ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y FILOSÓFICOS PRESENTES EN LA RELACIÓN COMPRENSIÓN- INTERPRETACIÓN
Dr.C.Armando Paz Aguilera
Ms C. Dágmaris Fernández Barbán
director03@scu.jovenclub.cu
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Profesores de la Universidad de Ciencias Pedagógicas ¨Frank País¨ García¨
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Paz Aguilera y Fernández Barbán: Aspectos psicológicos y filosóficos presentes en la relación comprensión- interpretación, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, marzo 2011. www.eumed.net/rev/cccss/11/
RESUMEN EN ESPAÑOL
En este artículo se realiza un análisis crítico sobre algunas cuestiones teóricas desde la psicología y la filosofía que se ponen de manifiesto en el proceso de comprensión-interpretación; en este sentido, la argumentación psicológica se ofrece a partir del análisis de la lectura como un proceso que incluye ambas habilidades, que contempla además la correlación entre las significaciones y el sentido personal y, finalmente, la vinculación de las habilidades de comprensión e interpretación con la Teoría de la Actividad; por su parte el análisis filosófico tiene en cuenta las categorías filosóficas, las leyes de la dialéctica y los fundamentos generales de la Teoría del Conocimiento.
PALABRAS CLAVES: lectura, comprensión, interpretación, significaciones, sentido personal, categorías filosóficas, leyes de la dialéctica.
SUMMARY IN ENGLISH
In this article a critical analysis is realized about some theoretical issues, from the psychological and the philosophical point of view, that are present in the process of comprehension - interpretation; in this respect, the psychological argumentation is offered regarding the analysis of reading as a process that includes both already mentions reading abilities, which takes into account the correlation that exists between the significances and the personal sense; finally, the entail of these abilities of comprehension and interpretation with the Theory of the Activity; Besides, the philosophical analysis bears in mind the philosophical categories, the laws of the dialectics and the general foundations of the Theory of the Knowledge.
KEYWORDS: Reading, comprehension, interpretation, significances, personal sense, philosophical categories, laws of the dialectics.
INTRODUCTION
La multiplicidad de enfoques que se han dado a la lectura como forma de la actividad verbal obliga a quienes se han adentrado en su estudio a hurgar en los aspectos teóricos que la caracterizan con el propósito de ofrecer a los lectores la información detallada que revele la posición asumida por cada especialista y permita adentrarse en la riqueza de apreciaciones y posiciones teóricas relativas a su estudio.
Las ideas expuestas en el presente artículo son el resultado de investigaciones realizadas por el autor, las que le han permitido asumir el criterio de que comprender es: captar el significado de la información contenida en un texto de lectura mediante el análisis de los elementos lexicales, gramaticales y estilísticos presentes en el mismo y la interiorización de la esencia de un texto, de la idea general, de los aspectos fundamentales por bloques de información, de los detalles, así como del establecimiento de las relaciones de causa y efecto y, por tanto, interpretar lecturas es: exteriorizar por medio del lenguaje oral o escrito, de la realización de acciones prácticas y de la manifestación del modo de conducta o comportamiento; el resultado de la comprensión de la información que ofrece el texto de lectura, en correspondencia con el sentido personal que le sea atribuida. El proceso de lectura se realiza como un proceso de comprensión e interpretación cuya unidad dialéctica se pudiera explicar desde los fundamentos teóricos de distintas ciencias; sin embargo, sin la intención de cerrar el horizonte conceptual, en este artículo se pretende exponer los fundamentos psicológicos y filosóficos que sustentan la relación comprensión- interpretación de textos de lectura y que deben ser tomados en cuenta por quienes desarrollan la honrosa tarea dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje de estas habilidades lectoras.
DESARROLLO
Aspectos psicológicos presentes en la relación comprensión- interpretación
La argumentación psicológica de la relación comprensión-interpretación se ofrece a partir del análisis de la lectura como un proceso que incluye ambas habilidades, que contempla además la correlación entre las significaciones y el sentido personal y finalmente la vinculación de las habilidades de comprensión e interpretación con la Teoría de la Actividad.
En la actividad práctica de los hombres, con el propósito de lograr fines comunes, la orientación de la conducta de acuerdo con las normas y exigencias de la sociedad no sería posible si los mismos no sólo son capaces de comprender, sino también de interpretar los significados de dichas normas en correspondencia con las situaciones concretas en que se encuentren.
La comprensión y la interpretación guardan una unidad dialéctica, las mismas se complementan dentro de un mismo proceso del pensamiento. El contenido del texto de lectura es comprendido e interpretado por el lector a partir de las representaciones que el mismo posea en su conciencia sobre el autor, su ideología, su status social, sus opiniones, la actualidad del texto, el modo de redacción utilizado, de las emociones y valores que el mismo le imprime al material, de la influencia misma de la personalidad del lector, es decir, de un conjunto de elementos que inciden en la interpretación individual del mensaje. En tal sentido, se hace necesario enfocar la lectura como un proceso de comprensión - interpretación.
La psicología materialista marxista ha dado valiosos aportes en el análisis de la categoría comprensión (aunque considerada en término genérico) como proceso del pensamiento.
Para S. L Rubinstein: “... ella forma parte de la interacción del hombre con el mundo y participa en la regulación de sus actos y conductas; todo fenómeno psíquico es al mismo tiempo un reflejo del ser y un eslabón en la regulación del comportamiento y los actos de los hombres”[1].
Desde una óptica psicológica, el proceso de comprensión-interpretación constituye una actividad orientada a un fin motivado, por cuanto el mismo propicia la solución de determinadas tareas gnoseológicas y la satisfacción de determinadas necesidades.
Es importante que los textos de lectura que se seleccionen para desarrollar las habilidades de comprensión e interpretación tengan como elemento determinante un contenido que permita la satisfacción de intereses cognoscitivos en el lector relacionados con sus vivencias, aspiraciones e intereses particulares, un material que permita establecer gran número de asociaciones, enriquecimiento del conocimiento y la fundamentación del mismo.
Durante el proceso de comprensión-interpretación, el pensamiento desempeña un rol muy importante con respecto al curso y dirección de este proceso. Para Y. A Sherkovin(1982) la comprensión actúa como síntesis de vínculos conocidos, aunque separados en nuestra conciencia, como su unificación en un determinado cuadro del mundo o parte de él.
Todo lo anterior justifica la relación psicológica que existe entre ambas habilidades cuya conexión caracteriza la esencia de un proceso único de lectura: el proceso de comprensión-interpretación.
Por otro lado, la relación comprensión-interpretación se sustenta en el análisis que ha ofrecido la psicología sobre las categorías significación y sentido personal, las cuales han sido ampliamente tratadas.
Al respecto se han realizado numerosas investigaciones las cuales abordan el tema desde diferentes posiciones. Especialistas como A. Mesheriakov (1975), G. S Gurquenidze y E.V. Ilenkov (1975), J. Piaget, L. S. Vigotsky, S. L. Rubinstein(1955), P.Y. Galperin(1987) y G. V. Leibnitz,1936, han profundizado sobre esta importante temática psicológica, encontrando su máximo exponente en A. N. Leontiev 1975, para quien las significaciones reflejan el mundo en la conciencia del hombre.
Para el aludido investigador: “las significaciones reflejan para el individuo los objetos independientemente de las relaciones que estos tengan respecto a su vida, a sus necesidades y motivos”[2].
En el proceso de asimilación de las significaciones es necesario tener en cuenta la particularidad psicológica del proceso de interiorización. En tal sentido, A. N. Leontiev plantea: “la interiorización no consiste en el hecho de que la actividad externa se introduzca en un “plano de la conciencia” interna que la precede; la interiorización es un proceso en el cual precisamente se forma este plano interno”[3].
La comprensión lectora es la interiorización de las significaciones establecidas en el texto escrito mediante un proceso en el cual se pone en función un sistema de acciones y operaciones lógicas como: el análisis, la síntesis, la inducción la generalización, la comparación y la abstracción, entre otras, las cuales permiten asimilar las ideas trasmitidas e incrementar los conocimientos acerca de la temática que aborda el texto.
La comprensión está limitada en un primer momento a la información en sí, independientemente de la relación que se establezca entre el lector y el texto, es decir, mediante el proceso de comprensión el individuo asimila las significaciones establecidas, las cuales contribuyen a su desarrollo cognoscitivo.
Estas significaciones asimiladas por las personas comienzan a tener una vida doble en la conciencia de los distintos individuos, en correspondencia con sus necesidades; un texto escrito que contenga una temática relacionada con la importancia del amor materno, por ejemplo, no tendrá la misma significación para el lector que vive con su madre que para quien nunca la conoció por haber fallecido al nacer éste, diferente significación le atribuye a la información quien acaba de vivenciar la amarga experiencia de perder recientemente a su madre o quien se encuentra en un país distante de ella; es decir, para todos los lectores el significado es asimilado; sin embargo, cada uno se relaciona de forma diferente con esa información y le atribuye otra significación.
A. N. Leontiev para evitar esta dualidad sobre el mismo término de significación le denominó a esta última sentido personal, denominación que es asumida como positiva en este trabajo.
Por su parte, Fernando González Rey al referirse a la relación significaciones y sentidos personal plantea lo siguiente:
Está claro que el papel que desempeñan las significaciones es sumamente grande, por cuanto todo nuestro conocimiento es imposible sin la asimilación de determinadas significaciones establecidas (...) para la comprensión de la esencia psicológica de la personalidad es necesario examinar otro esquema; es necesario examinar no sólo lo que el hombre conoce de la realidad; qué conceptos, normas e imágenes fueron asimiladas por él, sino también cómo se relaciona con esta realidad, cuál es su actitud hacia ella. En otras palabras, la conciencia humana puede concebirse en doble manera, por un lado, como conocimiento, como mundo de significaciones y por otro, como relación, como mundo de sentido[4].
La introducción del concepto de sentido personal: “relación del motivo con el fin,”[5] ofrece la posibilidad de un análisis más profundo del carácter de la conciencia humana de la estrecha relación de los procesos cognitivos y afectivos. Para él la personalidad constituye un sistema dinámico-íntegro de sentidos.
De modo que la comprensión es una habilidad que está asociada a la asimilación de significaciones, en tanto que la interpretación consiste en la atribución de sentidos personales a éstas. Lo anterior significa que la interpretación presupone de la comprensión como un factor esencial de la misma y no es, de ningún modo, un nivel de comprensión; además, por la relación de dependencia que se establece entre ellas, es posible afirmar que en el propio proceso de interpretación está incluida la comprensión, al ser la primera más profunda que la segunda y sucederla en el procesamiento de un texto escrito.
En el análisis realizado por Fernando González Rey respecto a la diferencia entre significación y sentido personal se aprecia que el investigador establece una separación en cuanto a los objetivos de la enseñanza y la educación (las significaciones y los sentidos respectivamente). Al respecto plantea: “... por tanto, la educación de la personalidad debe estar encaminada a formar dicho sistema, la esfera de sentidos (...) otra cosa muy distinta es la enseñanza, como hemos dicho está dirigida a la formación de conocimientos concretos o de un sistema de significaciones”[6].
El proceso docente-educativo es uno sólo, donde la unidad de la instrucción y la educación constituye un principio fundamental, en consecuencia, durante el proceso de enseñanza-aprendizaje ambas esferas deben ser desarrolladas. Además, el trabajo del docente para el desarrollo de las habilidades lectoras de comprensión e interpretación debe tener en cuenta esta relación indisoluble.
Para que el lector realice una valoración crítica de la información que contiene el texto escrito, es necesario la expresión de su criterio, sus puntos de vistas y su opinión acerca de la información, lo que evidencia que en él se ha producido un movimiento mental en cuanto a la interiorización de la información, en correspondencia con el sentido personal que le ha atribuido a la información.
El análisis realizado hasta aquí permite resumir que la comprensión lectora está relacionada directamente con la formación de significaciones, para lo cual la interiorización es una categoría psicológica fundamental; el sentido personal refleja el movimiento de la comprensión en interpretación, es decir, la interpretación a partir del sentido personal atribuido al texto no es más que su exteriorización.
Esta relación cobra mayor importancia en los momentos actuales donde los conocimientos científicos que se van adquiriendo a partir de las diferentes fuentes de información escrita (Internet, Revistas, etc.) necesitan ser exteriorizados en la práctica para la solución de problemas concretos de la realidad objetiva y la práctica social.
Por otro lado, el proceso de enseñanza-aprendizaje de un idioma extranjero también se sustenta en la Teoría de la Actividad Verbal formulada y desarrollada por Vigotsky, Leontiev, Beliayev, Luria y Galperin.
La actividad verbal consiste en lo esencial en considerar el habla como una actividad. Según I. A. Zimniaia,1988, la actividad verbal consta de cinco aspectos: la audición, la expresión oral, la lectura , la escritura y la traducción. Criterio que es asumido en la presente investigación.
Las habilidades de comprensión e interpretación conjuntamente con las técnicas de lectura constituyen partes integrantes de lectura como uno de los aspectos de la actividad verbal.
El desarrollo de estas habilidades lectoras se sustenta en los postulados generales de la Teoría de la Actividad formulada por A. N. Leontiev (1979) quien considera que a la actividad la conforman aquellos procesos mediante los cuales el individuo, respondiendo a sus necesidades, se relaciona con la sociedad, aceptando determinada actitud hacia la misma.
A partir de la Teoría de la Actividad desarrollada por A. N Leontiev, se pueden destacar las siguientes deducciones:
§ El rasgo distintivo de la actividad es el objeto, es decir, el motivo real que determina su dirección.
§ Más allá del objeto de la misma siempre está la necesidad.
§ La actividad está relacionada al motivo.
§ Las acciones constituyen componentes fundamentales de la actividad, las cuales se subordinan al resultado que habrá de ser alcanzado, al objetivo consciente.
§ La actividad humana no puede existir de otro modo que en forma de acciones o grupos de acciones.
§ Las acciones se realizan en formas de operaciones.
§ Las acciones se correlacionan con el objetivo en tanto las operaciones con las condiciones en que ellas se realizan.
Para A. N. Leontiev:
La actividad comporta un proceso que se caracteriza por presentar transformación en sucesión constante. La actividad puede perder su motivo originario y entonces transformarse en una acción, que realiza un tipo de relación completamente diferente respecto al mundo, otra actividad; por el contrario, una acción, puede adquirir una fuerza excitadora propia y convertirse en actividad específica; finalmente, la acción puede transformarse en un procedimiento para alcanzar el objetivo en una operación, que coadyuva a la realización de distintas acciones.[7]
De modo que el proceso de desarrollo de las habilidades de comprensión e interpretación es una actividad específica que presupone de los componentes inductores y ejecutores; aspectos que han sido abordados con gran profundidad por especialistas como: H. Brito, 1989, R. Bermúdez,1996 y H. Fuentes, 1998 quienes acertadamente consideran que los dos conforman las esferas motivacional-afectiva y la cognitivo- instrumental.
El componente inductor comprende las motivaciones y las necesidades del lector de lograr la máxima obtención de la información contenida en el texto escrito. El componente ejecutor, por su parte, comprende: "... las manifestaciones de las ejecuciones de la actuación personal en forma de instrumentaciones conscientes o no, traducidas en acciones, orientaciones, habilidades, hábitos y capacidades en las cuales se expresa el funcionamiento en general, instrumental del sujeto”[8].
Para el logro de la comprensión y la interpretación se presupone de un conjunto de acciones y operaciones. H. Brito define la acción como “... un proceso que se encuentra subordinado a la representación del resultado que debe alcanzarse con ella, es decir, su objetivo o fin consciente.
Las acciones principales para el logro de la comprensión y la interpretación lectoras deben partir del dominio de las técnicas de lectura, el reconocimiento de las estructuras gramaticales y lexicales presentes en el texto, para lo cual es necesario la realización de un conjunto de operaciones propias de cada acción.
Las operaciones, en palabras de H. Brito (1984), consisten en “la ejecución de la actuación que se lleva a cabo como una instrumentación inconsciente, determinada por la imagen de las condiciones a las que hay que atenerse para el logro de un fin (tarea)”[9].
Lo anterior refleja que las acciones se subordinan al objetivo, en tanto que las operaciones tienen en cuenta las condiciones; es por ello que el sistema de operaciones no puede ser el mismo para comprender e interpretar un texto científico que uno social, cultural o religioso. Ellas se adecuan a las características de la información y a su complejidad.
El enfrentamiento a un texto de lectura para lograr la comprensión y la interpretación presupone de la competencia del lector quien debe tener automatizadas ciertas operaciones motoras y cognoscitivas.
H. Brito(1982) propone acertadamente los siguientes requisitos o condiciones para la correcta formación de hábitos:
§ “Los hábitos se forman mediante los ejercicios y el entrenamiento.
§ Es importante el refuerzo de las operaciones.
§ El conocimiento de los resultados y la comprensión de las equivocaciones en la ejecución.
§ Comenzar la ejecución con las operaciones más simples y sencillas.
§ No presentar a los sujetos muchas exigencias simultáneamente.
§ El sujeto debe distinguir qué es lo esencial y lo secundario en ala ejecución.
§ Distribuir correctamente los descansos entre los ejercicios.
§ Lograr la ejecución de las operaciones en variadas condiciones, sin perjuicio de la calidad del resultado”[10].
Los requisitos citados anteriormente revisten una extraordinaria importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las habilidades de comprensión e interpretación, pues la ejercitación permite la automatización de las operaciones propias del procesamiento de un texto escrito y asegura mayor precisión y eficiencia en la actividad lectora.
Lo anteriormente expresado corrobora la necesidad de ofrecer un esclarecimiento teórico sobre estas habilidades de modo que el sistema de ejercicios que se proponga esté dirigido al desarrollo de las acciones y operaciones propias de la comprensión y la interpretación y, como resultado de ello, se precisen las vías lógicas para su desarrollo.
Aspectos filosóficos presentes en la relación comprensión e interpretación
La relación comprensión-interpretación ocurre en un único proceso de lectura. Desde el punto de vista filosófico esta relación se fundamenta en la unidad de lo externo y lo interno, definida como: " aspectos de un objeto o de un proceso que se distingue por su lugar y por su papel en la estructura de un todo"[11].
En el proceso de lectura, la interiorización de la esencia de un texto coincide con la concepción filosófica de la categoría de lo interno, por cuanto la misma "refleja el aspecto esencial del objeto".[12]
La interpretación, enfocada como exteriorización del resultado de la compresión, teniendo en cuenta el sentido personal atribuido por el lector, se sustenta en las concepción filosófica de concebir la categoría exterior como el reflejo del "aspecto superficial accesible directamente a los sentidos del objeto, a la realidad que existe fuera de él".[13]
El resultado del proceso de comprensión- interpretación lectoras es revelado por el lector cuando el mismo lo exterioriza, pues para la filosofía: "lo interno no se halla dado de manera inmediata y llega a conocerse a través de la manifestación”.[14]
Los aspectos internos de un objeto están determinados por la ley; por la esencia y a través de éstos el objeto llega a ser revelado y conocido; desde esta posición se puede afirmar que para interpretar un texto de lectura es imprescindible comprender su significado, su esencia, el conjunto de elementos lexicales, gramaticales, estilísticos, la idea general por bloque de información, los detalles y otros elementos inherentes a la habilidad de comprender.
En el proceso de comprensión e interpretación de una lectura se ponen de manifiesto dos categorías filosóficas, las cuales están presentes en todo objeto, fenómeno y proceso de la realidad, constituyendo facetas necesarias de los mismos: esencia y fenómeno. Ellas se definen como sigue:
La esencia constituye el conjunto de las propiedades y relaciones del objeto más profundas y estables determinante de su origen, carácter y desarrollo. El fenómeno constituye el conjunto de propiedades y relaciones del conjunto de propiedades y relaciones del objeto diversas, externas, móviles inmediatamente accesibles a los sentidos y representa el modo como la esencia se manifiesta, se revela.[15]
En el procesamiento de un texto de lectura, al comprender se interioriza la esencia del contenido del texto y al interpretar se revela esa esencia como manifestación externa, en correspondencia con el sentido atribuido a ese contenido por el lector; lo anterior significa que la habilidad de comprender responde a la esencia y la de interpretar, al fenómeno.
Estas habilidades ocurren como facetas necesarias de la actividad de lectura; por tanto, concebir una estrategia didáctica para desarrollar una sola es negar la concatenación y unidad dialéctica entre estas habilidades.
En la relación entre ellas se manifiesta una conexión genética, necesaria y común a todo fenómeno de la realidad: la categoría causalidad. En tal sentido, la adecuada comprensión es la causa de una adecuada interpretación(efecto).
La relación comprensión - interpretación durante la lectura de un texto escrito se puede analizar como un proceso que lleva implícito lo general y lo particular; lo general está determinado por las significaciones establecidas, por la idea general, por el significado del contenido del texto; lo particular, por el conjunto de valores, emociones, matices, etc., que se producen en la psiquis del lector sobre la base de un conjunto de factores que caracterizan la individualidad del lector, de su personalidad, como son: la vivencia, experiencia, el conocimiento previo, su concepción del mundo, su carácter, temperamento. En fin: lo general está en la comprensión del significado y lo particular en su interpretación por el sujeto.
De modo general, las categorías filosóficas posibilidad y realidad, contenido y forma, lo general y lo particular, etc., están presentes en el proceso de comprensión e interpretación de un texto de lectura.
En la lectura de un texto escrito, como proceso de comprensión-interpretación, se ponen de manifiesto las siguientes leyes de la dialéctica:
§ La ley de la negación de la negación.
§ Ley de la unidad y lucha de contrario.
§ Ley de la transformación de los cambios cuantitativos y cualitativos.
La primera, se pone de manifiesto en la lectura pues para lograr una adecuada compresión e interpretación es necesario un conocimiento previo del lector sobre el contenido de la información escrita, este conocimiento viejo constituye el punto de partida para lograr nuevos conocimientos. Mediante la comprensión e interpretación el lector enriquece sus conocimientos, los amplía, los profundiza, es decir, toma los aspectos positivos del viejo conocimiento y niega los aspectos negativos de este conocimiento previo básico, lo que provoca en él una nueva interpretación hacia el contenido y un cambio de conducta como resultado de ello.
La segunda ley permite enfocar las contradicciones como las fuerzas matrices del desarrollo porque durante el proceso de comprensión e interpretación se presentan al lector un conjunto de contradicciones, las que surgen como resultado del enfrentamiento a un texto de lectura para lograr un objetivo final; entre ellas se pueden citar las siguientes:
· La contradicción entre el objetivo a alcanzar por el lector y las posibilidades que tiene para ello.
· Entre el conocimiento previo que se posee y el nuevo conocimiento que esta adquiriendo.
· Entre el significado del contenido y el sentido personal que le sea atribuido por el lector.
· Entre el nivel de competencia comunicativo- lingüística del lector y las características del texto.
· La contradicción entre la interiorización del contenido y la capacidad de expresarlo oralmente.
· La contradicción entre el punto de vista del autor y el del lector.
· La contradicción entre interpretación dada por otros lectores y la de un el lector determinado.
La solución a estas contradicciones por parte del lector provoca un nivel de desarrollo de las habilidades de comprensión e interpretación.
La tercera ley esta presente también en la formación y desarrollo de estas habilidades por cuanto es necesario que se produzcan en el lector ciertas transformaciones y cambios paulatinos como resultado del dominio gradual que el mismo adquiere de los mecanismos de lectura, acciones, operaciones y sub- operaciones, las cuales se acumulan de forma gradual como cambios cuantitativos hasta dar lugar al salto hacia una nueva cualidad: la comprensión e interpretación del texto.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura esta nueva cualidad constituye a la vez un cambio cuantitativo para llegar a un peldaño superior en el desarrollo de ambas habilidades.
Asimismo, los fundamentos generales de la Teoría del Conocimiento, también están presentes en estas habilidades. Estos fundamentos se pueden sintetizar del siguiente modo:
§ La pregunta fundamental de la filosofía: la relación entre el ser y la conciencia.
§ La materialidad de la realidad objetiva.
§ El desarrollo de la realidad objetiva y del pensamiento.
§ El carácter de la ley de los procesos de la naturaleza y la sociedad.
§ El propio movimiento interior de la realidad objetiva.
§ La cognoscibilidad del mundo por el hombre.
§ El conocimiento como aproximación progresiva a la verdad absoluta.
§ El rol de la práctica en el proceso de conocimiento.
§ La relación reciproca entre la fase sensorial y racional en el proceso de conocimiento.
§ La unidad del conocimiento y la práctica.
Los argumentos filosóficos antes expuestos demuestran que en el proceso de enseñaza de la lectura es imposible aislar el tratamiento de estas habilidades debido a los nexos estables, constantes y reiterados que existen entre ellas y a la relación de dependencia que tiene la interpretación con respecto a la comprensión.
CONCLUSIONES
Los aspectos analizados en el presente artículo permite asegurar, a manera de conclusiones, que para garantizar que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura se realice sobre bases teórico-conceptuales más sólidas es necesario tener en cuenta los aspectos psicológicos y filosóficos presentes en la relación comprensión- interpretación, a partir de considerarlo como un proceso que incluye el tratamiento intencionalizado a ambas habilidades, que contempla la correlación entre las significaciones y el sentido personal, donde se ponen de manifiesto los presupuestos teóricos de la Teoría de la Actividad, las manifestaciones de las categorías filosóficas, las leyes de la dialéctica y los fundamentos generales de la Teoría del Conocimiento. De manera que ofrecer un esclarecimiento teórico sobre estas habilidades propiciará mayor efectividad en el proceso de desarrollo de ambas habilidades lectoras.
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[2] A. N. Leontiev, Actividad. Comunicación. Personalidad, Editorial Pueblo y Educación , La Habana, 1975, p. 125.
[3] Ibídem, p.79
[4] González Rey, Fernando, Comunicación, Personalidad y Desarrollo Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1995, p. 35.
[6] Ibídem.
[8] R. Bermúdez y M. Rodríguez, Teoría y metodología del aprendizaje, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1996, p. 2-3.
[9] H. Brito, “Hábitos, habilidades y capacidades”, en Revista Científico-Metodológica Varona. Año VI no. 13, Instituto Superior Pedagógico. “Enrique José Varona”,Ciudad de la Habana1984, p. 82.
[10] Ibídem.
[12] Ibídem, p. 167.
[13] Ibídem
[14] Ibídem, p. 161.
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