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lunes, 26 de septiembre de 2011

LOS MÉTODOS ETNOGRÁFICOS EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN EDUCACIÓN


LOS MÉTODOS ETNOGRÁFICOS EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA EN EDUCACIÓN

Fredy E. González
UPEL-Maracay

RESUMEN

De la investigación cualitativa en educación se dice que está atravesando una crisis de respetabilidad y de legitimidad. Quienes así se expresan (ver Shank, 1995, Dc.) sugieren que los investigadores lleven a cabo un proceso de autocrítica reflexiva en torno a los fundamentos gnoseológicos y metodológicos de la investigación cualitativa. Con el ánimo de contribuir a este proceso de clarificación teórica se ha producido este trabajo, el cual forma parte de una obra mayor del autor. Se comienza con el desarrollo de un esquema para recorrer la historia de los métodos cualitativos aplicados a la investigación en educación; luego, se esboza una breve caracterización de la polisemia de la expresión "investigación cualitativa"; finalmente, se centra en los Métodos Etnográficos; de éstos se exponen sus fundamentos antropológicos y sociológicos, y se construyen sus correspondientes matrices teórica, teleológica, ontológica y epistemológica.

Palabras Clave: Investigación Cualitativa, Epistemología, Ontología, Etnografía, Sociología Fenomenológica, Etnometodología, Interaccionismo Simbólico.

INTRODUCCION

La historia de los métodos cualitativos utilizados en la Investigación Educativa puede ser organizada en tres momentos: (a) Psicologicista, (b) Ampliación Metodológica y (c) Crisis. Al principio, la investigación en educación estuvo sustentada, predominantemente, por el uso de los métodos experimentales asociados con el estudio de la Psicología del Aprendiz; durante este período se consideraba "legítima" y "científica" sólo a las investigaciones que se llevaban a cabo conformes con estos parámetros; podría afirmarse que, desde el punto de vista de los métodos que en ella se utilizaban, esta es la "prehistoria" de la investigación cualitativa en educación.

El segundo momento se asocia con la superación de la hegemonía metodológica ejercida por la Psicología Experimental, lo cual ocurrió como consecuencia de la incorporación de teorías, procedimientos y métodos provenientes de otras disciplinas tales como la Antropología y la Sociología. Durante esta época es cuando comienzan a realizarse, en el ámbito educativo, los estudios de campo, propios de los enfoques etnográficos, los cuales recurrían al uso de la Observación Participante (Spradley), los Casos de Estudio (Stake) y la Microetnografía (Atkison). Algunos de los indicadores de este período son: (a) la ampliación metodológica, (b) la producción de textos, manuales y guías; y (c) desarrollo de una fundamentación filosófica para la investigación cualitativa.

La ampliación metodológica se produce cuando investigadores sociales de diversas disciplinas asumen a la organización escolar como ámbito de indagación e incorporan al estudio de las cuestiones educativas sus particulares herramientas teórico-metodológicas: Teoría Crítica (Vida en las Aulas, McLaren), Feminismo (Investigación Feminista, Lather), Investigación-Acción (Ciencia de la Acción: Conceptos, Métodos y Habilidades para la Investigación y la Intervención, Argyris y Cols.; Pedagogía del Oprimido, Freire), Estudios Culturales (Multiculturalismo y las Políticas de la Diferencia, Giraux), Postmodernismo en general (Poder y Críticismo: investigación postmoderna en educación, Cherryholmes).

Otro rasgo caracterizador de este momento es el desarrollo de una amplia literatura, compuesta de guías, textos introductorios y manuales, dedicada a la investigación cualitativa. Entre las guías cabe mencionar las siguientes: Métodos Complementarios par Investigar en Educación (Jaeger, 1988), Convirtiéndose en un Investigador Cualitativo (Glesne y Peshkin, 1992), Análisis de Datos Cualitativos (Miles y Huberman, 1994). En cuanto a los textos introductorios se destacan: Introducción a la Teoría y Métodos de la Investigación Cualitativa en Educación (Bogdan y Biklen, 1992), Una Introducción a las Principales Corrientes de la Investigación Cualitativa en Educación (Lancy, 1993). Por último, uno de los manuales más sobresalientes es el Handbook of Qualitative Research editado por Denzin y Lincoln (1994).

También es característico de este segundo momento el establecimiento de una perspectiva filosófica que sirviera de soporte a la recolección y análisis de la información. en este aspecto se destaca el trabajo de Lincoln y Guba (1985) cuya obra Naturalistic Inquiry está considerada como el asiento de la fundamentación filosófica de la investigación cualitativa en educación. Se afirma que, aunque estos autores han sido muy criticados, la mayoría de los textos sobre investigación cualitativa en educación que se han producido, explícita o implícitamente, suscriben los postulados ontológicos, epistemológicos y metodológicos básicos propuestos por Yvonna Lincoln y Egon Guba.

No obstante, a pesar de su amplitud metodológica y de su sustentación filosófica, hay quienes afirman que la investigación cualitativa en educación está sufriendo una "crisis de legitimidad y de respetabilidad" y, por ello, sugieren a los investigadores cualitativos que desarrolle una labor de autorreflexión crítica desde dentro mismo de la investigación cualitativa.

Con el ánimo de contribuir en esta labor de crítica reflexiva se ha elaborado este trabajo en el cual se hace una breve caracterización de la polisemia de la expresión "investigación cualitativa"; luego, se centra en una de las modalidades metodológicas más ampliamente utilizadas en la investigación cualitativa en educación: los Métodos Etnográficos; de éstos se exponen sus fundamentos antropológicos y sociológicos, y se construyen sus correspondientes matrices teórica, teleológica, ontológica y epistemológica.

Investigación Cualitativa: una expresión polisémica:

La expresión investigación cualitativa no hace alusión a una entidad unitaria (González y Rodríguez, 1991), ella se usa para referir varias formas y modalidades de investigación social. Esto significa que la investigación cualitativa no constituye una unidad monolítica; por el contrario, cuando se habla de investigación cualitativa, sin hacer alguna otra precisión, se está haciendo referencia a varias perspectivas dentro de la investigación social que coinciden en muchos aspectos pero no en todos porque, debido a que se inspiran en tradiciones filosóficas distintas. En este sentido, Jacob (1987) llevó a cabo una amplia indagación en torno a las principales corrientes ("traditions") cualitativas utilizadas en la investigación educativa; en este trabajo su autora describe y compara las corrientes cualitativas provenientes de la psicología ecológica, la etnografía holística, la antropología cognitiva, la etnografía de la comunicación y el interaccionismo simbólico. La visión de Jacob, fue replicada por Atkinson, Delamont y Hammersley (1988), quienes le criticaron su omisión de la ïnvestigación británica derivada a partir de las perspectivas cualitativas" (p. 231). El debate entre estos cuatro autores concluyó con la contrarréplica de Jacob (1989).

Las divergencias entre las diferentes corrientes de la investigación cualitativa pueden ubicarse en diferentes niveles:

   1. Epistemológico.. Aquí se incluyen las diferencias en cuanto a las perspectivas desde las cuales los investigadores asumen su relación con la realidad.

   1. Filosófico. Abarca las diversas concepciones que los investigadores sustentan en relación con los criterios de verdad, objetividad y validez.

   1. Metodológico. Se refiere a las polémicas generadas con respecto a los procedimientos de recolección y análisis de los datos.

   1. Conceptuales. Incluye las diversas formas de concebir los problemas.

   1. Teleológico. Remite a las discrepancias en cuanto a las decisiones relacionadas con los objetivos de la investigación.

Los problemas con el uso de los términos "cualitativo" y "cuantitativo" en investigación educativa son expuestos ampliamente por Morales y Moreno (1993).







Pertinencia de los enfoques cualitativos en investigación social

Entre las razones que podrían esgrimirse para argumentar a favor de la emergencia de los abordajes cualitativos en la investigación social, pueden sostenerse las siguientes:

   1. Insuficiencia del Método Experimental (Hipotético-Deductivo), propio de las ciencias físicas y naturales, al estudio de las situaciones específicas del campo de lo social, cuya multiplicidad resulta inabarcable por dicho método. En efecto, no existe experimento alguno (cuyas características son, precisamente, la creación de situaciones que aseguren el control de variables y la protección contra influencias extrañas) que pueda reflejar la realidad social en la extensión de toda su complejidad.

   1. El cuestionamiento al concepto tradicional de ciencia y la emergencia de otros modos de conocimiento; de acuerdo con Martínez (1993), Wagensberg (1994), Wilber (1992) y otros autores, la ciencia ha dejado de ser la fuente única de conocimiento verdadero; se han abierto paso y han alcanzado legitimidad otras formas del conocer.

   1. El reconocimiento de la dimensión subjetiva de los fenómenos sociales. Desde esta perspectiva, se acepta, asume y reivindica el carácter subjetivo de la investigación; ello no contradice el regór, lo que reclama son otros modos de legitimación (Zohar y Marschall, 1994; Samaja, 1993).

   1. El aporte de las ciencias humanas (Antropología, Etnología, Sociolingü ística), especialmente la noción de "teoría fundamentada" (The Grounded Theory, Glaser & Strauss, 1967), es decir, la que brota de los datos y responde interrogantes no sólo acerca del qué, el cómo y el por qué de las situaciones humanas, sino acerca del sentido y el significado (Montero, 1995) de las situaciones sociales (Castillo, 1984) en las que se involucran seres humanos vistos como personas y no como objetos inanimados. De aquí que en los reportes de investigaciones de este tipo se hacia mención a las personas que aportan la información (informantes clave, Goetz y LeCompte, 1984): el énfasis está colocado sobre quiénes son y no sobre cuántos son. Esta es una diferencia fundamental entre la investigación cualitativa y la cuantitativa. Ese quiénes son incluye tanto a las personas que aportan información (investigados) como a los que la recaba (investigadores).

Se tiene entonces que en la investigación cualitativa, existen varios enfoques, entre ellos cabe mencionar a los siguientes: los que se han inspirado en la crítica literaria o artística, los enfoques fenomenológicos y los de orientación etnográfica. A estos últimos estará dedicado, en su mayor parte, este ensayo.



LOS METODOS ETNOGRAFICOS

FUNDAMENTOS ANTROPOLOGICOS Y SOCIOLOGICOS

Los métodos etnográficos han sido introducidos en la investigación educativa por la vía de la sociología fenomenológica, la cual, a su vez, ha recibido la influencia de las filosofías subjetivistas surgidas durante la primera mitad del siglo XX: el intuicionismo bergsonniano; el pragmatismo estadounidense, promovido por William James; la fenomenología husserliana; y, el existencialismo de Sören Kierkegaard, Martin Heidegger y Jean Paul Sartre.

1. El Intuicionismo

Insurge contra la intención que tenían la Ciencia y la Filosofía previas a él de solidificar en conceptos el mundo de las cosas, de lo material y relativamente inmutable; para los intuicionistas, con los cánones de la Ciencia y de la Filosofía clásicas, no es posible aprehender el mundo de la vida en su constante movimiento y creación; lo que permite al hombre comprender inmediatamente la vida en su movimiento creador es la intuición; por intermedio de ésta es que el hombre puede comprender inmediatamente lo que la vida es.

2. El Pragmatismo

Quienes suscriben los postulados de esta filosofia afirman que cada ser humano considera como verdadero sólo aquello que le resulta útil en su cotidianidad; por consiguiente, no hay una verdad única sino que cada quien tiene la suya propia: la que le permite orientarse y resolver los problemas que se le presentan en su experiencia vital.

3. La Fenomenología

Husserl, considerado como el padre de esta filosofía, tomó de los neokantianos de finales del siglo XIX, con Dilthey a la vanguardia, la distinción entre Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Humanas o del Espíritu, y planteó el rechazo a la idea positivista de la unicidad del método científico, de acuerdo con la cual las Ciencias Humanas deben adoptar para si el método científico, propio de las Ciencias de la Naturaleza.

Además de afirmar que las Ciencias Humanas deben desarrollar sus propios métodos para estudiar las realidades en las que están interesadas (con lo cual oponen la "autonomía metodológica" al "seguidismo metodológico" sustentando por los positivistas), los fenomenólogos enfrentan la idea de intencionalidad a la de causalidad. En el reino de la naturaleza prima la causalidad, en el reino de lo humano, lo prevaleciente es la intencionalidad. Un fenómeno natural, afirma la fenomenología, se explica por sus causas; en los fenómenos humanos, sociales o culturales, lo principal es comprender (verstehen) la intención o motivación que mueve a sus autores.

Para captar lo esencialmente humano de la realidad social, los fenomenólogos proponen una ciencia eidética (de las esencias) la cual no es otra que la Fenomenología, una ciencia cuyo objeto está constituido por la esencia de las vivencias humanas.

El concepto clave en esta filosofía es el de reducción fenomenológica de acuerdo con el cual no se debe emitir opinión alguna en torno a los objetos basándonos en nuestra simple percepción acerca de ellos; lo único indubitable son mis vivencias acerca de los objetos; luego, debo reducir mi vivencia del objeto a su esencia, es decir, al conjunto de sus notas fundamentales: la esencia de la vivencia. Esta reducción fenomenológica alcanza a mi propio yo, a mi propia conciencia (la cual se despoja de su temporalidad, de su ser aquí y ahora).

4. El Existencialismo

La premisa fundamental de esta postura filosófica es que el hombre no es una esencia sino una existencia; mejor dicho, la esencia de cada hombre particular es su existencia, existencia que le toca definir y construir cada día ante las circunstancias que le rodean.

Los fundadores del existencialismo son Kierkegaard y Heidegger, sin embargo, se considera a Jean Paul Sartre como su refundador por cuanto que le dió un tono progresista, aproximándolo al marxismo al reconocer la realidad del condicionamiento material externo sobre la vida humana.

Aspectos comunes compartidos por las filosofías subjetivas que han contribuido a la formación de la sociología fenomenológica

El Intuicionismo (Henri Bergson, Francia), el Pragmatismo (William James, Estados Unidos), la Fenomenología (Edmund Husserl, Alemania), el Existencialismo (Kierkegaard, Heidegger, Alemania; Jean Paul Sartre, Francia) comparten algunos aspectos que van a configurar una plantaforma que sirve de base a la sociología fenomenológica y que, por consiguiente, pasarán a formar parte de la matriz teórica sobre la cual se sustentan los métodos etnográficos. A continuación se señalan los aspectos compartidos por las filosofías subjetivas a las que se ha hecho mención.

1. Constituyen filosofías de la vida, de la existencia humana, intentan una explicación, no tanto de qué y cómo es el mundo (meta de las filosofías anteriores) sino, de cómo el hombre (el hombre común) percibe y construye su ser-en-el-mundo, su existencia.

2. Son filosofías subjetivistas, para ellas el centro de todos los sistemas filosóficos es el individuo, el hombre particular, el sujeto que percibe, conoce, actúa, vive, en el mundo.

3. Son filosofías idealistas, según ellas lo interior al individuo (llámese "vivencia", experiencia vital, razón vital) es la realidad primera, radical e indubitable. Aun cuando no niegan la realidad del mundo exterior, la supeditan a la realidad primera del individuo: organizador intelectual y práctico de una realidad exterior que se le presenta problemática y caótica.

4. El hombre, para orientarse en el mundo, necesita "filosofar". La base de esta reflexión filosófica no es el conocimiento científico positivista sino la intuición que permite la experiencia vital del individuo situado en el mundo. El filosofar es una actividad eminentemente subjetiva, a partir de la premisa de que yo-soy-yo-en-el-mundo, un mundo al que debo darle un cierto orden para poder atribuirle sentido (sentido-para-mi).



LA SOCIOLOGIA FENOMENOLOGICA

La Fenomenológica es una sociología centrada en el individuo y su pequeño grupo de relaciones cara a cara más que en la sociedad global, y en las percepciones y conceptualizaciones que el individuo tiene y se formula del medio social que lo rodea, más que en la búsqueda de leyes generales y abstractas de la sociedad.

Existen dos perspectivas para ver la sociología fenomenológica: (a) en sentido estricto (Shutz), y (b) en sentido amplio (Interaccionismo Simbólico, Etnometodología y Teoría Dialéctica de la Construcción Social de la Realidad).

El tema de interés central de la sociología fenomenológica es el LEBENSWELT (mundo de vida, mundo vivido); este término, acuñado por Edmund Husserl, hace referencia a la dimensión socio-simbólica de la vida social que tiene que ver con la forma como cada individuo, subjetivamente, se relaciona con el mundo social (procesos económicos, de intercambio, jurídicos, formales de adquisición de conocimientos; instituciones escolares o de cualquier otra índole; procesos de búsqueda de poder, y, en general, todo aquello que está dado en la vida social); la categoría de "mundo vivido" (lebenswelt) abarca los juicios, categorías, valores que de alguna manera norman y regulan la propia vida personal.

La sociología fenomenológica en sentido estricto

Se atribuye a Alfred Schutz el carácter de fundador de la Sociología Fenomenológica; este notable pensador alemán retomó de la sociología comprensiva de Max Weber un principio metodológico básico de acuerdo con el cual

El objetivo de la sociología es comprender el sentido de la acción social, esto es, el sentido que los actores dan a sus acciones, sentido que está en directa relación con las acciones esperadas de otros actores

Siguiendo la línea de oposición al positivismo, desarrollada por los neokantianos y por Weber y Husserl, Schutz señala que el objetivo de la sociología no es formular leyes generales explicativas (según el modelo de las ciencias naturales) de las regularidades sociales, sino comprender (empáticamente, intuitivamente) la acción social. Los individuos buscan darle sentido a sus acciones y a las de sus "consociados" (personas con las cuales mantienen relaciones cara a cara) construyéndose así estructuras significativas, las cuales incluyen: (a) el significado que los individuos dan a sus acciones y la comprensión de ellas; (b) las interpretaciones de la conducta de los otros; y, (c) la autointerpretación de las acciones propias.

En consonancia con lo anterior, el propósito de esta sociología es descubrir los significados que los individuos dan a su acción, a su vida; reconstruir las construcciones subjetivas de los actores sociales, sacarlas a la luz utilizando los tipos ideales, contribución ésta que se debe a Max Weber, los cuales son de dos clases: (a) materiales que describen los principales rasgos observables de algún modelo de acción social (ejemplo: la burocracia, una noción formalmente establecida que consta de una jerarquía de cargos, reglas oficiales y tareas especializadas; y, (b) personales los cuales reconstruyen los significados que los individuos participantes dan a su acción y a la de sus "consociados" (ejemplo: las costumbres, aunque éstas existen en toda sociedad como una forma social, sólo se las puede comprender en términos personales, es decir, aclarando por medio de ejemplos concretos cómo ciertos tipos de conducta son sometidos a fuertes sanciones).

Aún cuando es de inspiración weberiana, entre la proposición de Schutz y la de Weber se puede identificar ciertos contrastes. Schutz propone una sociología del individuo mientras que Weber propone una sociología de lo individual, entendiendo esto último como lo singular, lo históricamente irrepetible.

Otro elemento de contraste es el papel que le atribuyen a la cultura; según Weber, los valores de la sociedad condicionan la acción individual; en cambio, Schutz minimiza el papel coercitivo de lo social sobre el individuo y concibe a los sujetos, sus interacciones y significaciones como la realidad social misma.

La sociología fenomenológica en sentido amplio

Esta se nutre, entre otras, de las siguientes corrientes: (a) el Interaccionismo Simbólico; (b) la Etnometodología; y, (c) la Teoría Dialéctica de la Construcción Social de la Realidad. A continuación se mencionarán algunos de los aspectos esenciales de las corrientes filosóficas que han nutrido la sociología fenomenológica en sentido amplio.

1. El Interaccionismo Simbólico

Esta postura sostiene que la interacción humana está mediada por símbolos (lenguaje, vestimenta, gestos, rituales); la forma como cada individuo se presenta a si mismo ante los demás es lo que constituye la realidad social y permite al sociólogo comprender el sentido que el sujeto da a su acción y a su mundo; finalmente, para comprender la simbología y el sentido de la interacción cara a cara, es menester una inmersión profunda en el mundo cotidiano de los sujetos de estudio, para esto el método idóneo, señalan los interaccionistas simbólicos, es la observación participante.

El primer proponente, gran teórico de esta escuela y quien inventó el término fue Herbert Blumer; éste señala que las premisas fundamentales del interaccionismo simbólico son: (a) los seres humanos actúan hacia las cosas sobre la base de los significados que éstas tienen para ellos; (b) el significado de tales cosas se deriva, o surge, de la interacción social que uno tiene con los demas; y (c) estos significados se manejan y modifican por medio de un proceso de interpretación que utilizan las personas al tratar con las cosas que encuentran.

2. La etnometodología

Este término fue acuñado por Harold Garfinkel para denominar a la metodología que los jurados utilizaban en el proceso de la toma de decisiones; el propósito básico de la etnometodología es descubrir el sentido oculto de las actividades cotidianas de los individuos; la interpretación de este término es análoga a la de otros de su misma especie como etnomedicina (medicina popular) o etnobotánica (botánica popular); de manera que, en principio, con la expresión etnometodología se hace referencia no a una disciplina en si, sino a un tema; en este caso el tema es la metodología seguida por los jurados en su proceso de toma de decisiones y que, por generalización, se extendió a la "metodología" que utiliza la gente común y corriente en la vida cotidiana cuando razona acerca de la socidad y sus obras.

Este interés por la oculta cotidianidad de la vida refleja el principio etnometodológico básico según el cual la organización social y la interacción que se da dentro de ella se basa en reglas y significaciones compartidas, de las cuales muchas veces la gente no tiene conciencia; esto tácito, usual, aquello que los individuos participantes dan por supuesto en su interacción es lo que constituye el más sólido sustrato -precisamente por su invisibilidad- de la realidad social.

Para intentar descubrir el sustrato de la realidad social, lo invisible de la interaccíon entre las personas, los etnometodólogos: (a) adaptaron las técnicas de investigación usualmente utilizadas por la etnografía (ciencia que estudia, describe y clasifica las razas o pueblos) para el estudio de las sociedades ágrafas (es decir, que no contaban con medios de escritura) al estudio de comunidades pequeñas y delimitadas dentro de sociedades complejas (hospitales, escuelas, parques públicos, cárceles); (b) desarrollaron la "experimentación etnometodológica" la cual consiste en irrumpir en situaciones de la vida cotidiana rompiendo las "reglas de juego", procurando con ello desconcertar a los participantes por medio de la negación de los supuestos tácitos que rigen tales situaciones; el desconcierto y la interacción desorganizada subsecuente permiten esclarecer cómo se construyen y mantienen las reglas de juego y las estructuras significativas en las situaciones normales.

3. La Teoría Dialéctica de la Construcción Social de la Realidad

El principio básico que sustenta esta teoría es que entre el individuo y la realidad social se da una relación dialéctica; el individuo (colectivo) crea la realidad social; pero, esta realidad social, objetivada, crea al individuo. La relación entre hombre (productor) y mundo social (producto) es dialéctica; hombre (no aislado sino en comunidades) y mundo social interactúan; el producto vuelve a actuar sobre el productor; la sociedad es un producto humano, es una realidad objetiva; así que el hombre es un producto social.

De acuerdo con la Teoría Dialéctica, tres son los procesos sociales que explican la vinculación Hombre-Sociedad: (a) externalización: existen pautas de interacción institucionalizadas de acuerdo con las cuales es esperable que el individuo se comporte en determinadas situaciones; conforman un orden social previo y superior al individuo actuante que éste da por supuesto; según esto, las conductas individuales serían externalizaciones de este orden social; (b) objetivación: cada individuo se enfrenta a conductas de otros actores y a reglas y significaciones institucionalizadas que, desde su perspectiva subjetiva, se le objetivizan como una realidad ante si mismo que le constriñe; y, (c) internalización: esta estructura social objetivada que los individuos no alcanzan a percibir como su creación colectiva se perpetúa -aunque también cambia- por medio de la internalización que cada quien hace de las reglas, pautas de conducta, tipificaciones e instituciones de la sociedad en que vive (la internalización, vista desde la perspectiva de la sociedad, es lo que se llama socialización).

Como síntesis, la convergencia de todas las fuentes filosóficas y antropológicas que le sirven de sustrato permiten afirmar que

la sociología fenomenológica se centra en el individuo y su pequeño grupo, actuante en un medio geográfico delimitado. Su intención fundamental es comprender cómo cada individuo hace para dar sentido a su vida y a su acción dentro del mundo concreto de relaciones cara a cara en que se desenvuelve.

Esas dos notas (el estudio del individuo y su pequeño grupo en medios geográficos bien delimitados y la captación y comprensión de las motivaciones que los individuos dan a sus acciones) van a tener sus respectivos correlatos en la investigación educativa cuando ésta se enfoque cualitativamente siguiendo una perspectiva etnográfica.

En efecto, la antropología tiene como propósito explicar las sociedades complejas estudiando aquellas más simples en las que, precisamente por su simplicidad misma, podrían encontrase más a la vista las estructuras y funciones de toda la sociedad.

Para el logro del anterior propósito fue que se desarrolló la etnografía la cual, entre otras cosas exige que el investigador se despoje de sus prenociones teóricas y culturales para que alcance mejores condiciones de abordar la sociedad que pretende estudiar. La línea del razonamiento es la siguiente: las nociones culturales, los modos de pensar y de juzgar que el investigador lleva de su propia sociedad "nublan" la visión del antropólogo, la idea de la etnografía es despojarlos de estos "cristales" culturales. De este modo, la etnografía plantea

el estudio de sociedades complejas abordando las sociedades más simples que la integran y que están alejadas social y culturalmente de las perspectiva del investigador.

Son estas dos características de la etnografía las que los sociólogos fenomenológicos adoptan para si y aplican al estudio y comprensión de las modalidades de la interacción cara a cara que se dan dentro de grupos pequeños geográficamente localizados y, por lo general, alejados de la posición cultural y social del investigador.

El propósito esencial de la sociología fenomenológica es: determinar el sentido de la acción social a partir de la vida cotidiana de los actores. Para lograr esto se considera que los métodos indicados son los etnográficos, los cuales permiten descubrir interacciones y categorías de pensamiento en grupos humanos de los cuales el investigador sabe poco o nada; lo que se busca es comprender cómo los actores dan un sentido, una lógica, un orden, a su vida cotidiana.

La Microsociología como contexto de los Métodos Etnográficos en la Investigación Educativa

La utilización de los Métodos Etnográficos para investigar en escenarios educativos está mediada por una Sociología de la Educación cuya preocupación dominante no sean los aspectos macroestructurales (formas de relación Escuela-Sociedad; vinculación del Sistema Escolar con el Mercado de Trabajo y las estructuras de poder), los cuales aluden cómo y por qué está pasando en la Educación; sino que fundamentalmente aborde aspectos microeducativos que tienen que ver cn el entendimiento del proceso mismo de la educación, vinculándose con la dinámica interna de las instituciones escolares, con la práctica educativa tal como la ejercitan los maestros y profesores, con las complejidades propias de las interacciones y negociaciones que se producen entre docente y alumnos en las actividades que cotidianamente se llevan a cabo en el aula de clases.

La incorporación de los Métodos Etnográficos se ve favorecida por una Sociología de la Educación que propicia la búsqueda de sus informaciones en el interior de la escuela, en la cotidianidad del salón de clases que es donde está "la verdadera acción" (Max Leffeld), donde realmente se producen todas esas cifras que colman los Boletines Informativos y Anuarios Estadísticos oficiales. Los procesos sociales que se producen en la escuela y, particularmente, en las aulas de clase no son capturables mediante técnicas meramente cuantitativas, sino que requieren la inmersión del investigador en los escenarios naturales donde tendrá la oportunidad de captar "los acontecimientos en pleno desarrollo" (Walter Martínez).



Los métodos etnográficos en la investigación educativa

La investigación en el ámbito de la educación es heredera del debate metodológico suscitado en los campos de la sociología y la antropología. En efecto, los abordajes metodológicos propuestos por la sociología fenomenológica a partir de su incorporación de los métodos antropológicos propios de la etnografía, insurgen contra los de la sociología clásica a los cuales se les considera insuficientes para "capturar el significado que los individuos dan a sus acciones".

Así que, al método hipotético-deductivo, de orientación cuantitativista, se le oponen los métodos etnográficos de orientación cualitativa, los cuales exigen: (a) la inmersión del investigador en la vida cotidiana de la comunidad estudiada; (b) el establecimiento preciso de los límites de la comunidad; (c) la observación intensiva de las modalidades de interacción; (d) la construcción de historias de vida; (e) la identificación de informantes claves; (f) el aprendizaje del idioma nativo y su interpretación como sistema de símbolos; (g) la descripción precisa y minuciosa de la organización espacial de la comunidad y de su sistema de intercambio de bienes, poder, prestigio; (h) el registro descriptivo de ritos, costumbres, herramientas y procedimientos; (i) la descripción de las formas como los miembros de la comunidad estudiada conceptualizan lo anterior. Todo esto queda consignado en una monografía a partir de cuya lectura se debe tener la sensación de HABER-ESTADO-ALLI.

Una de las notas de la sociología fenomenológica que va a tener un profundo impacto en la investigación educativa es la que tiene que ver con la delimitación de los escenarios en los cuales se va a estudiar la acción social de las personas. Efectivamente, extrapolar al medio escolar esta orientación sociológica que ubica sus estudios en "medios geográficos bien delimitados" hará que se considere como escenario natural del investigador educativo los ámbitos escolares pequeños y, en primera instancia, el aula de clases. Siendo este último ambiente un lugar de actuación privilegiada por parte del docente, resultan casi naturales las posturas que vinculan la docencia con la investigación y que han dado origen al muy interesante planteamiento de Stenhouse de "el docente como investigador".

De modo que la consideración de escenarios escolares pequeños en la investigación educacional de orientación cualitativa constituye uno de los rasgos que ella ha heredado de la antropología, particularmente de su vertiente etnográfica, cuyos métodos, cuando se aplican en el ámbito educativo consideran a la escuela, concretamente al aula de clases, como su escenario natural, porque es allí donde auténticamente se concreta el proceso educacional.

No obstante, la intención de los Métodos Etnográficos al penetrar en un microescenario escolar no es sólo hacer un análisis de interacciones (tipo Ned Flanders) y registrar la conducta del docente y la de los alumnos; el enfoque etnográfico va mucho más allá, y trata de comprender el significado, propósito e intención que los actores (docente y alumnos) imprimen a sus acciones.

El investigador educativo, cuando adopta una perspectiva etnográfica, se concentra en el estudio del acontecer cotidiano del aula de clases, tratando de descubrir los motivos, las intenciones y el significado que quienes actúan en ese escenario dan a todo aquello que hacen: estrategias de enseñanza y de evaluación; formas organizativas de las interacciones didácticas; lenguajes utilizados; y actitudes, entre otros aspectos.



REFERENCIAS

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EL AUTOR:

Fredy González

Instituto Pedagógico de Maracay

UPEL


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