PEDAGOGÍA SOCIAL Y DIDÁCTICA CRÍTICA: CONSIDERACIONES PARA UNA PRÁCTICA EDUCATIVA ORIENTADA A LOS SECTORES EN SITUACIÓN DE DESVENTAJA Y EXCLUSIÓN SOCIAL
Isabel Elena Peleteiro Vázquez
isabelpeleteiro@yahoo.com.
isabelpeleteiro@yahoo.com.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico de Caracas
Instituto Pedagógico de Caracas
RESUMEN
Este artículo tiene como propósito fundamental explicar algunos conceptos básicos en torno a la didáctica, la educación y la enseñanza en comunidades en situación de desventaja social. Se citan entre estos a los Centros Penitenciarios y los organismos tutelares que atienden a sectores de niños en situación de farmacodependencia. En el estudio se hace referencia a algunas ideas acerca del significado de los programas de desarrollo social en la educación. Otro importante aspecto que se destaca es la función holística que desempeña el pedagogo social en ambientes no formales.
Palabras clave: Pedagogía social; didáctica crítica; práctica docente
INTRODUCCIÓN
El presente artículo tiene como propósito ofrecer un conjunto de ideas base que fundamentan la práctica pedagógica que se dirige a los sectores en situación de desventaja social. Esta lectura parte de un con- junto de reflexiones efectuadas en base a dos programas de investiga- ción-acción efectuados dentro del Componente de Práctica Profesional del Doctorado en Educación de la UPEL-IPC, dirigidos a atender ambien- tes comunitarios de pobreza y sectores de niños y adolescentes en situa- ción de exclusión social. Estos programas de formación docente se han desarrollado desde la Fase de Ejecución de Proyectos Educativos y su aspectos más relevante ha sido el estar inscrito dentro de Convenios Interinstitucionales (Convenio UPEL-Alcaldía de Caracas 1992-1995 y Convenio UPEL-INAM 1997-2005). Ambos programas han tenido como misión sensibilizar al practicante docente en el deber ser de su actividad pedagógica en el marco de la postmodernidad adecuándose al contexto sociocultural venezolano actual.
Al respecto el término pos - modernidad se refiere a la apertura a una sociedad emergente, en la que la democracia será más radical, donde se oirán las voces de los diferentes, de los débiles y margina- dos, donde las categorías de la pluralidad, de la diversidad y de la utopía darán paso a la imaginación, al diálogo enriquecido como fruto de la radicalización de previos disensos, al acontecimiento, al relato corto, a lo inconmensurable, a la autorreflexión y a la riqueza integral del contexto. Esa modernidad es un movimiento de descons- trucción o descomposición en piezas de todo lo que había sido constitui- do en paradigma o modelo.
Fundamentación
El artículo hace énfasis en dos líneas de conocimiento que se com- plementan. La pedagogía como cuerpo de contenidos filosóficos y axio- lógicos que sustentan la labor educativa y la didáctica crítica como el con- junto de procedimientos prácticos y técnicas de enseñanza aplicables a contextos socialmente problematizados. En algunos países europeos han denominado a la pedagogía social como “educación social”, término acu- ñado por el alemán Adolfo Diesterweg (1790-1866), la misma tiene como fundamento esencial atender a los problemas de la educación en la sociedad (Petrus,A.1998). Entre sus precursores o antecesores en la pedagogía clásica se citan a Platón y Aristóteles y posteriormente a Pestalozzi. La Pedagogía social se articula con los planteamientos socio- lógicos de Emile Durkheim y Karl Mannhein, sin embargo es Paul Natorp el representante responsable del término “pedagogía social” quien afirma que “el hombre sólo se hace hombre por medio de la comunidad huma- na y de la educación” (Luzuriaga, L.1971).
El concepto clásico de pedagogía social se refiere a la educación de la personalidad en sus aspectos sociales, es decir, a la capacidad de adaptarse a la vida social en los grupos a que pertenece, poseyendo los deseables sentimientos sociales, actitudes sociales y un comportamiento que respete las normas convivenciales como lo son las reglas del trato mutuo, la práctica de la justicia, la cooperación, la solidaridad, la benevo- lencia, la ayuda, así como la formación en los grupos de pautas compor- tamentales de convivencia como lo son la mentalidad democrática, la tolerancia, la participación y la responsabilidad en el bien común.
La didáctica se relaciona estrechamente con la pedagogía y com- prende las reglas, métodos y técnicas para descubrir la verdad y el cono- cimiento. La didáctica aplicada a sectores en situación de exclusión social requiere del conocimiento de métodos y estrategias que se adecúen a las características de un entorno sociocultural particular en el que existen las carencias que son producto de bajos niveles socioeducativos en la pobla- ción. Es por ello que se hace énfasis en la didáctica crítica, porque se atienden escenarios que exigen del docente un elevado nivel de com- prensión, sensibilidad y compromiso social.
Al establecer vínculos entre la pedagogía social y la didáctica críti- ca es necesario ampliar el léxico educativo con el término “Educación No Formal” debido a las características de esta: escenarios educativos no convencionales, en situación de desventaja social y orientados a satisfa- cer necesidades de defensa de los derechos humanos, alfabetización, ocio y tiempo libre, lucha contra la violencia, habilitación laboral, mejora- miento del ambiente y ecología, etc.
Definiciones Básicas
A continuación se contempla la descripción de las definiciones básicas que se relacionan con las prácticas de la pedagogía social y de la didáctica crítica.
Pedagogía social: Disciplina que entiende lo teórico y lo práctico como dos dimensiones de una misma realidad, su campo de intervención es el espacio sociocomunitario de transmisión de valores ciudadanos con fines de superar las desigualdades en los diversos grupos sociales: sec- tores comunitarios, penitenciarios, hospitalarios, tutelares, etc.
Didáctica crítica: Ciencia teórico-práctica que orienta la acción reconstructora del conocimiento, en un contexto de enseñanza-aprendi- zaje, mediante procesos tendencialmente simétricos de comunicación social, desde el horizonte de una racionalidad emancipadora.
Principios filosóficos – antropológicos de la Didáctica Crítica: La unidad, la identidad, el consenso, la convergencia, la seguridad, la uni- versalidad, el hombre como continuo fluir.
Principios procedimentales de la Didáctica Crítica: Respeto y promoción de una democracia de las diferencias de las minorías y de los sectores en desventaja social.
Combinación del principio de pluralidad y contextualidad con el de la unidad consensuada entre todos teniendo en cuenta la realidad multi- factorial en que se encuentra el problema de la educación en los secto- res en desventaja social: educación, formación para el trabajo, estructu- ra familiar, empleo y valores.
Educación no formal: Es toda actividad organizada, sistemática, realizada fuera del marco del sistema oficial, para facilitar determinadas clases de aprendizaje a sub grupos particulares de la población, tanto de adultos como de niños.
CRISIS DE LA MODERNIDAD
El hombre y la humanidad se encuentran sumidos en un océano encrespado por la crisis. Una primera manifestación de ésta consiste en una triple ruptura que el hombre ha infringido al entorno (desequilibrio ecológico), a la propia estructura de la personalidad humana (desequili- brio antropológico) y al ámbito convivencial (desequilibrio internacional).
Esta crisis afecta al sistema donde el hombre se mueve a la hora de autorrealizarse como persona, es decir, a la sociedad.
Venezuela no escapa a esta realidad porque forma parte del con- junto ecológico planetario que se encuentra sumido en múltiples facetas de crisis. Ante esta situación se presenta a la educación y al sistema sociocultural como incapaz de proporcionar al sujeto un grado aceptable de participación en las decisiones que adoptan los responsables del bien común. En este concierto de ideas se aprecia como el subsistema moral queda inundado por una corrupción total de sus valores, al no proporcio- nar sentido a la vida de las personas lo cual genera una crisis de motiva- ción. Para Lyotard, el proyecto modernista ha terminado, reinan el azar y la incertidumbre ante los cuales la interacción y el diálogo se perfilan como los únicos capaces de arrojar una luz.
Pedagogos insignes como Freinet y Coussinet habían focalizado la importancia del trabajo cooperativo. Rodríguez Rojo(1999) en su obra: Hacia una didáctica crítica destacó que el lenguaje constituye la base de la metodología didáctica. La comunicación exige el trabajo grupal. La dinámica de grupos favorece el consenso, el entendimiento y los acuer- dos intersubjetivos, lo cual genera un clima grupal cooperativo. A este clima lo llaman rapport o “empatía”, entendida como la capacidad de sumergirse en el mundo subjetivo de los demás y participar de su expe- riencia en la medida en que la comunicación verbal y no verbal lo permi- ta. Es decir, se refiere a la capacidad de ponerse verdaderamente en el lugar del otro, de ver el mundo como lo ve él.
La presente lectura fundamenta la existencia de una Didáctica Crítica sustentada en la teoría de la acción comunicativa debido a que ésta tiende a la comprensión, al entendimiento entre los sujetos, a la interacción y al consenso. Se trabaja en torno a una pedagogía de la comunicación.
La didáctica crítica sustenta las ideas de: 1) Unificar el enfoque comunicativo y la teoría crítica, 2) La Pedagogía de la comunicación y su relación con la práctica docente, 3) La búsqueda de los valores de la ver- dad, el bien, la belleza y la justicia.
Al considerar la Didáctica como elemento emancipador, la ciencia de la didáctica trata de cambiar al estudiante como persona individual, sus actitudes, sus valores, sus juicios, sus sentimientos, sus capacida- des, sus aptitudes, su mentalidad. En la medida que cambie su persona- lidad y el interior del alumno, cambia su exterior y su actitud de sujeto transformado ante la sociedad influirá de un modo emancipador, por ello enseñar es transformar.
Relación entre la didáctica crítica y la práctica docente
Ciencia que favorece procesos de escrutinio de la teoría implícita en la práctica, no divide la realidad porque ésta es teoría y práctica al mismo tiempo. A partir de los problemas reales aporta soluciones, cons- truyendo la teoría que mejora el quehacer tanto docente como discente.
La acción didáctica se preocupa de la formación de estructuras mentales, de la organización de los conocimientos fragmentados y de la crítica reconstructiva de los problemas cotidianos.
Características de la metodología de la didáctica crítica
Es una práctica participativa, crítica, favorece el debate, la refle- xión y la discusión en pequeños grupos. Utiliza el simposio, la mesa redonda, la entrevista, el cuchicheo, el foro, la clínica del rumor, el semi- nario, el torbellino de ideas, el estudio de casos, la simulación de roles, los juegos de conocimiento, la afirmación, la confianza, la cooperación y la solución de conflictos.
Los modelos de acción e investigación pedagógica son la etnogra- fía, la etnometodología, la fenomenología y la hermenéutica.
Se requiere la elaboración de un currículum de formación docente orientado a comprender la realidad de los sectores poblacionales en situación de exclusión y el diseño de proyectos de desarrollo social orien- tados a lo compensatorio, lo intercultural, que consideren la voz del edu- cador-educando, la producción de significados, la evaluación por consen- so, la evaluación compartida y el diálogo. La acción comunicativa es de reciprocidad. Los acuerdos en el ámbito de la pedagogía social no vienen forzados unilateralmente, son fruto de un saber válido que proviene de la interacción con la cotidianidad del contexto social abordado. Por ello nos formulamos la interrogante de: ¿Para qué de los Programas de Desarrollo Social? La respuesta es que debemos considerar el proyec- to como instrumento que define y concreta las acciones que se deben lle- var a cabo en un escenario no formal. En él se expone la forma en que será ejecutado y los recursos de los cuales se dispone para llevar a cabo la propuesta. Un programa de esta naturaleza requiere un análisis de la realidad. Este permitirá reconocer los intereses y motivaciones del sector al que será destinado, además deberá contener un nombre y el enuncia- do general acerca de qué se quiere hacer.
Son importantes los objetivos en los cuales se describen los propó- sitos y límites que se desean alcanzar a través de acciones en un perío- do determinado. Las actividades y la metodología nos indican el camino para llegar al fin. Es necesario establecer una trayectoria que permita fijar el ritmo y la dinámica del proyecto expresando de manera explícita el “Cómo se va a hacer”, el sistema de trabajo y las técnicas a utilizar, la dis- tribución de las actividades, etc.
Es fundamental caracterizar a los destinatarios del programa social. Pueden ser personas mayores o adultos en situación de privación de libertad, adolescentes con problemas de conducta, niños y jóvenes en situación de farmacodependencia, madres adolescentes, enfermos recluidos en hospitales, etc.
La ubicación de la propuesta en el tiempo y la duración constituye un aspecto vital. Igualmente el dónde se realizará y los recursos o medios materiales requeridos.
Valores de la didáctica crítica y la pedagogía social
En la didáctica crítica se manifiestan los valores compartidos, coo- perativos, emancipadores, solidarios e intersubjetivos, la relación entre la teoría y la práctica es indisociable, la práctica es teoría en acción, se cri- tica la ideología, existen razones para problematizar la acción pedagógi- ca. Va dirigida a la transformación social por ello, atiende en especial a sectores en situación de desventaja social. Se actúa en los escenarios socialmente problematizados (Contextos comunitarios, hospitalarios, tutelares o penitenciarios) por negociación y consenso.
El rol del profesor dentro del contexto de la pedagogía social y la didáctica crítica
El profesor investigador es reflexivo, crítico, comprometido con la situación escolar, extraescolar y sociopolítica, trabaja en equipo y trans- forma el contexto comunitario, escolar y el entorno social. Asume el paradigma ecológico de la pedagogía. Este se extiende al currículo como dentro del “mundo de la vida”en la cual se incorporan múltiples factores que tienen que ver con el complejo problema del proceso educativo.
Figura 1. Fotografía1. En escenarios socialmente problematizados las estrategias didácticas utilizan el teatro como método para la reinser- ción social del joven privado de libertad, en la gráfica se aprecia el con- tacto directo de las practicantes docentes con los jóvenes adscritos al Centro de Diagnóstico y Tratamiento Carolina Uslar II.
Figura 2 Fotografía 2: Esculturas modeladas en arcilla. Este traba- jo escultórico representa el busto del Libertador Simón Bolívar efectuado por uno de los niños que forman parte de la Comunidad Terapéutica Carolina Uslar I que atiende a niños de la calle en situación de farmaco- dependencia.
EL PEDAGOGO SOCIAL Y SU VINCULACIÓN CON LA EDUCACIÓN PENITENCIARIA
Los escenarios más comúnmente definidos como objeto de estu- dio de la Pedagogía Social son los escenarios penitenciarios. En ellos la presencia del docente adquiere una pertinencia social y trascendencia que propician cambios significativos en la formación del concepto de ciu- dadanía del hombre en situación de privación de libertad.
En este sentido se destacan tres ideas fundamentales: El primero tiene que relación con la legislación penitenciaria vigente. En especial la Ley de Rendición de la Pena por el Trabajo y el Estudio. Concepción legal que al ser interpretada por el pedagogo social se traduce en un conjunto de beneficios en relación a la reducción de la pena que le es conferida al recluso cuando tiene la oportunidad de formarse bajo los lineamientos de un programa educativo desarrollado por docentes en un recinto car- celario. El segundo tiene que ver con la posibilidad real que la educación le brinda al ser humano que vive en privación de libertad, de tomar con- ciencia sobre su situación y activar su deseo de cambio personal. Por ello la educación no sólo lo forma, también lo reeduca y le ofrece las herra- mientas para el trabajo, lo resocializa y rehabilita para concebir un pro- yecto de vida y desempeñarse con autosuficiencia e idoneidad en el medio social en el futuro cercano.
Finalmente, es necesario destacar que el diseño y desarrollo de programas sociales y educativos por parte de los docentes constituyen la herramienta más significativa y valiosa en el logro de un ambiente más humano en esa pequeña sociedad que es la cárcel. Por ello los cuatro pilares planteados en el Informe de la UNESCO acerca de que la Educación encierra un Tesoro se cumplen a cabalidad cuando las pro- puestas de los docentes se dirigen a estos sectores en situación de exclu- sión social. Si se cumplen el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
CONCLUSIONES
La pedagogía social y la didáctica crítica atienden al proceso edu- cativo que se desprende de la perspectiva de la injusticia y la desigual- dad social en el que la opresión y la penitencia del hombre adquieren un significado en un contexto sociocultural determinado. Ambas ciencias son autocríticas y usan la reflexión grupal como criterio de evaluación de la práctica pedagógica. Son dialécticas, relacionales, sistémicas, de influen- cia mutua y parten de supuestos emancipadores. Describen críticamente y transforman los conflictos no racionales. Unen la teoría educativa con la práctica en una dialéctica que al fusionarse transforma al sujeto y el entorno. Su fundamento es la comunicación y el consenso. El tratamien- to del problema educativo de cada grupo social es transdisciplinar y glo- balizador. Se profundiza en el significado del problema. Exige compromi- so individual y grupal a nivel local, nacional e internacional.
Como conclusión fundamental se destaca la necesidad de sensibi- lizar a los docentes para que generen acciones educativas en este tipo de escenarios. Motivar hacia el logro de un compromiso social dirigido hacia los sectores excluidos.
Existe la perentoria necesidad de orientar la formación del docen- te hacia la formulación de proyectos de desarrollo social así como estimular el liderazgo del pedagogo social en ámbitos educativos no conven cionales.
A manera de conclusión planteamos el siguiente ejercicio:
Ejercicio de aplicación para la ejecución del proyecto de investigación educativa partiendo de la didáctica crítica.
1) Reflexionar sobre su preocupación temática de investigación
2) Establecer los descriptores que definen el problema de investi- gación
3) Redactar al menos diez interrogantes sobre el problema a investigar
4) Visitar los centros de documentación y referenciar al menos tres investigaciones relacionadas
5) Identificar las teorías filosóficas, conceptuales y procedimenta- les que se asocian al problema seleccionado
6) Visitar escenarios educativos en los que se aplique la pedago- gía social: centros hospitalarios, penitenciarios, comunitarios, albergues, etc.
REFERENCIAS
Luzuriaga, L.(1971). Pedagogía Social y Política. Buenos Aires, Losada Petrus, A. (1998). Pedagogía Social. (Obra compilada). Barcelona : Ariel Rodríguez Rojo, M. (1999). Hacia una didáctica crítica. Madrid: La Muralla
Este artículo tiene como propósito fundamental explicar algunos conceptos básicos en torno a la didáctica, la educación y la enseñanza en comunidades en situación de desventaja social. Se citan entre estos a los Centros Penitenciarios y los organismos tutelares que atienden a sectores de niños en situación de farmacodependencia. En el estudio se hace referencia a algunas ideas acerca del significado de los programas de desarrollo social en la educación. Otro importante aspecto que se destaca es la función holística que desempeña el pedagogo social en ambientes no formales.
Palabras clave: Pedagogía social; didáctica crítica; práctica docente
INTRODUCCIÓN
El presente artículo tiene como propósito ofrecer un conjunto de ideas base que fundamentan la práctica pedagógica que se dirige a los sectores en situación de desventaja social. Esta lectura parte de un con- junto de reflexiones efectuadas en base a dos programas de investiga- ción-acción efectuados dentro del Componente de Práctica Profesional del Doctorado en Educación de la UPEL-IPC, dirigidos a atender ambien- tes comunitarios de pobreza y sectores de niños y adolescentes en situa- ción de exclusión social. Estos programas de formación docente se han desarrollado desde la Fase de Ejecución de Proyectos Educativos y su aspectos más relevante ha sido el estar inscrito dentro de Convenios Interinstitucionales (Convenio UPEL-Alcaldía de Caracas 1992-1995 y Convenio UPEL-INAM 1997-2005). Ambos programas han tenido como misión sensibilizar al practicante docente en el deber ser de su actividad pedagógica en el marco de la postmodernidad adecuándose al contexto sociocultural venezolano actual.
Al respecto el término pos - modernidad se refiere a la apertura a una sociedad emergente, en la que la democracia será más radical, donde se oirán las voces de los diferentes, de los débiles y margina- dos, donde las categorías de la pluralidad, de la diversidad y de la utopía darán paso a la imaginación, al diálogo enriquecido como fruto de la radicalización de previos disensos, al acontecimiento, al relato corto, a lo inconmensurable, a la autorreflexión y a la riqueza integral del contexto. Esa modernidad es un movimiento de descons- trucción o descomposición en piezas de todo lo que había sido constitui- do en paradigma o modelo.
Fundamentación
El artículo hace énfasis en dos líneas de conocimiento que se com- plementan. La pedagogía como cuerpo de contenidos filosóficos y axio- lógicos que sustentan la labor educativa y la didáctica crítica como el con- junto de procedimientos prácticos y técnicas de enseñanza aplicables a contextos socialmente problematizados. En algunos países europeos han denominado a la pedagogía social como “educación social”, término acu- ñado por el alemán Adolfo Diesterweg (1790-1866), la misma tiene como fundamento esencial atender a los problemas de la educación en la sociedad (Petrus,A.1998). Entre sus precursores o antecesores en la pedagogía clásica se citan a Platón y Aristóteles y posteriormente a Pestalozzi. La Pedagogía social se articula con los planteamientos socio- lógicos de Emile Durkheim y Karl Mannhein, sin embargo es Paul Natorp el representante responsable del término “pedagogía social” quien afirma que “el hombre sólo se hace hombre por medio de la comunidad huma- na y de la educación” (Luzuriaga, L.1971).
El concepto clásico de pedagogía social se refiere a la educación de la personalidad en sus aspectos sociales, es decir, a la capacidad de adaptarse a la vida social en los grupos a que pertenece, poseyendo los deseables sentimientos sociales, actitudes sociales y un comportamiento que respete las normas convivenciales como lo son las reglas del trato mutuo, la práctica de la justicia, la cooperación, la solidaridad, la benevo- lencia, la ayuda, así como la formación en los grupos de pautas compor- tamentales de convivencia como lo son la mentalidad democrática, la tolerancia, la participación y la responsabilidad en el bien común.
La didáctica se relaciona estrechamente con la pedagogía y com- prende las reglas, métodos y técnicas para descubrir la verdad y el cono- cimiento. La didáctica aplicada a sectores en situación de exclusión social requiere del conocimiento de métodos y estrategias que se adecúen a las características de un entorno sociocultural particular en el que existen las carencias que son producto de bajos niveles socioeducativos en la pobla- ción. Es por ello que se hace énfasis en la didáctica crítica, porque se atienden escenarios que exigen del docente un elevado nivel de com- prensión, sensibilidad y compromiso social.
Al establecer vínculos entre la pedagogía social y la didáctica críti- ca es necesario ampliar el léxico educativo con el término “Educación No Formal” debido a las características de esta: escenarios educativos no convencionales, en situación de desventaja social y orientados a satisfa- cer necesidades de defensa de los derechos humanos, alfabetización, ocio y tiempo libre, lucha contra la violencia, habilitación laboral, mejora- miento del ambiente y ecología, etc.
Definiciones Básicas
A continuación se contempla la descripción de las definiciones básicas que se relacionan con las prácticas de la pedagogía social y de la didáctica crítica.
Pedagogía social: Disciplina que entiende lo teórico y lo práctico como dos dimensiones de una misma realidad, su campo de intervención es el espacio sociocomunitario de transmisión de valores ciudadanos con fines de superar las desigualdades en los diversos grupos sociales: sec- tores comunitarios, penitenciarios, hospitalarios, tutelares, etc.
Didáctica crítica: Ciencia teórico-práctica que orienta la acción reconstructora del conocimiento, en un contexto de enseñanza-aprendi- zaje, mediante procesos tendencialmente simétricos de comunicación social, desde el horizonte de una racionalidad emancipadora.
Principios filosóficos – antropológicos de la Didáctica Crítica: La unidad, la identidad, el consenso, la convergencia, la seguridad, la uni- versalidad, el hombre como continuo fluir.
Principios procedimentales de la Didáctica Crítica: Respeto y promoción de una democracia de las diferencias de las minorías y de los sectores en desventaja social.
Combinación del principio de pluralidad y contextualidad con el de la unidad consensuada entre todos teniendo en cuenta la realidad multi- factorial en que se encuentra el problema de la educación en los secto- res en desventaja social: educación, formación para el trabajo, estructu- ra familiar, empleo y valores.
Educación no formal: Es toda actividad organizada, sistemática, realizada fuera del marco del sistema oficial, para facilitar determinadas clases de aprendizaje a sub grupos particulares de la población, tanto de adultos como de niños.
CRISIS DE LA MODERNIDAD
El hombre y la humanidad se encuentran sumidos en un océano encrespado por la crisis. Una primera manifestación de ésta consiste en una triple ruptura que el hombre ha infringido al entorno (desequilibrio ecológico), a la propia estructura de la personalidad humana (desequili- brio antropológico) y al ámbito convivencial (desequilibrio internacional).
Esta crisis afecta al sistema donde el hombre se mueve a la hora de autorrealizarse como persona, es decir, a la sociedad.
Venezuela no escapa a esta realidad porque forma parte del con- junto ecológico planetario que se encuentra sumido en múltiples facetas de crisis. Ante esta situación se presenta a la educación y al sistema sociocultural como incapaz de proporcionar al sujeto un grado aceptable de participación en las decisiones que adoptan los responsables del bien común. En este concierto de ideas se aprecia como el subsistema moral queda inundado por una corrupción total de sus valores, al no proporcio- nar sentido a la vida de las personas lo cual genera una crisis de motiva- ción. Para Lyotard, el proyecto modernista ha terminado, reinan el azar y la incertidumbre ante los cuales la interacción y el diálogo se perfilan como los únicos capaces de arrojar una luz.
Pedagogos insignes como Freinet y Coussinet habían focalizado la importancia del trabajo cooperativo. Rodríguez Rojo(1999) en su obra: Hacia una didáctica crítica destacó que el lenguaje constituye la base de la metodología didáctica. La comunicación exige el trabajo grupal. La dinámica de grupos favorece el consenso, el entendimiento y los acuer- dos intersubjetivos, lo cual genera un clima grupal cooperativo. A este clima lo llaman rapport o “empatía”, entendida como la capacidad de sumergirse en el mundo subjetivo de los demás y participar de su expe- riencia en la medida en que la comunicación verbal y no verbal lo permi- ta. Es decir, se refiere a la capacidad de ponerse verdaderamente en el lugar del otro, de ver el mundo como lo ve él.
La presente lectura fundamenta la existencia de una Didáctica Crítica sustentada en la teoría de la acción comunicativa debido a que ésta tiende a la comprensión, al entendimiento entre los sujetos, a la interacción y al consenso. Se trabaja en torno a una pedagogía de la comunicación.
La didáctica crítica sustenta las ideas de: 1) Unificar el enfoque comunicativo y la teoría crítica, 2) La Pedagogía de la comunicación y su relación con la práctica docente, 3) La búsqueda de los valores de la ver- dad, el bien, la belleza y la justicia.
Al considerar la Didáctica como elemento emancipador, la ciencia de la didáctica trata de cambiar al estudiante como persona individual, sus actitudes, sus valores, sus juicios, sus sentimientos, sus capacida- des, sus aptitudes, su mentalidad. En la medida que cambie su persona- lidad y el interior del alumno, cambia su exterior y su actitud de sujeto transformado ante la sociedad influirá de un modo emancipador, por ello enseñar es transformar.
Relación entre la didáctica crítica y la práctica docente
Ciencia que favorece procesos de escrutinio de la teoría implícita en la práctica, no divide la realidad porque ésta es teoría y práctica al mismo tiempo. A partir de los problemas reales aporta soluciones, cons- truyendo la teoría que mejora el quehacer tanto docente como discente.
La acción didáctica se preocupa de la formación de estructuras mentales, de la organización de los conocimientos fragmentados y de la crítica reconstructiva de los problemas cotidianos.
Características de la metodología de la didáctica crítica
Es una práctica participativa, crítica, favorece el debate, la refle- xión y la discusión en pequeños grupos. Utiliza el simposio, la mesa redonda, la entrevista, el cuchicheo, el foro, la clínica del rumor, el semi- nario, el torbellino de ideas, el estudio de casos, la simulación de roles, los juegos de conocimiento, la afirmación, la confianza, la cooperación y la solución de conflictos.
Los modelos de acción e investigación pedagógica son la etnogra- fía, la etnometodología, la fenomenología y la hermenéutica.
Se requiere la elaboración de un currículum de formación docente orientado a comprender la realidad de los sectores poblacionales en situación de exclusión y el diseño de proyectos de desarrollo social orien- tados a lo compensatorio, lo intercultural, que consideren la voz del edu- cador-educando, la producción de significados, la evaluación por consen- so, la evaluación compartida y el diálogo. La acción comunicativa es de reciprocidad. Los acuerdos en el ámbito de la pedagogía social no vienen forzados unilateralmente, son fruto de un saber válido que proviene de la interacción con la cotidianidad del contexto social abordado. Por ello nos formulamos la interrogante de: ¿Para qué de los Programas de Desarrollo Social? La respuesta es que debemos considerar el proyec- to como instrumento que define y concreta las acciones que se deben lle- var a cabo en un escenario no formal. En él se expone la forma en que será ejecutado y los recursos de los cuales se dispone para llevar a cabo la propuesta. Un programa de esta naturaleza requiere un análisis de la realidad. Este permitirá reconocer los intereses y motivaciones del sector al que será destinado, además deberá contener un nombre y el enuncia- do general acerca de qué se quiere hacer.
Son importantes los objetivos en los cuales se describen los propó- sitos y límites que se desean alcanzar a través de acciones en un perío- do determinado. Las actividades y la metodología nos indican el camino para llegar al fin. Es necesario establecer una trayectoria que permita fijar el ritmo y la dinámica del proyecto expresando de manera explícita el “Cómo se va a hacer”, el sistema de trabajo y las técnicas a utilizar, la dis- tribución de las actividades, etc.
Es fundamental caracterizar a los destinatarios del programa social. Pueden ser personas mayores o adultos en situación de privación de libertad, adolescentes con problemas de conducta, niños y jóvenes en situación de farmacodependencia, madres adolescentes, enfermos recluidos en hospitales, etc.
La ubicación de la propuesta en el tiempo y la duración constituye un aspecto vital. Igualmente el dónde se realizará y los recursos o medios materiales requeridos.
Valores de la didáctica crítica y la pedagogía social
En la didáctica crítica se manifiestan los valores compartidos, coo- perativos, emancipadores, solidarios e intersubjetivos, la relación entre la teoría y la práctica es indisociable, la práctica es teoría en acción, se cri- tica la ideología, existen razones para problematizar la acción pedagógi- ca. Va dirigida a la transformación social por ello, atiende en especial a sectores en situación de desventaja social. Se actúa en los escenarios socialmente problematizados (Contextos comunitarios, hospitalarios, tutelares o penitenciarios) por negociación y consenso.
El rol del profesor dentro del contexto de la pedagogía social y la didáctica crítica
El profesor investigador es reflexivo, crítico, comprometido con la situación escolar, extraescolar y sociopolítica, trabaja en equipo y trans- forma el contexto comunitario, escolar y el entorno social. Asume el paradigma ecológico de la pedagogía. Este se extiende al currículo como dentro del “mundo de la vida”en la cual se incorporan múltiples factores que tienen que ver con el complejo problema del proceso educativo.
Figura 1. Fotografía1. En escenarios socialmente problematizados las estrategias didácticas utilizan el teatro como método para la reinser- ción social del joven privado de libertad, en la gráfica se aprecia el con- tacto directo de las practicantes docentes con los jóvenes adscritos al Centro de Diagnóstico y Tratamiento Carolina Uslar II.
Figura 2 Fotografía 2: Esculturas modeladas en arcilla. Este traba- jo escultórico representa el busto del Libertador Simón Bolívar efectuado por uno de los niños que forman parte de la Comunidad Terapéutica Carolina Uslar I que atiende a niños de la calle en situación de farmaco- dependencia.
EL PEDAGOGO SOCIAL Y SU VINCULACIÓN CON LA EDUCACIÓN PENITENCIARIA
Los escenarios más comúnmente definidos como objeto de estu- dio de la Pedagogía Social son los escenarios penitenciarios. En ellos la presencia del docente adquiere una pertinencia social y trascendencia que propician cambios significativos en la formación del concepto de ciu- dadanía del hombre en situación de privación de libertad.
En este sentido se destacan tres ideas fundamentales: El primero tiene que relación con la legislación penitenciaria vigente. En especial la Ley de Rendición de la Pena por el Trabajo y el Estudio. Concepción legal que al ser interpretada por el pedagogo social se traduce en un conjunto de beneficios en relación a la reducción de la pena que le es conferida al recluso cuando tiene la oportunidad de formarse bajo los lineamientos de un programa educativo desarrollado por docentes en un recinto car- celario. El segundo tiene que ver con la posibilidad real que la educación le brinda al ser humano que vive en privación de libertad, de tomar con- ciencia sobre su situación y activar su deseo de cambio personal. Por ello la educación no sólo lo forma, también lo reeduca y le ofrece las herra- mientas para el trabajo, lo resocializa y rehabilita para concebir un pro- yecto de vida y desempeñarse con autosuficiencia e idoneidad en el medio social en el futuro cercano.
Finalmente, es necesario destacar que el diseño y desarrollo de programas sociales y educativos por parte de los docentes constituyen la herramienta más significativa y valiosa en el logro de un ambiente más humano en esa pequeña sociedad que es la cárcel. Por ello los cuatro pilares planteados en el Informe de la UNESCO acerca de que la Educación encierra un Tesoro se cumplen a cabalidad cuando las pro- puestas de los docentes se dirigen a estos sectores en situación de exclu- sión social. Si se cumplen el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
CONCLUSIONES
La pedagogía social y la didáctica crítica atienden al proceso edu- cativo que se desprende de la perspectiva de la injusticia y la desigual- dad social en el que la opresión y la penitencia del hombre adquieren un significado en un contexto sociocultural determinado. Ambas ciencias son autocríticas y usan la reflexión grupal como criterio de evaluación de la práctica pedagógica. Son dialécticas, relacionales, sistémicas, de influen- cia mutua y parten de supuestos emancipadores. Describen críticamente y transforman los conflictos no racionales. Unen la teoría educativa con la práctica en una dialéctica que al fusionarse transforma al sujeto y el entorno. Su fundamento es la comunicación y el consenso. El tratamien- to del problema educativo de cada grupo social es transdisciplinar y glo- balizador. Se profundiza en el significado del problema. Exige compromi- so individual y grupal a nivel local, nacional e internacional.
Como conclusión fundamental se destaca la necesidad de sensibi- lizar a los docentes para que generen acciones educativas en este tipo de escenarios. Motivar hacia el logro de un compromiso social dirigido hacia los sectores excluidos.
Existe la perentoria necesidad de orientar la formación del docen- te hacia la formulación de proyectos de desarrollo social así como estimular el liderazgo del pedagogo social en ámbitos educativos no conven cionales.
A manera de conclusión planteamos el siguiente ejercicio:
Ejercicio de aplicación para la ejecución del proyecto de investigación educativa partiendo de la didáctica crítica.
1) Reflexionar sobre su preocupación temática de investigación
2) Establecer los descriptores que definen el problema de investi- gación
3) Redactar al menos diez interrogantes sobre el problema a investigar
4) Visitar los centros de documentación y referenciar al menos tres investigaciones relacionadas
5) Identificar las teorías filosóficas, conceptuales y procedimenta- les que se asocian al problema seleccionado
6) Visitar escenarios educativos en los que se aplique la pedago- gía social: centros hospitalarios, penitenciarios, comunitarios, albergues, etc.
REFERENCIAS
Luzuriaga, L.(1971). Pedagogía Social y Política. Buenos Aires, Losada Petrus, A. (1998). Pedagogía Social. (Obra compilada). Barcelona : Ariel Rodríguez Rojo, M. (1999). Hacia una didáctica crítica. Madrid: La Muralla
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