UNA PEDAGOGÍA DIALÓGICA, AMOROSA Y CRITICA
-una reflexión pedagógica de procesos de lectura popular y comunitaria de la Biblia
en cuatro experiencias populares de Colombia-
Consuelo Arnaiz Pedrosa
(Cartagena de Indias-Colombia)
Elaborar una reflexión pedagógica significa sobre todo comprender una práctica educativa, en este caso, la práctica de Lectura popular y comunitaria de la Biblia, realizada por cuatro experiencias que tienen en común una historia compartida, que han transitado caminos comunes y han construido profundos afectos.
MI PROPIO CAMINO
Confieso que sólo en los años noventa, después de mucho tiempo trabajando en diversos proyectos de pastoral, animando grupos y CEBs, comencé a pensar en las Comunidades Eclesiales de Base como espacios de educación popular.
Hasta
ese momento la educación popular, los problemas pedagógicos, eran asuntos que
yo reflexionaba articulados a prácticas educativas en espacios formales e
informales, pero la catequesis, los círculos bíblicos, las CEBs, eran...otra
cosa.
No había
descubierto –aunque me sentía discípula de Paulo Freire!- la relación entre
teología y pedagogía.
No me había
dado cuenta claramente que la experiencia de las CEBs leyendo la Vida a la luz
de la Biblia, y la Biblia en contacto con la Vida era un auténtico proceso
pedagógico.
Ignoro si a
otras personas les ha pasado lo mismo. Para mí, este descubrimiento fue el
inicio de una etapa de mi vida muy enriquecedora. Experimenté una gran
necesidad de afinar las metodologías para que ese proceso fuera realmente
liberador, generador de profunda comunicación entre todas las personas
implicadas en la experiencia de comunidad.
El diálogo
entre pedagogía y teología se convirtió en un aspecto fundamental de los
procesos de acompañamiento a las Comunidades Eclesiales de Base. La dimensión
teológico/bíblica y la pedagógica se encuentran, y las CEBs crecen como lugares
de comunicación dialógica donde se comparten saberes y se produce conocimiento.
La reflexión
sobre las cuatro experiencias sistematizadas,
entendidas como hechos educativos –“Semillas del Reino”, “Caminos Bíblicos”, “Haciendo
crecer la Vida” y “Caminando con la Palabra de Dios en perspectiva Campesina”-, posibilita el descubrimiento de elementos
muy significativos que apuntan hacia la caracterización de una Pedagogía de la
lectura popular y comunitaria de la
Biblia con sujetos excluidos/excluidas:
·
Una Pedagogía que bebe en diversos manantiales.
·
Una Pedagogía que genera procesos de crecimiento
·
Pedagogía de la interculturalidad
·
Pedagogía con una intencionalidad ético-política
liberadora
·
Pedagogía generadora de transformaciones
·
Pedagogía holística
I. LOS MANANTIALES
La Pedagogía
como saber teórico sobre la educación se inspira en determinados referentes o corrientes
pedagógicas. Son manantiales diversos. Algunos se secan pronto, pero otros
perduran, adaptándose, en su discurrir, a nuevos cauces.
Aunque las
cuatro experiencias sistematizadas no inician su camino en los mismos años,
todas ellas tienen las mismas raíces y están influenciadas por las mismas
corrientes de pensamiento tanto teológicas como políticas: la teología de la
liberación, la vida religiosa inserta en medios populares, la lectura popular
de la Biblia, los estudios del evangelio. La toma de conciencia de la realidad
y la aspiración a un cambio de las estructuras injustas está en el horizonte de
todas ellas. Sin duda, esto va a ser
determinante en sus opciones pedagógicas y en las similitudes que presentan sus
prácticas. Las CEBs de Funsarep inician
a fines de los años 70. La Escuela Bíblica del Centro Cultural Popular
Meléndez, en 1985, (el CCPM había nacido en 1976); la escuela bíblica de Caldas nace en el año
1997, pero sus raíces están en el proceso bíblico de las comunidades cristianas
campesinas, que surgen en Colombia a finales de los años 70. Y Las Casitas
Bíblicas, si bien inician en 1993, tienen su origen en la experiencia de una
comunidad de religiosas inserta en barrios populares, que desde 1979 comienza a
“abonar el terreno”.
En
las experiencias sistematizadas aparece claramente la influencia de
pedagogos/pedagogas y de tendencias pedagógicas que se sitúan en la perspectiva
de los/las oprimidos/as o marginados/as de la historia. Que hablan desde los
Otros/Otras olvidados. “Desde el reverso
de la historia”. Beben, en el campo de la pedagogía, de los mismos manantiales conceptuales. Se
ubican en procesos de educación popular, fuertemente influenciados por las
pedagogías críticas, y muy particularmente, por la de Pablo Freire.
El proceso
pedagógico de estos cuatro procesos –como experiencias vivas que son- se ha ido enriqueciendo con las reflexiones
de la Educación Popular realizadas en los últimos años, a partir de las
profundas transformaciones políticas, socioeconómicas y culturales que han ido
aconteciendo: caída del muro de Berlín, globalización económica, desarrollo de
tecnologías informáticas, posmodernidad
e irrupción de nuevas mediaciones y sensibilidades.
La comprensión
del mundo se hace más compleja, más holística. Las miradas se amplían. Los
grandes relatos estallan en mil fragmentos, y fluyen incontenibles las pequeñas
narraciones desde la cotidianidad de los sujetos y sujetas.
De
igual manera, las lógicas discursivas se nutren de múltiples aportes, no sólo
el de la racionalidad. Las emociones, los afectos, las dimensiones artísticas, son reconocidas
igualmente como fuentes de conocimiento.
Por eso, en Las
Casitas Bíblicas pueden afirmar que “hay
muchas puertas de entrada (al texto bíblico), como el juego, la inducción, el
cuento, la poesía, y hay unas llaves como la ternura, la proximidad, o sea,
nosotros, irnos acercando más, ir entrando en la parte vivencial...”1
Entre
las tendencias de la pedagogía crítica, Paulo Freire es, sin duda, el pedagogo
más significativo para estas experiencias de lectura popular de la Biblia.
“Nadie se educa solo, nadie educa a nadie: nos
educamos juntos, mediados por el mundo”, dijo el
maestro. Esto se hace realidad en la lectura popular y comunitaria de la Biblia
en las escuelas bíblicas, en las CEBs y en Las Casitas. Son prácticas y
procesos donde las palabras y saberes de todos y todas las participantes entran
en diálogo, desde las experiencias de vida compartidas.
En los
manantiales de los que se nutren estas experiencias se aprecia claramente una
pedagogía de género, especialmente en la importancia que se le da a las
relaciones, a los relatos y a las
experiencias de vida. En esta pedagogía la fraternidad/sororidad, la
solidaridad y la narración de historias son elementos fundamentales. Esto es
muy evidente en la experiencia de la Escuela del Centro Meléndez, donde las
mujeres, desde la lectura de relatos bíblicos de mujeres del antiguo y Nuevo
Testamento, desde sus vivencias y
resistencias hechos con mirada de mujer, dan testimonio de la transformación de
sus propias vidas. También las CEBs de
Funsarep afirman que, a partir de la lectura hecha desde los cuerpos de las
mujeres bíblicas, se ha desatado un rico proceso de creación de relatos
propios, de poesía, plegarias, que expresan la vida, alegrías y frustraciones
de las mujeres populares.
II. PEDAGOGIA DE LA LECTURA POPULAR DE LA BIBLIA: UNA RELACION
QUE GENERA CRECIMIENTO
Nos complicamos mucho la vida al
hablar de pedagogía.
Y no es que no sea un campo
importante del conocimiento: lo es, ciertamente. Pero las cosas se hacen muy
claras si pensamos que la pedagogía es
ante todo una relación.
“Lo pedagógico
se refiere a relaciones sociales ocurridas al interior de cualquier actividad
educativa” afirma Marco Raúl Mejía2.
Con Paulo Freire hemos comprendido
que esa relación puede ser liberadora, si genera
·
capacidad de decir “la propia palabra”
·
autonomía y empoderamiento de las personas o sujetos
participantes.
·
transformaciones de las realidades sociales y
culturales
Pero esa relación también puede:
·
hacer una transmisión acrítica de conocimientos.
·
afirmar dependencias
·
legitimar situaciones injustas
¿Que relación
pedagógica acontece en las experiencias de lectura bíblica comunitaria
sistematizada?
En la LCPB acontece una relación
entre sujetos diferentes,
entre culturas diferentes.
Es una relación marcada por la
interculturalidad.
Es también una relación con la
realidades cotidianas.
Y es una relación muy particular con
los textos bíblicos.
Las
desigualdades –no las diferencias, que son enriquecedoras- en el campo de la
pedagogía, como en cualquier otro campo, han sido socialmente construidas.
De este modo,
los espacios educativos son en muchas ocasiones lugares generadores de
relaciones de desigualdad o dominación: el que sabe/ l@s que no saben. En la
práctica educativa, estas desigualdades, que se derivan de un orden social
jerarquizado, dan origen a relaciones de poder asimétricas.
Esto también es
cierto para los procesos comunitarios de
educación bíblica y teológica. También ahí se expresan y reproducen relaciones
pedagógicas de dominación, jerarquizadas, así se esté afirmando
–paradójicamente- que el reino de Dios es de hermanos y hermanas, fraterno y
solidario.
La relación que
se descubre en las experiencias de LCPB es
ante todo una que genera crecimiento
en las personas participantes. La razón es que las diferencias en el terreno de
los saberes no se convierten en desigualdad, sino que, por el contrario, hay
una profunda atención y respeto hacia los saberes y experiencias de cada persona. Así confluyen
elementos culturales propios de tradiciones de la religión popular con saberes
teológicos más elaborados. Explicaciones de los fenómenos sociales muy diversas
y diferentes formas simbólicas de sentir y expresar la realidad y la
experiencia de Dios. Con este bagaje se aproximan al texto bíblico para
preguntar, sospechar, interpretar, escuchar la voz de Dios que se deja oír a
través de múltiples lenguajes, aunque siempre desde el lugar de los oprimidos y
oprimidas.
III. PEDAGOGIA DE LA INTERCULTURALIDAD
La
interculturalidad es una dimensión fundamental en los procesos educativos
auténticamente transformadores.
El hecho
educativo convoca a diversas personas con diferentes conocimientos y
saberes. La vivencia de la
interculturalidad en el hecho educativo supone una comunicación profundamente
dialógica en la cual todos los saberes valen: todos saben, aunque no tod@ss
sepan las mismas cosas. En la tensión de
esa dinámica comunicativa, vivida con profundidad y respeto, surgen, desde la
riqueza de las múltiples experiencias de vida, nuevos conocimientos y se
reivindican aportes originales y creativos.
Para Paulo
Freire, el diálogo es una práctica fundamental en el hecho educativo. En
realidad, lo considera el eje central del proceso del conocimiento. Pero se
trata de un diálogo que posibilita la expresión del saber de cada persona,
nunca de un ejercicio de dominación por parte de cualquiera de los/las sujetos
implicados. “El diálogo –afirma- es el
encuentro amoroso de los hombres que, mediatizados por el mundo, lo
´pronuncian´, esto es, lo transforman, y transformándolo lo humanizan” 3
En las
prácticas de Lectura comunitaria de la Biblia sistematizadas se encuentran
estos ricos procesos interculturales, expresados en diversidad de sujetos,
lugares y prácticas:
·
Sujetos
diversos/saberes diversos:
-niños, niñas y
adolescentes.
-jóvenes
-personas
adultas
-adultas
mayores.
-mujeres y
hombres
-negros y
negras
-campesinos y
campesinas
-pobladores/as
urbanos/as
-personas con
formación académica diversa: estudios universitarios, estudios básicos,
analfabetas...
Todos ellos y
ellas, desde sus experiencias y saberes específicos desencadenan verdaderos
procesos comunicativos en los que convergen muy diversas miradas sobre la realidad,
lógicas diferentes y elaboraciones teológicas que expresan múltiples maneras de
vivir la experiencia religiosa. Esta interculturalidad es compleja; produce
tensiones creativas, generadoras de nuevos conocimientos, a través de procesos
que articulan los diversos saberes, sin yuxtaponerlos de modo jerárquico.
·
Lugares
–escenarios- diversos de encuentro, que de alguna manera condicionan las
prácticas:
-el campo y la
ciudad
-el barrio
popular, y en él los patios, las
casas...
-los centros
comunitarios y las parroquias
l-as CEBs y los
grupos bíblicos.
Los lugares
en que transcurren las prácticas
educativas de lectura comunitaria y popular de la Biblia son escenarios simbólicos,
que aportan significados a las experiencias. Así, las “casitas bíblicas” son
más que la casa que acoge al grupo que
lee la Biblia. Hacen referencia a un modo de ser, de sentir y de obrar. Son
lugares donde se comparte la palabra, el amor, la comida, los proyectos de
vida. La casita es lugar de espiritualidad donde se aprende a amar a Dios y a
disfrutar de la ternura y misericordia que nos brinda.
Y
los”patiecitos bíblicos” son esos lugares privilegiados de comunicación e intercambio de la familia
en la cultura caribe, en los que niñas y niñas descubren sus derechos y conocen
a Jesús.
Es muy grande
la riqueza simbólica de los escenarios donde transcurre la lectura bíblica!.
Entre estos
escenarios destaca la vida cotidiana. La cotidianidad se constituye en un
espacio pedagógico privilegiado, en el que las personas descubren y
experimentan la manifestación de Dios en la práctica de lectura comunitaria de
la Biblia. Es precisamente esa atención a la cotidianidad la que permite ir a
los detalles, ver lo pequeño, lo escondido, lo que siempre ha estado invisible,
según el testimonio de Las Casitas Bíblicas de Bogotá.
·
Prácticas
educativas igualmente diversas, que también tienen connotaciones pedagógicas:
En el ejercicio
de la LCPB confluyen prácticas metodológicas diversas, como:
talleres
-reuniones de
CEBs y de grupos infantiles
-cursos
bíblicos
-encuentros
-clases
-actividades
artísticas: murales, danza, poesía...
-creaciones
artesanales
-producciones
temáticas
-celebraciones
simbólicas...
Las lógicas que
atraviesan estas prácticas acercan y articulan dimensiones de la racionalidad,
emociones, vertientes artísticas, expresiones estéticas... Y de esta manera,
los sentimientos, la corporeidad, las emociones se constituyen en fuentes de
conocimiento.
IV. UNA PEDAGOGIA CON UNA INTENCIONALIDAD
ETICO-POLITICA TRANSFORMADORA Y LIBERADORA
Hace referencia
al “hacia dónde” de las prácticas. ¿Qué se busca con esos procesos educativos
de LPCB? La respuesta es muy clara: las cuatro experiencias sistematizadas
buscan llevar a cabo procesos formativos que construyan vida en la comunidad, y
que sean fuente de dignidad para los/las
marginados y excluidos/as.
Las transformaciones que se generan a partir de la lcpb
Según algunos
teóricos como Henry Giroux, Paulo Freire, y otros y otras, una práctica
pedagógica crítica produce transformaciones, no sólo en el campo teórico, sino
en la vida de las personas y de las sociedades.
“La lectura de la Biblia nos ha cambiado la vida”4, afirma una
mujer de las Comunidades Eclesiales de Base.
En verdad, la
práctica pedagógica de la Lectura Popular de la Biblia, en estas 4
experiencias, ha generado importantes transformaciones personales, comunitarias
y en la manera de entender la realidad socioeconómica y política.
El horizonte
ético-político propio de la Educación Liberadora de Paulo Freire sigue estando
vivo en las diversas prácticas. Implica –sigue implicando- una postura crítica
frente a una sociedad y una cultura tejida con puntadas de discriminación,
exclusión y subordinación de los sujetos y sujetas populares.
Por otra parte,
constato que las cuatro experiencias son dinámicas. Ninguna se estanca o
rutiniza. Todas ellas devienen atentas a los nuevos paradigmas, a los “signos
de los tiempos”. Las diferentes metodologías implementadas, los lenguajes
utilizados, la capacidad de captar las nuevas sensibilidades y mediaciones para
el análisis de la realidad, las diversas formas de aproximarse a los textos
bíblicos, son expresiones de una
pedagogía transformadora.
Algunas
transformaciones significativas que surgen de estas prácticas educativas de la lectura
comunitaria y popular de la Biblia son:
·
personas
críticas, personas que sospechan
Esta es una transformación muy significativa
que se produce sobre todo en las mujeres que leen la Biblia en la Escuela de
Centro Cultural Meléndez y en las Cebs de Funsarep. Desde las experiencias de
las mujeres urbanas de barrios populares, desde sus búsquedas de emancipación
subjetiva y social, las mujeres “sospechan” de textos bíblicos que las
invisibilizan o condenan. Desde sus propias vivencias, las mujeres preguntan,
cuestionan, critican el texto bíblico. Y experimentan que esa lectura con
mirada de mujer, hecha en comunidades de mujeres, transforma su forma de
percibir-se, de sentir y pensar como mujeres. Interesante esa “pedagogía de la
sospecha” que posibilita develar el transfondo patriarcal de muchos textos!
·
nuevas
relaciones de poder
Estas prácticas
realizadas en el marco de la interculturalidad,
generan significativas transformaciones en el concepto y el ejercicio
del poder. El poder es algo que se construye en la misma práctica educativa, a
partir de las nuevas relaciones que se establecen entre las personas. Creo que
Carlos Rodríguez Brandão expresa muy
bien este nuevo concepto de poder: se trata –en sus palabras- del
poder de crear y desarrollar entre sí
relaciones no dominadoras.
·
nueva relación
con el texto
La búsqueda de
una vida digna en una sociedad incluyente para las mujeres, las niñas y niños,
los campesinos y campesinas, los/las afrocolombianos, marcan la relación de las
personas con el texto bíblico. En ningún caso es un acercamiento neutro. Me
gusta la forma como expresa esta experiencia Danilo
Streck hablando de la relación teología/pedagogía: “La teología no se hace sólo en los
escritorios, sino que brota de la reflexión que el pueblo de Dios hace en su
jornada de liberación. Y eso es un proceso pedagógico. Enrique Dussel llega
incluso a definir la teología como una pedagogía. Ella enseña, según Dussel, a
partir del Otro (y de la Otra) –para el caso el marginalizado por el sistema
dominante- acerca de la invasión de la historia por el reino de Dios”.5 De igual
manera, en la lectura comunitaria de la Biblia, en el estudio de la Biblia en
las escuelas bíblicas, en la relación con los textos, los/las sujetos populares descubren a Dios en
sus procesos liberadores. Y esa es, ciertamente, una experiencia pedagógica.
·
nuevas
comprensiones de la realidad
Pero
además, estas experiencias ayudan a las personas participantes a comprender la
realidad de una manera crítica y a entender los mecanismos de dominación que
mantienen a la mayoría de los seres humanos en una situación de indignidad. Los
procesos pedagógicos que se desarrollan en las experiencias sistematizadas
posibilitan dar nombre al modelo de sociedad que se busca, aquella en que el proyecto de Dios
pueda ser realizado, una sociedad, como se expresa en algunas de las cartillas
producidas “justa, respetuosa de la diversidad, armoniosa y participativa,
donde todos y todas podamos compartir los bienes de la Tierra, ser solidarios y
solidarias, respetarnos y ser capaces de amar”6.
Cuando el texto
publicado por la Escuela Bíblica de Caldas habla de los impactos en la realidad, dice que uno de ellos es un
aprendizaje crítico y pedagógico, y afirma que “la lectura Popular y Comunitaria de la Biblia ha desencadenado una
dimensión de aprendizaje crítico acerca de la realidad y de los textos
bíblicos, en una perspectiva metodológica y pedagógica.”
VI. PEDAGOGIA HOLÍSTICA
Descubro en los
relatos una pedagogía abierta a la vida en sus múltiples dimensiones. Una
pedagogía articuladora, que supera los dualismos, que no divide la realidad en parcelas, sino
que establece relaciones fecundas y nos
hace sentir que todo tiene que ver con todo: la palabra y el silencio, la razón
y las emociones, lo individual y lo comunitario, lo masculino y lo femenino, el
trabajo y el descanso, la lucha y la fiesta, la tierra y el cielo...
Particularmente
interesante en este sentido es la referencia que hace la experiencia de la
Escuela Bíblica de Caldas7 a la lectura
bíblica hecha en las escuelas bíblicas campesinas. En esta lectura hay
encuentro con Dios, con la vida, con la realidad, la comunidad, con las demás
personas, con la Biblia. Pero también con la naturaleza, la tierra, la mujer y
el hombre. En esta práctica hay estudio, entrega, oración, fiesta, celebración,
servicio, alegría, compromiso, esperanza y solidaridad, y cada persona enseña y
aprende.
Las
experiencias revelan una búsqueda de nuevos referentes y lenguajes que permitan
la expresión de una nueva visión del mundo, más integradora, que posibilita
descubrir los múltiples aspectos de la realidad al mismo tiempo, como si de una
piedra preciosa de muchas caras se tratara...
La lectura
bíblica comunitaria enriquece este proceso con múltiples perspectivas y miradas;
perspectivas plurales, pero a la vez convergentes, pues todas ellas se
identifican en la construcción de vida y dignidad para las personas y para la
Tierra, amenazadas por la exclusión y la destrucción indiscriminada.
Es una forma de
conocer la realidad que nos implica profundamente: la realidad está en nosotros
y nosotras, somos nosotros; y nosotros, nosotras estamos en la realidad.
PARA TERMINAR...
Entrar en
relación con los cuatro textos que hacen parte de estas experiencias
sistematizadas, supone un encuentro muy rico con personas, lenguajes, lugares y
prácticas, pero sobre todo con historias de organizaciones y personas que
construyen proyectos, transforman
relaciones y realidades, y gastan sus vidas al servicio del evangelio.
Alrededor de estas organizaciones y personas crece la alegría, la dignidad, la
ternura, la paz, la justicia, la esperanza, la solidaridad y sororidad.
Por eso creo
que si alguna característica puede
identificar estos procesos pedagógicos podría ser la construcción de vida.
Nuestra pedagogía, la que alimenta estas experiencias, es una Pedagogía de y
para la Vida, dialógica, amorosa y crítica.
BIBLIOGRAFIA
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-Revista
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1 SEMILLAS DEL REINO. Casitas Bílbicas en el Sur de Bogotá. Una
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2 MARCO RAUL MEJIA, Tecnología,
Globalización y Reconstrucción de la Educación Popular, en Educación Popular:
identidades diversas, CELADEC, Cuadernos de Estudio 37, Bogotá 2003, Pag. 43.
3 PAULO FREIRE, ¿Extensión o Comunicación? La concientización en el
medio rural, Siglo XXI, México, 1993.
4 HACIENDO CRECER LA VIDA, Lectura comunitaria de la Biblia en las
Comunidades Eclesiales de Base de Funsarep 1978-2003, Editorial Códice, Bogotá
2004, pag. 32.
5 DANILO STRECK, Corrientes Pedagógicas, Aproximaciones entre Pedagogía
y Teología, CELADEC, San José, 1994,
pag. 24.
6 HACIENDO CRECER LA VIDA, Pag. 23
7 CAMINANDO CON LA PALABRA DE DIOS EN PERSPECTIVA CAMPESINA. Escuela
Bíblica de Caldas, Antioquia,, 2004
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