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jueves, 19 de mayo de 2011

BASE CONCEPTUAL EN LA PEDAGOGÍA CONSTRUCTIVISTA DE LA TRANSFORMACIÓN


BASE CONCEPTUAL  EN LA PEDAGOGÍA CONSTRUCTIVISTA DE LA TRANSFORMACIÓN

AUTOR: GRINPECTRA. Mónica Lindo,   Argemiro Arteaga, Beatriz Guzmán y Sistematizador Profesor Hernando A Romero Pereira. Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesores Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad del Atlántico. Barranquilla- Colombia.Email:grinpectra@yahoo.com

PRESENTACIÓN:

En este artículo científico se sistematiza, de manera resumida, las bases conceptuales que junto a los principios y leyes conforman el aspecto explicativo y, éste, al lado del aspecto prescriptivo, (propuesta de calidad de la educación pertinente), conforman el aspecto figurativo y éste al lado del activo/operativo a la Pedagogía Constructivista de la Transformación (PECONTRA).  Son conceptos que están expuestos en textos dispersos que se integran, de manera resumida, en un proceso de sistematización global. El orden expositivo obedece al que plantea la lógica dialéctica, como el propio de una teoría con estatus de ciencia; lo hace partiendo del concepto explicativo evento pedagógico que simboliza la explicación de la concreción o particularidad: actos pedagógicos, de y hacia la totalidad integrada o actividad educativa en sus relaciones con el contexto y desde ésta hasta su complejidad: el tipo de calidad de la educación. Un ascenso de la abstracción de las cualidades de la particularidad a la de la totalidad integrada, es decir, desde el acto educativo hasta su complejidad.

Conforman el cuerpo de códigos elaborados desde donde se reproduce simbólicamente lo significativo, de la vida cotidiana de los centros educativos, en sus relaciones con el contexto, para caracterizarlos y precisar su pertinencia qué posibilite comprender ¿cuál es la nueva actividad educativa, que con otro tipo de calidad, sirva para reemplazar o superar la existente que está en crisis absoluta?.

La exposición de esa base conceptual (ver cuadro N° 1) explica la actividad educativa como  un campo de investigación y el docente que la realiza, lo  hace simbolizando la vida cotidiana desde su propia praxis pedagógica y desde ella al resto del centro educativo, de ésta forma va constituyendo el respectivo pensamiento creativo ¿crítico? pedagógico y en un nuevo tipo histórico de educador.

INTRODUCCIÓN

CONFLICTO COGNOSCITIVO: ¿DESDE QUÉ SISTEMAS DE CÓDIGOS ELABORADOS PEDAGÓGICOS SE ABORDA LA SIMBOLIZACIÓN SIGNIFICADORA DE LOS CENTROS EDUCATIVOS Y QUÉ EFECTOS SE GENERA EN ELLOS E IMPACTO DE ÉSTOS EN EL CONTEXTO?.

En la vida cotidiana de los centros educativos los actores internos (docentes, directivos docentes y estudiantes), y los que tienen que ver con  los mismos o con el sistema educativo (padres, supervisores, secretarios de educación ministros etc.), o en su conjunto, emiten una serie de discursos pedagógicos con los que se refieren a ella, a lo que acontece y a las decisiones a tomar y que la afectan. Lo hacen usando una serie de códigos pedagógicos, con la presunción de simbolizarla, pero que muchas veces tienen significados antagónicos que evidencian la existencia de múltiples teorías pedagógicas, diferentes y contrarias a la direccionalidad de su trabajo educativo.

Se usan y cada uno le atribuye su propio significado creándose una “TORRE DE BABEL” PEDAGOGICA; es más, sus actores institucionales, se consideran con autoridad para pronunciarse al respecto, con esos códigos pedagógicos, desconociendo los aportes de quienes han convertido dichas actividades educativas, de actividad en si, en  campos para si; o sea, campos de investigación, y en particular a la vida cotidiana de su centro educativo,  en   campo singular investigativo. Generalmente exigen respeto, a su campo de saber elaborado o al poder que le otorga el cargo para decidir, pero no al  saber pedagógico elaborado.

Para muchos ha sido un lugar común repetir teorías prescriptivas, con sus códigos elaborados, implícitos en la normatividad, aplicándolos en su quehacer institucional, pero solo quedándose en el cumplimiento de dicha norma generando una cultura normativista ([1]) con énfasis en la misionología, sin una base conceptual pedagógica desde donde reproducir simbólicamente lo significativo de la vida cotidiana de esos centros educativos transformándola. Tal es el trabajo que se ha hecho ante los decretos oficiales con miras a registro calificado, acreditación previa o de calidad, etc. Asumen que esa es la única manera de cumplir con el mandato normativo del 272 o del nuevo 2566/2003

En su esquema mental las simbolizaciones, sobre el decurso ideal de su trabajo, la intencionalidad y la misión que dicen cumplir, forman una lucha de contrarios con el modelo de actuación: decurso fáctico de sus actos, efectos generados en los actores e impactos de éstos en el medio. Tal carencia teórica y contradicción en su esquema mental impulsa a la construcción de esta  teoría pedagógica para contribuir a superarlos.

DESARROLLO: Esta investigación se viene desarrollando desde el año 72 y se ha privilegiado en ciertas circunstancias; sobre todo cuando se requería ayudar a los docentes a profundizar sus reproducciones simbólicas significadoras (Romero,2005,[2]) a  través de las descripciones, las interpretaciones, las explicaciones, las valoraciones para elaborar innovaciones de su praxis particular y colectiva, dentro del centro educativo, en el que laboraba. Es en esta dinámica simultánea de producción de pensamiento creativo pedagógico transformador y su experimentación como se ha venido construyendo la presente base conceptual de la PECONTRA.

RESULTADOS: BASE CONCEPTUAL EN LA PECONTRA. Este artículo científico está centrado  en la exposición del entramado de los conceptos dejando, para otro, lo relacionado con los principios y leyes del aspecto explicativo de la PECONTRA (Pedagogia Constructivista de la Transformación).

PUNTO DE PARTIDA EXPOSITIVO. La  argumentación constitutiva del punto de partida y decurso expositivo es parte de la respuesta a las preguntas: 1°) ¿por dónde comenzar a exponer la base conceptual acorde con el criterio de ascenso desde el concepto que  abstraiga las cualidades del concreto real o particularidad  hacia el concepto que lo haga con las múltiples contradicciones universales que determinan la vida cotidiana de los centros educativos, su  totalidad integrada repensada?;o, 2°) ¿Cuál es el concepto inicial que  simboliza y abstrae las cualidades de la particularización (concreto real) como concreción de la totalidad integrada y, cuál es el último,  concepto que abstrae las cualidades -universales de esa totalidad integrada-y la explica como lo que determina la vida cotidiana de los centros educativos, coherentes con la concepción de realidad, en la perspectiva crítica social?. Y,3°) ¿qué tiene que ver el concepto inicial con la particularización o la concreción o  aquello por dónde comenzar a investigar la vida  cotidiana del centro educativo transformándola?.

Con relación a la primera pregunta, el trabajo investigativo demostró que era por el concepto evento pedagógico, como integrante de los eventos educativos, al lado de los eventos administrativos, eventos de bienestar y de trabajo social. Al igual que los factores determinantes de su existencia y pertinencia, pasando por el de modelo pedagógico, de dirección, complementarios y articulación con el contexto, hasta llegar al concepto que explica la totalidad integrada, el modelo educativo, articulada al contexto social histórico: calidad de la educación. Pero el de evento pedagógico explica y simboliza la particularización, o sea, el de acto pedagógico. En otras palabras, el concepto evento pedagógico se constituye en la abstracción de las múltiples determinaciones constitutivas de lo concreto real (concreción-particularización) conque se explican las cualidades (estructura, esencia, tendencia y funcionamiento) de los actos pedagógicos que los hacen diferentes históricamente, expuestos en cada teoría pedagógica; es decir, su existir y modo de existir, al igual que su pertinencia y posibles modificaciones parciales o totales que demanden. Con dicho concepto se comienza el proceso expositivo de ascenso, en la abstracción universal, de lo concreto  a la de la totalidad integrada, pero repensada.

Para profundizar el significado del concepto evento pedagógico hay que abordar la tercera pregunta: ¿por dónde comenzar la investigación sobre la vida cotidiana del centro educativo con miras a generar una auto-investigación pedagógica transformándola?. La respuesta implica reconocer que hay que hacerlo con el significado de la noción acto pedagógico; es decir, éste es parte de la exposición del significado del concepto evento pedagógico.

¿Qué es un Acto Pedagógico?.Por acto pedagógico se entiende a  la palabra conque se simboliza y significa a un micro-acontecimiento formativo. Son unas vivencias de cuerpos de actores institucionales, docentes y estudiantes en centros educativos. Esas vivencias acontecen en los centros educativos con su decurso fáctico; es decir, un ciclo de actuaciones que se integra por acciones operativas secuenciadas-actitudes y comportamiento,- a las que los actores les atribuyen un sentido buscado; es decir, una direccionalidad([3]) y/o una intencionalidad; modelo de actuación que son mediados por  sistemas de signos expresados a través de secuencias de acciones de habla-o señas y escucha. En la secuencia de esas actuaciones existen unas por donde se inicia, otras por las que transcurren y unas con las que concluye, conformando el micro-acontecimiento. Se constituyen, dado que, por un lado, no solo se conforman como un conjunto de ciclos de actuaciones de esos actores, sino que, por el otro, son de corta duración y suceden en escenarios singulares, culturalmente establecidos. Son de carácter formativo por ser creados por la sociedad con la misión  o función  de  formar a sus actores, hacia un tipo de desarrollo personal; como tal, es regulado por normas históricas; forman al actor viviéndolos como actos; en tal sentido, son una especie de “célula” de la vida cotidiana de un centro educativo. Pero, así como las acciones operativas, al lado de las actitudes y comportamientos, son elementos de las actuaciones, así éstas lo son de un conjunto de ellas denominado acto; y, también, éstos son los elementos o eslabones de una cadena, de un meso-conjunto, denominada actividad académica. (ver  cuadros N° 2)

Entre los actos pedagógicos que han existido, a través del tiempo, se destacan, según cada teoría pedagógica, los siguientes: clase magistral- pedagogía católica, la clase expositiva-pedagogía intuitiva, el seminario investigativo-pedagogía problémica reflexiva, el taller de observación experiencial reflexivo- pedagogía activa; la clase instruccional y autoinstruccional-pedagogía del diseño instruccional, la clase neoinstruccional o tarea docente-pedagogía neoinstruccionista o neoprogramada, la clase de autoaprendizaje significativo-pedagogía del cambio conceptual, los actos de autoprocesamiento del conocimiento- pedagogía conceptual o la del procesamiento del conocimiento; los actos de auto-procesamiento de la información- de la pedagogía del procesamiento de la información, la clase comprensiva- de la pedagogía comprensiva, las de “acciones dialógicas”- de la pedagogía del conocimiento, los actos interpretativistas-pedagogía reconstructiva, los actos de redescubrimiento-pedagogía operatoria, los talleres investigativos temáticos interdisciplinarios y los talleres de autoinvestigación vivencial intercienciales y participativos. Cada modalidad tiene unos factores internos que son aquellos que los tipifican y los hacen diferentes o generan su variación histórica, o los hacen semejantes, integrando un sistema dinámico e inestable. Son sus componentes estructurales.

Así como los actos pedagógicos son la cristalización de la praxis de los docentes, con sus estudiantes, los demás actos educativos son los vivenciados por  todos los otros actores institucionales. Su secuencia encadenada conforma las otras actividades que trenzan la actividad educativa, que se expresa como vida cotidiana de los centros educativos. 

FACTORES O COMPONENTES ESTRUCTURALES DETERMINANTES DE LOS ACTOS PEDAGÓGICO. ¿A qué se debe o qué determina la existencia o las cualidades, que hacen semejantes o diferentes, a cada modalidad histórica de actos pedagógicos y su pertinencia?. O ¿Cuáles son los componentes estructurales determinantes de la naturaleza histórica de los actos pedagógicos y que genera la variación o diferencias? y ¿por qué se afirma qué entre los factores que determinaron los diferentes tipos de  actos pedagógicos vivenciados y descritos  están, por un lado, los que determinan su modelo de actuación formativo (decurso fáctico de la actuación-efectos generados e impacto en el medio),  y por el otro, los procesos de la naturaleza de las personas que determinan su nivel de desarrollo personal manifiesto en esos efectos que los actos generan en ellos?.
Se tiene que, la respuesta a la pregunta ¿a qué se debe la existencia (que los hace diferentes) y pertinencia, el modo de existir u operatividad de las  modalidades de actos pedagógicos, o que han existido o que siguen existiendo o han de existir superando los dominantes?, hace referencias a la presencia interna de una serie de factores estructurales, que le otorgan su cualidad y los hacen diferentes y pertinentes. Esos factores le otorgan la cualidad diferenciadora, en tanto que determinan su existir, como concreción de una totalidad integrada, interdependiente, concatenada, compleja y con historicidad. Tal totalidad integrada hace que  exista un tipo histórico de actividad educativa integrada que reproduce simbólicamente a un tipo de actividad social históricamente determinada; por lo tanto la actividad educativa es una forma de vida también histórica; es decir, tiene su propia esencia; al concretizarse en el acto pedagógico, éste es, por lo tanto, una forma de vida: un nivel de desarrollo cultural (actividades sociales y personales mediante las cuales se satisfacen necesidades) de la sociedad y sus actores en poblaciones. Éstos al ser vivido por los actores, los forman, incluyendo lo que se enseña. Pero, así como los actores crean los actos también dichos actos, al vivirlos, los forman y se reproducen: principio de inversión de la praxis, según la Tercera tesis sobre Feuerbach de Marx. Los actores, son lo que son, por su praxis: decurso fáctico, efectos en actores e impacto de éstos en el medio (cultural, social y natural) y no por el discurso sobre lo que creen que son: decurso ideal de sus actos, intecionalidad y misión o direccionalidad atribuida al mismo.

Por eso consideran que los que no están con lo que vivencian  están contra ellos y, por lo tanto, contra lo que su discurso presume simbolizar como si fueran los garantes eternos de esa verdad que predican. Su praxis y discurso-creencia, sobre ella, son a su parecer la referencia de verdad para otros, pero no el tipo de interés social que encarnen. No es la dicotomía de que “quiénes están con los intereses generales o públicos están con él y por lo tanto con el pueblo” o “quienes  están en contra de esos interese públicos, por defender los privados individualista, están contra él pues está por la defensa del pueblo,  incluyendo la posibilidad de que él adopte una actuación en contra de esos intereses generales, y por lo tanto él estaría contra el pueblo”.  Quien está con un tipo de interés público está contra el tipo de interés privado individualista, que busca los beneficios particulares en perjuicio de la vida y modo de vivir de la inmensa mayoría.

Además, durante el acto pedagógico  los efectos, que se generan en los actores, los determinan los niveles de desarrollo de unas dimensiones estructurales, siendo causales multidimensionales; entre ellas se destacan, como procesos estructurales de la naturaleza de las personas, los cognitivos, lingüísticos, emotivos, prácticos sociales: trabajo de dirección y de ejecución y trabajo intelectual y el manual, los socializantes: trabajo de colaboración social e individual -todos son necesidades psíquicas intermedias-; y las necesidades espirituales, que son los sentimientos o procesos superiores, y que se constituyen en morales, intelectuales, estéticos, trascendentes, volitivos y se expresan en el amor, que los envuelve a todos; por último las necesidades materiales: procesos biofísicoquímicos. Los procesos estructurales de la naturaleza de las personas (ver cuadro N° 3) se alude, implícitamente, cuando se plantea el sentido buscado: direccionalidad o fines de la educación: tipo de desarrollo personal y de sociedad; y finalidades: características de éstos.

En el trabajo formativo ellos tienen que ver con la respuesta a la pregunta: ¿con quiénes trabajar y para qué?, y ¿qué  efectos se aspira ayudar a generar a cada uno y hacia qué tipo de desarrollo personal y de sociedad?. Esas dimensiones o procesos estructurales se les ejercitan e incrementan o inhiben, adormecen y hasta se atrofian,  condensándose en un modelo mental, que tipifica a un tipo de desarrollo personal que es el requerido por la actividad social dominante; por eso, éste, siempre ha constituido el problema fundamental de las pedagogías. A este problema, los ideólogos de las pedagogías neoliberales lo encubren anteponiéndoles el conocimiento, como un fin en si mismo, y no como un mediador de su formación, que además, es integrante de uno de los campos de saber formativos: el simbólico. Al conocimiento lo “reconocen como la fase dominante, en el desarrollo de las fuerzas productivas, después de  la agricultura, la industria, la sociedad del conocimiento y la presunta sociedad “cuántica”. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el factor determinante del desarrollo de las fuerzas productivas es el desarrollo de las personas, así como el de las sociedades lo constituyen sus relaciones sociales de poder.

En cuanto al tipo de ejercicio e incremento o inhibición de los procesos estructurales de la naturaleza de las personas se dan mediante la interiorización y determinación de los mediadores pedagógicos, que se presentan como una unidad de contrarios, articulados con unas relaciones sociales de poder (de dominación/opresión o las de colaboración y ayuda mutua).

Por relaciones sociales de poder se entiende a la unidad de  un proceso organizativo y de poder gubernativo; el primero, por repartir a los actores sociales en sistemas de puesto-cargos, en cualquier tipo de actividad social y sociedad, ubicándolos como gobernantes y gobernados; y el segundo, que se refiere a quiénes toman las decisiones, inspirados en qué tipo de intereses, y para qué sector de la sociedad; es entre quiénes ocupan los cargos en donde se deciden y en donde se cumplen o ejecutan las ordenes y los que las controlan, para que las cumplan. Tanto las relaciones sociales de poder como los mediadores conforman, una unidad o identidad de contrarios denominada con el concepto proceso pedagógico. Las relaciones sociales de poder se reproducen mediante los mediadores que son interiorizados por los actores sociales. Ellos, por tener sus cualidades, son determinantes del proceso pedagógico que le otorga la naturaleza a la actividad académica que simboliza la actividad social, dominante históricamente.

LOS MEDIADORES PEDAGÓGICOS. Lo descubierto, hasta ahora, es que las relaciones sociales de poder  se tejen desde unos 10 mediadores, entre los que se destacan: el campo de saber formativo, el tipo de interacción con el anterior, los de procedimientos con los campos de saber formativos, el tipo de inter-subjetividad y ordenamiento de los actores, los instructivos didácticos, la temporalidad, especialidad, ingreso de estudiantes-nombramiento de docentes, praxis evaluativa y tipos de praxis pedagógicas.

El campo de saber formativo se manifiesta como: el ¿qué trabajar en el acto?, ¿qué  deben saber los educandos?, o sobre ¿en qué educar?, para que el estudiante se forme forjando los efectos buscados socialmente y que algunos lo conocen como el ¿qué enseñar?; lo que se debe saber o aprender, o el ¿qué instruir?, el ¿en qué entrenar?, o el ¿qué repetir: las siete artes liberales- clerecía  o las siete artes caballerescas”?(Ponce,1970,[4];91-92) de igual manera “lo que hay que enseñar e instruir acerca de los fundamentos, razones y fines de las más principales cosas que existen y se crean” (Comenio,2000,[5],33) “materias de la instrucción que se hayan en las ciencias” (Herbart,1935,[6]); los problemas (Medina,1997,[7]) para ser reflexionados y resueltos, los campos de relaciones o centros de interés (Decroly,1965,[8],109-110);  los contenidos de la enseñanza (Gagne,1982,[9],31) “¿qué se aprende y se enseña, el contenido: conceptos, habilidades y valores?” (Álvarez,1999,[10],64) “aprender a usar las ciencias como un modelo de análisis de la realidad que les rodea” (Pozo,1997,[11],167) “las materias escolares y formas de organización del niño”(Moreno,1997,[12],36) o los contenidos que para la pedagogía conceptual  “por excelencia deben ser los instrumentos cognoscitivos, valorativos y psicomotrices”(De Zubiría,2002,[13],174) los “núcleos temático y problemáticos como estrategia curricular interdisciplinaria” (López,2001,[14],140) “las acciones sociales fracasadas para interpretarlas”, y las vivencias: actividades personales y sociales. Todos tienen en común el ser aquello con que se hace relacionar al estudiante para que se forme durante su vivencia como actor del acto pedagógico.

Tales campos de saber, al lado de los otros mediadores se seleccionan y ordenan en proyectos que integran planes de estudio. Algunos planes de estudio se disgregan en  temas, seleccionados de doctrinas (ej. una encíclica Papal), pensamientos sistematizados (ej.historia de Colombia); de teorías intermedias (Merton,1980,[15],87) (Ej:dinámica de grupos, los grupos de referencias, la teoría de la formación de las normas sociales), disciplinas (pedagogía católica, intuitiva, etc.) y las ciencias con sus nociones, conceptos, principios, leyes, procedimientos y técnicas; o de las metateorías o filosofías, con sus categorías.

En otros planes de estudio se tienen en cuenta los procedimientos/operatividad, las conductas como habilidades, destrezas y hábitos; los valores, conflictos, contexto vital o vivencias del estudiante (actividades sociales, actividades personales, bienes económicos y objetos de la naturaleza y los conflictos de las personas con ellos). Es más, los vivénciales, se retoman, en sus expresiones empíricas singulares, y se les convierte en campos singulares investigativos; pero, al simbolizar sus propiedades, cualidades, pertinencia o las insuficiencias, en términos de satisfacción de necesidades, y las incongruencias con ellas; incluyendo el por qué no lo posibilitan, y las decisiones sobre con cuál superarla; o ¿qué tipo de competencias ayudar a que se formen para ser autor- sujeto social- y, por lo tanto, actor consciente, de aquellas con que han de ser superadas y no solamente actor-objeto?.

Todos los aspectos del sobre qué enseñar o en qué formar pierden su materialidad específica y dan paso al rasgo o cualidad comunes a todos ellos. De esa manera se posibilita su explicación mediante el código elaborado: campo de saber formativo. ¿Qué determina su existencia como campo?. La existencia como un campo, o al igual que su modo de existir, al igual que su misión, como sistemas de códigos elaborados, se debe a que dichos sistemas de códigos conforman teorías, en tanto sean  presentados de manera sistematizada o sea, constitutivos de sistemas de códigos elaborados determinados por una totalidad integrada, como dice Kant (1973,[16],501); es decir, no existe una teoría sino varias, que se enfrentan, por su diversidad e integran, por eso, el respectivo campo de saber elaborado e incluso tienen un desarrollo discontinuo y con revoluciones científicas a su interior. Esas teorías pueden ser intermedias, con el grado de disciplina y hasta de ciencia.

Son campos por cuanto no son homogéneos debido a que expresan posturas y contra-postura al simbolizar lo significativo para cada una de ellas; en particular, como visiones, corrientes/escuelas, tendencias/enfoques sobre el existir del mismo campo de fenómenos que simboliza. Estas diferencias se expresan en el trabajo formativo  conformando sistemas dinámicos e inestables de códigos elaborados; que además, sirven como campos de intervención, de las filosofías, acorde con perspectivas divergentes, que predominen socialmente y que no son “ni una ciencia” (Rozhín,1961,[17],11), porque no tienen campo de investigación, ni “la ciencia de las ciencias”, a pesar de nutrirse de los progresos de ellas. Esas divergencias se dan como tensiones que implican  posiciones y contraposiciones diferentes, que les hacen constituirse en hegemónicas y contrahegemónicas; ya que con ellas se ejerce dirección intelectual y ética de la actividad educativa y de la sociedad en general o contrapeso. En otras palabras, esa heterogeneidad se debe a que como un campo (Tellez,2002,[18],202),  a su interior, hay tensiones determinadas por contradicciones. Tanto las tensiones y contradicciones se dan así se presenten como agregados de temas, que son vulgarizados al ser sistematizados en manuales; o integrados, por “sus relaciones abiertas entre si” (Bernstein,1985,[19],48)  como “colchas de retaso”.

¿Por qué esos campos son formativos?. Como campos  inciden o determinan el trabajo formativo de los estudiantes; toman tal característica formativa por incidir en los procesos de la naturaleza de los estudiantes encausándolos hacia un tipo de desarrollo personal históricamente determinado: infra-animal, proto-humano, desarrollo hacia lo humano,  de “sabiduría y de santidad” como dicen algunos filósofos orientales. En tal sentido es por lo que, ante las áreas fundamentales (asignaturas, materias, etc), no se formula la pregunta ¿qué enseñar de ellas y cómo? sino ¿qué papel juegan éstas en la formación de los estudiantes, sobre todo, en la interiorización de las relaciones de poder dominantes, que determinan el  ejercicio e incremento de ciertas dimensiones o procesos estructurales de su naturaleza personal, para que se auto-construya hacia un tipo de desarrollo personal histórico, que en éstos momentos debe ser hacia lo humano y no proto-humano ni infra-animal?.
¿En qué consiste el campo de saber formativo?. En sistemas de códigos elaborados y modos de existir de las personas en poblaciones. Con ellos se relaciona a los estudiantes para ayudarlos a que se formen hacia un tipo de desarrollo personal histórico; en tal sentido, tales sistemas de códigos y modos de existir, constituyen campos de saber formativo de tipo simbólico: teórico/metateóricos y los otros son vivenciales. Los primeros, surgen como la sistematización de las simbolizaciones sobre la cultura socialmente organizada; es parte del aspecto figurativo, al lado del procedimiento para relacionarse con tales culturas-vivencias, convertidas en campos de investigación, o para simbolizar fenómenos singulares en ellas; procedimientos que, en este caso, son el aspecto activo- operativo en la naturaleza del saber elaborado, (Piaget,2001,[20], 33) según la respectiva teoría.

En particular, los campos de saber formativos simbólicos son aquellos que están integrados, exclusivamente, por saberes sociales elaborados, es decir, sistemas de códigos elaborados en condición de doctrinas, pensamientos singulares, teorías intermedias, teorías disciplinas, teorías ciencias, tecnologías, técnicas (sin excluir a las artes, literatura, etc); incluyen a las metateorías, las filosofías, es decir, la lógica, la epistemología con su gnoseología y su cienciología y la ontología. Los simbólicos (teorías-metateorías) se han seleccionado y ordenado como las 7 artes liberales, materias de estudio, como asignaturas, aéreas, temas integrados,  núcleos temáticos integrados y base teórica.

El otro tipo de campo de saber formativo tienen que ver con el contexto vital del estudiante, que se conforma como campo vivencial ([21]) histórico, en tanto que son modelos de actuación que se conforma de actos y éstos a las actividades. En éstas son campos dado que se ocupan puestos o cargos de dominación o de oprimido y, en ellos, se tienen posiciones y se presentan oposiciones. En otras palabras, tanto a los campos de saber formativos simbólicos como a los vivenciales-materiales se les generaliza y abstraen sus múltiples identidades que los constituyen como tal, por los intereses que encubren y el papel que cumplen en el acto pedagógico, y se concluye que es el de ayudar a ejercitar unos u otros proceso de la naturaleza de las personas o de inhibirlos, adormecerlos y hasta atrofiarlos.

En tal sentido, si se hace  que los estudiantes interaccionen con sus vivencias para reproducirlas simbólica y significadoramente, transformándolas, se constituyen en campos de saber formativos de tipo vivencial material; las que a su vez conforman la cultura viva y material integrados por las actividades sociales y personales; con éstas tratan de satisfacer o buscar los medios para realizar las necesidades, tanto materiales como psíquicas intermedias y superiores o espirituales; sin excluir múltiples expresiones del modelo mental social no sistematizadas: leyendas, mitos, cuentos, normas sociales, o imaginario popular, etc.. 

Por eso, los campos de saber formativos vivenciales/material, se conocen como los referentes reales del contexto vital del estudiante y donde está ubicado el establecimiento y que conforman la cotidianidad del estudiante y de la población en que conviven. La cotidianidad hace referencia a sus propias prácticas culturales y los objetos que usan, los que median o elaboran, en estas prácticas culturales; ellas son actividades sociales o colegiadas y actividades personales, articuladas a objetos, tales como bienes económicos y objetos  naturales; los objetos y  las prácticas se articulan supeditados los primeros a la práctica. Ejemplo: el carnaval del año en que se está trabajando, la actividad de transporte urbano, la malla vial, el patrimonio arquitectónico, la actividad fabril, la actividad comercial, la actividad bancaria, la actividad agrícola, las fiestas populares, los juegos, los actos deportivos, el dormir, el levantarse, bañarse, desayunar, orinar, defecar; la lluvia, el trueno, el transporte fluvial por el río Magdalena y sus inundaciones, o la vivencia de una masacre.Estos referentes empíricos se conflictúan, es decir, se presentan a través del reconocimiento de carencia de saber sobre ellos, por la imposibilidad de reconocer las razones de su existencia, describir  las propiedades o de explicar sus cualidades, o de naturaleza ontológica, para poder establecer su pertinencia o importancia histórica o el uso que se le pueda dar y las dificultades para proceder a elaborar propuestas de modificaciones parciales: cambio, o modificaciones totales, es decir, transformaciones.

Estos campos de saber formativos vivencial/material demandan de una relación particular con los saberes sociales  elaborados; los criterios para seleccionar, tales campos de saber formativos simbólicos, y ordenarlos los establecen las características propias de las vivencias, convertidas en campos singulares investigables; su selección y ordenamiento  es diferente,  a la que se da cuando tienen la condición de materias de estudio,  asignaturas, áreas, núcleos temáticos, temas integrados, etc. Desde estos últimos se seleccionan  bajo el criterio de qué enseñar, de tal o cual área o asignatura, mientras que para este caso se hace como bases orientadoras de la simbolización de lo significativo en la respectiva vivencia; al ser seleccionados como bases conceptuales, retomadas de las diversas ciencias, conlleva a la posibilidad de enriquecimientos mutuos de sus significados, ó sea a la transciencialidad,  entre ellas, por romper con la frontera de cada ciencia; pero, para  eso hay que abordar la reproducción simbólica del campo singular investigable, desde bases conceptuales  de diversas ciencias surgiendo así la interciencialidad.

Por otra parte, los sistemas de códigos elaborados, como el tipo de experiencia de su actuación, sobre las vivencias, sus modificaciones y las operaciones psíquicas, que generan en los estudiantes,  un pensamiento  vivencial transformador, lo van constituyendo en una persona sentipensante; es decir, si se trabaja sobre las vivencias, para ser reproducidas simbólicamente, se genera o produce un pensamiento vivencial, una afectividad diferente, un sentimiento moral y estético diferente,  posibilitando modificar las vivencias de manera  parcial o total.

Además de  los campos de saber formativos simbólicos (teóricos-metateóricos-pensamientos) y vivenciales, se podría hablar de algunos campos de saber formativos de transición, entre los simbólicos (teóricos/metateóricos-pensamientos) y vivenciales, tales como los problemas y campos de relaciones. Los campos de relaciones se les conoce como los "centros de interés" y en este caso son de gran significación o interés para el estudiante, al partir de privilegiar las exigencias suyas por  saber sobre sus necesidades como niño, acorde con el significado, que del código necesidad, tenían en ese entonces.  Surgen por las interacciones de éstos con sus necesidades y de éstas con los aspectos específicos de la naturaleza y la comunidad, con las que se pueden actualizar; es decir, parten de su vida y relaciones contextuales cotidianas. Los campos de relaciones se usan   como  simples referentes empíricos que se observan y describen para verificar, en ellos, las teorías y no para reproducirlos simbólicamente; los campos de relaciones los privilegió la pedagogía activa a través de los Programas de Ideas Asociadas. Para ésta el eje central  era el mismo niño: el niño y sus necesidades, el niño y su medio: los animales, las plantas, la tierra, el agua, el aire, el sol, la luna etc. (Decroly,1965,[22],30-31)

En el caso de los problemas o núcleos problémicos se encuentra que a ellos los privilegia  la pedagogía problémica reflexiva (Medina,1999,[23]) (Majmutov,1983,[24],126-129) y liberadora (Freire,[25]) y  la “pedagogía de la autorregulación” (López, 2001,[26],146 y 118), (Magendzo, [27],1996). El profesor Medina Gallego,  lo que cognota como problema no es mas que un conflicto; se deduce cuando, al respecto, dice: “la escuela problémica coloca al centro de sus acciones las preocupaciones cognitivas de sus estudiantes y las proyecta socialmente como temas de reflexión académica”.(22)  Considera que “es problémica en la medida que dinamiza, a partir de la formulación de interrogantes de vida, que se estructuran como unidades de trabajo académico desde las que se convoca al estudio y a la investigación de las disciplinas y saberes en una estrecha relación con las necesidades, sentires y urgencias de la vida cotidiana”. (22,90-91). Ante este significado la pregunta es: ¿Qué significan las preocupaciones cognitivas de los estudiantes o formulación de interrogantes de vida?. Para Freire (1967,24,135) el problema no es más que el tratamiento que se le de al “tema generador”, que es un trabajo de codificación hecho por el mismo estudiante de sus condiciones de vida significativa y contextuada, para ser sometido a una de-codificación por parte del equipo docente interdisciplinario, desde sus teorías,  ese tema generador es lo que, según Freire, reproduce simbólicamente el sujeto-estudiante de la educación para devolverlo como problema  dialogando interdisciplinariamente sobre él.

Para López (200,25,77-78) el concepto problema pedagógico hace alusión a “una forma específica de organizar el conocimiento”, que “se da como  tensiones entre conflictos objetivos-tensiones objetivas- y las tensiones cognitivas/valorativas-tensiones subjetivas”. Para Magendzo (1996,26,241) “son las tensiones que emergen entre la valoración y la cognición que los estudiantes confrontan en sus vidas cotidianas en la familia, en la escuela, en la comunidad o en la sociedad”. De igual manera para Majmutov (23) el problema “es una tarea que debe ser realizada o interrogante que debe ser resuelta o investigada”. Los clasifica en cotidianos, técnico productivos, sociopolíticos, jurídicos, pedagógicos, etc. Y los divide en tres categorías: “problemas prácticos, los cuales se desconocen los procedimientos para aplicar conocimientos en una situación nueva…Problemas científicos, en los cuales se desconoce una ley, principio o concepto de una ciencia. Problemas del reflejo artístico de la realidad, en los cuales se desconocen las formas y procedimientos emocionales-metafóricos de la acción”. 

¿Qué tipo de relaciones establecen entre si los integrantes de los campos de saber formativos para responder a las exigencias del tipo de desarrollo personal hacia el cual ayudar a formar?. En los planes de estudio, las teorías – metateorías, entre si o con los otros campos de saber formativos vivénciales o de transición, se han articulado bajo diversos tipos de relaciones, para posibilitar el trabajo formativo pertinente; entre ellas se destacan, si son disciplinas: la multidisciplinariedad, la pluridisciplinariedad y la coodisciplinariedad; y, si es mediante el trabajo investigativo, como interdisciplinariedad con transdisciplinariedad; pero si tienen el estatus de ciencia también como tipos de relaciones multi, pluri y coo ciencialidad si es entre campos simbólicos: teóricos-metateóricos con los vivenciales, mediante la investigación transformadora, se da la interciencialidad.  La coodiscipliariedad es un tipo de integración que consiste en relacionar a un mismo  código elaborado, en condición de noción, con el significado asignado en las diversas áreas. Es un tipo de relación diferente al de la interdisciplinariedad, dado que ésta última se da cuando se seleccionan varios códigos elaborados, en su condición de nociones, para abordar la contrastación con un referente empírico mediante una investigación y modificarlo para que se parezca al ideal trazado en las correspondientes nociones. Y todos los anteriores son diferentes a la interciencialidad que consiste en seleccionar y ordenar diversos códigos elaborados, en condición de conceptos, para reproducir simbólicamente, de manera significadora, lo significativo de un campo singular investigable o sea las vivencias de las que se reproducen simbólicamente([28]) los significados([29]) de lo significativo([30]) (propiedades, cualidades, pertinencia y modificaciones parciales o totales). La transciencialidad se da con la ampliación del significado de algunos conceptos desde diversas  ciencias constituyendo híbridos como la bio-físico-química. o el caso de una teoría pedagógica, con estatus de ciencia, que retoma conceptos con sus significados de diversas ciencias: psicología, antropología, sociología, y los articula a una base conceptual re-significándolos, etc. 

LOS OTROS MEDIADORES. Pero, además del campo de saber formativo, confluyen al tipo de evento  pedagógico un tipo de relaciones con dichos campos de saber formativo: labor aprehensiva, reproducción simbólica significadora y validación social. La labor aprehensiva se da cumpliendo las orientaciones que traza el docente para que los estudiantes se relacionen, en forma directa o indirecta,  con los campos de saber simbólicos (doctrinas, pensamientos, teorías- metateoría). Tales relaciones se dan mediante una labor aprehensiva por parte del estudiante encaminadas a adquirir los campos de saber simbólicos; éstos son de labor aprehensiva dado que relaciona a los estudiantes para que aprehenda los códigos sociolingüísticos; ya sea como memorización/repetición,  mecánica o significativamente, o que los asimile: lo que se da como la apropiación de los significados de los códigos elaborados. La aprehensión se da  como interacciones con sistemas de códigos elaborados para formarlos, en su dominio; éstas interacciones resaltan las identidades que recoge el concepto de labor aprehensiva de sistemas de códigos elaborados. Por su parte, la segunda interacción, reproducción simbólica significadora, se da como relaciones del estudiante con un referente empírico específico, retomado del contexto vital: natural, social o sistemas de ideas dominantes (creencias o imaginario) o circulantes socialmente, pero abordado desde los las teorías con estatus de ciencia, para producir pensamientos sobre ellos, o sea, para reproducirlos simbólica y significadoramente. Y, por último, la tercera, es la de validación social de los campos de saber formativo, de carácter simbólicos: teóricos-metateóricos, o  los pensamientos producidos en la  reproducción simbólica significadora. Se validan mediante la ejercitación, la verificación, la contrastación o la realización de los sistemas simbólicos: teóricos-pensamientos; validación impactante en el medio social o natural; demandan relaciones con las poblaciones y/o naturaleza del entorno en que está ubicado el centro educativo, con y para las cuales se puede trabajar; ya sea para ayudarles a resolver sus conflictos y dinamizar  niveles de desarrollo social sostenido, o para venderle servicios, asesorías interventorias o para conocerla e integrarse con ella impactándola.

Lo común a todas esas relaciones es que se dan entre las personas, a partir de actos concretos, ayudando a que se formen, por lo que se pueden caracterizar como tipos de actuaciones interactivas específicas. Estas son la realización de los campos de saber formativo de tipo simbólicos: teóricos/metateóricos; son las formas de validarlos, el aspecto activo/operativo o modelos abiertos de actuación con las actividades sociales del contexto, para incidir en ellas, de manera consciente. Esos tipos de interacciones se dan siguiendo unos MODELOS ([31]) de procedimientos secuenciados y unos instrumentos de apoyo. Los modelos de procedimientos constituyen las metodologías y no métodos. Los métodos son metateorías que explican una concepción de realidad: ¿qué existe en el mundo de la vida como lo significativo a simbolizar significativamente, precisando pertinencia o modificándolo parcial o totalmente?. El método diserta sobre lo que existe y su desarrollo como significado de realidad: sobre su existencia como fenómenos del mundo objetivo y subjetivo que tienen una génesis u origen, sobre su naturaleza, devenir, fases-etapas, estados y estadios; es decir, sobre los factores que determinan su aparición y existencia particular en el mundo, que los hacen diferentes entre si y de otros fenómenos, abarcando desde su aparición hasta el fenecer.

En cambio los procedimientos implican, en tanto actuaciones, ciclos de tareas o acciones operativas,  de los docentes y de los estudiantes, en concordancia con el campo de saber formativo y los efectos propuestos, que se aspira a generar en los estudiantes, y en la población o entidades del entorno; comprende el aspecto activo/operativo de los saberes elaborados y el significado de sus respectivos códigos elaborados. Entre ellas se destacan: la enseñanza – repetición y la autorepetición, el entrenamiento y el autoentrenamiento, la instrucción y autoinstrucción, el aprendizaje y el autoaprendizaje, los aprendizajes significativos de conceptos, autoprocesamiento de los conocimientos, procesamientos de la información, comprensión del conocimiento, reinvención de temas y conceptos en forma empírica y dirigida, interpretación, reflexión, reflexión -codificación/decodificación; así como la enseñanza autoinvestigación creativa vivencial, investigación acción y la investigación acción participativa.

Para cumplir con las actuaciones, tareas- acciones, asignadas a cada uno de los estudiantes o al educador, mediante las cuales se materializan las relaciones con el campo de saber formativo, hay que ordenarlos entre sí; ya sea para que hagan el trabajo a nivel individual o acompañándose, los unos con los otros. El primero, es una modalidad de trabajo particular y el otro de colaboración social. Éste se divide en dos: trabajo en grupo y trabajo de equipo. Pero implica ambas modalidades: el personal y el de colaboración, un tipo de relaciones entre si de los actores, en los que entran en juego una serie de actitudes y comportamientos, en interacciones cargadas de emociones y sentimientos, mediados por acciones de habla; esas relaciones inter-simbolizaciones son las subjetividades en su trabajo intergrupo, por lo que se caracterizan en ser un tipo de intersubjetividad  social y de ordenamiento social de los actores. De esas relaciones interpsíquicas pasan a unas intrapsíquicas y de las interpersonales a intrapersonales dinamizándose los procesos estructurales psíquicos medianos (cognitivos- lingüísticos, etc) y los altos (espirituales o sentimientos superiores). Pesa tanto el tipo de trabajo individual-particular que en algunos casos los estudiantes no pueden moverse sino contemplar el movimiento de los labios del docente; y en silencio absoluto, sin mirar hacia otro lado.

Para facilitar, tanto los procedimientos como la inter-subjetividad, se usan unos instrumentos; ellos son aquellos recursos, equipos como los TV. VHS; materiales como los de laboratorio, los textos, carteleras, mapas, guías, libretas, tableros, ábaco, pizarrón, acetatos, diapositivas, marcadores, películas, entre otras. Tales instrumentos tienen un uso en las relaciones con los campos de saber formativo por eso adquieren la cualidad de ser formativos. De ahí la denominación de instructivos didácticos, es decir, ser mediadores para facilitar las relaciones de los estudiantes con los campos de saber formativos.

El desenvolvimiento de los modelos de actuación, tareas- acciones, comportamiento y actitudes, de los actores educativos transcurre o tienen una duración que se da en una secuencia; ella marca un ritmo de trabajo. Tal duración posibilita establecer un horario dándose una temporalidad que se mide  en horas o días. En la temporalidad influyen el nivel de desarrollo de cada uno, los niveles de motivación e interés despertado en ellos por el educador; también influye las formas de simbolizar sobre lo que ellos hacen en los actos pedagógicos y lo que sientan al respecto.

Ese acontecer de los actos pedagógicos se da con  regularidad en un escenario, que tiene lugar, casi siempre, dentro del centro educativo, o en otros locales donde se desenvuelven los actores. Para algunos actos a los actores se les asigna un lugar, dentro del aula, y desde él actúan; mientras que había otro para los estudiantes; esas exigencias de un escenario es lo que se denomina espacialidad; es decir, que tanto las formas de  trabajo y su ritmo transcurre en un local. Por lo tanto se entiende por espacialidad   a todos los escenarios por los que transcurren o se escenifican las tareas, las acciones operativas, las actitudes y comportamientos, o sea, las actuaciones de los actores educativos mediante las cuales se relacionan, con los campos de saber formativo, mediados por las interacciones entre  tales actores.

A los estudiantes se les permite confluir  conformando una cohorte o un grupo-curso, por lo tanto tienen un límite en su cantidad; es dentro de ese limite como puede darse la decisión para que ingresen, lo que los obliga a matricularse, y poder fungir de estudiantes. O, en el caso de los profesores, ser nombrados; eso implica que existen unos requisitos o criterios para el ingreso (la inscripción y la selección), ellos pueden ser: de admisión-exclusión o de inclusión, en los estudiantes. La admisión discrimina; mientras que la inclusión obedece a criterios de equidad, evalúa en el estudiante sus actitudes, capacidades, vocación, aspiraciones y niveles de desarrollo actual, para orientarlo  hacia la actividad educativa en la que se formen de manera consciente. Por eso, los criterios, para el ingreso de unos como para el nombramiento de los otros, pueden ser cuantitativos y/o cualitativos: excluyentes o incluyentes, como debe ser lo indicado.

Al finalizar los actos pedagógicos el docente se preocupa por conocer, comprobar y certificar el trabajo hecho por los estudiantes, acorde con los efectos buscados; para eso se pregunta ¿qué efectos generados hay que conocer en los estudiantes?, ¿quién conoce los de quién?, ¿para qué?, ¿cómo? y ¿con qué?. Tal situación  lleva a los maestros a abordar el conocer los efectos generados en los estudiantes, para compararlos o explicarlos, desde el significado de los efectos buscados, según su trabajo con los campos de saber formativo y durante todos los momentos del acto pedagógico.

En algunos actos pedagógicos los docentes se han interesado  por centrarse en los efectos buscados concibiéndolos como productos-resultados, para lo cual han usado los exámenes orales o escritos, las exposiciones, el control de lectura y otros; en tal sentido se han preocupado por la calificación, es decir, por la medición o cuantificación de los resultados. En otros, los docentes, se han inquietado por centrarse en conocer los efectos generados en los estudiantes, con el interés en las manifestaciones o competencias y con el objeto de develar, desde ellos, las capacidades y los procesos de la naturaleza humana, que le subyacen; procesos que han sido ejercitados para ser incrementados con miras a que se desarrollen, pero también inhibirlos, adormecerlos o atrofiarlos (aún sin ser conscientes de ello).

El pensamiento producido, de manera consciente, sobre los efectos ha dado lugar a la creación de criterios, procedimientos, instrumentos y acciones específicas para hacerlo, ya que se han buscado conscientemente constituyendo la evaluación pedagógica. Tanto la tendencia a conocer exclusivamente los efectos, en términos de resultados, únicamente mediante la medición para calificar, ha generado las diversas corrientes de la evaluación cuantitativas. Así como la tendencia a conocer los efectos o sus manifestaciones, y los procesos que los determinan, ha dado lugar a la creación de lo que se denomina evaluación cualitativa: ésta se centra en las cualidades. Se da a partir de describir las manifestaciones para interpretarlas, explicarlas y proceder a establecer la importancia de los efectos generados para reorientar la profundización de éstos, a partir de nuevos actos pedagógicos. La evaluación es el penúltimo de los componentes estructurales del acto pedagógico y se vivencia, como uno de sus momentos o ciclo de tareas, antecedidos de la ejecución, y éstos de la orientación, organización, programación, cuando el acto es completo.

El último de los mediadores, es el de las denominaciones explicativas de los modelos de trabajo formativos: ellas son los eventos pedagógicos, las praxis investigativas  y la de proyección social. Como trabajo formativo implican un tipo de interacción social, por eso se denominan praxis pedagógicas. La praxis es la secuencia de tipos de actuaciones de los actores sociales que conforman eventos o hechos sociales y que son la cristalización de tipos y modalidades de actividades sociales. Es “la acción de llevar a cabo algo, pero una acción que tiene su fin en si misma, y que no crea o produce un objeto ajeno al agente o a su actividad”.(Sánchez,1972,[32],14) Por eso quienes pretendan investigar la praxis de los actores institucionales tienen que partir de la  cristalización de la totalidad integrada en tipos de eventos; es decir, la actividad en actos; el poder vivirlas es un fin y causa en si misma. En el caso de la educación, la praxis educativa, se presenta como una variedad y variación de eventos como los eventos pedagógicos, la praxis investigativa y la proyección social.

La praxis educativa, se significa, desde un criterio de abstracción universal, como las actuaciones de unos sujetos con otros mediante las cuales influyen en su desarrollo cultural, para que reproduzcan- las actividades culturales dominantes, de manera parcial o total. Y sean actores de las mismas- o las modifiquen, siendo sus autores-actores; se hace sobre o con los actores-personas con las que interactúan, en función de generar unos efectos en tal sentido; pero también son tipos de quehacer vivenciados por los diversos cuerpos de actores institucionales de y en los centros educativos o fuera de ellos. Su vivencia, es en si misma formativa, ya sea entre los docentes con los estudiantes, los directivos con el personal de apoyo, los directivos y docentes con los  padres de familia y de éstos con los hijos, pero también, su vivencia es causa de efectos formativos, por ser ella un nivel de desarrollo de la cultura dominante.

Las anteriores dinámicas se han dado como praxis educativas espontáneas y conscientes. Las educativas espontáneas se dan al incidir un sujeto determinado, en el desarrollo cultural de otro, en forma tradicional o desde el saber popular; esta actividad no solo la hacen los educadores sino también los padres de familia, los sacerdotes, los amigos, los partidos políticos, el Estado, etc...

Mientras la praxis docente consciente, de carácter pedagógico, las realizan los educadores con o sin formación profesional, pues son modelados para cumplir esa misión histórica que se presenta como tipos y modalidades de eventos pedagógicos. Ellos son creados por la sociedad con esa misión determinada históricamente.  Tienen una existencia supra individual y forman parte de una cultura, de una tradición o innovación institucional; estos tipos de praxis del docente se diferencian, la una de la otra, en el tiempo, constituyendo la variación entre ellas y entre los actores, como sujetos sociales, a partir  de los componentes estructurales del proceso pedagógico que determina su existencia. 

Los tipos de praxis pedagógica, son los de eventos pedagógicos, las praxis investigativa y de proyección social; se diferencian de lo que la pedagogía del diseño instruccional denomina funciones académicas o misionales, desde una mirada sociológica funcionalista. Los eventos pedagógicos, que pueden ser: transmisores, reinventores de conocimientos, reflexivos o productores de pensamientos; son formadores porque ejercitan e incrementan, en un sentido u otro, los procesos de la naturaleza personal; de igual manera la investigación, aunque sea en sentido estricto o de rigor, también forma a los que la vivencian, al igual que la proyección social por ser  complementaria de dicha formación.

Por su parte, el significado atribuido, desde la gnoseología materialista dialéctica y la PECONTRA al código investigación, se le entiende como un tipo de actividad simbolizante y significadora. En ella, uno o varios, sujetos cognoscentes orientados por  una base conceptual y con su correspondiente metodología y técnicas de investigación, interactúan de manera rigurosa con un campo singular investigativo, realizando la teoría para producir pensamientos; en otras palabras, existe investigación si se  hace sobre un campo de investigación, mediante su expresión particularizada o concreta, en el caso de la sociedad, con un campo singular investigativo, (o si es con la naturaleza mediante unos fenómenos integrantes de una forma fundamental de movimiento de la materia), y se les interioriza y reproduce simbólica y significadoramente; pero, ésto, se hace tanto con la interacción como con lo significativo de lo simbolizado.

Ese significativo simbolizado significadoramente es la calidad (propiedades y cualidades: funcionamiento, estructura, esencia y tendencia) de lo investigado, su pertinencia y posibles modificaciones; pero implica, además, si no se ha hecho, la sistematización del sistema de símbolos reproductores (codificación significantes) del campo de investigación y se constituye en el aspecto figurativo de un campo de saber elaborado, (siempre y cuando trasciendan el nivel de los múltiples particulares pensamientos representativo o metarrepresentativo, vigencial y propositivo y accedan al grado de teorías intermedias,  disciplina: prescriptiva o una ciencia: explicativa y prescriptiva). Los criterios, procedimientos y técnicas para su validación como realización de la teoría o pensamiento metarrepresentativo y propositivo, en tanto cree la nueva actividad que reemplace la vieja, de manera innovante e innovadora, a nivel de la totalidad de lo investigado. En la medida en que se vayan generando las innovaciones  se incrementan las posibilidades de profundización de la reproducción simbólica caracterizadora del pasado y del presente; con  tales investigaciones se generan modificaciones  tanto en lo investigado como en quienes investigan. Después de elaborado el aspecto figurativo, sistematización de la base conceptual de una teoría, se procede a su realización, como la autoinvestigación, en el plano de la sociedad; pero no como hetero-investigación ni cooinvestigación, sobre actividades o acciones sociales, como si fueran objetos o ámbitos objetuales.

La autoinvestigación también puede ser investigación formativa -una de las modalidades de la formación investigativa, diferente a la formación en investigación- y también investigación en sentido estricto. Eso depende de quiénes sean los sujetos que la realizan, el papel de los actores de lo que se investiga, lo significativo de esto, y lo que se pretenda hacer con lo que se investiga.  Se promueve la  autoinvestigación para  que los actores de las actividades sean autores de la toma de decisiones, sobre las transformaciones a realizar en dicha actividad social; pero, con sentido emancipatorio. Para ser autor y actor de las transformaciones ha de serlo como actor colectivo, integrante de un grupo de presión mayoritario, como sujeto social, y podrá cumplir con el deber de decidir, con responsabilidad intelectual pedagógica y ética, en tanto lo haga obedeciendo al interés general.
Y por praxis de proyección social, se concibe a las relaciones conscientes que establece el estudiante, en formación, con una actividad social, de una comunidad, región, país o de un conglomerado social, etc; pero, a partir de un escenario donde se vivencie (centro educativo, fabrica, almacén, banco, barrio,etc.) para ayudarla a reproducirse conscientemente, o a  generarle innovaciones parciales o totales que se traduzcan en incremento al desarrollo personal, de los sujetos que las agencian, como un tipo y nivel de desarrollo cultural, como una ayuda para que se encausen hacia otro tipo de desarrollo personal o simplemente para imitarla, lo más parecido posible. La proyección social determina las actividades de servicio social- y ella se cristaliza en actos de trabajo comunitario: con, desde, en y para la comunidad y entidades (denominados explicativamente por el concepto eventos de trabajo social) también las actividades administrativas lo hacen mediante eventos administrativos, como denominación explicativa de los actos de toma de decisiones y tareas de gestión; y las actividades de bienestar, usando los conceptos eventos de bienestar estamental para denominar explicativamente a los actos lúdicos como los artísticos, los recreacionales, los deportivos y los de salud física y psíquica.

Como conclusión, de los mediadores explicados, se puede afirmar que todos, al realizarse como modalidades y tipos de praxis pedagógicas, tejen unas relaciones sociales de poder que, como se dijo antes, se dan desde  las ubicaciones de los dos cuerpos de actores en una ubicación, o sistemas de cargos. Unos, en los que se ubican los docentes, desde los que se  ejerce la función de normalizar a los estudiantes al relacionarlos con los mediadores, y otros, conformados por los sistemas de cargos o las posiciones  desde donde se les exige relacionarse con dichos mediadores para poderlos promocionar académicamente y los ocupa el cuerpo de actores conocido  como estudiantes. Si no lo hacen no se les promociona académicamente. Y eso socialmente tiene unas consecuencias para el futuro de su vida. Existen otras ubicaciones en las que se ejercen las funciones generadoras de las otras actividades, como las administrativas, de bienestar y servicio social.

Esas ubicaciones se articulan conformando tipos de relaciones entre sectores de personas, con sus correspondientes  posturas conflictiva, es lo que se conoce como relaciones sociales de poder que caracterizan a toda la sociedad. Son relaciones que tejen los dos cuerpos de actores, así no tengan una mínima idea de ello. O de que sean relaciones sociales de poder de dominación/opresión o de colaboración social y ayuda mutua. Por eso se argumenta que tanto los mediadores como las relaciones sociales de poder conforman una unidad que las identifica como componentes pedagógicos; ello implica que el evento pedagógico está constituido por esa contradicción al lado de otro aspecto contradictorios, los procesos de la naturaleza de los estudiantes, que aquellos ejercitan; ésta contradicción es, el reconocimiento de su complejidad como la unidad de dos aspectos, que a la vez son complementarios y antagonistas- o en lucha. Éstos no conforman el principio  dialógico (que reconoce el pensamiento o método complejo, del que habla Morin(1996,[33],106), sino la unidad y lucha de contrarios, a la que se refiere el materialismo dialéctico, como una de sus leyes: la ley de la contradicción (Lenin,1972,[34],327-333). Sin los mediadores y las relaciones sociales de poder, que conforman unos componentes pedagógicos, así como sin los procesos de la naturaleza humana de los estudiantes, no puede existir el evento pedagógico. Ambos son distintos pero complementarios, sin el uno no existe el otro.

Esa unidad con los procesos estructurales de la naturaleza de las personas se da debido a que, todos los mediadores y relaciones de poder, tienen una cualidad en común y es la de ser formativos, es decir, incidir en el ejercicio e incremento o inhibición de unos u otros procesos de la naturaleza de los estudiantes orientándolos hacia un tipo de desarrollo personal. Los mediadores pedagógicos son de carácter formativo porque expresan un nivel de desarrollo cultural de la sociedad y son la forma que esta cultura toma para reproducirse. Esos mediadores lo son al lado de las relaciones sociales de poder que condensan y están vigente en la sociedad, determinando la naturaleza de ese desarrollo cultural, y que los actores puede que estén reproduciendo, espontánea o conscientemente, o pueden incidir para crear otra cultura más progresiva y humanista. Ellos forman de manera implícita porque al vivenciarlos se interiorizan, generándoles los procesos psíquicos superiores: intermedios y elevados o espirituales. Todos son de carácter sociogenéticos y dinamizan el desarrollo de los actores que no es más que la interiorización de las relaciones sociales de poder dominantes.

¿Cuáles son las cualidades  de esos factores que determinan la existencia de los eventos pedagógicos, tipificándolos históricamente u otorgándoles su esencia?

Son tanto los procesos o dimensiones de la naturaleza humana, (ver cuadro N° 3) que se ejercitan/incrementan o inhiben/adormecen y hasta atrofian, como los componentes del pedagógico (tipos de relaciones sociales de poder y los mediadores) que se interiorizan; ellos son constituyentes de la estructura del acto pedagógico y por abstracción universal, de la totalidad, es decir, de la actividad académica. Esas dimensiones o unidades de contrarios (que determinan  la naturaleza de dichos actos y los de su génesis y devenir) posibilitan caracterizarlos como transmisores de conocimientos o teorías/metateorías, pensamientos, creencias, valores, normas e informaciones, o como reinventores de los mismos o como productores de pensamientos vivenciales o de simples reflexiones. Se logra tal caracterización cuando se tiene un significado con un nivel de abstracción universal, de las cualidades de la estructura, es decir, se explica su esencia y la tendencia de los eventos pedagógicos; (ver cuadro N° 4) con eso se puede decir que se tiene el nivel de comprensión del evento pedagógico. Igual acontece con el evento administrativo, el evento de bienestar y el de trabajo social que posibilitan explicarlos, desde el concepto evento educativo. Para ello hay que preguntarse por los factores que determinan la existencia de los actos pedagógicos-actividades académicas para explicarlas.

En esos eventos educativos el concepto evento administrativo explica la naturaleza de los actos de toma de decisiones (aprobar una medida que es de obligatorio cumplimiento para los actores institucionales) y las tareas de gestión (implementación de las decisiones o funciones propias de los cargos o puestos). Los conceptos de eventos de bienestar explican la naturaleza de los actos lúdicos: recreativos- deportivos- artísticos y los de salud: física y psíquica. Los conceptos de trabajo social explican la naturaleza de los actos de trabajo comunitarios: en, con, desde y para la comunidad o cualquier entidad.

El encadenamiento de los diferentes actos educativos se simbolizan con el código actividad educativa; ellas son conformadas por las académicas, administrativas, de bienestar y servicio social; son como una trenza de las cuatro, que se relacionan, con dominación de unas sobre otras o divorciándose entre si, en periodos de crisis manifiesta. Lo hacen desde los actos pedagógicos, los actos de toma de decisiones y tareas de gestión, los de actos lúdicos y salud estamental y los de trabajo comunitarios en, con, desde y para la comunidad o establecimientos.

Pero, no es suficiente explicar la existencia o naturaleza de los eventos educativos ya que se requiere explicar el modo de existir de la vida cotidiana, de todos los actos educativos, es decir, el tipo de operatividad.

EL FUNCIONAMIENTO DE LOS EVENTOS PEDAGÓGICOS. Ante el decurso fáctico de los actos pedagógicos se ha formulado la pregunta relacionada con ¿a qué se debe que sean completos o incompletos y los completos sean como la modalidad que los caracteriza históricamente?. La respuesta es que se debe a un tipo de operatividad que tipifica su decurso fáctico. Esa operatividad,  para  explicarla, hay que responder a la pregunta:  ¿A qué se debe que las modalidades de actos pedagógicos (por teorías pedagógicas o los vivenciados por los actuales educadores y la modalidad de actos pedagógicos mediante el cual se observan y describen los otros, e incluso se comparen con las modalidades históricas y por teorías pedagógicas) tengan una operatividad (ya sea completa o incompleta, porque se consuma o no  la presencia de los cinco ciclos o momentos del acto ) que los haga semejantes o diferentes (y genere variedad o variación en ellos)?.

La respuesta es que tanto las semejanzas como las diferencias en la operatividad, se deben  explicar, al igual que la razón de ser de la existencia de los actos educativos, por lo que determina los modos de existir de los actos pedagógicos. Eso se hace mediante la categoría funcionamiento que explica lo propio-  y lo diferente en la operatividad de los actos educativos. Esos funcionamientos pueden ser espontáneos o conscientes acorde con un tipo de racionalidad. Las espontáneas determinan la operatividad incompleta, por el trabajo de tipo artesanal que ejerce el docente.  Éste tiene un inicio que no necesariamente se da como un momento o ciclo de actuaciones que se expresa como la programación del acto; otros ciclos como el transcurrir, que puede que no se de cómo organización, orientación, pero si necesariamente como ejecución, con o sin seguimiento y, el último, el concluir como evaluación, que puede que tampoco se consuma. A su vez la operatividad completa conlleva los momentos de la programación, la organización, orientación, ejecución/seguimiento y evaluación. Los de operatividad completa, se deben a un tipo de funcionamiento determinado por una racionalidad consciente. Ésta implica la explicación del por qué del decurso fáctico de los actos, los efectos generados en los actores e impacto de éstos en el medio, es decir, la naturaleza de ellos; independiente de que no concuerden con el decurso ideal, intencionalidad y la misión que dicen cumplir con tales actos.

La racionalidad consciente integra unas condiciones: selección de unos fines educativos (expresión de unos propósitos del proyecto de sociedad por construir), unas actividades educativas/praxis pedagógica para vivenciarlos y unos componentes pedagógicos que las diferencien, pero con la posibilidad de explicar la naturaleza de los factores internos que determinan ese decurso fáctico, los efectos en los actores e impactos de éstos en el medio cultural, social y natural.

Estas racionalidades conscientes, es decir, tipos de funcionamiento, van desde las dogmáticas, las manufactureras artesanales, las reflexivas, las pragmáticas, las instrumentales, las instrumentales totalitarias, las dialógicas, las emancipatorias. Todas se expresan en las sistematizaciones que  cada teoría pedagógica hace de sus modalidades de actos pedagógicos. Cada racionalidad tipifica un tipo de funcionamiento, en las modalidades de actos pedagógicos sistematizados, y son constitutivos de las grandes teorías pedagógicas. Y la racionalidad espontánea que se da en las actuaciones de docentes con sus estudiantes, o actos sociales, con presunción de pedagógicos, por ejemplo “la clase de educación física que se da solamente viviendo una ejecución deformada” que ella misma puede tener su propio inicio, transcurrir y concluir.Por eso se denomina a ese docente  como “carramplon”, burdo, chambón  e improvisado.

El funcionamiento diferenciado, de los actos pedagógicos, se explica  por unos componentes pedagógicos y unos procesos estructurales de la naturaleza personal de los actores. Pero para ser racional consciente, en su vivencia, se requiere ir mas allá, a la actividad académica, la que se explica mediante los componentes pedagógicos, pero integrados. Ellos conforman un tipo de proceso pedagógico y los procesos de la naturaleza de las personas, que aquellos inciden,  confluyen en un tipo de desarrollo personal, (que se da mediante el ejercicio, incremento o inhibición, adormecimiento o atrofiamiento de los procesos de la naturaleza humana mediante procesos de interiorización). Ambos procesos, el pedagógico y tipo de desarrollo personal, concordante con el de los sujetos sociales de la actividad social que se simbolizan, conforman una unidad de contrarios indisoluble. Con ella le otorgan la naturaleza o esencia a toda actividad académica y en tal sentido se constituyen en un tipo de modelo pedagógico. (ver cuadro N° 5)

MODELO PEDAGÓGICO. Desde este criterio lógico se entiende por modelo pedagógico al CONCEPTO  que explica todas las cualidades estructurales (tipo de proceso pedagógico y de desarrollo personal) determinantes de la esencia o naturaleza de una actividad académica histórica y culturalmente determinada, su variación, debido a su desarrollo, es decir génesis, y devenir desigual y discontinuo, con una existencia con relativa autonomía. Aunque puede pervivir articulado o supeditado a otros más complejos, siendo uno el determinante de la naturaleza o esencia de la actividad académica. Se viven así no se tenga idea de su existencia.  

Se crea ese constructo por reproducción simbólica, como resultado del ejercicio e incremento de procesos cognitivos, no solamente perceptivos, sino fundamentalmente los racionales; en particular el más complejo de ellos, el de la abstracción universal, que supedita los de análisis, comparación, síntesis, clasificación y generalización sobre la naturaleza de las actividades académicas; esos procesos cognitivos se requiere ejercitar, durante la validación de esos conceptos e incluso, para comprender su significado; éste permite  interpretar, explicar, valorar y/o prospectar las cualidades históricas de una actividad académica generada y vivenciada, por cuerpos de actores institucionales: docentes y estudiantes; actividad académica que surge, por encadenamiento de actos pedagógicos, trabajos investigativos y prácticas de trabajo comunitario, y que, además tributan, a la formación de los estudiantes, en el caso de la universidad.

En otras palabras, los modelos pedagógicos, implican que se privilegie, para su realización, (entendida la realización como un tipo validación de la teoría en la praxis) de la interacción con la vida cotidiana del centro educativo y su correspondiente reproducción simbólica para develar las cualidades y vigencia histórica de esas  actividades académica, es decir, de sus componentes estructurales y precisar su pertinencia y posibles modificaciones parciales o totales; eso si, acorde con la actividad social que pretenda simbolizar y formar su tipo de desarrollo personal que la reproduzca. Por eso, el concepto de modelo pedagógico, responde a la pregunta: ¿Con qué código con estatus de concepto pedagógico expresar y explicar los componentes estructurales que determinan la naturaleza de una actividad académica, o sea, de la cristalización del trabajo que todos los docentes vivencian con sus estudiantes en un centro educativo, dentro del calendario académico?

Como se dijo antes, así como las relaciones sociales,  entre las personas, (que son relaciones de poder: dominación-opresiva o de colaboración y ayuda mutua) son las que determinan la naturaleza de la sociedad, también lo hacen con la naturaleza y desarrollo de las personas, en los centros educativos, a través de unos mediadores al constituirse en procesos pedagógicos, de igual manera así también determinan las actividades académicas y las reproducen o construyen tipos de ellas. En tal sentido son  ellas las que llevan el mayor peso en la formación de los actores institucionales  y por lo tanto la mayor incidencia en el trabajo formativo, mediante la actividad académica. Inciden determinando de qué clase sería el desarrollo, propiedades y cualidades, de esos actores sociales institucionales; es decir, con él se explicitan las cualidades del tipo de desarrollo personal que se gesta, durante una actividad académica, a través de los mediadores del proceso pedagógico;  y, por lo tanto, del tipo de educador que lo realiza.
Su actuación no es indefinida en el tiempo, pero está mediada por una serie de normas que lo vinculan o desvinculan de dicha actividad, según la durabilidad y los ritmos de la misma; así se es parte del cuerpo de directivos, docentes o estudiantes en cuanto se está contratado (¿“gobernante en el aula”?) o vinculado (¿ “gobernado en el aula”?) para ejercer tal puesto y sus funciones dentro de la actividad social.

En su actuación u obrar el actor social institucional tiene la posibilidad de adoptar varias posiciones ante la actividad y su dirección. Una de esas posiciones es la de ser autor de las decisiones internas o las de marginarse, o someterse a ella para ser simple ejecutor sumiso, espontáneo o consciente; o ser resistente a ella, con posiciones reactivas que lo llevan a estar respondiendo, según las demandas de la contingencia, yendo a la saga de la dinámica de la misma, que  lo convierten en protestarios ante el jefe, el patrón o el gobierno de turno. Otra posición es “pre-activa, consistente en prepararse para los cambios probables” acompañada con “una pro-activa, que supone obrar  de acuerdo con propósitos deseables y posibles”(Mójica,1992,[35]); en el caso de la pedagogía constructivista de la transformación las posiciones pro-activas, si son transformativas y co-emancipatorias, implican ser un actor institucional constituido en un sujeto social participativo, autor-actor de propuestas alternativas a las opresivas. Que pasa del querer ser al poder ser con el dominio del saber poder-ser, que se construye con la explicación del modelo pedagógico dominante. 

Para explicar el modelo pedagógico, dominante en un centro educativo y con ello la naturaleza de la actividad académica institucional,  se requiere develar tales relaciones estructurales jerarquizadas de los componentes o factores lógicos antes señalados, que la determinan. Tal naturaleza, como se dijo antes,  se  la constituyen, por un lado, el aspecto secundario de la contradicción, que en este caso es el tipo de desarrollo personal; y por el otro, el aspecto principal o determinantes, conformado por el tipo de proceso pedagógico. Cuando se está construyendo el nuevo modelo pedagógico el aspecto predominante es el tipo de desarrollo personal debido a que son los actores sociales, como sujetos sociales, articulados con un proyecto político de sociedad, los garantes de su dinamización; de lo contrario trabajan por cumplir un compromiso laboral, o aparentan hacerlo de ahí que se requiera formarlos como autores y actores de ese nuevo tipo de educador viviendo los nuevos tipos de actos pedagógicos. Ese tipo de desarrollo personal se va forjando en la medida en que los estudiantes van interiorizando, de manera espontánea o consciente, las relaciones sociales de poder que se tejen en sus interacciones con los mediadores del nuevo tipo de procesos pedagógico, como un nuevo tipo de vida histórica, un nivel de desarrollo cultural diferente.

OTROS SUBMODELOS Y EL MODELO EDUCATIVO. Pero no solamente se constituyen como tal, los estudiantes y docentes, sino el resto de actores de la vida cotidiana de los centros educativos. Esa situación se da debido a que las relaciones de poder, la portan y tejen los actores sociales; en este caso a nivel institucional los docentes, estudiantes, directivos-docentes y personal de apoyo; ellos son personas que, en un establecimiento o conglomerado, desempeñan un papel específico reconocido socialmente, dentro de la estructura social o sistema de órganos de poder- cargos-puestos, que constituyen los procesos pedagógicos, los organizacionales y de poder gubernativo, los formativos complementario y de proyección social. Todos conjugan el ser de las personas-ciudadanos que los agencian; es decir, cada subproceso implica el tipo de desarrollo personal, culturalmente aceptado, y constituyen  sendos submoldelos, integrantes de uno totalizante: el modelo educativo.

En otras palabras, así como los eventos pedagógicos están conformados por dos componentes o aspecto: los procesos de la naturaleza de las personas y una tipo de procesos pedagógico, así también lo están los eventos administrativos con los componentes de los procesos organizacionales y de poder que explican la naturaleza de los eventos administrativos: acto de toma de decisiones y tareas de gestión, que se hacen extensivos a la actividad administrativa; es decir, a ésta la  constituyen los procesos organizacionales y de poder gubernativo: tipos de relaciones sociales de poder y mediadores organizativos  con un tipo de desarrollo personal. Ellos conforman un modelo de dirección: modelo de poder (con gestión de procesos-funciones-recursos) y un modelo organizativo.

Lo mismo sucede con los procesos que le dan la naturaleza a las actividades de bienestar y de servicio social. Se trata del tipo de desarrollo personal y de procesos formativos asistenciales; los dos tipifican un modelo formativo complementario. El tipo de desarrollo personal y de proceso de proyección social constituyen el modelo de articulación con el contexto.

Tanto el modelo pedagógico como el de dirección, el modelo formativo complementario y el de articulación con el contexto integran un modelo educativo. El modelo educativo es un concepto que explica un tipo histórico de proceso educativo institucionalizado que determina la naturaleza de las actividades educativas,  que, su vez, responde a exigencias de una actividad social dominante. Por eso, se desarrolla  durante largos períodos históricos, respondiendo a las exigencias del contexto en cuanto al tipo de desarrollo personal y de modelo de desarrollo social  predominante, o que se exija en  el proyecto de sociedad  con el que se intenta superar la crisis de la sociedad vigente. Es, en si mismo, la vivencia embrionaria de ese tipo de proyecto de sociedad en tanto nueva actividad social que ha de dominar como expresión de la nueva sociedad. Eso quiere decir, la que éste contexto demande para reproducirse o modificarse parcial o totalmente. El modelo educativo  se prospecta, para responder a los proyecto de sociedad por construir o en construcción, en proyectos políticos pedagógicos que, institucional y socialmente, han recibido distintas denominaciones. Han tenido diversos niveles de complejidad y con ellos, los sectores sociales dominantes, logran legitimar tales modelos, ganando en hegemonía, es decir, en ejercicio de la dirección intelectual pedagógica y ética de la sociedad. Pero que también pierden vigencia histórica cuando han agotado todas sus potencialidades, llegando a su final; situación que develan y aprovechan los sectores subordinados, que eran perjudicados por la existencia del dominante, para cuestionarlos y transformarlos, construyendo su reemplazo o superación histórica. Si no hay quienes asuman este reto histórico aquellos pervivirán, así sea en crisis absoluta, exigiendo modificaciones parciales, permanentes.

LA ACTIVIDAD EDUCATIVA. En cuanto a la actividad educativa, es aquella a la que el modelo educativo le otorga su naturaleza y se presenta como la vida cotidiana de los centros educativos, es decir, su vida o transcurrir diario; ellas se presentan como la trenza de múltiples sub-actividades; entre las que se destacan la actividad académica, la administrativa, la de bienestar y la de servicio social. Ellas son vivenciadas por cuerpos de agentes, cuerpo de docentes, cuerpo de estudiantes, el cuerpo directivo y el personal de apoyo, que en muchos casos no existen como sujetos sociales sino como objetos de la historia. (ver cuadro N° 6)

La actividad educativa es la reproducción simbólica de un tipo de actividad social históricamente dominante. Por eso: A) en la comunidad primitiva se formaba en la misma actividad social solidaria y el saber pedagógico era restringido no sistematizado. B) En el modo de producción tributario era en la actividad independiente del maestro con el estudiante para cumplir una tarea en la división social del trabajo. C) En el esclavismo la actividad física simbolizadora de la actividad de la guerra. D) En la edad media eran las actividades religiosas, simbolizadas por un tipo de actividad educativa que a su vez es simbolizada y sistematizada constituyendo a la pedagogía católica en occidente (siglo VIII al XV); E) La actividad  manufacturera heterogénea y orgánica, (siglo XVI a la primera mitad del XVIII) es simbolizada por un tipo de actividad educativa que a su vez es codificada y sistematizada constituyendo a la pedagogía intuitiva; F) Las actividades de la revolución industrial  y de las organizaciones académicas del renacimiento, (siglo XVIII), simbolizadas por un tipo de actividad educativa que su vez es simbolizada y sistematizada constituyendo a la pedagogía  problémica; G) Las actividades políticas democráticas representativas (siglo XVII y XIX), simbolizadas por un tipo de actividad educativa que su vez es simbolizada y sistematizada constituyendo a la pedagogía  activa; H) Las actividades fabriles fordista o industrias imperialistas,(siglo XX hasta la década del 80) simbolizada por un tipo de actividad educativa que su vez es codificada sociolinguisticamente y sistematizada constituyendo a la pedagogía programada y después por la del diseño instruccional; I) Las actividades Estatistas centralizadoras o la modelación de la sociedad como una gran maquina y las actividades sociales y sus actores como dientes del gran engranaje (Modelo eurosoviético), simbolizada por un tipo de actividad educativa que su vez es simbolizada y sistematizada constituyendo a la pedagogía  neoinstruccionista o de enseñanza programada; J) Las actividades del mercado (oferta y demanda, con predominio de ésta) bajo la forma de sociedad del conocimiento a través de las empresas productoras del conocimiento (laboratorios, institutos y universidades de élite) y distribuidora: centros de datos; y expendedoras (sistema educativo de países del tercer mundo) (1990-2000…) simbolizada por un tipo de actividad educativa que su vez es simbolizada y sistematizada constituyendo a las pedagogías del cambio conceptual, del procesamiento del conocimiento o de la información, comprensiva o del conocimiento y la operatoria; otra variante es la que concibe la existencia de actividades sociales de solución de los conflictos generados por acciones sociales fracasadas (1990 -2000..) mediante las acciones comunicativas dialógicas y que es simbolizada por la pedagogía reconstructiva;  y K) Las actividades políticas democráticas participativas, en calidad de estilo de vida de una sociedad humanista y solidaria, que sea expresión de un Estado social de derechos humanos que forme hacia el desarrollo humano pluridimensional e integrativo y como embrión de una sociedad de democracia participativa, que son simbolizadas por la actividad educativa autoinvestigativa vivencial interciencial y participativa, que a su vez es reproducida simbólicamente por la pedagogía constructivista de la transformación.

Las actividades educativas han existido, en la historia de la humanidad, de dos maneras en un sentido amplio o irregular  y en sentido estricto o regular. Ellas han respondido a exigencias de actividades sociales predominantes, en su correspondiente época. En sentido amplio o irregular, se tiene el caso de la formación política de los ciudadanos, por los partidos políticos y el Estado. Cada uno, en su época ha formado sus ciudadanos acorde con el tipo de democracia y sociedad que aspiran a reproducir o construir. En muchos casos la reproducción de los nuevos ciudadanos revolucionarios se logra en la actividad de las organizaciones de masas, de partido y en la lucha política.

CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Y DE TIPO DE EDUCADOR. Tanto el concepto modelo educativo como el  tipo de –sociedad-actividad social por reproducir o construir: proyecto de sociedad, se  explican  con el concepto calidad de la educación; siendo ésta simbolizadora de la totalidad integrada abstraída; es decir, de la realidad de los centros educativos articuladas al contexto cultural-social e histórico, acordes con el significado de la categoría realidad, en la perspectiva crítica social.

Esos modelos al ser vividos por cuerpos de actores también los hacen históricos;  de ahí que los cuerpos de docentes sean diferentes entre si, en cada actividad educativa históricamente. Dado que no ha sido lo mismo una actividad educativa simbolizadora de una actividad social religiosa, dominante (Siglo VIII-XV) con un maestro institutor, que la de los talleres manufactureros artesanales (Siglo XVI-XVIII: maestro transmisor expositivo, las de la revolución industrial-innovación tecnológica y técnica(Siglo XVIII)-docente reflexivo, la de la actividad política democrática representativa burguesa (Siglo XVIII) maestro progresivo y libertario, la de una fabrica (Siglo XX) ejecutor del currículo, la de una empresa productora-distribuidora y expendedora de la mercancía conocimientos(siglo XX última década) facilitadotes del aprendizaje, que la de una sociedad-Estado-maquina centralizadora (1917-1991) maestro neo-ejecutor del currículo, que la de la democracia representativa restringida-clientelista-politiquera y corrupta: maestro todero, que una actividad educativa donde prime o simbolice la actividad política de la democracia participativa: docente autoinvestigador participativo.

A cada una de ellas le corresponde un tipo de calidad de la educación y por lo tanto de educador.  La calidad de la educación es un concepto con el que se ha generado un debate en el plano internacional y nacional y cuyo significado hace referencias a la caracterización de la cuestión relativas al abordaje del tipo de relaciones entre el sistema educativo- centro educativo, actividad educativa  y el contexto, si responde  o no a las exigencias de éste hacia aquel y las respuestas y compromisos que adquiera el centro con el contexto, o lo que viene haciendo en forma espontánea. Este conflicto o tensión es determinado por una contradicción que se ha simbolizado con el concepto calidad de la educación y por eso el mismo es considerado como un código sociolingüístico polisémico. El significado del código elaborado calidad de la educación, en calidad de concepto, parte del significado de la categoría filosófica calidad en el materialismo dialéctico. En contraposición a la hermenéutica, que niega las diferencias ontológicas en el plano del mundo social y cultural,  se entiende por calidad a la categoría que hace referencias tanto a las propiedades como a los aspectos lógicos fundamentales, relaciones significativas determinantes de la existencia y desarrollo de un sistema dinámico inestable y complejos de fenómenos (naturales, sociales, psíquicos o subjetivos); tales fenómenos son constitutivos de la concreción de  una totalidad integrada, en la  sociedad o de una actividad social en general. Los aspectos lógicos se refieren a lo lógico y lo histórico como lo propio de la realidad. Entre los aspectos lógicos  se destacan el funcionamiento-estructura; y entre lo histórico, la esencia- tendencia (génesis y devenir); son lo que le dan su naturaleza o identifican con otros fenómenos o de la misma realidad; y los diferencia, a su vez, de otros conjuntos de fenómenos y por lo tato de sus  realidades sociales; es decir, que la calidad es todo cuanto hace que un fenómeno sea precisamente el que es, y no otro, y lo distingue de la infinidad de otros fenómenos (Afanasiev,1979,[36],116) y que así como todos tienen una génesis también tienen una devenir y un final. El que tengan un final los hace históricos; y si es así hay que tener en cuenta que tiene una génesis, es decir, que emergen, por ser creados por actores también recreados por ellas, en condiciones temporales y contextuales determinadas, y que como tales tienen un devenir, agotando sus potencialidades y hasta llegar a su final, no propiamente como una fruta o un árbol sino a la manera de la sociedad, pues, se demanda de la actuación consciente de los subordinados/oprimidos para poder encausar la lucha por su transformación; pero como cualquier fenómeno, como dice la canción de Rubén Blades ... “todo tiene su final ”.

Al reconocer su génesis y devenir  da razones para hablar  de aumentar o mejorar la calidad de la educación. Eso se hace cuando los fenómenos están en estado de reposo; pues existen en proceso de consolidación, reproducción-crecimiento, ya que no han agotado todas sus potencialidades; ellas están latentes y se pueden mantener y ampliar generalizando su uso, incluso en otras latitudes que tengan las mismas dinámicas de desarrollo social y a las que le sea pertinente.  Pero si se reconoce, que además, “todo  tiene su final y que nada dura para siempre”, entonces habría que aceptar que pueden, las actividades educativas, llegar a un estado de crisis manifiesta, ya sea relativa o absoluta. En el primer caso, se requiere incrementar y llevar hasta los niveles de excelencia, mejorar, tal actividad social; lo que quiere decir  que no ha dejado de ser pertinente por lo que dan cabida o exigen de modificaciones parciales-cambios; se da la negación/reconstrucción, conservación. Mientras que en el segundo, las crisis absolutas, requieren de modificaciones totales o transformaciones; ellas se dan como negaciones/destrucciones, con nuevas construcciones, porque agotaron sus potencialidades, en cuanto que el tipo de desarrollo personal-relaciones de poder, que impulsaban, dado que cumplieron su papel histórico y, por lo tanto, ya no posibilitan, a las personas que puedan satisfacer sus necesidades, entrando en crisis, junto al modelo de sociedad- actividad social- que reproducía, y que ayudaron a consolidar mediante cambios permanentes. 

La transformación significa que se requiere de otro tipo de actividad educativa que ayude a formar hacia otro tipo de desarrollo personal, más hacia el que la nueva actividad social emergente está demandando, para el nuevo modelo de desarrollo de la sociedad. Por lo tanto esta crisis manifiesta absoluta implica la destrucción de la actividad educativa dominante y la construcción de otra, con otra calidad totalmente diferente que sea vivencia embrionaria de la nueva actividad social que tiende a dominar; ello implica una revolución educativa.

Desde este significado, entonces la calidad de la educación se entenderá, en varios niveles de abstracción, uno universal, otro general, uno particular y singular. El universal como concepto; el general,  que es inherente a la versión prescriptiva, propia de un tipo de calidad de la educación elaborada por los clásicos de la pedagogía; el particular como propuestas de ideólogos de políticas educativas; y la singular que se presentan en los centros educativos a través de su vida cotidiana y que pueden estar o no sistematizadas en los Proyectos Educativos Institucionales y sus Proyectos Académicos, por niveles, o programas académicos, en el caso de la educación superior.

En cuanto al nivel universal, la calidad de la educación hace referencias, en su significado, a la naturaleza de una actividad social educativa, en la que se forma hacia un tipo de desarrollo personal, que demanda la actividad social que simboliza; y que, como realidad social, es constitutiva de una totalidad integrada, compleja/jerarquizada, histórica, que se concretiza en hechos particulares explicados desde el concepto: eventos educativos; ella  es creada por unos actores históricos: tipos de educadores, a los que produce para que, a  su vez, la reproduzcan y las simbolicen con diverso niveles de significados; esa totalidad integrada existe en un tipo de relaciones interdependientes y de manera concatenada con un contexto y con las que las antecedieron. En otras palabras por calidad de la educación se entenderá, al concepto que explica la naturaleza ontológica específica de una ACTIVIDAD SOCIAL EDUCATIVA  que se condensa, como totalidad integrada, en un tipo de modelo educativo. Éste es el  concepto con que se explican las características lógicas de funcionamiento, estructurales y esenciales - tendenciales de la vida cotidiana de un centro educativo, a nivel interno, y externo en su interdependencia  con el contexto,  que se devela y caracteriza como un macro proceso, campo de desarrollo, que realiza y caracteriza, de manera predominante, dicha vida cotidiana. Ellas se  reproducen hasta cuando los que ocupan lugares de subalternos develen su naturaleza y la pérdida de su vigencia histórica o legitimidad, a través de procesos de simbolización significativos que sistematizan o generando una ruptura en el campo de saber pedagógico, y la transformen construyendo otra realidad: otra actividad educativa, otra educación con otra calidad, es decir, otro modelo educativo. Con ella interactúan, la  simbolizan e interiorizan y la sistematizan constituyendo sendas teorías  pedagógicas o pensamientos pedagógicos que dan forma o desarrollan a ese campo de saber elaborado. Eso es así dado que así como todas las actividades sociales son reproductoras simbólicas de actividades sociales dominantes, también éstas son reproducidas simbólica y significadoramente mediante códigos sociolingüísticos que se sistematizan, conformando teorías pedagógicas. Desde la teoría pedagógica, con estatus de ciencia, y en particular de su base conceptual, metodología y técnicas de investigación se aborda la reproducción simbólica significadora de la vida cotidiana de los centros educativos, en sus relaciones con el contexto, y se caracteriza su pertinencia para precisar si no tiene vigencia y proceder a elaborar la propuesta de un nuevo tipo de modelo educativo, coherente con el proyecto de sociedad por construir, y se estipula una nueva calidad de la educación. Esta propuesta es en si misma un proyecto educativo institucional (PEI) en cada centro educativo.

El PEI se desglosa en planes desarrollo de 10 o más años y éstos a su vez en planes de actividades u operativos por años y por dependencias. Cuando se trata de prospectar la actividad académica en donde se forman los estudiantes por ciclos o niveles y en la educación superior por Programas Académicos o carreras universitarias se denominan Proyectos Académicos. Los proyectos académicos han tomado diversas denominaciones según las teorías pedagógicas: siete artes liberales, en la  pedagogía católica, pensum, en la Intuitiva, programa escolar o programa de ideas asociadas en la activa, currículo en la del diseño instruccional, proyecto académico autoinvestigativo vivencial interciencial y participativo en la PECONTRA, y otras denominaciones. Los proyectos académicos demandan para su operatividad, por cohortes, que se elaboren por años/periodos académicos, y, que se sistematizan, conformando textos especiales que se conocen como proyectos pedagógicos. Éstos orientan, de manera ordenada, el actuar de los docentes del grado o semestre años respectivo.

Todos se realizan mediante  eventos pedagógicos que se prospectan con una programación y la actividad investigativa con proyectos de investigación y las actividades de servicio social, como Proyectos de desarrollo social, aunque los tres tipos de praxis pedagógicas se pueden integrar en un nuevo tipo de proyecto pedagógico: autoinvestigativo vivencial, interciencial y participativo como otro tipo y significado particular del código  proyecto pedagógico.



[1] Entrevista a
[2] ROMERO PEREIRA, Hernando. Metodología para formar docentes investigadores investigando. Pedagogía constructivista de la transformación. Tesis de grado para optar al título de DOCTOR EN CIENCIAS PEDAGÓGICAS. Universidad de Cienfuegos-Mes CUBA. 2005.
[3] Direccionalidad: hace referencia al sentido que se le traza a la actividad social por parte del estado, la sociedad o en un establecimiento o asociación, se encarna en sus propósitos o sea, en el caso de la educación por los fines: tipo de desarrollo personal hacia el cual formar y el modelo de sociedad, las finalidades o sea las características de los fines; los objetivos de desarrollo institucional y personales, las metas institucionales, etc.

[4] PONCE, Anibal. Educación y lucha de clases. Ed Surafricana. Bogotá. 1970.Pp.91-92.
[5]  COMENIO, Juan Amos. Didáctica magna. Ed. Porrúa. México.2000. P33
[6] HERBART,J.F. Pedagogía General derivada del fin de la educación. Ed La Lectura.Espasa-Calpe.s.a. Madrid 1935.
[7] MEDINA Gallego,  Carlos.”Enseñanza problémica”.Rodriguez Quito Editores. Santafe de Bogotá.1997.

[8] DECROLY, Ovidio y BOON. G. Iniciación general al método Decroly. Ed Losada. Buenos Aires. 1965. P.pp.109-110
[9]  GAGNÉ, Robert y BRIGGS, Leslie. La planificación de la enseñanza. Ed Trillas, México.1982. P.31.
[10] ÁLVAREZ DE ZAYAS, Carlos. Didáctica: La escuela en la vida. Ed Pueblo y Educación. La Habana. 1999.P.64.
[11]. POZO, Juan. El cambio sobre el cambio: Hacia una nueva concepción del cambio conceptual en la construcción del conocimiento científico. En JOSÉ RODRIGO, Maria y ARNAY, José. La construcción del conocimiento científico escolar. Ed. Paidós. Barcelona.1997.  P.167.
[12]. MORENO, Monserrat y Equipo de IMIPAE. La pedagogía Operatoria. Ed. Fontamara. México..1997.  P.36
[13] . DE ZUBIRÍA, Miguel y DE ZUBIRÍA, Julían. Fundamentos de la pedagogía conceptual. Ed Plaza & Janes.  Bogotá.2002. p.174
[14] LÓPEZ JIMENEZ, Nelson. La de-construcción curricular.Ed Cooperativa Magisterio. Bogotá. 2001.p.140-
[15] MERTON, Robert. K. Teoría y estructura sociales. Ed. Fondo de cultura económica. México. 1980.
[16]  KANT, M. Crítica del juicio. Trad.de MG Morente. Ed. Nacional. México. Reimpresión. Al respecto dice Kant que “cada ciencia es por si un sistema, y no basta construir en ella según principios, es decir, proceder técnicamente, sino que  hace  falta proceder con ella también arquitectónicamente, como un edificio que existe por sí, y tratarla no como una dependencia y como una parte de otro edificio, sino como un todo por sí, aunque después se puede establecer un transito de ésta a aquél, o recíprocamente”
[17] ROZHIN,V.P. La dialéctica Marxista- Leninista como ciencia filosófica. Ed Imprenta nacional de Cuba. La Habana.1961.
[18]   TELLEZ, Gustavo. Pirre Bourdieu. Conceptos Básicos y Construcción socioeducativa. Ed Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá. 2002. Por campo social se entiende a los espacios sociales estructurados; es decir, un sistema jerarquizado de posiciones y ubicaciones, que implican disposiciones o toma de decisión y posiciones o actitudes, en el cual ocurren relaciones durables de dominación entre los distintos agentes que lo componen P.202.
[19]. BERNSTEIN, Basil. Clasificación y enmarcación del conocimiento educativo. En revista Revista Colombiana de educación. N°15. 1° . Universidad Pedagógica Nacional.semestre de 1985.  Bogotá.P.48
[20] PIAGET, Jean. Psicología y Pedagogía. Ed Crítica Barcelona.2001
[21]  Se acoge  el concepto de campos de saber formativos vivénciales en reemplazo de la denominación materiales por sugerencia de la profesora Matilde   De Oro de Avendaño, del ITIBA pues éste se prestaba a muchas confusiones como la de ser considerado como las ayudas   educativas.
[22] Decroly, O. “Introducción al Método Decroly”. Editorial Lozada. Madrid   1965, P.30-31
[23] Medina Gallego,  Carlos.”Enseñanza problémica”.Rodriguez Quito Editores. Santafe de Bogotá.

[24] MAJMUTOV, M.I. La enseñanza problémica. Ed Pueblo y Educación.  1983.P.125
[25] FREIRE, Paulo. Pedagogía del Oprimido. Ed América Latina. Bogotá.1967.
[26] LÓPEZ, Nelson. La De-Construcción Curricular. Ed Cooperativa Magisterio. Bogotá. 2001
[27] MAGENDZO K, Abraham. Currículo, Educación para la Democracia en la Modernidad. EdPIIE-Fundacion Luis Carlos Galán. Bogotá.1996.
[28] SIMBOLIZACIÓN: reproducir con palabras los fenómenos del mundo de la vida del investigador del cual forma parte. Se hace para denominarlo y hablar de ese fenómeno en su ausencia.

[29] SIGNIFICADOS: En particular respuesta a preguntas tales como: qué es, cómo es eso que se investiga, qué funciones cumple, qué determina su existencia: naturaleza y desarrollo; al igual que la pertinencia de lo investigado y qué se puede hacer con él?.

[30] SIGNIFICATIVO: qué es lo relevante o importante a simbolizar en lo investigado: propiedades, cualidades o aspecto lógicos fundamentales: funcionamiento, estructura, esencia y tendencia, pertinencia y modificaciones que amerite (parciales o totales).
[31] MODELO: Es una categoría filosófica que explica los aspectos lógicos que otorgan las cualidades fundamentales determinantes de la forma regular de existir de una parcela del mundo de la vida convertida en campos de investigación que son dinámicos e inestables. 
Esa cualidad es la determinante de la realidad investigada con la que se abstrae lo lógico en ella como una totalidad integrada, compleja, jerarquizada y lo histórico pues ella es histórica. Ella posibilita interpretar, explicar y valorar la vida de una empresa, forma fundamental de movimiento de la materia para caracterizar -la como una totalidad y para elaborar una propuesta en el caso social de otro tipo de vida cotidiana que responda a exigencias de los sectores de la sociedad para satisfacer las necesidades, tanto materiales como espirituales, de las personas, como minorías o como mayorías. Difieren entre si acorde al mundo de la vida que simbolicen ya sea el natural, el social y los de alta ingeniería en el mundo de la vida social que incluye a la actividad educativa. Se diferencian los explicativos de los prescriptitos según el tipo de interés técnico, práctico o emancipatorio.
[32] SÁNCHEZ VÁZQUEZ, Adolfo. Filosofía de la praxis. Ed Juan Grijalbo. México.1972.
[33]  MORIN, Edgar,  “Introducción al Pensamiento Complejo” Editorial Gedisa,Barcelona 1996. P.106
[34]. LENIN, Vladimir. Sobre el problema de la dialéctica, en Cuadernos filosóficos. Ed Estudio. Buenos Aires.1972. Pp327-333
[35]  MOJICA, Francisco. “Concepto y fundamentación  teórica de la prospectiva” Santafe de Bogotá-03-04-92 Fotocopia

[36]  AFANASIEV, V. “Fundamentos de Filosofía” Ediciones Comuneros, Bogotá.1979. p.116. Para él poseen calidad todos los objetos y fenómenos... La calidad se manifiesta en cualidades y éstas en propiedades. La cualidad caracteriza una cosa por cualquier aspecto estructural determinado, mientras que la calidad da una idea de conjunto del objeto o fenómeno”




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