La experiencia demostrativa, Un instrumento para la validación de estrategias de promoción y educación para
la salud sexual y reproductiva[1].
(Documento de trabajo)
Rodrigo
Vera[2]
1. ¿Qué es una experiencia
demostrativa?
Es una modalidad de experimentación
socio-cultural que permite validar una
estrategia, con un conjunto de metodologías y técnicas de pedagogía
social, para el logro de objetivos
ligados al empoderamiento de las personas y a las decisiones de cambio de sus prácticas individuales y comunitarias
ligadas a la sexualidad. Esto, de manera tal,
que pueda servir de referencia
para la réplica de la estrategia
tomando en cuenta las particularidades del nuevo contexto.
La E.D. responde a ciertas críticas. Desde el
punto de vista de la investigación socio- cultural, procura superar la distancia entre producción
de los conocimientos y la acción. Desde
el punto de vista de la acción, procura superar la distancia entre la práctica
y la teoría, entre la acción y las
formas de comprensión de los problemas que se atacan. Desde el punto de
vista de políticas y estrategias, procura mostrar una opción global de impulsar el cambio y de
ofrecer, al mismo tiempo, posibilidades
concretas de transformación.
La E.D., por una parte, es una modalidad de
producción de conocimientos donde se prueban y formulan hipótesis de trabajo
relativas, tanto a la comprensión de ciertos
fenómenos o problemas, como a los fenómenos que se producen al ensayar
una forma de superación. La E.D. es una
modalidad de producción de teoría ( para la práctica) validada por la
explicación de las modificaciones de la práctica conseguidas a través de la aplicación de una
determinada estrategia.( con sus respectivas metodologías y técnicas de
pedagogía social).
Por otra parte, es una modalidad de producción
de tecnología para el cambio prácticas individuales y sociales donde se validan
estrategias de acción relativas, tanto a la superación o prevención de
problemas específicos, como a la adopción de hábitos saludables de desarrollo
comunitario.
Por último, es una modalidad de transferencia
tecnológica mediante la exhibición
de experiencias exitosas ( o no
exitosas) relativas, tanto a sus
resultados, como a sus procedimientos y formas de operación.
La E. D. produce conocimientos, tanto sobre las maneras de comprender ciertos
fenómenos identificados como problemas,
como sobre las lógicas sociales e institucionales que posibilitan y/o
obstaculizan su prevención o superación. Entre los problemas ligados a la
sexualidad y la salud reproductiva se
pueden señalar la violencia intrafamiliar, la violencia de
género, el embarazo adolescente, el abuso sexual, la transmisión de
ETS/VIH/SIDA, los embarazos no planificados ni deseados, las discriminaciones
de género. Es la complejidad del fenómeno/problema, a comprender y a
superar, lo que justifica un
procedimiento que combine experimentación/investigación, transformación/validación y demostración/réplica. La demostración
constituye de por sí una opción para promover una movilización social motivada por la referencia de una estrategia
que ha sido exitosa. Esta opción de cambio deberá ser comprobada como válida en cada una de sus
réplicas en localidades necesariamente diversas. En otras palabras, la E.D.
combina la crítica con la proposición y la
demostración con la apertura de
posibilidades de cambio.
La E.D., desde el punto de vista de su carácter
demostrativo, es una “experiencia
vitrina”. Es decir, es susceptible de
ser observada como un argumento para asumir un proceso de superación de
los fenómenos/problemas que constituyeron
su sentido. Se trata de un
“argumento” en la medida que desea convencer sobre una necesidad de
cambio y sobre las posibilidades existentes para lograrlo. Se
trata de “un argumento a ser descubierto”
por una pluralidad de actores como “un producto convincente” sobre la base de que la experiencia
pueda:
+
“Hablar por sí misma”, mostrando
la realidad que ha sido transformada
mostrando un antes, un durante y un después que la comunidad ha vivido la
estrategia.
+ “Hablar a través de sus
protagonistas”, mostrando los testimonios del antes, durante y el después. En
este sentido, es un desafío
comunicacional.
+
Mostrar una sustentación
“empírica” sobre la base de la rigurosidad de su metodología.
+ “Hacer visible” las percepciones de las
gente, de lo que piensa, sienten y opinan de la experiencia vivida.
+ “Reinstalar en lo público” problemas silenciados, gravitantes para la
formulación de políticas públicas.
La E.D., a diferencia de una experiencia
piloto, opera sobre el supuesto de la diversidad de situaciones y de
grados diferenciados de vulnerabilidad entre las comunidades. La E.D.
supone el rescate y respeto de la
heterogeneidad cultural, social y económica y operar bajo el supuesto de que existen fenómenos que sólo se comprenden en su
contexto, tales como el racismo, la
violencia y las discriminaciones
de género.
La E.D. es una apuesta de producción
tecnológica. En la medida de se compruebe el éxito de una estrategia, una E.D.
podrá servir de referencia para
adoptarla. La rigurosa evaluación de sus resultados es un aspecto esencial para que una E.D.
puede servir como argumento para su réplica o masificación.
La E.D. opera como un estudio de caso sobre la
base de un ejercicio de focalización que permite conocer en profundidad. Se trata de
experimentación acotada que permite identificar factores de sinergia social ,
generar teoría y proyectar para el conjunto de la sociedad. La observación en
profundidad permite reconocer diferencias, tensiones internas y particularidades propias de las comunidades
humanas.
La E.D. permite que los equipos técnicos se
hagan responsable sobre la efectividad y eficacia de una estrategia sobre la
base de operar con una lógica de gestión
centrada en los resultados.
La E. D. es una opción naturalista de
conocimiento y de promoción de cambio en la medida que el escenario con el cual
se opera es el existente y el disponible. Es sobre la base social y material
existente que se quiere probar que es posible alcanzar resultados.
La E.D. permite favorecer un cambio más
mediante la ilustración que sobre la
prescripción. Esto es coherente con una
pedagogía social que rescata, respeta y
fomenta la diversidad y del respeto
mutuo. La pedagogía social, al favorecer fundamentalmente aprendizajes
informales o auto-aprendizaje, se presta
más a ser ilustrada que prescrita. La
pedagogía social no pretende favorecer
una estandarización como puede pretenderse en otras pedagogías del ámbito formal. La pedagogía social , al
igual que otras pedagogías, procura favorecer la modificación de las formas de
pensar, sentir y de actuar de los sujetos y la de su comunidad. Pero se diferencia de ellas por no pretender tener un control de los procesos internos que conducen a los
sujetos a aprender en comunidad. Los
aprendizajes sociales son aquellos reconocidos por los propios
sujetos, aquellos reconocidos en la
demostración del dominio de competencias y aquellos observables en la
modificación de sus prácticas individuales y sociales. La E.D. permite hacerse cargo del hecho que
la pedagogía social opera
fundamentalmente en el ámbito de la cultura
oral, de las formas de organización social, de las emociones colectivas, de la
modificación de las normas compartidas por una misma comunidad. La pedagogía
social recurre, sólo como fuente secundaria, en la cultura letrada.
En el Proyecto, la E.D. es una producción de
“argumentos” a favor de las posibilidades que ofrece el protagonismo individual
y comunitario como fruto de una “pedagogía social”. Esta, basada en la organización de redes de conversación
activadas mediante la auto-gestión
comunitaria de eventos pedagógico-culturales, grupos de ayuda
mutua y de espacios permanentes de auto-aprendizaje y de
servicios de atención de la salud sexual y reproductiva.
La E.D. es una modalidad de asistencia técnica
que prestan las agencias de cooperación internacional que tienen por misión que
una inversión adquiera una influencia de carácter estratégico. La E.D. puede
apoyar a que los países acrecienten la eficiencia de sus políticas,
estrategias, metodologías y prácticas mediante la introducción de innovaciones
en sus formas de comprender los problemas y en sus formas de superarlos. La
E.D., como modalidad de cooperación, a pesar que su desarrollo sea en una
localidad determinada, tiene la vocación de influir a nivel nacional sirviendo
de referencia para su generalización. La E.D. con este objeto, no se limita al
nivel de la validación de metodologías y técnicas sino que procura una
coherencia y dar consistencia a las estrategias como parte de una política ya
formulada o en construcción. La. E. D. permite esto en la medida que combina
teoría y práctica, contexto local con contexto nacional, profundización con demostración.
2. Cuáles son las
características de una experiencia demostrativa?
Las características se refieren a aspectos que permiten tener una mejor
visión de la E.D. como propuesta metodológica
para combinar la investigación/experimentación, la transformación/validación
y la demostración/replica. A continuación se señalan algunas de sus
características.
·
Es una experiencia focalizada, con visión del contexto
De acuerdo a la definición de la E.D., ella se
desarrolla de manera acotada en cuanto espacio, población participante y tiempo. El espacio puede ser una comuna o un
barrio, con límites territoriales y poblaciones delimitados, dando cuenta su
contexto. La definición de la población participante, y/o de la población meta, se hace en función a los objetivos propuestos. Es la población participante la que permitirá
apreciar las transformaciones que se han
producido como fruto de su participación en la estrategia. La definición del
tiempo permite disponer de claros puntos de partida y de llegada o de cierre de
“la intervención”, marcando el contexto temporal de pasado y expectativas de futuro de la población
participante.
·
Es una experiencia de aprendizaje
La E.D. es una ocasión de capacitación para
quienes son sus responsables y para todas aquellas personas comprometidas con su desarrollo. Es una
invitación a “aprender a partir de la experiencia” sobre la base de un proceso
sistemático de reflexión de la práctica y de los resultados que se van
adquiriendo durante su desarrollo. En
este sentido, una E.D. supone que sus
responsables estudien en función a los interrogantes que dicha práctica les
coloca. El aprendizaje de los responsables, tanto en forma directa como a
motivo del desarrollo de la E.D., se
pueden incluir entre los objetivos a ser evaluados dentro de la propuesta
metodológica.
·
Es una experiencia abierta
La E.D. es una experiencia abierta a la
observación y a la incorporación de aportes externos durante su desarrollo. Las
fases de preparación, desarrollo y evaluación
son susceptibles de ser visitadas por quienes se interesen por conocer
el proceso y por aportar como agente externo a la experiencia observada. Estas
visitas, además, pueden ser organizadas como instancias de capacitación en la
medida que las personas se integren a las labores en curso. Igualmente, la E.D.
está abierta a incorporar aportes conceptuales y sugerencias operativas durante
su desarrollo. En este sentido, la E.D.
cifra su éxito no sólo en quienes son sus responsables y participantes, sino
que también en quienes forman parte de
su red de apoyo solidario.
·
Es una experiencia flexible
La E.D. opera sobre la base de un diseño de estrategia. El eje articulador de
la estrategia es la intención de logro de ciertos y determinados objetivos.
Durante la experimentación de la estrategia, con sus metodologías y
técnicas, la E.D. ofrece la posibilidad
que sea modificada en función a asegurar el
logro de los objetivos. El diseño, en este sentido, opera como una guía,
de ninguna manera como dogma. En este sentido, una E.D. es una metodología de
descubrimiento que opera teniendo como referencia un mapa inicial de
exploración y ejerciendo una capacidad de auto-corrección.
·
Es una experiencia replicable
El mismo diseño de la estrategia ha tomado en
cuenta su intencionalidad de ser replicada. Es decir, se trata que la E.D.
ofrezca una validación de la estrategia,
fundamentalmente, sobre la base de los propios recursos de la comunidad, probando que es posible
potenciar sus propias posibilidades de desarrollo. En este sentido,
la E.D. es un ejercicio realizado con sencillez y modestia en cuanto recursos
materiales y humanos, ajena a una sofisticación que limite sus posibilidades de
ser tomada como referencia para su masificación.
·
Es una experiencia susceptible de
ser sistematizada.
La sistematización es una descripción sintética
de la experiencia de manera tal que pueda ser conocida y discutida en sus
aspectos esenciales. La sistematización
opera como un marco necesario para el proceso de evaluación, una guía
para su comunicación y una referencia para réplica de la estrategia. La
sistematización es fruto de un análisis y una síntesis de los registros
realizados durante su desarrollo.
·
Es una experiencia evaluada.
La
evaluación es una dimensión esencial de la E.D. para validar una estrategia de
pedagogía social. Para esto, en este ejercicio se evalúan los resultados alcanzados, durante la intervención y después de
finalizada. La evaluación culmina con
juicios sobre el cambio alcanzado, fundamentados en criterios explícitos de
análisis y datos empíricos.
·
Es una experiencia de comunicación
La E.D. supone el poder ser “envasada”
para ser
comunicada. Una adecuada
comunicación podrá permitir que sea conocida, apropiada y replicada por quienes tengan el interés de hacerlo. El envase de comunicación deberá
contener todos los antecedentes para hacer visible su desarrollo y permitir
organizar su réplica. El envase de los
materiales de comunicación es un soporte autosuficiente para la transferencia técnica de la estrategia.
En el envase se podrá encontrar, a lo menos,
el diagnóstico de base, la
estrategia propuesta, las guías para el desarrollo de cada una de las
actividades, la sistematización de la experiencia y el informe de evaluación de
sus resultados. El envase o caja de réplica podrá reunir diferentes tipos
medios de comunicación para lograr su objetivo. Una buena solución es incluir
el conjunto de la información combinando
medios tales como escritos, materiales fotográficos y gráficos,
videos y audio-cassettes.
3.
Cuáles son los componentes de una experiencia demostrativa?
En una experiencia demostrativa se pueden
distinguir tres etapas principales. Una preparatoria, una de desarrollo y otra
de difusión. A continuación se comentan los componentes a tener presentes desde la fase preparatoria y que sirven de guía para
el desarrollo de todas las etapas. Los componentes sólo serán un producto
acabado una vez terminada su fase final. En la
E.D. los productos de
comunicación pueden perfeccionarse y profundizarse durante todo su desarrollo, es decir, hasta en su etapa de difusión.
·
El
estado del arte sobre problemas y
estrategias
El diseño operativo de la E.D. se hace sobre la base de un estado del arte, tanto sobre
las formas de comprender los problemas y de las estrategias utilizadas para
superarlos.
El
estado del arte sobre la comprensión consiste en una revisión documental de las teorías e investigaciones existentes
que pretenden catalogar y explicar los
problemas seleccionados. El informe de
la revisión debe mostrar, en un cuadro
sintético, los diferentes marcos
conceptuales y sus conexiones con distintos
resultados de investigación que pudieran estar probando diferentes
hipótesis explicativas. Por ejemplo, la
conceptualización de una práctica de
riesgo en los/las adolescentes y jóvenes y las razones que explican el por qué
ellas son asumidas.
El estado del arte sobre las estrategias
utilizadas es una revisión documental
sobre las acciones y los resultados obtenidos para avanzar en la
superación del o los problemas seleccionados. El informe debiera poder
catalogar las estrategias, dar cuenta de sus marcos explicativos y de los
resultados alcanzados. Por ejemplo, las estrategias que se han venido
implementando para prevenir las prácticas de riesgo en adolescentes y jóvenes y
los resultados obtenidos por ellas.
·
El estado de situación de los
problemas en la comunidad seleccionada.
La E.D., para probar la efectividad de una
estrategia, requiere conformar una línea de base en el momento de partida para
poder observar el cambio al término de la intervención. Esta es una forma para
determinar las transformaciones
alcanzadas en los sujetos, redes sociales e instituciones reconocibles como
fruto de la aplicación de la estrategia. Con este objeto, el estado de
situación inicial debe dar cuenta de la magnitud del o los problemas, con sus distintas manifestaciones
sociales, culturales, políticas y económicas dentro de una misma comunidad;
de las distintas percepciones de la población , incluyendo explicaciones
y posibles estrategias de superación de los respectivos problemas.
Conjuntamente con esto, este diagnóstico inicial debe rescatar y dar cuenta de las acciones
realizadas, y/o en marcha, en la comunidad.
En este sentido, la línea de base se conforma,
tanto con indicadores de comportamiento,
como con indicadores relativos a la
subjetividad de las personas y de la comunidad como conjunto, como de las redes
de protección social y los grados de
vulnerabilidad existentes en la misma comunidad al momento de iniciarse la
aplicación de la estrategia.
El estado de situación, en cuanto línea de
base, es una aspecto esencial del
proceso de evaluación, incluyendo aspectos susceptibles de ser
cuantificados y aspectos que sólo admiten una descripción cualitativa.
·
El diseño de la estrategia
pedagógica
La estrategia está compuesta por el conjunto de
actividades que deberán permitir que los sujetos de la población meta alcancen
ciertos y determinados objetivos, en un periodo determinado de tiempo. Una
estrategia educativa se conforma con las
diferentes instancias de aprendizaje que se ofrecen a los participantes como
situaciones de aprendizaje para adquirir ciertas y determinadas competencias. Por ejemplo, si el objetivo es que las
personas de una comunidad adquieran competencias de autocuidado de su salud
sexual y reproductiva, la estrategia
puede estar compuesta por un conjunto de actividades de educación formal, no
formal e informal, ya sean en forma de eventos socio-pedagógicos o de servicios
permanentes de educación y de salud.
Las actividades aisladas o disociadas de las
personas a las cuales están dirigidas, no conforman necesariamente una
estrategia. En educación para la salud, la estrategia tiene como centro, como
eje, a las personas que son los actores para el logro de su objetivo. En el caso de la educación formal, la
estrategia pedagógica podrá ser sobre la base de una secuencia sistemática de
contenidos pre-definidos, con tiempos pre-fijados para el desarrollo de un
proceso de enseñanza y aprendizaje que tiene una “audiencia cautiva”. En el
caso de la educación informal o comunitaria, donde no se dispone de una
audiencia cautiva, ni de contenidos ni tiempos pre-fijados, la estratégica pedagógica podrá basarse en la auto-gestión comunitaria.
Esto es, para que sea la propia
comunidad la que despliegue un conjunto
convergentes de actividades para que sean
los propios participantes los encargados de elegir y hacerse
responsables por sus aprendizajes.
La estrategia, puede igualmente ser denominada
“el modelo” en la medida que se tenga la
intención de ser mostrada como un posible camino a seguir o a imitar. En una E.D.
lo que se trata de validar es una estrategia o modelo que articula
metodologías y técnicas para el desarrollo de las actividades. La validación de
una o más metodologías no asegura la efectividad de la estrategia. Tampoco, la
validación de la estrategia no valida
las efectividad de cada una de las metodologías.
En una E.D. se requiere de una claridad en
cuanto a la estrategia desde el momento
que se ha fijado como punto de partida.
En caso contrario, sin objetivos y estrategias claras, la experiencia pierde sentido y
racionalidad.
El diseño de una estrategia puede asumir
diversas modalidades y enfoques. Pareciera que para una E.D. la estrategia más
adecuada es aquella centrada en las personas con un enfoque de gestión centrada
en los resultados.
·
Diseño del monitoreo y evaluación de
la estrategia
El monitoreo se refiere al acompañamiento
técnico que se hace durante el
desarrollo de la E.D. a partir de la
observación y análisis de los avances logrados o no logrados en relación a los objetivos propuestos. El monitoreo es un mecanismo de supervisión
técnica pre- establecida en el tiempo y en la forma. Esta supervisión se le
entiende como un proceso de interlocución técnica entre los responsables de la
operación de la estrategia y el personal técnico previamente calificado para
desempeñar esta
función. Para
proporcionar rigurosidad al monitoreo es aconsejable disponer, desde el inicio,
de una “tabla de monitoreo” donde se indiquen los aspectos a observar,
oportunidad de la observación y modalidad y
encargados de hacerlo. En cierta forma, el monitoreo tiene similitudes
con la evaluación y con el acompañamiento, pudiéndose entender tiene algo de ambos tipos
de función.
La evaluación es un ejercicio destinado a determinar los resultados
alcanzados como fruto de la aplicación de una estrategia, dando cuenta de los
factores que favorecieron el éxito y los factores que operaron cómo obstáculo
para el logro de los objetivos.
En el diseño de la evaluación se requiere precisar los objetivos de la propia evaluación y las
metodologías de recolección de información y los criterios para su análisis.
Entre los objetivos de la evaluación, además de identificar grados de
logro y factores intervinientes, se
puede proponer como objetivo la
profundización de la comprensión de los problemas y el extraer lecciones
aprendidas para el mejoramiento de la estrategia. En este sentido, se puede
procurar un diseño de “evaluación
iluminativa” que se proponga identificar los logros, profundizar la comprensión
de los problemas y proyectar la
estrategia que ha estado siendo validada.
La evaluación, por tanto, tiene por función identificar las
transformaciones y sus razones, con el
objeto de avanzar en la comprensión de los procesos de transformación de los
sujetos y redes comunitarias y en la efectividad de las estrategias. En este sentido, la complementariedad de
metodologías cuantitativas y cualitativas de evaluación/investigación podrán permitir mejor una “triangulación”
de fuentes de información para emitir,
en forma más sólida, juicios de carácter
evaluativo. La evaluación requiere prever acciones desde el inicio de la E.D.,
durante su desarrollo y una vez finalizada la intervención. En esta
perspectiva, resulta importante fijar indicadores de evaluación y criterios
para su verificación desde el inicio de la E.D. sin perjuicio que se vayan
puliendo y ampliando dichos indicadores y criterios.
·
Diseño
de las formas de registro y sistematización de la E.D
El registro desempeña un papel fundamental el
análisis, evaluación, comunicación y difusión de una E.D. Un sistema riguroso
de registro requiere ser contemplado en las
tres etapas de una E.D. : preparación, desarrollo y difusión. En este sentido, adquiere importancia la
presencia de un “cronista” y la utilización de una gama variada de medios de
registro tales como la grabación de
audio y de video, la observación, participante
y no participante, hojas de vida, etc.
La sistematización, hecha sobre el
registro, es una labor de síntesis con
el objeto de dar a conocer la experiencia. La sistematización es, además, un componente de la evaluación. La
sistematización es una labor eminentemente descriptiva, sin juicios de valor,
que incluye el diseño de la estrategia y
su forma de aplicación, incluyendo el
relato de algunas actividades, dando
cuenta del número y tipo de participantes.
·
Diseño de la “caja de comunicación”
de la estrategia
La comunicación constituye un aspecto clave del
carácter demostrativo de una experiencia hecha con carácter demostrativo. La “caja de comunicación” es una herramienta
que permite conocer la estrategia y de replicarla. La caja debe ser concebida para permitir distintos niveles de profundidad y distintos
propósitos. Por una parte, adquirir una visión global de la estrategia, en un
período breve de tiempo, a un público
sólo interesado en tener una visión panorámica de la estrategia. Por otra
parte, puede permitir conocer sus
fundamentos y resultados, en un espacio mayor de tiempo, a un público
interesado en profundizar su conocimiento y en poder discutir la estrategia.
Igualmente, la caja puede permitir que un “equipo de gestión”
pueda adquirir las competencias necesarias para replicar la
estrategia.
En función a este tipo de comunicación, la caja
puede contener distintos materiales, para distintos propósitos. Es recomendable
que en la caja se combinen medios de
comunicación, tales como el uso de videos, escritos, reportaje fotográfico y
programas en audio. El uso de una pluralidad de medios, sobre la base de un
mismo guión, permite que los medios se refuercen entre sí para lograr un mejor conocimiento y
profundización de la estrategia presentada.
Para definir los materiales a incluir en la
caja de comunicación, se puede tomar en cuenta el conjunto de componentes de la
E.D. y los diversos tipos de públicos: visión global, fundamentos y resultados
y guías
para la organización y gestión de la estrategia y de cada una de las
metodologías y técnicas para desarrollar una réplica.
La caja, que puede ser un bolsón o una
bolsa, debe ser concebida para ser una
herramienta auto administrada, fácil de
trasladar y con un bajo costo de
reproducción .
·
Plan de trabajo y
cronograma
El Plan de trabajo de E.D. es un mecanismo de organización de tareas y
de distribución de responsabilidades, repartidas en el tiempo. El cronograma es
la manera de ilustrar los plazos acordados en un periodo delimitado de tiempo.
4.
Similitudes y diferencias de la
E.D. con otros ejercicios de
investigación y experimentación social.
La E.D. posee
similitudes con la denominada “investigación
operativa” en cuanto ellas tienen
como propósito el poder recomendar una estrategia que haya sido
validada previamente por su puesta en práctica. A la I.O. se la define como un
proceso sistemático de búsqueda de soluciones prácticas y pragmáticas a
problemas operacionales y estratégicos, a menudo, con limitaciones de tiempo. http://www.orsoc.org.uk/about/index_f.html La
I.O. adquiere un gran desarrollo a partir de los años 30s para apoyar la optimización de recursos sobre la base de la
constancia estadística de soluciones
previamente comprobadas o de fenómenos acaecidos.
Resulta curioso tener en cuenta que la I.O.
adquiere popularidad por el uso que la
GB y USA hacen de ella durante la segunda guerra mundial para decidir la ubicación de las bombas anti-submarinas. Con el auge de la computación, la I.O.
dispone de un soporte de manejo de datos fundamental para su actual desarrollo,
muy ligado a las decisiones empresariales, tanto tácticas como estratégicas. http://www.visionengineer.com/man/opresearch.shtml
Si bien la E.D. pueda aparentemente coincidir
en propósito de la I.O. se diferencia al
colocar un mayor énfasis en la producción de teoría sobre los problemas y los
procesos de cambio para su superación. La E.D., en el campo de la pedagogía
social, da un especial énfasis en la subjetividad de las personas y en la
diversidad socio-cultural de las
comunidades participantes. Desde el punto de vista metodológico, el estudio de
las transformaciones en la E.D. no
tiende a reducirse a estudios de carácter estadístico, dándose una gran
importancia al análisis cualitativo de la diversidad socio-cultural. Por esta razón, la metodología de estudio de
caso adquiere mayor importancia en la E.D. que en la I.O.
Por otra parte, la E.D. se asemeja y diferencia de una “experiencia piloto”. Ambas tienen como
propósito la réplica de estrategias una vez que ellas hayan probado su
efectividad. Una de sus diferencias reside en la concepción de réplica. En la
E.P. se espera que la estrategia sea aplicada de la manera lo más ajustada posible a aquella que fue
probada. Por el contrario, en la E.D. se espera que ella sea replicada sólo
utilizando la estrategia, el proceso, el contexto y la organización social que
estuvieron en su desarrollo como
referencia. Esta diferencia obedece a las distintas épocas en que una y otra surgen. La E.P.
tienen su auge en una modernidad basada
en la uniformidad de las soluciones a problemas como homogéneos. La denominación
de “demostrativa”, por el contrario,
quiere marcar que no se espera la
estandarización de las soluciones, que
más bien se espera una diversidad de formas de utilización de la misma
estrategia tomando en cuenta las características propias de cada comunidad. En
función de esto, la E.D. es acompañada con un análisis de sus logros y
dificultades, permitiendo una comprensión de los procesos de validación, especialmente, de parte de quienes intenten
desarrollar una experiencia siempre singular de réplica.
Por último, la E.D., en cuanto una modalidad de
experimentación social, está llamada a
ser una intervención social rigurosamente diseñada, desarrollada,
evaluada y comunicada. En consideración
a la complejidad y carácter de los fenómenos en los cuales una E.D. opera, no
aplica un modelo experimental de investigación, sin perjuicio que
pueda nutrirse de muchas de sus metodologías y técnicas. Es decir, la E.D. no
contempla una comunidad de control para
probar que una transformación se debe a
la aplicación de una estrategia cuando
dicha transformación no se ha producido en otra comunidad, ambas supuestamente homogéneas entre sí. La E.D. a partir de la base que no existen
comunidades homogéneas, opta por un
análisis en profundidad para una
mejor comprensión de los problemas y de los fenómenos sobre los cuales ha
actuado la estrategia.
5. Después de una
experinecia demostrativa, ¿qué?
Las etapas principales de una E.D. son la preparación, el desarrollo y la difusión.
En
la etapa preparatoria, además de la conformación de los equipos técnicos y de
instalación institucional del
proyecto, se diseña:
·
la
estrategia que será validada conjuntamente con el estado del arte,
·
el
estado de situación,
·
el registro y sistematización,
·
el monitoreo y evaluación,
·
la
caja o paquete de comunicación, y
·
el
diseño de la estrategia de difusión.
La etapa de desarrollo es la situación de
experimentación propiamente tal. Ella distingue un inicio, un proceso y un
término, en una ubicación geográfica y poblacional determinada.
En la etapa de difusión se comunican los
procesos y resultados en función a los intereses de los diferentes públicos
seleccionados. En el caso que la E.D. se
haya desarrollado en un municipio, interesará que todos el resto de los municipios
del país tenga la oportunidad de conocerla
como un ofrecimiento técnico parta enfrentar problemas similares. En
esta etapa, se hace efectiva la función
de demostración propiamente tal que tiene por objetivo principal convencer a
otras comunidades para que asuman en sus manos la responsabilidad de enfrentar
similares problemas, teniendo como referencia la estrategia mostrada, con sus
resultados y sus formas de comprensión
alcanzadas mediante la E.D.
Después de una E.D., la comunidad que se ha
auto-gestionado la estrategia, tiene la posibilidad de proyectar su perfeccionamiento y ampliar su
radio de acción a otras necesidades y problemas de la misma comunidad. Esta comunidad puede, por ejemplo, decidir
repetir la experiencia en el año siguiente y mantener los servicios permanentes
contemplados en la estrategia.
Igualmente, la comunidad puede
desarrollar otro tipo de actividades para la consecusión del objetivo original.
A su vez, la misma comunidad puede decidir hacer otra E.D. con el objeto de probar
otra estrategia, o la misma estrategia, pero con distintos objetivos.
Como fruto
de la difusión se podrán derivar una pluralidad de réplicas. Estas nuevas E.D. podrán convertirse en una ocasión para seguir perfeccionando la
estrategia, con sus metodologías y técnicas, y
seguir profundizando la comprensión de los procesos de cambio ligados a los problemas
que han sido el campo de intervención de la E.D. En este sentido, el equipo
técnico responsable de impulsar una E.D., tiene ventajas comparativas para
prestar asistencia técnica en la masificación de una estrategia que ha sido
puesta en práctica con anterioridad.
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