CLIMAS SOCIALES
TÓXICOS
Y
CLIMAS
SOCIALES
NUTRITIVOS
PARA
EL
DESARROLLO PERSONAL EN EL CONTEXTO ESCOLAR
Toxic
and nutritive social school climates
and personal development in school
contexts
Resumen
Neva Milicic, Ph.D.1
Ana María Arón, Ph.D.2
En
el presente artículo se describe la importancia
del clima social escolar para el
desarrollo personal, Los climas sociales se clasifican en climas sociales tóxicos y climas
sociales nutritivos, y se describen
las características adscritas
a cada uno de ellas.
Se recogen las opiniones
a partir de un grupo focal de profesores sobre climas sociales tóxicos y nutritivos.
Se describen los objetivos de
ocho unidades educativas que hacen parte de un programa
de mejoramiento del clima social escolar y desarrollo personal
dirigido a la Educación básica. Los objetivos de estas unidades pueden ser utilizadas por los
profesores en la planificación de actividades con los estudiantes.
Summary
Relevance of school social climate to personal development is described in this paper. Social school
climate can be classified as toxic or nutritive and their main features
are described. Teachers’ judgements about both
categories of school climates are
reported based on focus groups held with
teachers.
The objectives
of eight educational units of a Programme
aimed to improve social school climates in Primary Education
are described. These can be included by teachers in
educational planification.
1 Profesora Escuela de Psicología Pontificia Universidad Católica de Chile
2 Profesora Escuela de Psicología Pontificia Universidad Católica de Chile
Muchos escritores, cuando describen situaciones de
vida escolar que permiten vislumbrar la complejidad de la narrativa
que se sucede al interior de
las escuelas (Charles Dickens, Mario Vargas Llosa, Arturo Fontaine, Alfredo Bryce Echeñique, Susana Tamaro) y junto con ellos podríamos describir esta novela escolar como una situación muchas veces dramática, más bien como una obra de teatro con demasiados actores, en que el guión es una desordenada creación colectiva y la
puesta en escena está hecha con directores itinerantes, que muchas veces se asemeja a un teatro de marionetas
cuyos hilos son manejados a control remoto por personas muy lejanas
al escenario donde se desarrolla la
obra.
Durante cada puesta en escena muchas personas
se sienten con derecho a modificar el guión sin anticipar
suficientemente los efectos de estas modificaciones sobre los
protagonistas. Los elencos son cambiados
con frecuencia y los actores
principales –los profesores y
los estudiantes- que son aquellos que le dan sentido a la obra,
no siempre son consultados para las modificaciones del texto ni para la puesta
en escena.
El clima social
escolar se refiere
al escenario y a las condiciones ambientales en que
se desarrolla esta
novela, en la mayoría de los casos dramática, y con algunos intermedios que permiten la distención de los actores. El clima puede
ser muy nutritivo para el
desarrollo personal y otras veces tóxico.
En este artículo
se describirá la importancia
del clima social escolar
para el desarrollo personal. Se
analizarán distintos factores que
pueden servir de descriptores para los climas sociales que fomentan el crecimiento personal
de los estudiantes y aquellos
que lo frenan, se
introduce además
una nueva terminología que
corresponde a los
climas sociales tóxicos
y a los climas sociales nutritivos. Esta clasificación corresponde a una síntesis de
las autoras realizada luego de una serie de grupos focales realizados con
profesores de escuelas de la enseñanza básica municipalizada. Estos
grupos focales se
llevaron
a cabo en el marco de una
investigación Fondecyt sobre mejoramiento del clima social escolar. Se expondrá además los objetivos de
ocho unidades educativas que hacen parte de un programa
de
mejoramiento
del clima social
escolar y desarrollo
personal dirigido a la Educación básica.
Clima
social escolar
El
clima social se refiere a la
percepción que los individuos tienen de los distintos aspectos del ambiente en el cual se desarrollan sus
actividades habituales, en este caso, el colegio. Es la sensación que una
persona tiene a partir de sus experiencias en el sistema escolar. La percepción del clima social incluye la percepción que tienen los individuos que forman parte del sistema escolar sobre las normas
y creencias que caracterizan el clima
escolar (Arón y Milicic, 1999)
Los factores que se relacionan con un clima social positivo son: un ambiente físico apropiado, actividades
variadas y entretenidas, comunicación
respetuosa entre profesores y alumnos, y entre compañeros, capacidad de escucharse
unos a otros, capacidad de valorarse
mutuamente. Un clima social positivo es también aquel en que las personas son
sensibles a las situaciones difíciles
que puedan estar atravesando los demás,
y son capaces de dar apoyo emocional. Un clima
social positivo se asocia habitualmente a la inteligencia emocional que tengan
los miembros del grupo para resolver sus conflictos en formas no violentas.
Hay distintas dimensiones
del clima escolar que se relacionan
con la percepción de los profesores, de los pares, de los aspectos organizativos y de
las condiciones físicas en que se desarrollan las actividades
escolares. Al hablar de clima social
escolar nos referimos tanto a la
percepción que los niños y jóvenes tienen de su contexto escolar como a la percepción que tienen los
profesores de su entorno laboral.
Además del
clima social general percibido en una
institución existen microclimas al interior del contexto escolar que a veces actúan como protectores frente
al clima social
más amplio. Por
ejemplo, en
un contexto de
una gestión escolar percibida como muy autoritaria algunos profesores pueden agruparse y generar en su
grupo un clima diferente, que les permite paliar
o amortiguar el efecto adverso tiene
sobre ellos la modalidad
de gestión. Lo mismo sucede
a nivel de los alumnos, que eventualmente pueden agruparse en pequeños microclimas sociales al
interior de la escuela, que los provee de un contexto más protegido En ocasiones estos microclimas
son positivos y tienen una perspectiva valórica constructiva en tanto que
otros pueden constituirse en fuentes de conflicto y transmitir valores
negativos como las pandillas que consumen drogas o grupos que se organizan para realizar conductas
violentas.
Del mismo modo que podemos hablar de climas tóxicos y climas nutritivos, también
los actores del sistema escolar
pueden describirse como
tóxicos,
nutritivos
y
aquellos
que son invisibles. Es decir hay quienes contaminan los ambientes,
quienes los purifican y los hacen crecer y quienes tienen muy poco impacto
en ellos. Los climas nutritivos son aquellos que generan climas en que la convivencia social es más positiva, en que las personas sienten
que es agradable participar,
en que hay una buena disposición a aprender y a cooperar, en que los estudiantes sienten que sus crisis emocionales pueden ser contenidas, y que en general contribuyen a que aflore la mejor parte de las personas.
Por el contrario, los climas sociales que podrían describirse como tóxicos, son aquellos que contaminan el ambiente
contagiándolo con características negativas que parecieran hacer aflorar las partes más negativas
de las personas. En estos climas, además se invisibilizan los aspectos positivos
y aparecen como inexistentes y por lo tanto
existe una percepción sesgada
que amplifica los aspectos negativos, y las interacciones se
tornan cada vez más estresantes e
interfirientes con una resolución de conflictos constructiva.
El clima
social que se genera en el contexto escolar depende, entre otros factores, del
desarrollo social y emocional que
hayan logrado los alumnos, del nivel
de desarrollo personal de los profesores
y de la percepción que todos ellos tengan de la medida en que sus necesidades emocionales y de interacción social son consideradas
adecuadamente en el ambiente
escolar.
El desarrollo emocional
y social ha sido conceptualizado de diferentes maneras, se ha hablado de desarrollo personal, inteligencia emocional, inteligencia social, desarrollo afectivo, términos de alguna manera equivalentes que apuntan a la
necesidad de considerar estos aspectos para lograr una educación más integral (Goleman, 1996; Damasio, 1995;
Gardner, 1989; 1993; Garmenzy et al, 1984).
Si bien hay conciencia de que éste es un aspecto
esencial para el desarrollo de una buena cultura escolar no se ha instrumentalizado en forma suficiente el cómo lograr estos desarrollos.
Un aspecto importante
del desarrollo social es el concepto de desarrollo de la responsabilidad social, que hace parte de la formación de buenos ciudadanos y que
aparece en la década de los 90 como un área necesaria
a desarrollar en los estudiantes como
una forma de lograr habilidades sociales que les permitiera ser más activos e integrarse como miembros responsables de su comunidad social y política.
Berman, (1997) define la responsabilidad social como el compromiso personal con el bienestar
de los otros y del planeta. Esta responsabilidad social, según el autor, tendría
tres dimensiones fundamentales:
La primera se relaciona
con entender que cada uno
pertenece a una red social
más
amplia que tiene una influencia decisiva en la construcción de su identidad. La segunda se relaciona con las consideraciones éticas de justicia y preocupación por los otros en que deben enmarcarse las relaciones
con los otros. La tercera, se refiere a que la responsabilidad social
implica actuar con integridad, es decir en forma consistente
con los propios valores.
Si se considera que la escuela
es un micro-sistema social, en que los estudiantes
están insertos en una estructura social y política,
el funcionamiento de la sala de clases, su sistema de justicia, sus convenciones sociales y los patrones de
funcionamiento, son experiencias que favorecen
o inhiben el desarrollo de la responsabilidad social en los
estudiantes.
Lo que se aprenda
en este contexto en relación a cómo
se resuelven los conflictos, el
establecimiento de relaciones de respeto entre pares, estilos de relaciones
con personas de diferentes niveles jerárquicos, etc., es lo que los futuros
ciudadanos repetirán desde las posiciones que ocupen en la comunidad cuando sean adultos.
Desde esta perspectiva se supone que el contexto
escolar debería estar preparado para desarrollar propuestas que permitan
a los niños el desarrollo de la responsabilidad social y las habilidades implicadas que supone que incluyen tanto
cogniciones como destrezas instrumentales. En el mismo
sentido, los profesores deberían tener herramientas que les permitieran enfrentar los problemas relacionados con el déficit de habilidades sociales en la sala de clases.
Esto
no sólo por consideración a los niños sino también por el desgaste emocional
que significa para los profesores el manejar cursos que incluyan alumnos con dificultades para adecuarse e integrarse al contexto social escolar.
Por
otra parte, cada vez es más clara la necesidad
de implementar programas preventivos en el
área de la salud mental, especialmente a nivel de la salud mental escolar. Esto implica
no sólo un ahorro de recursos para la comunidad en términos de no seguir distrayendo fondos para financiar tratamientos individuales, y el costo que
significa para el Sistema Educacional
las repitencias y la deserción escolar (Shiefelbein, 1991) sino que también se ha demostrado que la efectividad de estas intervenciones es mucho mayor
cuando se realizan en el hábitat natural, en este caso la sala de clases (Auerswald, l986; Palazzolli, l985;
Aponte, 1970, Arón y Milicic, 1999; 1994).
Uno de
los aspectos importantes de
los programas de mejoramiento del clima
social es la necesidad de favorecer la comprensión
y lectura del entorno en que se
encuentran involucrados los actores. Conectarse con las propias vivencias y
ser capaz de analizarlas desde una perspectiva conceptual puede ser una estrategia muy significativa para producir cambios.
Así por ejemplo, cuando un profesor se descontrola y agrede
verbalmente a un alumno,
esto puede ser semantizado como descontrol o como maltrato. Al semantizarlo como maltrato es altamente
probable que no vuelva a incurrir en ese
comportamiento, ya que es muy diferente percibirse a sí mismo como maltratador que
como una persona descontrolada. En este
sentido va la aseveración de Gaujelac (2000) que se refiere a dos trampas o peligros
en relación al dilema objetividad-subjetividad que se puede
aplicar a la reflexión acerca de los distintos aspectos del clima social escolar.
Una trampa sería el usar conceptos sin vida que es el
fenómeno que se refiere a la
construcción de teorías y metodologías sofisticadas que no resuenan con lo que a uno le
sucede. En el reverso de la medalla está la vivencia sin concepto, en que las personas
relatan lo que les sucede pero no logran realizar un análisis conceptual que
les permita una comprensión
más integral. Esta dualidad
resalta la importancia de
crear espacios de reflexión acerca de
las experiencias en
que se introduzcan
elementos de
análisis de permitan
iluminar la reflexión acerca
de la realidad y de las posibilidades de cambio.
Climas
sociales tóxicos y climas sociales
nutritivos en el contexto escolar
Para comprender
mejor qué es lo que hay que hacer y cómo hacerlo es necesario plantearse qué consideran los profesores y la literatura como
un clima social tóxico y un clima social nutritivo. A partir de nuestra experiencia
con numerosos talleres realizados con
profesores en el marco de proyectos
de investigación acción en el cuadro que se incluye a continuación hemos sintetizado y agrupado las descripciones que hacen los profesores
acerca de lo que consideran climas
sociales nutritivos y climas sociales
tóxicos.
Características que describen un
clima
social escolar tóxico y
uno nutritivo:
Fig. n° 1: Características de los
climas sociales tóxicos y nutritivos en el contextoescolar
Características
nutritivas Características
tóxicas
Se percibe un
clima de justicia Percepción de injusticia
Reconocimiento explícito de los logros
|
Ausencia de reconocimiento y/o
descalificación
|
Predomina la valoración positiva
|
Predomina la crítica
|
Tolerancia a los errores
|
Sobrefocalización en los
errores
|
Sensación de ser alguien
valioso
|
sensación de ser invisible
|
Sentido de pertenencia
|
Sensación de marginalidad, de no pertenencia
|
Conocimiento de las normas y
consecuencias de su transgresión
|
Desconocimiento y arbitrariedad en las normas y las consecuencias de su transgresión.
|
Flexibilidad de las normas
|
Rigidez de las normas
|
Sentirse respetado en su dignidad, en su
individualidad, en sus diferencias
|
No sentirse
respetado en su dignidad, en su
individualidad, en sus diferencias
|
Acceso y disponibilidad de la información
relevante
|
Falta
de transparencia en los sistemas de
información. Uso privilegiado de la
información
|
Favorece el crecimiento personal
|
Interfiere con el crecimiento
personal
|
Favorece la creatividad
|
Pone obstáculos la creatividad
|
Permite el enfrentamiento
constructivo de conflictos
|
No enfrenta los conflictos
o los enfrenta autoritariamente
|
Para las autoras
de este artículo resultó muy
iluminador la descripción hecha por
un grupo de profesores y profesoras en grupos focales sobre su percepción de lo
que es de un clima social nutritivo y
un clima social tóxico, que incluimos a continuación.
El clima social nutritivo fue descrito por los profesores
y profesoras como un lugar
donde:
ƒ me
siento acogido
ƒ me siento motivado
ƒ tengo posibilidades de participar
ƒ me siento perteneciente
ƒ recibo soporte emocional cuando tengo
problemas
ƒ me permite sacar lo mejor de mí
ƒ tengo oportunidades de crecimiento
ƒ me siento valorado y reconocido
ƒ siento que tengo oportunidades
ƒ me entretengo con lo que hago
ƒ la mayoría de las personas con que trabajo
son significativas para mí
ƒ siento que el humor es una parte importante de la cotidianeidad
ƒ siento que puedo crear y hacer proyectos
ƒ me gusta trabajar
Un clima social negativo,
o tóxico fue descrito por los profesores
y profesoras como
un
lugar donde:
ƒ me
aburro
ƒ me siento sobreexigido
ƒ ocasionalmente me siento maltratado o pasado
a llevar
ƒ no me dan autonomía
ƒ hay muchas tensiones
ƒ no hay espacio para la convivencia
ƒ las condiciones de la infraestructura son deficientes y sentidas como indignas para el
estatus del profesor.
ƒ no hay formas de expresar los malestares
ƒ los conflictos se resuelven en forma
autoritaria o no se resuelven
ƒ hay violencia en las relaciones
ƒ siento que otros son maltratados y que no
puedo defenderlos
ƒ me siento poco valorado y poco reconocido
ƒ hay un liderazgo vertical o poco
participativo
ƒ me siento atemorizado e inseguro
Así como no todas las personas se afectan
del mismo modo frente a los ambientes
contaminados también en el caso del clima social los estudiantes presentan
distintos niveles de vulnerabilidad frente a los contextos tóxicos. El nivel de vulnerabilidad se
asocia con variables familiares
Los estudiantes al llegar a la escuela llegan
con un bagaje de actitudes, valores y creencias, producto
de la socialización previa recibido
en la familia y en su entorno más próximo, en lo que Bernstein llamó
práctica pedagógica local (Bernstein,
1988, cit. En Izquierdo 2000), que puede ser muy contrastante con la llamada práctica pedagógica
oficial.
En los grupos más vulnerables, donde predominan
códigos restringidos que expresan principios y significados característicos de sus condiciones y de su
contexto, es más posible
que existe una mayor distancia entre las practicas
pedagógicas de la familia y
la escuela.
En ese sentido la percepción que los alumnos tengan del clima social escolar está necesariamente influida
por la proximidad o distancia
que él percibe entre los códigos de ambos
contextos. En ese sentido las
actitudes de los estudiantes con respecto a la institución escolar
podrían relacionarse con los
aspectos expresivos e instrumentales
de dicha institución ( Izquierdo, 2000). Los objetivos
instrumentales se relacionan
con que el alumno perciba que sus aprendizajes y rendimientos tenga que ver con posiciones sociales y profesionales, en tanto que los objetivos expresivos se refieren a los valores
y las actitudes. En la medida en que exista una proximidad entre los valores y actitudes de la
familia y la escuela más
fácil será a la identificación de los jóvenes
con la institución
La misma autora cita la tipología
de Fernández Enguita que describe cuatro modalidades de vinculación ala escuela basándose
en la clasificación de Bernstein. Las estrategias que pueden utilizarlo s alumnos son las siguientes:
Adhesión, que se produce
cuando hay un máximo
de identificación entre los objetivos y valores
de la familia y la escuela.
Se ha descrito como un grupo
de alumnos pro-escuela y es más
frecuente en los grupos altos y medios.
Rechazo
se produce cuando los valores de la
familia y los de la escuela son
antinómicos. En esos casos se produce
un rechazo a los valores de la escuela optándose por los de la familia.
Aquí el resultado es el de un grupo de alumnos antiescuela.
Acomodación, estos alumnos optan por los valores de la escuela
ya que perciben que esto les permite movilidad
social. Ello conduce a actitudes pro escuela pero no a una
integración grupal.
Disociación estos alumnos tienen una
identificación alta
con
los
aspectos expresivos pero no se
identifican con los aspectos instrumentales, es decir no perciben
a la escuela como posibilidad de movilidad
y estatus social.
DESCRIPCION
DEL PROGRAMA
A partir de la revisión
bibliográfica y del procesamiento de la información recogida a través de grupos
focales realizados con profesores
y con estudiantes en el marco del
proyecto Fondecyt (Arón y Milicic, 1999) se identificaron los principales
estresores del clima social escolar desde la perspectiva de los profesores y de los estudiantes. Se identificaron además las estrategias utilizadas por los
profesores y por alumnos para mejorar
el clima social escolar o, para minimizar
los efectos de un clima social
escolar adverso.
El programa esta compuesto por
ocho unidades educativas. Para
cada una de las unidades se diseñaron objetivos específicos y treinta y tres
actividades orientadas a cumplir con estos objetivos. Las actividades fueron
diseñadas para ser realizadas por los profesores con los estudiantes en
la sala de clases en forma grupal y
con una duración aproximada de 90 minutos.
El diseño supone actividades orientadas a aumentar el contacto consigo
mismo y a partir de allí favorecer la interacción con los otros. En las actividades se
buscó, además, la conexión de los alumnos en sus redes sociales y la integración de los recursos de la
comunidad al contexto escolar.
Las unidades
educativas diseñadas fueron entregadas a los profesores como sugerencias de actividades a realizar,
pudiendo ellos modificarlas de acuerdo
a cada contexto o idear otras a partir de los objetivos y conceptos básicos.
A continuación se
describen los objetivos para cada una de las unidades educativas:
Objetivos de las unidades
educativas del Programa de Mejoramiento de Clima social
escolar y Desarrollo
personal, de Aron y Milicic (1999)
Unidad
I:
Evaluando
el clima social
ƒ Que los alumnos
conozcan
el
concepto
de
clima social escolar y los factores con que se relaciona.
• Que los alumnos
aprendan
a
evaluar
el
propio
clima escolar
• Sensibilizar a los alumnos en relación
al efecto negativo de la
violencia sobre los ambientes
sociales.
• Visualizar las causas
y
consecuencias de
la violencia en el contexto escolar.
• Generar en los estudiantes una actitud activa en el
mejoramiento del clima social escolar.
Unidad
II:
De
dónde provienen mis fortalezas
ƒ Que el alumno tome
conciencia
de
las
fuentes de sus recursos internos
y externos en distintas
áreas.
•Que el alumno
valorice la importancia del apoyo de
otros, y lo fortalecedor que es tener alguien que confíe en uno.
•Que
los alumnos identifiquen a
alguna persona clave en sus vida que haya confiado en ello
•Que el alumno(a)
pueda identificar cuáles son sus prioridades en relación a la familia,
los amigos, el estudio, las
entretenciones, el deporte, etc.
•Que el alumno pueda
identificar cuáles son sus expectativas para el futuro y
cuáles son los pasos que debe dar para cumplirlos
Unidad
III:
Por
qué son importantes los amigos y las amigas
• Que el alumno reflexione acerca de la importancia del grupo de amigos en general y cuando se enfrentan
situaciones difíciles
• Que
el
alumno reconozca la importancia de generar espacios de
convivencia para conocer más cercanamente a otros y entablar amistad.
• Que el alumno desarrolle estrategias que permitan generar espacios de convivencia y cercanía con
otros compañeros.
• Que
el
alumno tome
conciencia
del
estilo
de
relación interpersonal propio
• Que el
alumno aumente su
capacidad autoexposición
• Que el
alumno mejore su
capacidad de vincularse en
relaciones diádicas.
• Favorecer
el
establecimientos de vínculos entre los alumnos a través de la búsqueda de intereses comunes.
• Favorecer el establecimiento de vínculos entre los alumnos
a través del hecho de tener experiencias de vida comunes.
Unidad
III:
Mejorando
la comunicación
•Que los alumnos
reflexionen acerca de las dificultades que acarrean los
problemas de
comunicación en las relaciones con
otros.
•Que los alumnos conozcan los factores que facilitan y los que interfieren con una
buena comunicación
•Que los alumnos
conozcan y ejerciten la distancia personal más adecuada para
una buena
comunicación.
•Que los alumnos desarrollen la
capacidad de comunicarse
en forma concordante.
•Generar una actitud activa para la superación
de las dificultades en la comunicación.
•Reflexionar acerca de los factores
relacionados con una buena
sintonía emocional.
•Reflexionar
acerca de los factores relacionados con falta de sintonía emocional
y sus consecuencias.
Unidad
V:
Estrés
•Que los alumnos
reconozcan los signos del estrés.
•Que identifiquen las fuentes generadoras de
estrés
•Que compartan las estrategias que utilizan
para
disminuir la tensión.
Unidad
VI:
Buscando
soluciones
•Que los alumnos
reconozcan los elementos de un problema, las estrategias de resolución de problemas a través del desarrollo de pensamiento alternativo y de
la capacidad de
anticipar las consecuencias
de sus actos
•Que los alumnos
sean capaces de implementar la capacidad de toma
de decisiones, eligiendo
la mejor alternativa frente a una situación problema.
•Que los alumnos
sean capaces de aplicar una metodología
de resolución de problemas a alguna
dificultad personal.
•Ejercitar la toma de distintas perspectivas frente a un determinado problema al
analizarlo.
•En relación al análisis de un problema, que los alumnos puedan desarrollar una actitud de tolerancia frente a las
divergencia, de aceptación de las diferencias,
capacidad de escuchar a otros, flexibilidad
para incorporar nuevas perspectivas.
Unidad
VII:
Resolviendo
conflictos interpersonales
•Que los alumnos
conozcan las formas constructivas y
no constructivas de resolución de conflictos interpersonales.
•Que los alumnos
puedan identificar cuáles son sus propias modalidades
de enfrentar y resolver los conflictos
interpersonales.
•Que los alumnos
reflexionen acerca de cuáles son las formas más apropiadas para enfrentar y resolver un
conflicto.
•Que los alumnos
sean capaces de analizar las consecuencias para los involucrados y para el
grupo de cada una de las estrategias de enfrentamiento y resolución.
•Que los alumnos
ejerciten las distintas fases de un proceso de mediación entre pares
Unidad
VIII
Somos
responsables por nosotros mismos
•Que los alumnos
puedan darse cuenta de los riesgos a que están expuestos y sus consecuencias
•Que los alumnos
tomen conciencia de su propia
responsabilidad en la evitación de riesgos
•Que el alumno tome conciencia de la necesidad de desarrollar estilos de vida
sano a través de un adecuado autocontrol
•Que los alumnos
puedan identificar aquellos eventos y actividades en los cuales disfrutan y lo
pasan bien.
•Que los alumnos
sean capaces de conectarse con estos eventos como una fuente de energía y revitalización.
La responsabilidad
de crear un clima social positivo y nutrivo corresponde a
todos los actores del sistema. Sin embargo es a la institución educativa, desde sus estamentos técnicos y directivos a las que prioritariamente
les cabe la responsabilidad de planificar espacios en que se reflexione sobre la relevancia
del clima social para el rendimiento
de los estudiantes, para la satisfacción laboral
y la prevención del desgaste profesional. Evaluar la calidad del clima social escolar,
es decir ver qué aspectos
corresponden a fortalezas y cuáles a debilidades que pueden ser mejoradas.
A partir de este análisis
es importante diseñar estrategias que permitan a cada uno de los actores
del sistema analizar cuáles pueden ser sus aporte al mejoramiento
del clima social y cuáles serían sus
demandas.
En ese sentido,
los programas de mejoramiento
de clima social dirigido a los
estudiantes deben necesariamente tener una etapa
previa de trabajo por parte de los profesores,
con el fin de reflexionar acerca de estos
aspectos y ejercitar las destrezas instrumentales que les permitirán poner en práctica
las actividades con los estudiantes. Las autoras de este artículo han
utilizado el programa de unidades
educativas descritas en este artículo para el mejoramiento de clima social escolar en talleres de perfeccionamiento de profesores. (Arón, Milicic, 1999,
Fundación Arauco, 2000).
En estos talleres,
en que los profesores reciben
como material de apoyo las unidades educativas se pretenden dos
objetivos fundamentales. El primero es que a partir de la discusión de los conceptos
fundamentales relacionados con el clima social,
los docentes sean capaces
de leer y reinterpretar la realidad
escolar desde la perspectiva de los factores que influyen en el entorno social escolar. El segundo objetivo es que los profesores
se habiliten en las estrategias instrumentales
necesarias poner en práctica programas
de mejoramiento del clima social escolar desde los estudiantes.
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