LOS MÉTODOS ETNOGRÁFICOS EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
EN EDUCACIÓN
Fredy E. González
UPEL-Maracay
RESUMEN
De la investigación cualitativa
en educación se dice que está atravesando una crisis de respetabilidad y de
legitimidad. Quienes así se expresan (ver Shank, 1995, Dc.) sugieren que los
investigadores lleven a cabo un proceso de autocrítica reflexiva en torno a los
fundamentos gnoseológicos y metodológicos de la investigación cualitativa. Con
el ánimo de contribuir a este proceso de clarificación teórica se ha producido
este trabajo, el cual forma parte de una obra mayor del autor. Se comienza con
el desarrollo de un esquema para recorrer la historia de los métodos
cualitativos aplicados a la investigación en educación; luego, se esboza una
breve caracterización de la polisemia de la expresión "investigación
cualitativa"; finalmente, se centra en los Métodos Etnográficos; de éstos
se exponen sus fundamentos antropológicos y sociológicos, y se construyen sus
correspondientes matrices teórica, teleológica, ontológica y epistemológica.
Palabras Clave: Investigación
Cualitativa, Epistemología, Ontología, Etnografía, Sociología Fenomenológica,
Etnometodología, Interaccionismo Simbólico.
INTRODUCCION
La historia de los métodos
cualitativos utilizados en la Investigación Educativa
puede ser organizada en tres momentos: (a) Psicologicista, (b) Ampliación
Metodológica y (c) Crisis. Al principio, la investigación en educación estuvo
sustentada, predominantemente, por el uso de los métodos experimentales asociados
con el estudio de la
Psicología del Aprendiz; durante este período se consideraba
"legítima" y "científica" sólo a las investigaciones que se
llevaban a cabo conformes con estos parámetros; podría afirmarse que, desde el
punto de vista de los métodos que en ella se utilizaban, esta es la
"prehistoria" de la investigación cualitativa en educación.
El segundo momento se asocia con
la superación de la hegemonía metodológica ejercida por la Psicología Experimental,
lo cual ocurrió como consecuencia de la incorporación de teorías,
procedimientos y métodos provenientes de otras disciplinas tales como la Antropología y la Sociología. Durante
esta época es cuando comienzan a realizarse, en el ámbito educativo, los
estudios de campo, propios de los enfoques etnográficos, los cuales recurrían
al uso de la
Observación Participante (Spradley), los Casos de Estudio
(Stake) y la
Microetnografía (Atkison). Algunos de los indicadores de este
período son: (a) la ampliación metodológica, (b) la producción de textos, manuales
y guías; y (c) desarrollo de una fundamentación filosófica para la
investigación cualitativa.
La ampliación metodológica se
produce cuando investigadores sociales de diversas disciplinas asumen a la
organización escolar como ámbito de indagación e incorporan al estudio de las
cuestiones educativas sus particulares herramientas teórico-metodológicas:
Teoría Crítica (Vida en las Aulas, McLaren), Feminismo (Investigación
Feminista, Lather), Investigación-Acción (Ciencia de la Acción: Conceptos, Métodos y
Habilidades para la
Investigación y la Intervención, Argyris y Cols.; Pedagogía del
Oprimido, Freire), Estudios Culturales (Multiculturalismo y las Políticas de la Diferencia, Giraux),
Postmodernismo en general (Poder y Críticismo: investigación postmoderna en
educación, Cherryholmes).
Otro rasgo caracterizador de este
momento es el desarrollo de una amplia literatura, compuesta de guías, textos
introductorios y manuales, dedicada a la investigación cualitativa. Entre las
guías cabe mencionar las siguientes: Métodos Complementarios par Investigar en
Educación (Jaeger, 1988), Convirtiéndose en un Investigador Cualitativo (Glesne
y Peshkin, 1992), Análisis de Datos Cualitativos (Miles y Huberman, 1994). En
cuanto a los textos introductorios se destacan: Introducción a la Teoría y Métodos de la Investigación Cualitativa
en Educación (Bogdan y Biklen, 1992), Una Introducción a las Principales
Corrientes de la
Investigación Cualitativa en Educación (Lancy, 1993). Por
último, uno de los manuales más sobresalientes es el Handbook of Qualitative
Research editado por Denzin y Lincoln (1994).
También es característico de este
segundo momento el establecimiento de una perspectiva filosófica que sirviera
de soporte a la recolección y análisis de la información. en este aspecto se
destaca el trabajo de Lincoln y Guba (1985) cuya obra Naturalistic Inquiry está
considerada como el asiento de la fundamentación filosófica de la investigación
cualitativa en educación. Se afirma que, aunque estos autores han sido muy
criticados, la mayoría de los textos sobre investigación cualitativa en
educación que se han producido, explícita o implícitamente, suscriben los
postulados ontológicos, epistemológicos y metodológicos básicos propuestos por
Yvonna Lincoln y Egon Guba.
No obstante, a pesar de su
amplitud metodológica y de su sustentación filosófica, hay quienes afirman que
la investigación cualitativa en educación está sufriendo una "crisis de
legitimidad y de respetabilidad" y, por ello, sugieren a los
investigadores cualitativos que desarrolle una labor de autorreflexión crítica
desde dentro mismo de la investigación cualitativa.
Con el ánimo de contribuir en
esta labor de crítica reflexiva se ha elaborado este trabajo en el cual se hace
una breve caracterización de la polisemia de la expresión "investigación
cualitativa"; luego, se centra en una de las modalidades metodológicas más
ampliamente utilizadas en la investigación cualitativa en educación: los
Métodos Etnográficos; de éstos se exponen sus fundamentos antropológicos y sociológicos,
y se construyen sus correspondientes matrices teórica, teleológica, ontológica
y epistemológica.
Investigación Cualitativa: una
expresión polisémica:
La expresión investigación
cualitativa no hace alusión a una entidad unitaria (González y Rodríguez,
1991), ella se usa para referir varias formas y modalidades de investigación
social. Esto significa que la investigación cualitativa no constituye una
unidad monolítica; por el contrario, cuando se habla de investigación
cualitativa, sin hacer alguna otra precisión, se está haciendo referencia a
varias perspectivas dentro de la investigación social que coinciden en muchos
aspectos pero no en todos porque, debido a que se inspiran en tradiciones
filosóficas distintas. En este sentido, Jacob (1987) llevó a cabo una amplia
indagación en torno a las principales corrientes ("traditions")
cualitativas utilizadas en la investigación educativa; en este trabajo su
autora describe y compara las corrientes cualitativas provenientes de la
psicología ecológica, la etnografía holística, la antropología cognitiva, la
etnografía de la comunicación y el interaccionismo simbólico. La visión de
Jacob, fue replicada por Atkinson, Delamont y Hammersley (1988), quienes le
criticaron su omisión de la ïnvestigación británica derivada a partir de las
perspectivas cualitativas" (p. 231). El debate entre estos cuatro autores
concluyó con la contrarréplica de Jacob (1989).
Las divergencias entre las
diferentes corrientes de la investigación cualitativa pueden ubicarse en diferentes
niveles:
1. Epistemológico.. Aquí se incluyen las diferencias en cuanto a las
perspectivas desde las cuales los investigadores asumen su relación con la
realidad.
1. Filosófico. Abarca las diversas concepciones que los investigadores
sustentan en relación con los criterios de verdad, objetividad y validez.
1. Metodológico. Se refiere a las polémicas generadas con respecto a los
procedimientos de recolección y análisis de los datos.
1. Conceptuales. Incluye las diversas formas de concebir los problemas.
1. Teleológico. Remite a las discrepancias en cuanto a las decisiones
relacionadas con los objetivos de la investigación.
Los problemas con el uso de los
términos "cualitativo" y "cuantitativo" en investigación
educativa son expuestos ampliamente por Morales y Moreno (1993).
Pertinencia de los enfoques
cualitativos en investigación social
Entre las razones que podrían
esgrimirse para argumentar a favor de la emergencia de los abordajes
cualitativos en la investigación social, pueden sostenerse las siguientes:
1. Insuficiencia del Método Experimental (Hipotético-Deductivo), propio
de las ciencias físicas y naturales, al estudio de las situaciones específicas
del campo de lo social, cuya multiplicidad resulta inabarcable por dicho
método. En efecto, no existe experimento alguno (cuyas características son,
precisamente, la creación de situaciones que aseguren el control de variables y
la protección contra influencias extrañas) que pueda reflejar la realidad
social en la extensión de toda su complejidad.
1. El cuestionamiento al concepto tradicional de ciencia y la emergencia
de otros modos de conocimiento; de acuerdo con Martínez (1993), Wagensberg
(1994), Wilber (1992) y otros autores, la ciencia ha dejado de ser la fuente
única de conocimiento verdadero; se han abierto paso y han alcanzado
legitimidad otras formas del conocer.
1. El reconocimiento de la dimensión subjetiva de los fenómenos
sociales. Desde esta perspectiva, se acepta, asume y reivindica el carácter subjetivo
de la investigación; ello no contradice el regór, lo que reclama son otros
modos de legitimación (Zohar y Marschall, 1994; Samaja, 1993).
1. El aporte de las ciencias humanas (Antropología, Etnología,
Sociolingü ística), especialmente la noción de "teoría fundamentada"
(The Grounded Theory, Glaser & Strauss, 1967), es decir, la que brota de
los datos y responde interrogantes no sólo acerca del qué, el cómo y el por qué
de las situaciones humanas, sino acerca del sentido y el significado (Montero,
1995) de las situaciones sociales (Castillo, 1984) en las que se involucran
seres humanos vistos como personas y no como objetos inanimados. De aquí que en
los reportes de investigaciones de este tipo se hacia mención a las personas
que aportan la información (informantes clave, Goetz y LeCompte, 1984): el
énfasis está colocado sobre quiénes son y no sobre cuántos son. Esta es una
diferencia fundamental entre la investigación cualitativa y la cuantitativa.
Ese quiénes son incluye tanto a las personas que aportan información
(investigados) como a los que la recaba (investigadores).
Se tiene entonces que en la
investigación cualitativa, existen varios enfoques, entre ellos cabe mencionar
a los siguientes: los que se han inspirado en la crítica literaria o artística,
los enfoques fenomenológicos y los de orientación etnográfica. A estos últimos
estará dedicado, en su mayor parte, este ensayo.
LOS METODOS ETNOGRAFICOS
FUNDAMENTOS ANTROPOLOGICOS Y
SOCIOLOGICOS
Los métodos etnográficos han sido
introducidos en la investigación educativa por la vía de la sociología
fenomenológica, la cual, a su vez, ha recibido la influencia de las filosofías
subjetivistas surgidas durante la primera mitad del siglo XX: el intuicionismo
bergsonniano; el pragmatismo estadounidense, promovido por William James; la
fenomenología husserliana; y, el existencialismo de Sören Kierkegaard, Martin
Heidegger y Jean Paul Sartre.
1. El Intuicionismo
Insurge contra la intención que
tenían la Ciencia
y la Filosofía
previas a él de solidificar en conceptos el mundo de las cosas, de lo material
y relativamente inmutable; para los intuicionistas, con los cánones de la Ciencia y de la Filosofía clásicas, no
es posible aprehender el mundo de la vida en su constante movimiento y
creación; lo que permite al hombre comprender inmediatamente la vida en su
movimiento creador es la intuición; por intermedio de ésta es que el hombre
puede comprender inmediatamente lo que la vida es.
2. El Pragmatismo
Quienes suscriben los postulados
de esta filosofia afirman que cada ser humano considera como verdadero sólo
aquello que le resulta útil en su cotidianidad; por consiguiente, no hay una
verdad única sino que cada quien tiene la suya propia: la que le permite
orientarse y resolver los problemas que se le presentan en su experiencia
vital.
3. La Fenomenología
Husserl, considerado como el
padre de esta filosofía, tomó de los neokantianos de finales del siglo XIX, con
Dilthey a la vanguardia, la distinción entre Ciencias de la Naturaleza y Ciencias
Humanas o del Espíritu, y planteó el rechazo a la idea positivista de la
unicidad del método científico, de acuerdo con la cual las Ciencias Humanas
deben adoptar para si el método científico, propio de las Ciencias de la Naturaleza.
Además de afirmar que las Ciencias
Humanas deben desarrollar sus propios métodos para estudiar las realidades en
las que están interesadas (con lo cual oponen la "autonomía
metodológica" al "seguidismo metodológico" sustentando por los
positivistas), los fenomenólogos enfrentan la idea de intencionalidad a la de
causalidad. En el reino de la naturaleza prima la causalidad, en el reino de lo
humano, lo prevaleciente es la intencionalidad. Un fenómeno natural, afirma la
fenomenología, se explica por sus causas; en los fenómenos humanos, sociales o
culturales, lo principal es comprender (verstehen) la intención o motivación
que mueve a sus autores.
Para captar lo esencialmente
humano de la realidad social, los fenomenólogos proponen una ciencia eidética
(de las esencias) la cual no es otra que la Fenomenología, una
ciencia cuyo objeto está constituido por la esencia de las vivencias humanas.
El concepto clave en esta
filosofía es el de reducción fenomenológica de acuerdo con el cual no se debe
emitir opinión alguna en torno a los objetos basándonos en nuestra simple
percepción acerca de ellos; lo único indubitable son mis vivencias acerca de
los objetos; luego, debo reducir mi vivencia del objeto a su esencia, es decir,
al conjunto de sus notas fundamentales: la esencia de la vivencia. Esta
reducción fenomenológica alcanza a mi propio yo, a mi propia conciencia (la
cual se despoja de su temporalidad, de su ser aquí y ahora).
4. El Existencialismo
La premisa fundamental de esta
postura filosófica es que el hombre no es una esencia sino una existencia;
mejor dicho, la esencia de cada hombre particular es su existencia, existencia
que le toca definir y construir cada día ante las circunstancias que le rodean.
Los fundadores del
existencialismo son Kierkegaard y Heidegger, sin embargo, se considera a Jean
Paul Sartre como su refundador por cuanto que le dió un tono progresista,
aproximándolo al marxismo al reconocer la realidad del condicionamiento
material externo sobre la vida humana.
Aspectos comunes compartidos por
las filosofías subjetivas que han contribuido a la formación de la sociología
fenomenológica
El Intuicionismo (Henri Bergson,
Francia), el Pragmatismo (William James, Estados Unidos), la Fenomenología
(Edmund Husserl, Alemania), el Existencialismo (Kierkegaard, Heidegger, Alemania;
Jean Paul Sartre, Francia) comparten algunos aspectos que van a configurar una
plantaforma que sirve de base a la sociología fenomenológica y que, por
consiguiente, pasarán a formar parte de la matriz teórica sobre la cual se
sustentan los métodos etnográficos. A continuación se señalan los aspectos
compartidos por las filosofías subjetivas a las que se ha hecho mención.
1. Constituyen filosofías de la
vida, de la existencia humana, intentan una explicación, no tanto de qué y cómo
es el mundo (meta de las filosofías anteriores) sino, de cómo el hombre (el
hombre común) percibe y construye su ser-en-el-mundo, su existencia.
2. Son filosofías subjetivistas,
para ellas el centro de todos los sistemas filosóficos es el individuo, el
hombre particular, el sujeto que percibe, conoce, actúa, vive, en el mundo.
3. Son filosofías idealistas,
según ellas lo interior al individuo (llámese "vivencia", experiencia
vital, razón vital) es la realidad primera, radical e indubitable. Aun cuando
no niegan la realidad del mundo exterior, la supeditan a la realidad primera
del individuo: organizador intelectual y práctico de una realidad exterior que
se le presenta problemática y caótica.
4. El hombre, para orientarse en
el mundo, necesita "filosofar". La base de esta reflexión filosófica
no es el conocimiento científico positivista sino la intuición que permite la
experiencia vital del individuo situado en el mundo. El filosofar es una
actividad eminentemente subjetiva, a partir de la premisa de que
yo-soy-yo-en-el-mundo, un mundo al que debo darle un cierto orden para poder
atribuirle sentido (sentido-para-mi).
LA SOCIOLOGIA FENOMENOLOGICA
La Fenomenológica es
una sociología centrada en el individuo y su pequeño grupo de relaciones cara a
cara más que en la sociedad global, y en las percepciones y conceptualizaciones
que el individuo tiene y se formula del medio social que lo rodea, más que en
la búsqueda de leyes generales y abstractas de la sociedad.
Existen dos perspectivas para ver
la sociología fenomenológica: (a) en sentido estricto (Shutz), y (b) en sentido
amplio (Interaccionismo Simbólico, Etnometodología y Teoría Dialéctica de la Construcción Social
de la Realidad).
El tema de interés central de la
sociología fenomenológica es el LEBENSWELT (mundo de vida, mundo vivido); este
término, acuñado por Edmund Husserl, hace referencia a la dimensión
socio-simbólica de la vida social que tiene que ver con la forma como cada
individuo, subjetivamente, se relaciona con el mundo social (procesos
económicos, de intercambio, jurídicos, formales de adquisición de
conocimientos; instituciones escolares o de cualquier otra índole; procesos de
búsqueda de poder, y, en general, todo aquello que está dado en la vida
social); la categoría de "mundo vivido" (lebenswelt) abarca los
juicios, categorías, valores que de alguna manera norman y regulan la propia
vida personal.
La sociología fenomenológica en
sentido estricto
Se atribuye a Alfred Schutz el
carácter de fundador de la Sociología Fenomenológica; este notable pensador
alemán retomó de la sociología comprensiva de Max Weber un principio
metodológico básico de acuerdo con el cual
El objetivo de la sociología es
comprender el sentido de la acción social, esto es, el sentido que los actores
dan a sus acciones, sentido que está en directa relación con las acciones
esperadas de otros actores
Siguiendo la línea de oposición
al positivismo, desarrollada por los neokantianos y por Weber y Husserl, Schutz
señala que el objetivo de la sociología no es formular leyes generales explicativas
(según el modelo de las ciencias naturales) de las regularidades sociales, sino
comprender (empáticamente, intuitivamente) la acción social. Los individuos
buscan darle sentido a sus acciones y a las de sus "consociados"
(personas con las cuales mantienen relaciones cara a cara) construyéndose así
estructuras significativas, las cuales incluyen: (a) el significado que los
individuos dan a sus acciones y la comprensión de ellas; (b) las
interpretaciones de la conducta de los otros; y, (c) la autointerpretación de
las acciones propias.
En consonancia con lo anterior,
el propósito de esta sociología es descubrir los significados que los
individuos dan a su acción, a su vida; reconstruir las construcciones
subjetivas de los actores sociales, sacarlas a la luz utilizando los tipos
ideales, contribución ésta que se debe a Max Weber, los cuales son de dos
clases: (a) materiales que describen los principales rasgos observables de
algún modelo de acción social (ejemplo: la burocracia, una noción formalmente establecida
que consta de una jerarquía de cargos, reglas oficiales y tareas
especializadas; y, (b) personales los cuales reconstruyen los significados que
los individuos participantes dan a su acción y a la de sus
"consociados" (ejemplo: las costumbres, aunque éstas existen en toda
sociedad como una forma social, sólo se las puede comprender en términos
personales, es decir, aclarando por medio de ejemplos concretos cómo ciertos
tipos de conducta son sometidos a fuertes sanciones).
Aún cuando es de inspiración
weberiana, entre la proposición de Schutz y la de Weber se puede identificar
ciertos contrastes. Schutz propone una sociología del individuo mientras que
Weber propone una sociología de lo individual, entendiendo esto último como lo
singular, lo históricamente irrepetible.
Otro elemento de contraste es el
papel que le atribuyen a la cultura; según Weber, los valores de la sociedad
condicionan la acción individual; en cambio, Schutz minimiza el papel
coercitivo de lo social sobre el individuo y concibe a los sujetos, sus
interacciones y significaciones como la realidad social misma.
La sociología fenomenológica en
sentido amplio
Esta se nutre, entre otras, de
las siguientes corrientes: (a) el Interaccionismo Simbólico; (b) la Etnometodología;
y, (c) la Teoría
Dialéctica de la Construcción Social
de la Realidad. A
continuación se mencionarán algunos de los aspectos esenciales de las
corrientes filosóficas que han nutrido la sociología fenomenológica en sentido
amplio.
1. El Interaccionismo Simbólico
Esta postura sostiene que la
interacción humana está mediada por símbolos (lenguaje, vestimenta, gestos,
rituales); la forma como cada individuo se presenta a si mismo ante los demás
es lo que constituye la realidad social y permite al sociólogo comprender el
sentido que el sujeto da a su acción y a su mundo; finalmente, para comprender
la simbología y el sentido de la interacción cara a cara, es menester una
inmersión profunda en el mundo cotidiano de los sujetos de estudio, para esto
el método idóneo, señalan los interaccionistas simbólicos, es la observación
participante.
El primer proponente, gran
teórico de esta escuela y quien inventó el término fue Herbert Blumer; éste
señala que las premisas fundamentales del interaccionismo simbólico son: (a)
los seres humanos actúan hacia las cosas sobre la base de los significados que
éstas tienen para ellos; (b) el significado de tales cosas se deriva, o surge,
de la interacción social que uno tiene con los demas; y (c) estos significados
se manejan y modifican por medio de un proceso de interpretación que utilizan
las personas al tratar con las cosas que encuentran.
2. La etnometodología
Este término fue acuñado por
Harold Garfinkel para denominar a la metodología que los jurados utilizaban en
el proceso de la toma de decisiones; el propósito básico de la etnometodología
es descubrir el sentido oculto de las actividades cotidianas de los individuos;
la interpretación de este término es análoga a la de otros de su misma especie
como etnomedicina (medicina popular) o etnobotánica (botánica popular); de
manera que, en principio, con la expresión etnometodología se hace referencia
no a una disciplina en si, sino a un tema; en este caso el tema es la
metodología seguida por los jurados en su proceso de toma de decisiones y que,
por generalización, se extendió a la "metodología" que utiliza la
gente común y corriente en la vida cotidiana cuando razona acerca de la socidad
y sus obras.
Este interés por la oculta
cotidianidad de la vida refleja el principio etnometodológico básico según el
cual la organización social y la interacción que se da dentro de ella se basa
en reglas y significaciones compartidas, de las cuales muchas veces la gente no
tiene conciencia; esto tácito, usual, aquello que los individuos participantes
dan por supuesto en su interacción es lo que constituye el más sólido sustrato
-precisamente por su invisibilidad- de la realidad social.
Para intentar descubrir el
sustrato de la realidad social, lo invisible de la interaccíon entre las
personas, los etnometodólogos: (a) adaptaron las técnicas de investigación
usualmente utilizadas por la etnografía (ciencia que estudia, describe y
clasifica las razas o pueblos) para el estudio de las sociedades ágrafas (es
decir, que no contaban con medios de escritura) al estudio de comunidades
pequeñas y delimitadas dentro de sociedades complejas (hospitales, escuelas,
parques públicos, cárceles); (b) desarrollaron la "experimentación
etnometodológica" la cual consiste en irrumpir en situaciones de la vida
cotidiana rompiendo las "reglas de juego", procurando con ello
desconcertar a los participantes por medio de la negación de los supuestos
tácitos que rigen tales situaciones; el desconcierto y la interacción
desorganizada subsecuente permiten esclarecer cómo se construyen y mantienen
las reglas de juego y las estructuras significativas en las situaciones
normales.
3. La Teoría Dialéctica
de la Construcción
Social de la
Realidad
El principio básico que sustenta
esta teoría es que entre el individuo y la realidad social se da una relación
dialéctica; el individuo (colectivo) crea la realidad social; pero, esta
realidad social, objetivada, crea al individuo. La relación entre hombre
(productor) y mundo social (producto) es dialéctica; hombre (no aislado sino en
comunidades) y mundo social interactúan; el producto vuelve a actuar sobre el
productor; la sociedad es un producto humano, es una realidad objetiva; así que
el hombre es un producto social.
De acuerdo con la Teoría Dialéctica,
tres son los procesos sociales que explican la vinculación Hombre-Sociedad: (a)
externalización: existen pautas de interacción institucionalizadas de acuerdo
con las cuales es esperable que el individuo se comporte en determinadas
situaciones; conforman un orden social previo y superior al individuo actuante
que éste da por supuesto; según esto, las conductas individuales serían
externalizaciones de este orden social; (b) objetivación: cada individuo se
enfrenta a conductas de otros actores y a reglas y significaciones
institucionalizadas que, desde su perspectiva subjetiva, se le objetivizan como
una realidad ante si mismo que le constriñe; y, (c) internalización: esta
estructura social objetivada que los individuos no alcanzan a percibir como su
creación colectiva se perpetúa -aunque también cambia- por medio de la
internalización que cada quien hace de las reglas, pautas de conducta,
tipificaciones e instituciones de la sociedad en que vive (la internalización,
vista desde la perspectiva de la sociedad, es lo que se llama socialización).
Como síntesis, la convergencia de
todas las fuentes filosóficas y antropológicas que le sirven de sustrato
permiten afirmar que
la sociología fenomenológica se
centra en el individuo y su pequeño grupo, actuante en un medio geográfico
delimitado. Su intención fundamental es comprender cómo cada individuo hace
para dar sentido a su vida y a su acción dentro del mundo concreto de
relaciones cara a cara en que se desenvuelve.
Esas dos notas (el estudio del
individuo y su pequeño grupo en medios geográficos bien delimitados y la
captación y comprensión de las motivaciones que los individuos dan a sus
acciones) van a tener sus respectivos correlatos en la investigación educativa
cuando ésta se enfoque cualitativamente siguiendo una perspectiva etnográfica.
En efecto, la antropología tiene
como propósito explicar las sociedades complejas estudiando aquellas más
simples en las que, precisamente por su simplicidad misma, podrían encontrase
más a la vista las estructuras y funciones de toda la sociedad.
Para el logro del anterior
propósito fue que se desarrolló la etnografía la cual, entre otras cosas exige
que el investigador se despoje de sus prenociones teóricas y culturales para
que alcance mejores condiciones de abordar la sociedad que pretende estudiar.
La línea del razonamiento es la siguiente: las nociones culturales, los modos
de pensar y de juzgar que el investigador lleva de su propia sociedad
"nublan" la visión del antropólogo, la idea de la etnografía es
despojarlos de estos "cristales" culturales. De este modo, la
etnografía plantea
el estudio de sociedades
complejas abordando las sociedades más simples que la integran y que están
alejadas social y culturalmente de las perspectiva del investigador.
Son estas dos características de
la etnografía las que los sociólogos fenomenológicos adoptan para si y aplican
al estudio y comprensión de las modalidades de la interacción cara a cara que
se dan dentro de grupos pequeños geográficamente localizados y, por lo general,
alejados de la posición cultural y social del investigador.
El propósito esencial de la
sociología fenomenológica es: determinar el sentido de la acción social a
partir de la vida cotidiana de los actores. Para lograr esto se considera que
los métodos indicados son los etnográficos, los cuales permiten descubrir
interacciones y categorías de pensamiento en grupos humanos de los cuales el
investigador sabe poco o nada; lo que se busca es comprender cómo los actores
dan un sentido, una lógica, un orden, a su vida cotidiana.
La Microsociología
como contexto de los Métodos Etnográficos en la Investigación Educativa
La utilización de los Métodos
Etnográficos para investigar en escenarios educativos está mediada por una
Sociología de la Educación
cuya preocupación dominante no sean los aspectos macroestructurales (formas de
relación Escuela-Sociedad; vinculación del Sistema Escolar con el Mercado de
Trabajo y las estructuras de poder), los cuales aluden cómo y por qué está
pasando en la Educación;
sino que fundamentalmente aborde aspectos microeducativos que tienen que ver cn
el entendimiento del proceso mismo de la educación, vinculándose con la
dinámica interna de las instituciones escolares, con la práctica educativa tal
como la ejercitan los maestros y profesores, con las complejidades propias de
las interacciones y negociaciones que se producen entre docente y alumnos en
las actividades que cotidianamente se llevan a cabo en el aula de clases.
La incorporación de los Métodos
Etnográficos se ve favorecida por una Sociología de la Educación que propicia
la búsqueda de sus informaciones en el interior de la escuela, en la
cotidianidad del salón de clases que es donde está "la verdadera
acción" (Max Leffeld), donde realmente se producen todas esas cifras que
colman los Boletines Informativos y Anuarios Estadísticos oficiales. Los
procesos sociales que se producen en la escuela y, particularmente, en las
aulas de clase no son capturables mediante técnicas meramente cuantitativas,
sino que requieren la inmersión del investigador en los escenarios naturales donde
tendrá la oportunidad de captar "los acontecimientos en pleno
desarrollo" (Walter Martínez).
Los métodos etnográficos en la
investigación educativa
La investigación en el ámbito de
la educación es heredera del debate metodológico suscitado en los campos de la
sociología y la antropología. En efecto, los abordajes metodológicos propuestos
por la sociología fenomenológica a partir de su incorporación de los métodos
antropológicos propios de la etnografía, insurgen contra los de la sociología
clásica a los cuales se les considera insuficientes para "capturar el
significado que los individuos dan a sus acciones".
Así que, al método
hipotético-deductivo, de orientación cuantitativista, se le oponen los métodos
etnográficos de orientación cualitativa, los cuales exigen: (a) la inmersión
del investigador en la vida cotidiana de la comunidad estudiada; (b) el
establecimiento preciso de los límites de la comunidad; (c) la observación
intensiva de las modalidades de interacción; (d) la construcción de historias
de vida; (e) la identificación de informantes claves; (f) el aprendizaje del
idioma nativo y su interpretación como sistema de símbolos; (g) la descripción
precisa y minuciosa de la organización espacial de la comunidad y de su sistema
de intercambio de bienes, poder, prestigio; (h) el registro descriptivo de
ritos, costumbres, herramientas y procedimientos; (i) la descripción de las
formas como los miembros de la comunidad estudiada conceptualizan lo anterior.
Todo esto queda consignado en una monografía a partir de cuya lectura se debe
tener la sensación de HABER-ESTADO-ALLI.
Una de las notas de la sociología
fenomenológica que va a tener un profundo impacto en la investigación educativa
es la que tiene que ver con la delimitación de los escenarios en los cuales se
va a estudiar la acción social de las personas. Efectivamente, extrapolar al
medio escolar esta orientación sociológica que ubica sus estudios en
"medios geográficos bien delimitados" hará que se considere como
escenario natural del investigador educativo los ámbitos escolares pequeños y,
en primera instancia, el aula de clases. Siendo este último ambiente un lugar
de actuación privilegiada por parte del docente, resultan casi naturales las
posturas que vinculan la docencia con la investigación y que han dado origen al
muy interesante planteamiento de Stenhouse de "el docente como
investigador".
De modo que la consideración de
escenarios escolares pequeños en la investigación educacional de orientación
cualitativa constituye uno de los rasgos que ella ha heredado de la
antropología, particularmente de su vertiente etnográfica, cuyos métodos,
cuando se aplican en el ámbito educativo consideran a la escuela, concretamente
al aula de clases, como su escenario natural, porque es allí donde auténticamente
se concreta el proceso educacional.
No obstante, la intención de los
Métodos Etnográficos al penetrar en un microescenario escolar no es sólo hacer
un análisis de interacciones (tipo Ned Flanders) y registrar la conducta del
docente y la de los alumnos; el enfoque etnográfico va mucho más allá, y trata
de comprender el significado, propósito e intención que los actores (docente y
alumnos) imprimen a sus acciones.
El investigador educativo, cuando
adopta una perspectiva etnográfica, se concentra en el estudio del acontecer
cotidiano del aula de clases, tratando de descubrir los motivos, las
intenciones y el significado que quienes actúan en ese escenario dan a todo
aquello que hacen: estrategias de enseñanza y de evaluación; formas
organizativas de las interacciones didácticas; lenguajes utilizados; y
actitudes, entre otros aspectos.
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EL AUTOR:
Fredy González
Instituto Pedagógico de Maracay
UPEL
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