLe?

Bueno, no es fácil resumirlo en una frase. Para descubrirlo usted deberá leer este libro (empezar por las ideas clave de cada capítulo puede ser un buen comienzo).

Aprendizaje invisible es una llamada a construir de manera con- junta un paradigma de educación que resulte inclusivo, que no se anteponga a ningún planteamiento teórico en particular pero que ilumine áreas del conocimiento hasta ahora desatendidas. Aprendi- zaje invisible no pretende proponer una teoría como tal, sino una metateoría capaz de integrar diferentes ideas y perspectivas. Es por ello por lo que hemos querido denominar un protoparadigma, que se encuentra en fase beta y en plena etapa de construcción. Una es- pecie de work-in-progress abierto a las contribuciones de diferentes miradas y disciplinas. Si esto fuese un software libre, este libro ape- nas pretendería ser el kernel,7 que luego escalará y se reinventará a medida que se sumen más y mejores ideas.

APRENDIZAJE INVISIBLE:

El aprendizaje invisible es una propuesta conceptual que surge como resultado de varios años de investigación y que procura integrar diversos enfoques en relación con un nuevo paradigma de aprendizaje y desarrollo del capital humano, especialmente relevante en el marco del siglo xxi. Este enfoque toma en cuenta el impacto de los avances tecnológicos y las transformaciones de la educación formal, no formal e informal, además de aquellos metaespacios intermedios. Bajo este enfoque se busca explorar un panorama de opciones para la creación de futuros relevantes para la educación actual. Aprendizaje invisible no pretende pro- poner una teoría como tal, sino una metateoría capaz de integrar diferentes ideas y perspectivas. Por ello ha sido descrito como un protoparadigma, que se encuentra en fase beta y en plena etapa de construcción.

1.    Arquetipo conceptual sociotecnológico hacia una nueva eco- logía de la educación que recoge ideas, las combina y reflexiona en torno al aprendizaje entendido como un continuum que se prolonga durante toda la vida y que puede ocurrir en cualquier momento o lugar. Este enfoque no está restringido a un espacio o momento particular del aprendizaje y propone incentivar estra- tegias orientadas a combinar el aprendizaje formal con el no for- mal e informal. Esta perspectiva busca desencadenar reflexiones e ideas sobre cómo conseguir una educación de mayor pertinen- cia, capaz de reducir la brecha entre aquello que se enseña desde la educación formal y lo que demanda el mundo del trabajo.

2.    Aprendizaje invisible también se concibe como una búsqueda para remixar formas de aprender que incluyen continuas dosis de creatividad, innovación, trabajo colaborativo y distribuido, labo- ratorios de experimentación así como nuevas formas de traduc- ción del conocimiento.

7    Núcleo de un sistema operativo, es decir, bloque de código con la parte central del funcionamiento y el arranque del sistema.
Fuente:  http://es.wiktionary.org/wiki/kernel


3.    Aprendizaje invisible no se sugiere como una respuesta estándar para todos los contextos de aprendizajes. Al contrario, lo que se busca es que estas ideas puedan adoptarse y adaptarse desde la es- pecificidad y diversidad de cada contexto. Mientras que en algunos contextos servirá como complemento de la educación tradicional, en otros espacios podrá usarse como una invitación a explorar nuevas formas de aprendizaje. Muchos enfoques de la educación procuran una aproximación de arriba hacia abajo (el control del gobierno, la fiscalización de los procesos educativos, los plantea- mientos políticos, etc.); en cambio aprendizaje invisible propone una revolución de las ideas desde abajo hacia arriba (“hágalo usted mismo”, “contenidos generados por el usuario”, “aprendizaje basa- do en problemas”, “aprendizaje permanente”, etc.).


4.    Aprendizaje invisible sugiere nuevas aplicaciones de las tecno- logías de información y comunicación (TIC) para el aprendizaje dentro de un marco más amplio de habilidades para la globaliza- ción. Esta propuesta incluye un amplio marco de competencias, conocimientos y destrezas, que según el contexto podrá adoptar- se para incrementar los niveles de empleabilidad, para impulsar la formación de “agentes del conocimiento” o para ampliar las dimensiones del aprendizaje tradicional.


Aprendizaje invisible es una alternativa para ver el aprendizaje con otros ojos. Es aire fresco que creemos que debe circular por los pasillos de la educación. La era actual ha logrado despertar tal diversidad de intereses, conexiones y combinaciones, que estamos seguros de que existe talento e inquietud de sobra para congregar parte de esa creatividad y pensar en una educación diferente. La idea de una mejor educación es un tema que a nadie deja indiferen- te y queremos aprovechar ese interés colectivo, intergeneracional y multicultural para discutir abiertamente al respecto.

Aprendizaje invisible es una invitación a plantear nuevos interro- gantes en torno a la educación. “Cuando creíamos que teníamos to- das las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas” (frase atribuida a Mario Benedetti).8 Es justamente eso lo que busca el aprendizaje invisible: cambiar las preguntas.

El aprendizaje invisible es un diálogo abierto y provocativo, que busca repensar los límites temporales y espaciales que se han adop- tado hasta ahora para entender la educación. A algunas personas les gusta llamarlo “pensar fuera de la caja”,9 nosotros preferimos olvidarnos de la caja por completo. En una época en que parecen redefinirse las nociones del espacio y del tiempo, tarde o temprano la educación tenía que entrar en este debate. Tal como veremos a lo largo del libro, resulta necesario ampliar las dimensiones del apren- dizaje formal e informal, a fin de construir conexiones que permitan estrechar la relación entre ambos conceptos. Hoy es cada vez más común que observemos o experimentemos prácticas de aprendiza- je formal en entornos informales, y al mismo tiempo que usemos en contextos formales medios antes considerados de carácter informal. Por otra parte, la idea de circunscribir la educación a un periodo preestablecido de años no guarda demasiada relación con las demandas del mundo actual. El aprendizaje permanente deja de ser algo que sólo está presente en los grandes discursos y resulta urgente ponerlo en marcha en todos los niveles y a todas las edades.

¿por Qué aprendizaje invisibLe?

Durante la preparación de este libro muchas voces clamaron: “¡Oh no, otra etiqueta más para el aprendizaje! ¡Ya tenemos suficien- tes!”. Las etiquetas pasan pronto al olvido. Lo sustantivo queda o se transforma.

Sin embargo, es posible plantear que lo invisible no es lo que no existe, sino aquello que no es posible observar. Por tanto, una carac- terística distintiva de lo “invisible” es la imposibilidad de registrarlo con nuestros ojos. Eso que puede sonar profundamente metafórico es una de las características más sustantivas del conocimiento. Es decir, por una parte contamos con el conocimiento explícito, que es sencillo de codificar o verbalizar, e incluso observar en libros, ba- ses de datos, manuales de programación, partituras musicales, etc. Y por otra, está ese otro conocimiento, llamado tácito, que es perso- nal o experiencial y que resulta mucho más complejo (sino imposi- ble, en algunos casos) de exportar, sistematizar e incluso verbalizar.

8    Fuente:  http://es.wikiquote.org/wiki/Mario_Benedetti
9    Véase el significado de “pensar fuera de la caja” (en inglés, thinking outside the box) en la Wikipedia, 2010: http://en.wikipedia.org/wiki/Thinking_outside_the_box


Polanyi (1958) señala al respecto: “Sabemos más de lo que pode- mos decir”. Desde el punto de vista del docente podríamos añadir: “Enseñamos más de lo que podemos evaluar”; o bien, desde el del estudiante: “No todo aquello que se aprende es necesariamente re- conocido como aprendizaje dentro de la educación formal” (véase en el glosario “currículo oculto”).


En cuanto a las herramientas utilizadas para apoyar el aprendiza- je, mientras más ubicuo y diverso sea el uso de las tecnologías de información y comunicación, más probable es que se desarrollen nuevas habilidades y aprendizajes que resulten invisibles o ignora- dos por los tradicionales instrumentos de medición del conocimien- to (cuestionarios, exámenes parametrizados, pruebas de selección múltiple,  etc.).

Por último, mientras más valor se asigne al conocimiento a lo largo de la vida, menos probable será que podamos certificar to- dos nuestros aprendizajes con diplomas u otros documentos ofi- ciales. Aunque ello los haga invisibles para los sistemas formales de educación, no lo son de ninguna manera para la vida profesio- nal y social. No deja de ser curioso que el mundo técnico-profe- sional requiera de conocimientos, habilidades y destrezas que mu- chas veces ni siquiera se enseñan dentro de los circuitos formales de la educación. Aquí preguntamos: ¿cómo son adquiridas esas habilidades críticas? Y los resultados nos llevan a reconocer que, aunque no se vean (ni se midan, ni se certifiquen), sabemos que esos aprendizajes existen y que son tremendamente valiosos para una “economía de los talentos”.

¿QUé No ES AprendizAje invisible?

Aprendizaje invisible no es un manual, ni un directorio de buenas prácticas. Ni mucho menos se concibe como una teoría del aprendi- zaje que tiene ya todas las respuestas.

Aprendizaje invisible no es un conjunto de instrucciones ni un manifiesto sobre cómo incorporar tecnología en el aula. Ni mucho menos pretende concebirse como una reflexión cerrada en la que no hay espacio para propuestas, contrapropuestas y por encima de todo para una transformación constante.

¿cómo nace La idea de escribir este Libro?

La idea del libro surge tras un trabajo en equipo entre John W. Mo- ravec y Cristóbal Cobo, quienes desde disciplinas, países, idiomas y culturas muy distintas, comparten el interés por llevar a cabo explo- raciones conceptuales, institucionales y tecnológicas que permitan visualizar nuevas dimensiones y modos de aprendizaje.

La preparación de este proyecto se tradujo en la implementación de varios programas experimentales de formación presencial y virtual, en tiempo real y diferido, llevada a cabo a través de la Universidad de Minnesota y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Socia- les (FLACSO) de México, en países como Ecuador, Chile, Argentina, Perú, México y Estados Unidos.

De igual forma se realizaron numerosas prácticas de investiga- ción-acción en los campos de la innovación, el aprendizaje, la tecno- logía y la prospectiva en México, Ecuador, China, Estados Unidos e Inglaterra, gracias al apoyo y a las invitaciones de instituciones como FLACSO México, Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), FLACSO Ecuador, Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador), Knowmads School (Holanda), Asociación Nacional de Profesores y Educadores de la República Popular de China, Universidad de Min- nesota (Estados Unidos) y Universidad de Oxford (Reino Unido).

Lo anterior se suma el desarrollo de un workshop internacional que contó con contribuciones de investigadores canadienses, nor- teamericanos, españoles, británicos, argentinos, chilenos y mexi- canos. Este evento, financiado por el Colegio de México, permitió

realizar un trabajo de investigación sobre el desarrollo de “compe- tencias digitales” y habilidades para el siglo XXI junto con académi- cos de la Universidad de Toronto y la Universidad de Minnesota.10

Tras todas estas peripecias y exploraciones académicas, a fines del año 2009 surgió el interés por publicar un libro que formulara nuevas preguntas en torno a la educación de hoy y de mañana. Y que, al mismo tiempo, contribuyera a motivar y entusiasmar a otros para que compartan sus trayectorias y experiencias de aprendizaje. Un cruce de propuestas con Hugo Pardo Kuklinski, coordinador edi- torial de la Col•lecció Transmedia XXI de la Universitat de Barcelona, y Daniel Villar Onrubia, por parte de la Universidad Internacional de Andalucía, hicieron el resto.

¿cuándo habLamos de aprendizaje invisibLe por primera vez?

Casi cuatro años antes de escribir este libro (2007), en pleno boom
2.0 y con el interés por comprender las implicaciones que tendría la incorporación de dispositivos móviles en el aprendizaje, hablamos por primera vez de “aprendizaje invisible”.

Entonces discutíamos sobre la importancia de integrar conceptos como colectivización del saber, aprendizaje colaborativo, cons- trucción del conocimiento, aprendizaje basado en descubrimien- tos, aprendizaje experiencial, aprendizaje en diferentes contextos y aprendizaje informal.

Aquí un extracto de un post publicado en mayo de 2007:11
“Ante la necesidad de seguir explorando integraciones virtuosas entre tecnología y educación, el uso de los dispositivos móviles o de bolsillo se vislumbra como una segunda gran oportunidad para esta combinación tecnoeducativa. Lo anterior, bajo la lógica de apo- yar la educación tradicional a través de estos nuevos dispositivos y nuevas metodologías de enseñanza. La idea no es reemplazar lo ya existente, sino sumar.


10    Más información: http://www.flacso.edu.mx/competencias y http://www.youtube.com/user/ecompetencias
11    Cristóbal Cobo (mayo, 2007). “Aprendizaje Invisible: M-learning + Personal Learning Environment”. Publicado en http://futr.es/zqb [e-rgonomic.blogspot.com


”Aunque el e-learning ha demostrado ser tremendamente benefi- cioso en cuanto a la posibilidad de ofrecer contenidos educativos para una gran cantidad de educandos, este modelo no ha demostrado ser lo suficientemente contundente como para ofrecer una metodología de aprendizaje significativamente mejor que la de la educación tradi- cional, que podríamos etiquetar como ‘cara a cara’ (profesor-alumno y alumno-alumno). Desde esta premisa, el e-learning se ha desvirtua- do a través de la combinación de nuevas tecnologías con viejos mode- los educativos, centrados en la transferencia de datos e información.

”Sin embargo, la adopción de este modelo [de aprendizaje invisi- ble] demanda una serie de transformaciones y una alta flexibilidad, ya que se requiere un cambio en las herramientas, las pedagogías y las prácticas, todo ello con miras a formar a estudiantes nómadas (que mañana serán expertos adaptables).

”Sería deseable que la academia estuviera abierta a renovarse a sí misma acogiendo este tipo de innovaciones pedagógicas y superando el instinto natural de resistencia al cambio que la caracteriza.


”Todas estas ideas nos permiten soñar con la idea de alcanzar un aprendizaje invisible, es decir que aprendemos de manera continua e informal a través de nuestras interacciones cotidianas”.

¿por Qué refLexionar en torno a La educación en gene- raL y no a un sistema, modeLo o teoría en particuLar?  El futuro es una suerte de work-in-progress. Sin embargo, nos incli- namos a pensar que será muy diferente de cualquier cosa que hoy podamos imaginar. Por ello, y bajo el riesgo de no hacer un análisis exhaustivo de cada región, hemos querido recoger experiencias, movimientos y tendencias de diversos países. Si bien para los auto- res de este libro el contexto de la educación en Norteamérica y en América Latina (si es que puede entenderse como una sola) son los puntos de partida, este análisis está complementado con estudios de política pública en educación hechos en el marco de la Unión

Europea. Estos tres son mayoritariamente los ejes territoriales de nuestro análisis.

En el momento de diseñar este trabajo procuramos no encasillar el aprendizaje invisible en un nivel educativo determinado, puesto que la inmensa mayoría de ideas (y críticas) expuestas se aplican con comprensible pertinencia tanto a la educación primaria, como a la secundaria y la terciaria.

Esto demanda una mirada a nivel macro. Si bien la amplitud puede ir en detrimento del análisis detenido y profundo que cada contexto demanda, en esta ocasión nos ha parecido interesante presentar un mosaico de distintos colores y sabores sobre la educación de nues- tros días. Aunque ello pueda resultar en alguna medida redundante para algunas regiones (o esté sujeto a omisiones importantes), nos ha parecido que también tiene la riqueza de ofrecer una fotografía de 3600 o una ventana abierta de par en par desbordada de rincones que explorar e ideas de las que poder nutrirse.

¿cuáLes son Los objetivos de este Libro?

Este libro se ha escrito bajo tres ideas rectoras: compartir experiencias y perspectivas innovadoras, orientadas a repensar estrategias para aprender y desaprender continuamente; promover el pensamiento crítico frente al papel de la educación formal, informal y no formal en todos los niveles educativos; y, finalmente, contribuir a la creación de un proceso de aprendizaje sostenible (y permanente), innovando y diseñando nuevas culturas para una sociedad global.

¿para Quién es este Libro?

Este libro es como un correo electrónico con copia (Cc) a todos los interesados en pensar en una educación diferente, pero también con copia oculta (Cco) a los hacedores de política pública (policy-makers).

Justamente, lo que se busca es abrir espacio para diferentes mira- das: educadores, geeks, innovadores, tomadores de decisión, crea- tivos, edupunks, comunicadores (de medios masivos y también de nanomedios), desarrolladores-consumidores de tecnología educati- va, artistas, investigadores, aprendices, académicos, remixers, auto- didactas, padres en general y estudiantes de todas las edades.

Parafraseando a George Orwell, creemos que para algunos este libro será más invisible que para otros. Sin embargo, el formato, so- porte y licencia de la Col•lecció Transmedia XXI (Laboratori de Mit- jans Interactius [LMI], Universitat de Barcelona) están pensados de antemano para favorecer tanto como se pueda su multiplicación, diversificación y transformación en tantos medios y lenguajes como lo permita la imaginación.

Esto también significa que invitamos al lector a copiar, pegar y remezclar (remix) las ideas de este texto con nuevas y creativas pers- pectivas. También se invita a los interesados a compartir su trabajo e inquietudes en el espacio de diálogo abierto que hemos creado en www.aprendizajeinvisible.com o cualquier otro canal que se estime más adecuado.

entrando en materia

La discusión sobre los alcances de la educación fuera de la educa- ción formal no es nueva en absoluto. Mucho antes de que palabras como globalización, Internet e innovación estuvieran en la jerga de todos los días, hubo importantes aportes teóricos orientados a concebir el aprendizaje como un continuum que atraviesa por distintos tiempos y espacios. Algunos ejemplos destacados en este campo son Argyris (Argyris y Schön, 1996), Paulo Freire (1968), Illich (1971) y Knowles (Knowles and Associates, 1984), entre otros.

No es nueva la idea de que aprendemos de nuestro entorno en la medida en que somos capaces de interactuar con él y adaptarnos a él. No es una novedad tampoco el plantear que aprendemos a tra- vés del tiempo, mientras volvemos a pensar en conocimientos que hemos adquirido antes en un contexto diferente, creando nuevas ideas en un ciclo personal de aprendizaje que resulta casi tan natu- ral como respirar. Sabemos que el ser humano es un ser intercon- textual capaz de aprender de los recursos que lo rodean, haciendo de la vida un permanente estado de aprendizaje y adaptación que trasciende cualquier currículo o plan de estudios (Sharples, Taylor y Vavoula, 2005).

Illich y otros plantean que un buen sistema educativo debería proporcionar acceso a los recursos disponibles a todos los que quieran aprender en cualquier momento de sus vidas y, al mismo tiempo, estar en condiciones de facultar a todos los que quieran compartir lo que saben con quienes quieran aprender de ellos. Los estudiantes no deben ser obligados a someterse a un determinado plan de estudios, o discriminados en función de si poseen un título o diploma (Illich, 1971).

La educación de nuestros días está lejos de ofrecer los niveles de flexibilidad y apertura con los que soñaba Illich hace cuarenta años. Por otra parte, la educación formal actual parece estar más circuns- crita a procesos institucionales, marcos regulatorios y sistemas de acreditación y certificación que a un debate sobre cómo enriquecer las formas de aprendizaje. A continuación se describen algunas de las tensiones o contradicciones que se identifican al respecto.

cinco ejes deL aprendizaje invisibLe

Con el objetivo de presentar algunas pautas para los próximos ca- pítulos de este libro, apuntamos aquí una selección de ideas para avanzar en la comprensión de la metáfora del aprendizaje invisible.

En el marco de esta publicación y aprovechando una invitación para participar en una conferencia de TEDx (Technology, Enter- tainment and Design) dictada en México durante el 2010,12 es- bozamos los cinco ejes básicos para entender los principios del aprendizaje invisible. No cabe duda de que éstos no resultan ex- cluyentes entre sí, ni tampoco exclusivos ya que esta metáfora se ha de entender como un concepto en transformación que evolu- ciona continua, compleja y transdisciplinariamente. A continua- ción reproducimos una adaptación de esta intervención (disponi- ble en la plataforma de Aprendizaje Invisible).


12    Agradecimientos especiales a Ernesto González-Castañón (http://www.ernestog.com + http://www.tedxlaguna.com) por su invitación y producción.

1)    las competencias no evidentes resultan invisibles en los entornos formales

Lim Ding Wen es un niño oriundo de Singapur que a los nueve años creó un popular programa para hacer dibujos en la pantalla del mó- vil de Apple y luego borrarlos con sólo sacudir el aparato. El nombre de esta aplicación es Doodle Kids.13 Hoy el software registra cerca de un millón de descargas. Se dice de este pequeño “Mozart” que es uno de los programadores de iPhone más jóvenes del mundo. Entre los lenguajes de programación con los que trabaja Lim Ding Wen están ActionScript y JavaScript; además entiende Applesoft BASIC, Gsoft BASIC, Complete Pascal, Orca/Pascal y Objective-C (Albers, 2009; El Universal, 2009).14

Está claro que el caso de este chico es excepcional. Sin embargo, lo que no está tan claro es si los sistemas formales de educación están preparados para estimular el desarrollo de competencias o habilidades no tradicionales (véase el cuadro 4: “Pasaporte de Habi- lidades para un Knowmad”). Ken Robinson, en su libro The Element: How Finding Your Passion Changes Everything (2009), recopiló experiencias de personas muy exitosas en diversos ámbitos cuyos talentos quedaron más que “anestesiados” durante su educación formal. Sin embargo y, afortunadamente, en muchos casos estos talentos “florecieron” por otras vías después de pasar por la escuela. Paul McCartney es uno de los ejemplos que Robinson y Aronica (2009) dan al respecto.

Los sistemas de evaluación de la educación formal no necesa- riamente incentivan “otros” procesos de aprendizaje. Desafortuna- damente, muchos de los instrumentos tradicionalmente utilizados para evaluar conocimientos estimulan el repetir y memorizar aque- llos contenidos que dicta el profesor o que están apuntados en el libro de texto. Por lo tanto, si hay algo que hacen estos test parame- trizados de evaluación es castigar o penalizar el error. Justamente cuando hoy admitimos que el error o, mejor dicho, la posibilidad de equivocarse resultan fundamentales para desarrollar la creatividad y generar nuevos aprendizajes. A pesar de la masiva incorporación de software y de dispositivos digitales en el aula, aún resulta funda- mental avanzar en lo que respecta a las estrategias e instrumentos de evaluación. Parece que muchos de los test actualmente utilizados omiten (o invisibilizan) el reconocimiento de aquellas competencias y habilidades que van más allá de las establecidas en el currículo formal (Cobo y Remes, 2008).


13    http://futr.es/tft [apple.com]
14    http://futr.es/rgr  [eluniversal.com]


En la medida en que las tecnologías digitales estimulen el de- sarrollo de nuevas habilidades que no son reconocidas por los ac- tuales instrumentos de evaluación, quedará el riesgo latente de ignorar o invisibilizar aquellos talentos o “diamantes en bruto” que traen consigo muchos de los niños y jóvenes que hoy están en la escuela o en la universidad.

2)    las TiC se hacen invisibles


Tapscott plantea en su trabajo Grown Up Digital (2008) que las gene- raciones más jóvenes preguntan por qué los adultos parecen estar tan entusiasmados en relación con las “nuevas” tecnologías digi- tales si éstas “siempre” han existido. Agrega el autor que durante una entrevista a un adolescente norteamericano (miembro de la Net Generation, como él prefiere denominarla) el menor le pregunta: “¿Qué tan fascinante resulta para un adulto un refrigerador?”, inten- tando con ello ridiculizar el modo en que las personas de las gene- raciones pre-Internet sobrevaloran las tecnologías digitales. Lo que para unos es novedoso para otros resulta imperceptible en términos de innovación.

Es necesario destacar que esta idea de las “nuevas tecnologías” resulta hoy un concepto frágil e insuficiente. Por ejemplo, cuando un docente anuncia que utilizará “nuevas tecnologías” en el aula y prepara su clase con un poco interactivo PowerPoint, el catedrático puede llegar a olvidar que ese paquete informático de presentacio- nes tiene casi treinta años de antigüedad y que el valor agregado estará en la forma en que lo utilice y no en el software como tal. Lamentablemente, abundan los malos ejemplos de usos antipeda- gógicos (y monótonos) del PowerPoint.

A continuación parafraseamos una idea que Adams (2002) agre- ga al respecto. Todo aquello que existe cuando una persona nace es simplemente parte del entorno natural, constituye el ecosistema en el que a uno le ha tocado vivir. Ahora bien, todo aquello que se crea mientras un sujeto tiene entre 15 y 35 años de edad se convierte en la promesa de un futuro venidero. Es decir, puede transformarse potencialmente en la tecnología a la que el individuo dedique toda su vida profesional. Sin embargo, agrega el autor, el problema surge con todo aquello que se crea cuando se tiene más de 35 años de edad. Es en ese momento cuando todo lo nuevo parece atentar con- tra el supuesto “orden natural de las cosas”, puesto que entonces la adaptación y actualización puede costar muchísimo más trabajo.

Si el proceso de “apropiación tecnológica” guardase relación con la edad del usuario, entonces podríamos inferir equivocadamente que se requeriría simplemente de docentes muy jóvenes capaces de incorporar tecnologías de punta en el aula. Es evidente que el desafío no tiene que ver con eso. La gran pregunta tendrá que ver, entonces, con cómo hacer para que la enseñanza “invisibilice” a las TIC como tal y sea capaz de estimular la capacidad humana de generar, conectar y reproducir nuevos conocimientos de manera con-
tinua, sin casarse con ninguna tecnología en particular y sin que ello implique renunciar a la adaptación y a la actualización continuas.

3)    las competencias adquiridas en entornos informales son invisibles.


La OCDE (2005, 2008) plantea oportunas reflexiones en relación con los resultados de la prueba PISA.15 En su documento se analiza una segunda “brecha digital”, que, como es sabido, no es la tradicional “brecha del acceso” a los dispositivos tecnológicos, sino que es la brecha del uso, o, mejor dicho, de la calidad de uso. En este marco, se reconoce que hay mayores impactos producto de la utilización


15    PISA es un instrumento de evaluación aplicado de manera regular para examinar los conocimientos y habilidades de los estudiantes de 15 años de edad. El objetivo del estudio es evaluar el nivel de preparación de los jóvenes para su vida adulta. El primer ciclo de la encuesta fue aplicado durante el año 2000. El estudio se repite cada tres años. En el estudio PISA 2003 participaron 41 países; 57 países conformaron el universo de estudio en 2006 y 65 en 2009 (Turmo y Lie, 2006).

de las tecnologías en el hogar que en la escuela, puesto que en el aula, según indica este estudio, estos dispositivos digitales (aún) no generan un claro efecto en cuanto al logro educativo.

 Indudablemente estos resultados no dejan a nadie muy confor- me, puesto que hay que seguir explorando sus causas y consecuen- cias. Autores como Helsper y Eynon (2010) consideran que mientras más consistente es el “background educativo” de una persona, ma- yor es su confianza en sus habilidades tecnológicas. Sin embargo, hay algo que se puede inferir de manera inicial. En la medida en que se utiliza la tecnología en entornos informales, como el hogar, un café u otro lugar de socialización, se abre la posibilidad de convertir estos “otros” entornos en potenciales espacios de experimentación y aprendizaje. Esto llama a prestar especial atención a aquellas ex- periencias prácticas de aplicación de conocimientos y habilidades que ocurren en distintos microentornos de aprendizaje, y que tam- bién resultan fértiles para la adquisición, combinación y transferen- cia de conocimientos (de tácitos a explícitos, por ejemplo) a través de hábitos de interacción cotidiana como la observación, el boca a boca, el ensayo y error, el aprendizaje entre pares, etc.

En esta línea resulta interesante atender a aquellos programas de formación tradicional que, conscientes de esta noción, constru- yen conexiones hacia otros contextos de desarrollo y aplicación del conocimiento. Aquí destacamos dos ejemplos anglosajones: el pri- mero de ellos guarda relación con un programa para transferir a los docentes, durante un periodo de seis a doce semanas, a una fábrica o empresa. Esta experiencia de inmersión y actualización (“reciclaje”, como se le llama en España) permite que el educador vea in situ cuáles son las competencias, conocimientos y dinámicas organizacionales que demandará el mundo del trabajo en el que mañana estarán sus estudiantes.16 El segundo ejemplo tiene que ver con la agencia británica E-Skills UK,17 que genera instancias para que los estudiantes puedan tener desde temprana edad experiencias profesionales que les posibiliten aplicar sus conocimientos y com- petencias (especialmente digitales) en el mundo del trabajo. Sería conveniente que esta flexibilidad pudiese ser revisada y discutida también desde otros sistemas educativos.

16    Para más información, véase “Lecturers into Industry” www.lsdani.org.uk
17    Para más información, véase www.e-skills.com


4)    las competencias digitales resultan invisibles


Bien es sabido que las competencias digitales juegan un papel estra- tégico en la formación de los estudiantes y profesionales del siglo xxi (Cobo, 2009). Desde la perspectiva europea, estas competencias es- tán presentes, por mencionar un ejemplo, en el marco de la Agenda de Lisboa como una de las ocho competencias fundamentales,18 y actualmente son retomadas por el programa europeo Educación y Formación 2020 (Council of the European Union, 2009). Algo simi- lar ocurre en Estados Unidos, donde también existen amplios esfuer- zos por dar relevancia al desarrollo de las competencias digitales, tanto en la educación como en el mundo del trabajo.19

El desafío de las competencias digitales es que requieren ser es- timuladas mediante experiencias prácticas. Además de conocer la funcionalidad instrumental de un software o dispositivo, se requiere ser capaz de aplicar el pensamiento complejo para resolver problemas de diversas maneras. Es decir, invisibilizar las tecnologías en sí y ser capaz de generar, conectar y diseminar el conocimiento creado.


En muchos casos ocurre que las competencias digitales son apren- didas cuando estamos desempeñándonos en actividades que van más allá del simple hecho de utilizar una determinada tecnología. El aprendizaje en general, y el de las competencias digitales en parti- cular, ocurre cuando estamos haciendo “otras cosas” (Vox, 2008). Es por ello por lo que muchas habilidades digitales se adquieren en en- tornos de socialización informales y de manera no inducida. Así nos ocurre con una importante cantidad de las herramientas digitales que empleamos en nuestro día a día. Por ejemplo, es evidente que la mayoría de las personas no siguen un curso formal para aprender a utilizar los servicios de las redes sociales en línea o para emplear el correo electrónico, puesto que muchas de estas habilidades pro- vienen de dinámicas muy cotidianas como la observación o el hecho de aprender haciendo, buscando y/o resolviendo problemas desde contextos no institucionalizados (Kumar, 2010).


18    Comunicación en la lengua materna; Comunicación en lenguas extranjeras; Competencias matemáticas y en ciencia y tecnología; Competencias Digitales; Aprender a aprender; Competencias sociales y cívicas; Sentido de la iniciativa y espíritu de empresa y Conciencia cultural (Comisión Europea, 2007).
19    Entre ellas destacan: “Partnership for the 21st Century Skills” (www.21stcenturyskills.org), “Assessing and Teaching 21st century skills” de Cisco, Intel y Microsoft (www.atc21s.org); ISTE (2008) National Educational Technology Standards for Students (http://www.iste.org).


Al respecto Buckingham agrega: “Una buena parte de este apren- dizaje [informacional y tecnológico] se lleva a cabo sin que haya enseñanza explícita: es el resultado de la exploración activa, del ‘aprendizaje a través de la práctica’ […] Esta forma de aprendizaje es social en grado sumo: se trata de colaborar e interactuar con otros y de participar en una comunidad de usuarios” (2008, p. 135).

El problema está en que buena parte de estas habilidades digi- tales no son destrezas necesariamente reconocidas ni estimuladas por muchos sistemas formales de instrucción. Por ejemplo: capa- cidad de hacer un uso eficiente del motor de búsqueda, habilidad para interactuar en redes sociales, destreza para escribir y publicar en diversos formatos multimedia, conocimiento de cómo almacenar y compartir información, transferencia de conocimiento, remix de formatos y contenidos, etc. Ello hace que, aunque sean competen- cias fundamentales para el mundo actual, muchas veces resultan invisibles dentro de la educación tradicional.

Es evidente que aquí estamos frente a una clara contradicción. Es decir, por una parte los grandes discursos ensalzan la importan- cia de desarrollar este tipo de destrezas, y por otra parte éstas son ignoradas o resultan “irrelevantes” dentro del currículo académico.

5)    Hay ciertas prácticas empleadas en la escuela/universidad que podrían invisibilizarse

Pese a que en determinados momentos de la historia resultaron efectivos, hay muchas dinámicas y métodos “pedagógicos” que hoy requieren ser sometidos a una profunda revisión. Afortunadamen- te los profesores ya no pueden golpear a sus estudiantes como lo hacían antes (hoy los jóvenes pueden grabar a sus maestros con la cámara de su móvil y sin pensarlo mucho publican los vídeos en YouTube).20 Sin embargo, hay otras malas prácticas de antaño que aún sobreviven en las escuelas y universidades del siglo actual.

Ya se hizo referencia a lo poco apropiados que resultan muchos de los sistemas de evaluación actualmente empleados, puesto que a pesar de que son muy eficientes para medir grandes volúmenes de respuestas, aún ofrecen pocas garantías para evaluar el verdadero aprendizaje individual. Roger Schank, autor del epílogo de este li- bro, plantea que los contenidos que se aprenden para estos exáme- nes se olvidan muchísimas veces a una velocidad abismal. Nosotros lo llamamos “amnesia postevaluación” (RTVE, 2007).

Otra práctica ampliamente adoptada en muchas organizaciones de educación es un uso mal entendido de la memoria. Esto guarda relación con poner un exagerado énfasis en que los estudiantes me- moricen y recuerden gran cantidad de datos. Eso sin mencionar a los estudiantes de leyes, por ejemplo, quienes muchas veces han de aprenderse enormes “ladrillos” de textos que luego podrán almace- nar en el móvil del bolsillo.21

No se trata de que el hecho de recordar resulte perjudicial; por el contrario, es tremendamente útil, pero en muchos casos ese recur- so resulta ineficiente, puesto que se obliga a memorizar informacio- nes que hoy pueden consultarse de muy diversas maneras. Hoy el uso eficiente de la memoria y la retención de información pueden reforzarse mediante todo tipo de dispositivos portátiles.

Todo ello sin mencionar la resistencia de muchísimas entidades educativas a autorizar el uso de contenidos en línea. “Nuestros exá- menes tienen que reflejar la vida diaria en el colegio y la vida en el colegio tiene que reflejarse en la sociedad, incluso en los exáme- nes. Estoy seguro de que en pocos años la mayoría de los países europeos nos imitarán”, declaraba en su momento el ministro de Educación de Dinamarca, Bertel Haarder, al explicar por qué en su país los exámenes sí deberían contestarse con apoyo de Internet (BBC News, 2009).


20    Véase ejemplo en http://futr.es/yey [youtube.com]
21    En su último libro, Carr (2010) vuelve a plantear que Internet favorece la distracción, ya que permanentemente estamos extrayendo bits desde diferentes fuentes y perdiendo nuestra capacidad de concentración, contemplación y reflexión. Nos parece que, más allá de si contamos con una mayor o menor memoria que nuestros antepasados, lo que resulta evidente es la necesidad de administrarla de una manera diferente a como se hacía antes de la irrupción de las tecnologías de la información.


Desafortunadamente, la falta de creatividad, la inmovilidad de mu- chos sistemas educativos acostumbrados a medir y evaluar a todos los estudiantes con idénticos instrumentos (straight jackets), así como el énfasis en la retención de datos o el hecho de impedir a toda costa el uso de Internet durante la realización de exámenes siguen estando presentes en muchos rincones de la educación formal.


“La escuela clásica desarrollada en el marco de la sociedad in- dustrial, su división por niveles, clases y asignaturas, o según un calendario de actividades, y la enseñanza en gran parte dirigida por el maestro tienen mucho en común con la representación metafó- rica de la organización como una máquina” (Sørensen, Danielsen y Nielsen, 2007, p. 24).

Banaji, Perrotta y Cranmer (en Banaji et al., 2010) agregan: “La motivación [de los estudiantes] puede ser fácilmente destruida por barreras sistémicas como prueba de selección múltiple, metas poco realistas impuestas al staff, planes de estudios sobrecargados”.

La lista de prácticas incrustadas en la educación que deberían hacerse invisibles no es menor. Otros ejemplos inevitables son: la despersonalización de los procesos educativos (cada vez más estu- diantes en el aula, con lo cual el profesor se convierte en un repe- tidor de datos y dejar de ser un acompañante del aprendizaje indi- vidual); la incorporación de nuevas tecnologías a viejas prácticas pedagógicas (el uso de las pizarras electrónicas combinado con la enseñanza centrada en el docente); las falsas expectativas (creer que por incorporar tecnologías en el aula los estudiantes tendrán una mejor calificación en español o matemáticas). A esto se suma la “educación bancaria” (Freire, 1968) o enciclopédica, que prioriza la acumulación de contenidos desconectados unos de otros, cercenados en unidades o bloques en detrimento de su aplicación, com- binación y actualización continua.

Más que pensar en escuelas de un futuro hipertecnologizado, po- dría ser más interesante pensar en aquellas prácticas actuales que no queremos que hereden las próximas generaciones de docentes ni de estudiantes.

Reimers (2009b) plantea: “La paradoja de la educación de co- mienzos del siglo xxi se encuentra en la desconexión entre la exce- lente capacidad institucional de las escuelas y su bajo desempeño en preparar a los estudiantes para inventar un futuro que responda adecuadamente a las oportunidades y desafíos globales”. Aunque ello está dicho desde el contexto de las escuelas del mundo indus- trializado, estos desfases no resultan ajenos a los países en vías de desarrollo.

En síntesis, los cinco postulados expuestos son:


1)    Las competencias no evidentes resultan invisibles en los entornos formales.
2)    Las tIC se hacen invisibles.
3)    Las competencias adquiridas en entornos informales son invi- sibles.
4)    Las competencias digitales resultan invisibles.
5)    Hay ciertas prácticas empleadas en la escuela/universidad que es necesario invisibilizar.

Una lectura incompleta de estos postulados podría hacer pensar que el aprendizaje invisible busca dar mayor relevancia a las tecno- logías dentro y fuera de la escuela o la universidad. Es decir, que se sumaría a tantos discursos que promueven la incorporación de la tec- nología simplemente porque así se prevé la educación del mañana.

Aquí es importante hacer un zoom back. Es necesario encuadrar un enfoque más amplio. Para los autores la pregunta de fondo sigue siendo: ¿cómo educar para un mundo global, plano y crecientemen- te interconectado? Sin duda, el diseño de estrategias que propone

este libro habrá de ir mucho más allá de la incorporación de las tecnologías, por importantes que éstas parezcan.

ESQUEmA DEL LIBRo

En el capítulo 1 exponemos los problemas que rodean el aprendi- zaje invisible. Ello se analiza en el marco denominado “sociedad 1.0 - sociedad 3.0”, que ilustra la transformación desde sociedades industriales a sociedades del conocimiento, y ahora hacia socieda- des centradas en la innovación. El desafío que se presenta es crear una educación 3.0 que satisfaga las necesidades de una sociedad post-1.0.

Los conceptos clave del capítulo 1: Aceleración del cambio social y tecnológico; sociedad 3.0; Knowmads; medición; revolucionar la educación; creación de visión.


En el capítulo 2 se revisan estudios desarrollados por centros de investigación de ámbito internacional, entre ellos el Banco Mundial y la OCDE. Se da cuenta de la invisibilización de las tecnologías y del desarrollo de competencias digitales desde la perspectiva de las políticas educativas. Esto está ligado a un marco más amplio del aprendizaje invisible que incluye el desarrollo de conocimientos personales y la creación de capacidades para actuar y para aplicar el conocimiento (innovación) de manera deliberada.

Los conceptos clave del capítulo 2: efectos colaterales; impacto educativo; tecnologías digitales; conocimiento tácito; habilidades blandas; agentes del conocimiento; competencias para la globali- zación.

En el capítulo 3 se exponen ejemplos más concretos de perspec- tivas afines al aprendizaje invisible. Aquí se exploran ideas sobre edupunk, aprendizaje permanente, edupop, aprendizaje incidental y aprendizaje ubicuo, todas ellas como invitaciones, desde perspec- tivas muy diferentes, para explorar patrones de aprendizajes más flexibles, innovadores y creativos. Ello bajo la comprensión de que se puede aprender en cualquier momento y en cualquier lugar, ge- nerando un continuum de experiencias e interacciones.

Los conceptos clave del capítulo 3: aprendizaje entre pares; apren- dizaje informal y no formal; aprendizaje permanente; adaptación y flexibilidad; laboratorio de aprendizaje; ubicuidad.

En el capítulo 4 se destacan herramientas y métodos para explo- rar y/o crear posibles futuros para la educación. La necesidad de permanecer “por delante de la curva” requiere nuevos enfoques que nos permitan pensar en el futuro... y actuar en esa dirección. Sustentados en la idea de “hazlo tú mismo” (DIY, por sus siglas en inglés), se ofrecen insumos, recursos y ejemplos para explorar un presente en transformación.

Los conceptos clave del capítulo 4: Hazlo tú mismo; análisis am- biental; rueda de los futuros; método Delphi; previsión de expertos (genius forecasting); previsión normativa (normative forecasting).

En el capítulo 5 y último, se presenta una síntesis de las diez ideas más importantes del libro (cada una de ellas descrita en cien palabras). Luego se presenta un inventario de ideas recolectadas a partir de entrevistas a expertos. Además, se incluye una síntesis de experiencias internacionales en plena sintonía con los postulados del aprendizaje invisible. Finalmente, un cierre de in-conclusiones22 producto de un protoparadigma en construcción.

Los conceptos clave del capítulo 5: metaespacio; manifiesto; em- pleabilidad; competencias para innovar; protoparadigma; experien- cias internacionales.

Glosario. Este anexo ha sido pensado como un catálogo de pala- bras relevantes para la lectura de este libro. Aquí se encuentran un conjunto de términos clave, definiciones y comentarios relaciona- dos. Este glosario ha sido preparado para que pueda ser de utilidad de manera independiente a la lectura de esta obra. Los conceptos seleccionados en el glosario han sido escogidos ya sea porque se trata de términos complejos y sujetos a diversas interpretaciones, o bien porque son de reciente introducción o pueden resultar poco comunes.


22    Este concepto es propuesto por Alejandro Piscitelli (2001) en algunos de sus trabajos y resulta propicio en este contexto.


Citas. Aquí se incluye un conjunto de frases sobre educación reco- gidas de destacados intelectuales y personalidades internacionales. Las reflexiones y pensamientos que se ofrecen son una invitación a pensar el aprendizaje desde una perspectiva diferente a la tradicio- nal. Las citas han sido organizadas por capítulos.

Recursos digitales. Plataformas, recursos, herramientas, sitios, apli- caciones o lecturas en línea que han sido inventariadas a lo largo del libro. Además, las URL añadidas han sido disminuidas a su mínima expresión para facilitar su exportación a otros medios.

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