IDENTIDAD LATINOAMERICANA COMO CHAKANA EN EL
MARCO DE LA FILOSOFÍA
INTERCULTURAL
DESDE JOSEF ESTERMANN
Edward F. Morón Tone
Profesional en
Ciencias Filosóficas Seminario Misionero San José
Lima, Perú edwardfreddy@gmail.com
RESUMEN
El presente ensayo –que pretende
ser un proyecto cultural socio-político– postula
la identidad de América Latina desde una categoría andina,
a saber, chakana („puente
cósmico‟). El
estudio
se realiza en
el horizonte
de la filosofía intercultural
(forjada
inicialmente por Raúl Fornet-Betancourt), específicamente desde el autor Josef Estermann,
quien ha mostrado un profundo interés por la cuestión del diálogo intercultural entre Andes
y Occidente. Además, se recurre a autores como Javier Lajo y
Mario Mejía Huamán para profundizar en el concepto andino de chakana.
Dilucidar interrogantes como: ¿en qué consiste la identidad latinoamericana?, ¿cómo debe concebirse?, ¿por qué hablar de
identidad latinoamericana
hoy?, son las principales preocupaciones del presente
trabajo. Luego de algunas reflexiones, el autor termina
señalando ciertas consideraciones
con respecto al
hecho de asumir la identidad
latinoamericana postulada.
Palabras
clave: identidad,
América Latina, Chakana, filosofía
intercultural.
ABSTRACT
This essay, that pretends to be a social-political cultural project, postulates the identity of Latin America from an Andean category, namely, chakana („cosmic bridge‟). The study is done into the horizon of the intercultural philosophy (initially forged by Raúl Fornet- Betancourt), specifically
from the author Josef Estermann, who has showed deep interest
regarding the question of the intercultural dialogue between Andes and Western world.
Besides, it uses authors as Javier Lajo and Mario Mejía Huamán to deepen the Andean concept of chakana.
To elucidate questions such
as:
What is the Latin American identity based
in? How
does it has
to be conceived?
Why do
we talk about
Latin
American identity?, is the main worry of
this essay. After some
reflections, the author finishes pointing some considerations related to the act of assuming
the Latin-American identity
postulated.
Keywords: Identity, Latin
America, Chakana,
intercultural philosophy.
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Introducción
En el contexto de
las problemáticas actuales planteadas desde suelos latinoamericanos se trata de dar argumentos de por qué es necesario ofrecer un aporte
sobre uno de los temas
que, si bien es cierto hoy en día tiene buena acogida, también corre el riesgo de ser diluido
entre otros muchos temas hasta el punto de
ser olvidado. Tal es el caso o situación de la
identidad latinoamericana.
No
cabe
duda que perspectivas de estudio tales como lo son la globalización, la
integración cultural, el
pensamiento mestizo, la postmodernidad, los estudios
culturales (o estudios
subalternos), la postcolonialidad y
la
decolonialidad hacen alusión de una u otra forma, directa
o indirectamente, al problema de la identidad de Latinoamérica. Estas evidencias hacen
que sea de capital importancia detenernos a considerar
nuevas formas
de
pensamiento e interpretación de la realidad latinoamericana, para así responder a exigencias actuales en el marco de
la transdisciplinariedad propuesta
tantas veces desde
los horizontes de investigación ya mencionados,
de modo que ayuden
a
resolver
la cuestión de
la identidad latinoamericana.
1.
Marco
histórico
Es innegable que el Ariel de José Enrique Rodó marca un hito en la tradición del
pensamiento de América Latina. Trabajo que consideramos „puerta‟
que da paso al siglo
XX,
en cuanto a ejercicio del filosofar
latinoamericano se refiere, denominado de
diversas formas: arielismo (Leopoldo Zea,
Eduardo Devés Valdez), antipositivismo (Pablo
Guadarrama), nuevas generaciones (Carlos Beorlegui); en fin, cuya
preocupación central será
la búsqueda de la identidad, lo que, asimismo, va a constituir un periodo en la historia de
las ideas denominado por
algunos como
“giro
identitario”.
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Pensadores como José
Vasconcelos1,
Antonio Caso2,
Pedro Henríquez Ureña3, Leopoldo
Zea4, Francisco Miró Quesada5, Ernesto Mayz Vallenilla6, Roberto Fernández Retamar7,
por citar algunos, han sido quienes de manera específica trataron el tema de la identidad latinoamericana o, en todo caso, sus escritos muestran una clara preocupación por ese
problema.
¿Cuál es, en qué consiste y
cómo debe concebirse la identidad
latinoamericana? He aquí
nuestro interés fundamental.
Sobre
todo cuando evidenciamos, en
la
actualidad, que América Latina está pasando por momentos de gran relevancia e interés mundial, desde aspectos políticos y
económicos hasta cuestiones de lucha social y afán integracionista. Lo que fácilmente nos lleva a plantear preguntas como: ¿es posible postular una identidad
para América Latina?, ¿por qué hablar de identidad latinoamericana hoy? Interrogantes estos que harían nuestra tarea sumamente
exhaustiva
si no
tuviéramos en cuenta el marco referencial
en el que ha de circunscribirse
el presente estudio:
la filosofía
intercultural.
2. La filosofía intercultural
1 José Vasconcelos (1882-1959): filósofo mexicano, autor de La raza cósmica.
2 Antonio Caso (1883-1946): filósofo mexicano, fundador del Ateneo de la Juventud con José Vasconcelos. Su
máxima obra es La existencia como economía, como desinterés y como caridad.
3 Pedro Henríquez Ureña (1884-1946), estudioso y crítico dominicano, autor de La utopía de América.
4 Leopoldo Zea (1912-2004): filósofo mexicano, considerado uno de los forjadores de la filosofía de la
liberación. Entre sus obras figuran El positivismo en México: nacimiento,
apogeo y decadencia, La
filosofía americana como filosofía sin más y América como conciencia.
5 Francisco Miró Quesada (1918): filósofo y periodista peruano. En 1990 fue elegido presidente de la
Federación
Internacional de Sociedades de Filosofía. Sus obras más conocidas son Despertar y proyecto del
filosofar latinoamericano y Proyecto y
realización del filosofar latinoamericano.
6 Ernesto Mayz Vallenilla (1925): filósofo venezolano, autor de El problema de América.
7 Roberto Fernández Retamar (1930): poeta cubano nacido en La Habana. Autor del ya famoso y citado ensayo Calibán, tantas veces reeditado.
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Como afirma el profesor Estermann: “[la filosofía intercultural] es una
necesidad global a comienzos del tercer milenio de la era cristiana. Sólo mediante múltiples diálogos (es decir:
„polílogos‟) podemos evitar
conflictos y guerras entre etnias y culturas”8.
Antes de aproximarnos a uno de los conceptos o categorías de la „filosofía andina‟,
es preciso romper con el eurocentrismo y
occidentalismo implícitos en la misma definición y delimitación de lo que se considera „pensamiento filosófico‟ o „filosofía‟ a secas.
Y, aunque la postmodernidad critica
parcialmente
también el discurso eurocéntrico racionalista de
Occidente presenta falencias
en cuanto
al carácter
epistemológico, porque
igualmente
responde
a un contexto determinado: Europa occidental9.
Recurrimos, por evitar esas perspectivas contextuales, a
una filosofía intercultural como enfoque, manera de ver, actitud de compromiso. Máxime, cuando el presente trabajo pretende justificar la identidad
latinoamericana desde una categoría andina: chakana.
Desde
estos argumentos
explica
Estermann que la filosofía intercultural
no se comprende como una corriente entre muchas otras sino ante todo como una cierta
manera alternativa de hacer filosofía. Su tema principal es la interculturalidad,
esta relación
sui generis entre culturas diferentes. Por lo tanto, no pretende sustituir a
las
filosofías
contextuales o inculturadas por una filosofía supra-cultural, sino articularlas de una manera
no-reduccionista, ni hegemónica10.
De modo
que una de las funciones
primordiales
de la
filosofía intercultural es la de
articular las formas de expresión del pensamiento, modular distintas manifestaciones culturales y
8 Como afirma Estermann: “Hablar de un „polílogo‟ significa que no se trata de una bidireccionalidad del encuentro en el que la tradición occiental fuera nuevamente el único punto de referencia, sino de una multidireccionalidad. Se trata de una
diversidad (poly) de racionalidades o logoi que entran en contacto, sin la
dominación por el logos greco-occidental”.
En ESTERMANN, Josef, Filosofía Andina:
Sabiduría indígena para un mundo nuevo, 2ª ed. ISEAT, La Paz,
2006, p. 7.
9 La crítica de términos como „Occidentalocentrismo‟ y „Eurocentrismo‟ ha sido realizada inicialmente por
pensadores como el economista neo-marxista Samir Amin y
el filósofo de la liberación Enrique Dussel.
10 Op. cit. p. 36.
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reconocer en
ese
“inter”, es decir,
en
el polílogo o intercambio
dialógico unos “invariantes
humanos”, sin los cuales –afirma
Estermann– una convivencia pacífica
entre
las culturas es
de facto imposible.
Lo que pretendemos articular aquí es la realidad de la identidad latinoamericana (ya complicada de por sí) con lo que mienta el concepto andino de chakana. Para
lo cual iniciaremos
por describir el significado del
término de raíces
quechua y aimara.
3. Significado
de
„chakana‟
Siguiendo investigaciones de autores como Javier Lajo, Mario Mejía Huamán o Josef
Estermann, tenemos que el vocablo compuesto quechua chakana viene del verbo chakay
que significa “cruzar”, “trancar la puerta
o entrada”, más el sufijo obligativo –na que le
convierte, añadido
a un
radical verbal, en
sustantivo. Chakana
entonces es el
“cruce”, la
“transición”
entre
dos puntos, el “puente” como nexo entre
dos regiones. Chaka (en quechua) también significa “pierna” o “muslo” (en aimara es chara), el “puente” descansa sobre dos “piernas”
(pilares), Chaka en aimara
es
el “puente”. Además, chakana significa
escalera, esto es, lo que
une dos puntos (es conocido el término tawa chakana, que significaría cuatro
escaleras o
cruz escalonada). En este
último
sentido, chakana significa
puente a lo alto o grande, cruce superior o,
simplemente, puente cósmico.
3.1 El universo como “casa”
Para
tener una idea de las constelaciones principales en la “cosmovisión andina”, se puede
estudiar el Altar Mayor de Qorikancha, como fue dibujado y descrito por Joan de Santa
Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1613). La representación gráfica del universo –el famoso dibujo cosmológico o cosmogónico– tiene la forma de una casa, indicando de
esta manera la convicción andina de que todos/as
y todo pertenecen a una sola familia bajo un
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solo techo. Fuera de la casa (universo o pacha11), no hay nada; y dentro de ella, todo está
relacionado a través de los
ejes “espaciales” arriba/abajo y derecha/izquierda.
Llama la atención que
en
el cruce de estos dos ejes, en el centro
del
dibujo (o de la casa), encontramos una chakana (puente) de cuatro estrellas en forma de
una cruz que se dirigen a
los cuatro puntos cardinales de
la casa12.
“La chakana entonces es el „punto de transición‟
entre arriba/abajo y derecha/izquierda; es
prácticamente el símbolo andino de la relacionalidad del todo”13. Lo vertical nos indicaría
la escala de la “polaridad” entre lo grande (makron) y
lo pequeño (mikron); es la
representación de la oposición relacional de la correspondencia. Por su parte, lo horizontal
es
la escala que nos indicaría la polaridad entre lo “femenino”
(izquierda) y lo “masculino” (derecha); es
la representación de la oposición relacional
de la complementariedad.
La chakana (puente
cósmico) es, pues, el punto de
transición, pero también el elemento de
conexión (elemento relacional) entre los principios de correspondencia (vertical) y complementariedad (horizontal). “Evidentemente, el cruce de estas dos „zonas de transición‟,
con
la forma de una cruz, es una chakana muy especial y tiene la función
primordial de
„relacionar‟”14.
3.2 Chakanas filosóficas
11 Pacha: espacio-tiempo, universo, cosmos; es decir, la totalidad de la realidad existente. Lo que significa que
pacha no se reduce al solo concepto de tierra como usualmente se cree.
12
Altar Mayor de Qorikancha y
Chakana.
13 Ibídem p. 170.
14 Ibídem p. 181.
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Los principios
“lógicos” andinos –señala
Josef
Estermann– subrayan
la “relacionalidad” del todo,
la existencia de nexos entre todos los fenómenos
y elementos de pacha. El problema principal de la tradición occidental consiste
en “mediar” o “relacionar” entidades y
campos
ontológicos separados y desligados a priori, sobre la base de los principios lógicos de la
no-contradicción y
del
tercer excluido. Sobre todo este último es un obstáculo muy
serio
para poder tender un “puente” desde un extremo
al otro;
este “puente” (mediación,
relación, nexo) justamente es el tertium que, en el fondo, no puede existir (non datur). Para la
filosofía andina (en especial la pachasofía15), el “puente” (chakana)
tiene, en cierto sentido,
“prioridad
ontológica” con respecto a los extremos conectados o relacionados.
Así tenemos que chakana, además de ser símbolo, es realmente lo simbolizado, o sea, “puente”, lo que “con-centra” y
“une” y, por ende, un canal importante de “conocimiento”.
En el pensamiento andino, “conocer algo” significa primordialmente realizarlo celebrativa
y simbólicamente.
Como subraya el pensador suizo: Todos los fenómenos de transición, por
su precariedad y peligrosidad, merecen
una
dedicación ritual y ceremonial especial
por parte del
ser humano. Fenómenos de transición a nivel individual (personal), a nivel colectivo y
cósmico. Tenemos,
por ejemplo,
a propósito
de chakanas principales de correspondencia: la lluvia, la nube, el arco iris (símbolo universal de
relación cósmica), el rayo, la
neblina, las cumbres,
los nevados, el cóndor, la alpaca, la pachamama y el mismo runa/jaqi
andino16.
4. La condición latinoamericana
Para
justificar nuestra tesis necesitaremos realizar una salvedad de orden histórico-
geográfico,
sobre todo si pensamos en los distintos nombres que
se han postulado (o,
mejor,
15 Pachasofía: neologismo quechua/aimara-griego utilizado por Fernando Manrique Enríquez, que traduce
cosmología andina.
16 Runa/Jaqui andino: términos quechua y
aimara que significan ser humano, pero no visto como mero sujeto, sino como parte integrante, integral e
integrada de pacha.
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impuesto)
para esta parte del globo terráqueo: América, Nuevo Mundo, Las Indias; más
aún en el caso particular del subcontinente:
América Latina, Latinoamérica, Indoamérica,
Hispanoamérica,
Amerindia, entre otros.
Debido al singular proceso de colonización y de constitución del proyecto de Estado- Nación en América del Norte y a su situación actual con respecto a Latinoamérica, es que
sólo tomaremos para nuestro estudio y propósito
la segunda región mencionada. Más
todavía si se tiene en cuenta el curso distinto de la historia de la segunda región con relación a la primera, si consideramos a Estados Unidos y
Canadá como una especie de
prolongación homogénea de la cultura occidental europea y
de afán expansionista-
dominador, sobre todo del
primero.
Entonces, nos quedamos con lo que se
nos ha enseñado a llamar generalmente como
América Latina o Latinoamérica (incluyendo el Caribe, claro está), no sin antes mencionar los aportes significativos de
la crítica postcolonial
y de
los estudios culturales.
Fue a partir de 1492 que las distintas culturas en esta parte del mundo se comienzan a sentir
–quizá sin saberlo– hermanadas por un proceso de transformación cultural abrupto, pero
común: la colonización y
sus consecuencias, a partir del mal llamado “descubrimiento de América”17.
En todo caso, no se puede soslayar fácilmente el hecho de que el proceso haya sido (y siga siendo) doloroso. ¿Qué proceso? El que
se generó desde el encuentro (¿o más bien
intromisión unilateral?) entre dos realidades culturales distintas. Europeos por un lado y, del otro, culturas diversas que no hacían otra
cosa
que coexistir entre sí.
Pero, dijimos, dos realidades culturales distintas. En todo caso, habría
que denominar o procurar
denominar a ambas, al menos a partir
de la dimensión geográfico-cultural: está claro que la primera es
Europa, pero, ¿a la segunda cómo la llamamos?, ¿bajo qué término nativo podríamos
nombrarla, si es posible?
17 Confrontar el texto de Walter Mignolo La Idea de América Latina.
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Sin duda, no podemos señalar a aquellos hombres y mujeres de antaño como americanos, puesto que el mismo término de
América se debe al afán de
eternizarse del conquistador italiano Américo Vespucci. Preferimos –con diversos
movimientos indígenas– el término nativo de Abya-Yala, por ser el nombre con el que
los Kuna (en Panamá) –que
se autodenominan Dule o Tule– nombran al continente americano en su totalidad. Optamos por esta designación máxime
si
tenemos en cuenta que la elección de este nombre (que significa “tierra en plena madurez”) fue sugerida por el líder aimara Takir Mamani, quien
propone que los indígenas18 lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. Además,
a
propósito el líder afirma: “llamar con un nombre
extranjero nuestras ciudades, pueblos y continentes equivale a someter nuestra identidad a la voluntad de nuestros invasores y a la de sus
herederos”19.
De
manera que ya identificadas con mejor claridad ambas regiones culturales en su encuentro histórico (Europa – Abya-Yala), podemos pasar a considerar un tercer grupo o
fenómeno cultural generado a
partir de los ya citados: Latinoamérica. Aunque
reconocemos que este término es complejo
por su significado, sólo queremos
hacer alusión a una realidad
cultural distinta a las
dos anteriores.
¿Cómo negar el contexto multicultural en el que nos desenvolvemos cotidianamente bajo el
presente paradigma de la globalización? Si observamos el contexto actual desde la
constitución histórico-cultural de América Latina podemos darnos cuenta que ésta posee una característica
peculiar:
haber
sido
y ser
“puente”
entre dos realidades
culturales diversas. “Puente” que quizá profundizó muy poco sobre su propia vocación. Tal vez,
precisamente la falta de conciencia de
Latinoamérica
como “puente”
es lo que
ha propiciado, de hecho, que la balanza se haya inclinado
a favor de la cultura occidental
europea y su arsenal hegemónico, y haya olvidado simultáneamente a los descendientes
18 Por cierto, “indígena” in(du)genitus o in(du)genita significa „nacido o nacida en‟; con lo que “indígena”
sería todo hermano nacido en
un
cierto ámbito geográfico y cultural.
19 En: Abya Yala Publicaciones, http://www.abyayala.org/presentacion.php?FAC_CODIGO=
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generacionales de Abya-Yala. Si
no, preguntémonos por qué tantas
manifestaciones
y
protestas de comunidades,
grupos o asociaciones
indígenas y
campesinas en
nuestros países,
a quienes un día –junto
con ellos– se nos
tildó de “subdesarrollados”.
La conciencia latinoamericana ha
olvidado que es importante afirmar una identidad sólida ante los demás, lo que conlleva pensar, por consiguiente, en una
actitud férrea. La
identidad latinoamericana
ha de responder, sobre
todo, a un proceso histórico de “intercambio- imposición” cultural. Debe
expresar, pues, una “transición”, “nexo” o “puente”. Por tal motivo y contextualización, chakana es concepto y realidad que da respuesta a la identidad latinoamericana, pero ahora con una seria conciencia de lo que se es y
significa serlo para
los demás.
Así, el varón y la mujer latinoamericano/a pueden identificarse –consciente y realmente, de
pensamiento y acción– como “chakanas” en medio del contexto inmediato en que viven, ya
sea desde cualquier
zona
geográfica
de América Latina
o como inmigrantes en otros
continentes. El/La latinoamericano/a
ha de ser entonces “puente” entre sus hermanos/as, lo que exige de él/ella procurar ser neutral, justo/a, ecuánime en cuanto al cumplimiento del
principio
de
relacionalidad20, que es
a
su
vez el
rasgo fundamental del
modo
de
comprender
la cosmovisión andina.
Por ello, nuestra
vocación de
latinoamericanos quizá
se pueda interpretar desde el significado mismo de “chakana”
(puente cósmico), que
es como el
corazón del
pensamiento andino. “Puente”, porque une o
relaciona dos realidades: precolombinos no somos,
pero europeos u occidentales tampoco. Es siempre un error querer afirmar lo uno para negar lo otro y viceversa. La vocación latinoamericana es, por tanto, de “puente”, de
encuentro y diálogo, de síntesis e integración, de inclusión
y reivindicación; es esto lo que
mienta el concepto de
“chakana” para una identidad latinoamericana.
20 Principio de relacionalidad: también llamado „principio holístico‟ por Estermann. Afirma que todo está
relacionado (vinculado, conectado,
unido) de una u otra manera con todo. Lo esencial no es el ente o ser
sustancial, sino la
relación.
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5.
Exigencia
identitaria
Cada
quien actúa de acuerdo
a lo que realmente es, de acuerdo
al
mundo de relaciones en
que se desenvuelve cotidianamente; esto denota, asimismo, una exigencia ética, es decir, de compromiso; lo cual significa que no se debería renunciar a aquello que nos identifica
como tales. Cómo imaginar
a un
médico que se niega atender a un paciente que lo necesita con urgencia: o rehúsa atender
al
paciente por motivos e intereses egoístas, o simplemente está demente. No se puede renunciar a lo que se es. Así también, no basta con ser tal o cual
cosa, es necesario también parecerlo. Los demás deben notar
la diferencia, pues si no hay diferencias tampoco
hay
identidad.
La exigencia ética consistiría en no renunciar
a nuestra propia alteridad como latinoamericanos/as, en reconocernos como distintos, particulares, “otros” con relación a los demás y, por
tanto, con compromisos contextualizados que
respondan precisamente a nuestras más inmediatas circunstancias. Ya
los intentos integracionistas en América Latina
pretenden ofrecer respuestas o salidas a la situación actual que vive,
o mejor, padece esta
parte del continente. Intentos integracionistas, creemos, que deben superar el mero ámbito político o económico hasta alcanzar el cultural. Esto podría constituir a Latinoamérica en la “gran chakana” que cohesiona
sus partes relacionadas entre sí y, además,
posibilita el diálogo
o “polílogo” intercultural.
Pensamos que Latinoamérica, en el transcurso de su historia, nunca dejó
de ser “chakana”
(puente) entre realidades culturales diversas que implicaron transformaciones significativas
a nivel mundial: cuestiones económicas, políticas, sociales, culturales y hasta religiosas.
Nunca dejó de ser “puente”, pero no sabía que
lo era. Eso nos lleva
a pensar que al no saber
América Latina que era y significaba un “gran puente” para los demás, no sabía realmente si estaba cumpliendo su función a cabalidad. De todas maneras, si no hay
conciencia en el
actuar, tampoco hay culpabilidad;
aunque sí debe haber lugar
a la reivindicación identitaria.
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Esto último, de una u
otra
forma, evidencia el hecho de que muchos latinoamericanos no sientan el gran peso de
conciencia histórica que debieran sentir. Pero
ahora, al ser
conscientes de aquello,
las/los
latinoamericanas/os
estamos frente a
una exigencia identitaria que demanda una toma
de actitud
respaldada por acciones concretas:
- Saberse responsable directo de los conflictos internos que aquejan esta parte del continente.
- Experimentarse “chakana”
(puente) posibilitador/a de la integración latinoamericana.
- Reconocerse “mediador” con
fuerte
compromiso histórico y cultural
ante las amenazas totalizadoras
del
mercado
neoliberal y de la globalización.
- Ser y parecer ante los demás lo que la historia ha hecho de la/del latinoamericana/o: “chakana” entre
quienes le rodean, que
reivindique
los lazos relacionales de
comunión, solidaridad, cooperación, reciprocidad, complementariedad y
correspondencia a favor de aquello que conocemos
con el nombre de humanidad.
Bibliografía
ESTERMANN, Josef, Filosofía Andina: Sabiduría indígena para un mundo nuevo,
2ª ed. ISEAT, La Paz,
2006.
, Si
el sur fuera el
norte:
Chakanas interculturales
entre
Andes y Occidente, ISEAT, La Paz,
2008.
FORNET-BETANCOURT, Raúl, “La filosofía
intercultural desde una perspectiva latinoamericana”, en: Solar
- Revista Iberoamericana
de Filosofía, http://www.revistasolar.org.pe/3/03_betancourt.pdf
LAJO, Javier,
“Qhapaq
Ñan: La
ruta
inca
de
sabiduría”
en: Emanzipation
ad
MEJÍA HUAMÁN, Mario, “Hacia
una filosofía andina: Doce ensayos sobre el componente
andino de nuestro
pensamiento”, en:
Lenguas
de
las
Américas,
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
http://lengamer.org/admin/language_folders/quechuadecusco/user_uploaded_files/li nks/File/Qhapaqkuna/Filosofia_Andina.pdf
Abya Yala
Publicaciones, http://www.abyayala.org/presentacion.php?FAC_CODIGO=
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